Archivo de primera resurrección

¿TIENEN QUE MORIR LOS «UNGIDOS», PARA REINAR CON CRISTO EN EL YA CERCANO «REINO DE DIOS»?

Posted in Uncategorized with tags , , , , on 20/09/2016 by Armando López Golart

sin-tituloY entendiendo por “ungido” a todo varón que haya sido declarado Hijo de Dios, por tanto hermano de Jesucristo y coheredero del reino de Dios junto a éste (Rom. 8:17), en calidad de inmortal rey y sacerdote, según se desprende de Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (eso significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación nuestra).

Hasta aquí bien, si no fuera porque la historia se complica cuando en el asunto intervienen aquellos que no tienen ni puñetera idea de lo que está envuelto en el mismo y que a sí mismos se reconocen como “ungidos” y que son “la tira”; y es que la cosa hoy viene a cuento de una nueva “enseñanza” que ha difundido a través de uno de sus videos, uno de esos “genios” de la teología y que por aquello de la caridad cristiana omitiremos revelar su nombre, que también y al igual que el resto de “paniaguados” que como tal se reconocen (no como “paniaguados”, sino como “ungidos” y que son “mogollón”), afirma ostentar la condición de “ungido” y por tanto, como hemos señalado al inicio de este escrito, el haber sido reconocido por Dios como Hijo Suyo. Argumentos “tipo” como los que vamos a mostrar a continuación, retratan “el pelaje” de todos aquellos que afirman ostentar dicha condición:

Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.”

O este otro y con el que reclaman para sí, una autoridad en conocimiento escritural que no tienen:

Ahora bien, “Ungidos con el Espíritu Santo” resalta otras bendiciones colaterales que Dios nos añade cuando nos entrega el Espíritu Santo, PERO LO MÁS IMPORTANTE ES QUE NOS GUÍA A LA VERDAD (Ver Juan 16:13). NADIE PUEDE SER GUIADO A LA VERDAD SIN EL ESPÍRITU OBRANDO EN ÉL.”

Uno más explícito todavía…… y lo peor es que se lo creen:

Al contrario, soy un hombre muy feliz y dichoso, ya que por fin tengo la libertad que no gozan ellos para escribir y tener mi sitio web donde puedo exponer mis creencias personales y mis “descubrimientos” bíblicos según me lo revela el Espíritu de Dios. Sólo el Espíritu de Dios nos guía a la verdad.”

Repetimos que estamos hablando de argumentos “tipo” y que pueden ser expresados en otras palabras, pero que todo acaba en lo mismo: se creen representantes de Dios en la tierra, sencillamente porque eso se creen ser y si uno no lo acepta, es porque es un incrédulo. Pero volviendo al video de referencia y publicado el 10/10/16 bajo el título “La WT enseña que los cristianos vivos en la parusía morirán para poder ser transformados”, su autor nos afirma sin lugar a duda alguna y en el minuto 7’40” de grabación que eso no es así, por lo que estaríamos ante una flagrante mentira difundida por parte de esa organización religiosa y siendo que esta asegura, con toda rotundidad, que para ser elevado uno a la co-gobernabilidad del reino primero se tiene que morir y como queda claro de este comentario tomado de un artículo de La Atalaya del 01/10/82 en su pág. 22, párr. 8:

Las Escrituras enlazan esta “primera resurrección” con la “presencia [griego, parousía]” de Cristo. (1 Corintios 15:23) El apóstol Pablo escribe: “El Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los que están muertos en unión con Cristo [desde el primer siglo y hasta la venida de Cristo al templo espiritual en 1918] se levantarán primero.” Entonces Pablo pasa a decir que los cristianos ungidos ‘que sobreviven hasta la presencia [parousía] del Señor,’ y que por lo tanto mueren durante la parousía, serán resucitados inmediatamente y serán “arrebatados… en nubes al encuentro del Señor en el aire.” (1 Tesalonicenses 4:14-17) Estos no tienen que ‘dormir’ en el sepulcro ni esperar la resurrección. Al morir son “cambiados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos.”—1 Corintios 15:51, 52, Versión Hispano-Americana.” (Negritas nuestras).

No obstante y para demostrar la razón que supuestamente les asiste a tanto “ungido” como hay suelto por ahí, en su planteamiento contrario a lo expuesto por dicha organización religiosa, hacen hincapié en el pasaje de 1 Tes. 4:14-17 y en el que se lee como sigue:

Porque si nuestra fe es que Jesús murió y volvió a levantarse, así también, a los que se han dormido en la muerte mediante Jesús, Dios los traerá con él. 15 Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.”

Por lo que y según una extravagante interpretación por parte de esas personas que se consideran “ungidas”, resulta que para el momento del regreso de Jesucristo a la tierra existirán gran cantidad de ellas y que, estando aún con vida, serán sencillamente cambiadas de una condición de mortal a una de inmortalidad y junto a los “ungidos” resucitados (los Pedro, Pablo y compañía), serán elevados a los cielos al encuentro de su maestro y hermano mayor…… más o menos la cosa va por ahí.

Pero todo indica que en este caso los Testigos de Jehová (aunque con algunos matices) tienen razón en su planteamiento y sus opositores están totalmente equivocados en su formulación; es cierto que alguno alegará a modo de defensa que a los autores de este blog ya nos ha salido la “venita watchtoweriana” (perdonen el “palabro”) y por lo que raudos y veloces acudimos en defensa de dicha organización religiosa, sea que ésta tenga razón o no. Pero nada más lejos de la realidad, sino que lo que hacemos en este blog es apegarnos al contexto escritural para ver si las afirmaciones bíblicas que se hacen y vengan de donde vengan, se ajustan al mismo o no…… y en el caso que nos ocupa, está claro que la interpretación que se hace de dicho pasaje por parte de los supuestos “ungidos” actuales, no se ajusta al citado contexto, porque veamos: lo que esas personas nos dicen y en una catastrófica interpretación, repetimos, del pasaje de 1 Tes. 4:14-17, es que aquellos “ungidos” que estén vivos en el momento del regreso de Jesucristo a la tierra no morirán (insistimos en el hecho de que estamos hablando de aquellos que con éste tienen que gobernar en el reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes), sino que serán cambiados en un instante de mortales a inmortales y ello estando aún con vida.

Sin embargo, acabamos de citar al inicio de este artículo, un pasaje bíblico que nos muestra que eso es imposible (Rev. 20:6), pues lo que en el tal se nos dice es que solo aquellos que participen de la llamada “primera” resurrección, son los que alcanzan la inmortalidad y reinarán con Cristo en el reino de Dios…… y se nos antoja algo “dificilillo” el poder resucitar, si resulta que uno previamente no ha muerto; pero volvamos a leer dicho pasaje y por aquello de que no quede duda alguna:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre aquellos que no participan de la misma) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones nuestras).

Solo este pasaje debería de bastar para cambiar el punto de vista de algunos, pues si lo que se nos dice es que para poder reinar con Cristo hay que participar en una resurrección…… “blanco y en botella”: uno tiene que haber muerto primero; y ese razonamiento que entienden hasta los tontos de pueblo, se les “escapa” a sesudos “teólogos” que van dando clases de lógica y sentido común por ahí. Lo que ocurre es que la cosa no acaba con esto, sino que hay más envuelto en el asunto: porque se da la circunstancia que la muerte que tienen que sufrir esas personas para acceder a tan alto privilegio, es una muerte de sacrificio (eso es, violenta), en defensa de su fe y extremo que con meridiana claridad se nos muestra en Rev. 20:4:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (luego si todos los titulares de esos tronos, fueron “ejecutados con hacha”, es obvio que previamente y antes de ocuparlos, todos tuvieron que morir) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación nuestra).

Por lo tanto queda claro que el planteamiento presentado por los supuestos “ungidos” actuales en el sentido que no es preciso morir para acceder como gobernante en el reino de Dios, no deja de ser más que, repetimos, el resultado de una disparatada e interesada interpretación del pasaje de 1 Tes. 4:14-17 (a nadie le gusta que le “rebanen el pescuezo” y quieren reinar con Cristo por la vía cómoda) y provocada por la no aplicación del contexto escritural. Pero lo que ya le añade “bemoles” al asunto, es que la mayoría de esas personas se significan por resaltar aquella máxima que nos dice que “Un texto, sin su contexto, es solo un pretexto”, cuando resulta que los primeros en no respetar dicha máxima en su particular percepción de las cosas son ellos…… y es que “una cosa es predicar y otra muy distinta el dar trigo”, como diría nuestro amigo el castizo; hora bien ¿cuál sería entonces y a la luz del contexto bíblico, la interpretación correcta del pasaje en cuestión? Porque una cosa es señalar el error ajeno y otra muy distinta, el dar la versión correcta de un asunto…… y si a algo no estamos acostumbrados los autores de este blog, es a hacernos el “longuis” y no dar la cara; veamos por lo tanto, cómo lo hacemos para explicarnos de una forma entendible:

De entrada, rebatir la idea sostenida por muchos teólogos en el sentido de hacer referencia a los “santos” o “ungidos” de “todos los siglos” que se levantarán en la “primera” resurrección y en lo que no es más que una falacia propia de indoctos de altos vuelos; porque la realidad, es que los “ungidos” desaparecieron de la tierra con la muerte del último de los apóstoles (Juan) sobre el año 99 de nuestra era…… y dado que el bautismo en espíritu santo y que era el que realmente daba la condición de Hijo de Dios o “ungido”, solo podía ser impartido por los apóstoles mediante la “imposición de manos” (en todo caso una mera formula ritual) como directos seguidores de Jesucristo (ver al respecto, nuestro escrito del 27/09/14), ello significa que desde el I siglo en adelante y hasta nuestros días, no ha existido “ungido” alguno sobre la tierra, sino una auténtica marabunta de farsantes y embaucadores entre los que se incluyen también los falsos “ungidos” de la organización de los Testigos de Jehová. Pero continuando con nuestro análisis acerca de si los “ungidos” han de morir o no para tomar parte en el gobierno del reino de Dios y que es el tema central de este artículo, veamos y como botón de muestra, lo que se nos dice en el momento de ser abierto el quinto de los siete sellos del “rollo” que le es entregado al Hijo de Dios (Rev. 5:1) y que se encuentra en Rev. 6:9-11:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido (eso es, asesinados y en clara alusión a los “ungidos” de los últimos tiempos, luego es obvio que han de morir).” (Acotación nuestra).

Queda claro entonces y lejos de cualquier duda, que todos aquellos que hayan de gobernar con Cristo en el reino de Dios tienen que morir primero como mártires aquí en la tierra para poder entrar a formar parte de dicho gobierno y tal como afirman los Testigos de Jehová, mientras que aquellos que se ratifican en el sentido de que no es verdad que haya que morir para formar parte del tal gobierno del reino, están contradiciendo flagrantemente y de forma interesada, el sentido correcto del texto sagrado…… pero continúa en pie la cuestión de cómo entender entonces, el pasaje de 1 Tes. 4:15-17. Para averiguarlo, procederemos a analizarlo tomando los textos uno por uno y comentando sobre cada uno de ellos a la luz del contexto bíblico, que es como se hacen las cosas; veamos por tanto en primer lugar, el verso 15:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor, no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte.”

Por lo tanto, lo que hay que entender en principio de lo leído, es que en el momento del regreso de Cristo a la tierra habrá en esta hombres con la condición de “ungidos” a la manera del apóstol Pablo…… pero ¿cómo puede ser esto, si acabamos de decir que desde la muerte del último apóstol en el I siglo hasta nuestros días, no ha habido “ungidos” sobre la tierra? Pues porque estamos ante una proyección de futuro que es cuando aparecerán estos personajes, según se nos relata en Rev. 11:3-6:

Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco (……).5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.”

Se puede deducir entonces que estaríamos ante una reducida cantidad de poderosísimas personas, un pequeño “resto” según se deduce de Rev. 6:11 y a la manera de los Pedro, Pablo, Juan, etc. (recordemos que estos tenían grandes poderes, hasta el de levantar muertos) y que están por aparecer en nuestros días y cuya labor divulgadora (anunciada ya por Jesús en Mat. 24:14) se extenderá por solo tres años y medio o “1.260 días”…… luego cuando vemos organizaciones religiosas con sus respectivos “ungidos” al frente o, en su defecto, “teólogos” que van por libre y que dicen también ser “ungidos”, que llevan dándonos “la “matraca” por decenas de años, sabemos que no son parte de esas personas enviadas por Dios, sino que son unos perfectos farsantes. Poderosísimos personajes estos por aparecer, por otra parte y a la luz de lo leído, que avala nuestra posición de negar la actual existencia de “ungidos” en nuestros días, pues no vemos por ningún sitio tal despliegue de poder por parte de los “soplagaitas” que a día de hoy se arrogan dicha condición; máxime cuando los “soplagaitas” en cuestión, se reconocen como continuadores de la labor apostólica de predicar el reino de Dios por el mundo…… y que de ser tal cosa así, se tendrían que cumplir en ellos estas palabras de Jesús:

Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado será salvo, más el que no crea será condenado. 17 Además, estas señales acompañarán a los que crean: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas, 18 con las manos tomarán serpientes y si beben algo mortífero no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán”.

19 Entonces el Señor Jesús, después de haberles hablado, fue tomado arriba al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Por consiguiente, ellos salieron y predicaron por todas partes, mientras el Señor obraba con ellos y apoyaba el mensaje por las señales que acompañaban a este.” (Mar. 16:15-20).

Y dado que estas demostraciones de poder, no las contemplamos en esos supuestos “ungidos” actuales…… pues se quedan sencillamente en eso: en simples “soplagaitas”; considerado ya el verso 15, pasemos ahora al versículo 16:

“… porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero.”

Versículo sin más trascendencia que el de anunciarnos la existencia de dos resurrecciones; porque si se nos señala una resurrección más temprana para aquellos que han muerto en “unión con Cristo” (ver Rom. 6:5), es lógico que tiene que ver otra para aquellas personas que, siendo fieles al Dios Altísimo en la persona de Su Hijo Jesucristo, no han sido elegidos (recordemos que el término “ungido” como tal, no significa otra cosa que “elegido” o “escogido”) para ocupar tan alto magisterio: ejercer de inmortales reyes y sacerdotes en el venidero reino de Dios. Pero ahora veamos el versículo 17 y que es en donde está el meollo del asunto, siendo esto lo que se lee en el mismo:

Después nosotros los vivientes (expresión esta que aparece también en el verso 15) que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (Acotación nuestra).

De entrada tendríamos que analizar el significado del término “vivientes” para empezar a tomarle el “tranquillo” al asunto y que solo se puede entender, partiendo de unas palabras que dijo Jesús en su momento:

Entonces otro de los discípulos le dijo: “Señor, permíteme primero ir y enterrar a mi padre”. 22 Jesús le dijo: “Continúa siguiéndome y deja que los muertos entierren a sus muertos.” (Mat. 8:21-22).

¿Quiénes eran esos “muertos”, que podían enterrar a otros muertos? Pues sencillamente personas que por su condición de pecadores estaban muertas a los ojos de Dios, pues el rescate pagado por Jesús aún no se había sustanciado, eso es, que éste aún no había muerto; por otra parte, cuando Pablo pronunció las palabras que estamos analizando, ya había recibido la adopción como Hijo de Dios y por lo que sabía que en el momento de su resurrección, ya se levantaría como ser inmortal. Circunstancia esta que no concurre con aquellos que no tenemos dicha condición, pues aunque entrando en el reino de Dios como súbditos o resucitando dentro de él y abolida ya la muerte, merced al sacrificio de Cristo y que nos libra de la muerte causada por el pecado, eso es, en la misma condición de Adán antes del pecado (sin pecar se podrá vivir eternamente), todavía tendremos que superar el escollo final y del que se nos habla en Rev. 20:7-10 y en el que aquellos que cedan al engaño satánico (como Adán), serán destruidos eternamente…… circunstancia esta, repetimos, que no concurre con los co-gobernantes en el reino (los Pablo y compañía), pues ya han resucitado con la inmortalidad concedida; de ahí que Pablo se refiriera a los de su condición, como los “vivientes”, pues aun estando en la tumba, permanecen vivos en la mente del Altísimo (Mat. 22:31-33).

En cuanto a la expresión “los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados”, esta no significa que no tengan que morir, condición “sine qua no” para reinar con Cristo y de lo que ya hemos hablado, sino que solo es una referencia a los “ungidos” que estarán vivos en el momento del regreso de Cristo a la tierra y de los que se nos habla en la apertura del quinto sello (Rev. 6:11). Y que ese resto “ungido” de personas aún por aparecer, tienen que morir, queda perfectamente reflejado en Rev. 11:7-10:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (a los tres años y medio de iniciarlo), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba (eso es, no serán sepultados). 10 Y los que moran en la tierra se regocijan sobre ellos y gozan y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron (con su mensaje de juicio) a los que moran en la tierra.” (Acotaciones nuestras).

Nos dice Pablo en el versículo 17 que estamos analizando, que dichas personas serían “arrebatadas” y lo que indica, obviamente, que en ese momento estarían con vida…… pero la realidad es que instantes antes de ser “arrebatadas” y ya por “tres días y medio”, las tales personas habían estado muertas y por lo que tiene que haber una resurrección de por medio; pero veamos cómo se nos explica eso, si continuamos con la lectura del pasaje que acabamos de leer, eso es, los versículos 11 y 12:

Y después de los tres días y medio (de permanecer insepultos y a la intemperie), espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (recobraron la vida o resucitaron) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá (momento del “arrebatamiento” mencionado). Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Acotaciones nuestras).

Tenemos que hace hincapié y para mayor comprensión del asunto, que es en este preciso instante en el que se produce la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) y en la que solo participan aquellos que con Cristo tienen que reinar y en donde, efectivamente, los miembros del resto “ungido” aparecido a última hora y solo después de haber muerto y haber sido resucitados, son “arrebatados” de la tierra con vida y para lo que hay una explicación lógica: mientras los “ungidos” del primer siglo, los Pablo, Pedro, Juan y compañía son levantados con nuevos cuerpos (los originales se corrompieron en el sepulcro) dotados de inmortalidad, en el caso del resto “ungido” aparecido al final de los tiempos y como se nos ha relatado, son levantados con el mismo cuerpo y sin experimentar corrupción, pero ya dotado de la inmortalidad…… de ahí que Pablo pudiera decir que serían “arrebatados” de la tierra, así como también de que serían “cambiados”:

¡Miren! Les digo un secreto sagrado: No todos nos dormiremos en la muerte (eso es, el tener que permanecer por un largo tiempo de espera en los sepulcros), pero todos seremos cambiados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta y los muertos serán levantados incorruptibles (con un cuerpo nuevo) y nosotros (los que sobrevivan hasta el tiempo del regreso de Cristo) seremos cambiados (de mortal a inmortal “en una abrir y cerrar de ojos” según acabamos de leer y que es lo que significa a los ojos de Dios, el breve espacio de tiempo que permanecen muertos y en el que ni siquiera se inicia el proceso de descomposición). 53 Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción y esto que es mortal, tiene que vestirse de inmortalidad.” (1 Cor. 15:51-53). (Acotaciones nuestras).

Luego todo considerado y a la luz del contexto escritural (que es el que marca la pauta), queda claro en primer lugar la no existencia a día de hoy de “ungidos” sobre la tierra y por lo que los que se arrogan dicha condición, no dejan de ser más que unos indocumentados farsantes…… y en segundo lugar, que nada hay en el pasaje de 1 Tes. 4:14-17 que nos permita siquiera el sugerir una mínima posibilidad de que personas que no hayan experimentado la muerte previamente, tengan acceso al reino de Dios como gobernantes en el mismo en calidad de inmortales reyes y sacerdotes. Todo lo que vaya más allá de esto, no dejan de ser “historias para no dormir” perpetradas por personas fantasiosas que se creen ser, nada más y nada menos, que Hijos de Dios…… y no nos negarán ustedes que ¡ya hay que ser acémila, para creerse semejante “milonga”!

MABEL

LA BATALLA DE HAR-MAGEDÓN: ¿UNA GUERRA…… O UN «PICNIC»?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 19/08/2016 by Armando López Golart

images (9)Porque claro, tal como nos lo plantea el “teólogo” Apologista Mario Olcese, la cosa como que más parece que vaya de una simple “acampada” de fin de semana y no de algo mucho más serio; pero antes de continuar, queridos amigos que nos siguen, permítanme explicarles el porqué de esta introducción: hace unos días (27/07/16), se publicó en este blog un artículo dirigido a desmontar una nueva salida de “pata de banco” del personaje en cuestión, pues en uno de sus videos (23/06/16) nos afirmaba que Jesús de ninguna manera pudo haber hecho un “pacto para un reino” con sus apóstoles, pues dicho pacto se había establecido siglos antes con el rey David…… y como en ese artículo del día 27 tienen amplia información de por dónde iba la cosa, no les aburro con los detalles y paso a explicarles de qué va la “historia” en este nuevo escrito.

Y es que dicho personaje acaba de publicar otra de sus “ocurrencias” en forma de video, en este caso titulado “El engaño jehovísta de que Armagedón es una guerra entre el reino de dios y los reinos mundanos” (28/07/16) y titular que ya no tiene desperdicio alguno, pero “aliñado” en su entradilla de presentación y por aquello de si quedaba duda alguna del disparate que en el mismo se nos propone, con el siguiente texto:

En el libro de la WT ¿Qué enseña Realmente la Biblia? página 81, párrafos 17 y 18, se dice que la batalla de Armagedón, previa al milenio, es entre el reino de Dios y los reinos de este mundo. Pero ¿es posible eso? ¿Se puede sostener con la Biblia? Absolutamente NO!

O sea que según tan singular personaje, la citada batalla no es un conflicto entre el reino de Dios (eso es, Jesucristo y sus seguidores, según Rev. 17:14) y los reyes de este mundo al frente de sus ejércitos…… es más: según dicho “teólogo”, una afirmación contraria al planteamiento por él expuesto no se puede sostener con la Biblia. Pero antes de continuar con el argumento, permítanme que les haga una pequeña observación: el video que vamos a analizar apareció un día después de que se publicara en este blog el artículo señalado al inicio de este escrito (27/07/16), en el que se desmontaba el surrealista planteamiento del Sr. Olcese en el sentido que Jesús no pudo ofrecer a sus apóstoles ningún pacto y contrario a lo que se nos muestra claramente en Luc. 22:29, porque según el argumento presentado por tan “agudo” personaje, el tal pacto ya se había establecido siglos antes con su antepasado David. Por lo tanto, todo parece indicar que el video que hoy nos ocupa fue publicado por el Sr. Olcese después de haber leído el artículo que el día anterior un servidor había publicado y, supuestamente, como “un darse por enterado”.

Y para hacer tal conjetura, me apoyo en el hecho de que lo que el Sr. Olcese hace y después de un largo tiempo de absoluto silencio en cuanto a mi persona, es sencillamente el mandarme un abrazo y lo que me parece muy bien (¡por algo se empieza!), pero sin hacer el más leve comentario sobre el contenido de mí objeción y lo que me hace suponer que da por bueno mi planteamiento, en un implícito reconocimiento de que se había equivocado en su línea argumental (aunque solo sea por aquello tan popular de que “quién calla, otorga”) y en una clara asunción del hecho de no ser capaz de rebatir mis argumentos, que es en donde está el meollo de la cuestión. Por cierto y para que no tenga duda alguna, decirle al personaje en cuestión que, efectivamente, sigo su página de videos diariamente (nunca he negado dicho extremo) como hago con algunas otras y por aquello de encontrar temas que me permitan, en mi esfuerzo por rebatirlos, no solo aprender un poco más a nivel personal, sino también advertirles a aquellas personas que nos honran con sus visitas (y razón fundamental de este blog), acerca de enseñanzas disparatadas que se publican y que no se sostienen partiendo de un mínimo conocimiento escritural…… ya otra cosa es, que aquellos que nos leen sepan sacar el debido provecho de este esfuerzo.

Pero dicho lo cual, volvamos al asunto de la “batallita” de Har-magedón mencionada y que según dicho personaje resulta que no es un enfrentamiento entre Jesucristo y sus seguidores (Rev. 17:14), contra los reyes de la tierra…… y para demostrar lo cual, ya empieza por citarnos de un pasaje bíblico que dice exactamente todo lo contrario de lo que nos está proponiendo y que es el de Dan. 2:44:

Y en los días de aquellos reyes (obviamente de los actuales reyes o gobernantes) el Dios del cielo establecerá un reino (de ahí lo del “reino de Dios”) que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos (luego estaríamos hablando de una guerra o confrontación entre dos partes) y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.” (Acotaciones mías).

El Sr. Olcese apoya su planteamiento razonando que si el reino de Dios y según Dan. 2:44, se “establece” en los “días de aquellos reyes”, ello significaría que cuando echa a andar dicho reino en la tierra y con ello el inicio de los mil años de gobernación divina en ella, todavía están esos reyes gobernando en la misma…… mientras que la batalla de Har-Magedón es anterior al mencionado establecimiento del período milenial (a grandes rasgos por ahí va la cosa). Claro, partiendo solo del pasaje leído de Dan. 2:44, la cosa y apurando mucho se quedaría “entre Pinto y Valdemoro” y poco se podría objetar al respecto…… pero si uno está al tanto del contexto bíblico y circunstancia que no concurre en el caso de tan reputado “teólogo”, la cosa ya cambia como el día de la noche, pues en el mismo se nos dice cuándo y en dónde adquiere carta de naturaleza dicho reino; pero veamos primero el “cuando” y que reflejado en el siguiente pasaje de Rev. 11:7-12:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (los “dos testigos” o resto “ungido que aparecerá en la tierra según el versículo 3), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba. 10 Y los que moran en la tierra se regocijan sobre ellos y gozan y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron (con su mensaje de juicio) a los que moran en la tierra.

11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (en ese preciso momento se produce la llamada “primera resurrección” de Rev. 20:6 y en la que participan solo aquellos que han de reinar con Cristo) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Acotaciones mías).

Por lo que dado que ya tenemos el “cuando” toma cuerpo el reino de Dios y que está directamente relacionado con la resurrección de aquellos que participan en el mismo, veamos ahora “dónde” queda conformado definitivamente como tal, dicho reino. Hemos visto en el versículo 12 que esos resucitados son llamados “al cielo” para su reencuentro con Jesucristo y evento este que en las Escrituras se identifica como “las bodas del cordero” (Rev. 19:7-9)…… y ahí es precisamente donde, repito, se conforma, se funda o adquiere carta de naturaleza como ente gobernante el reino de Dios, en lo que tiene que ver con la designación de sus miembros gobernantes; de hecho, que dicho reino adquiere carta de naturaleza en el cielo y de ahí posteriormente es derivado a la tierra y en la que tiene que gobernar por mil años, queda claro en el propio pasaje de Dan. 2:44 leído ya en su contexto del verso 45:

Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos; 45 puesto que contemplaste que de la montaña (en terminología bíblica, esa expresión significa gobernación, en este caso la de Dios) una piedra (en clara referencia al reino derivado a la tierra) fue cortada, no por manos (lo que nos da a entender que dicho gobierno o reino no es de procedencia humana, sino divina y por lo que no podemos estar hablando más que del venidero reino de Dios) y que trituró el hierro, el cobre, el barro moldeado, la plata y el oro (eso es, al entero sistema de corruptos gobiernos humanos). El magnífico Dios mismo ha hecho saber al rey lo que ha de ocurrir después de esto. Y el sueño es confiable y la interpretación de él es digna de confianza.” (Acotaciones mías).

Luego resumiendo, el reino de Dios como tal nace en el cielo (el “dónde”) y ello a renglón seguido de producirse la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6 (el “cuándo”); porque no olvidemos un detalle que al Sr. Olcese se le pasa por alto y de ahí su absurdo razonamiento: las Escrituras nos hablan de los mil años en que dicho gobierno divino ejercerá su dominio en la tierra, pero nada nos dicen del tiempo transcurrido entre su nacimiento en el cielo (lo contado acerca de “las bodas del cordero”) y el momento en que es derivado a la tierra…… luego nada tiene que ver el momento en que es formado, con el momento en que inicia su gobernanza en ella.

Otra cosa que al citado “teólogo” también se le pasa por alto, tiene que ver con el hecho que desde que el mundo es mundo, un reino o gobierno no puede ser establecido o tomar posesión de un territorio para gobernar sobre el mismo, sin que previamente haya derrotado o derrocado al anterior gobierno para establecerse en lugar de ese: eso es, que no puede iniciar su gobernación, sin antes haber limpiado de enemigos dicho territorio…… y lo que nos propone el Sr. Olcese, es exactamente todo lo contrario y contrario por tanto (valga la redundancia), a la lógica de las cosas que siempre hemos tenido por comunes. Luego partiendo de dicha premisa, la lógica y el sentido común nos dicen que para cuando el reino de Dios se establece en la tierra y empiezan a correr los mil años de su gobernación, los anteriores reinos ya tienen que haber sido desalojados de su poder…… entonces lo que está claro y dado que según Rev. 20:6, esos reyes de origen divino tienen que reinar por los mil años (ni un día más, ni un día menos), es que los reinos opositores tienen que haber sido destruidos antes de que empiecen a contar esos mil años señalados. De hecho, en Rev. 19:6-8 se nos habla de las “bodas del cordero” y a partir del verso 11 hasta el final del capítulo se nos resume la batalla librada por Jesucristo y sus seguidores, que recibe el nombre de la “guerra de Har-Magedón”, así como en qué resulta esta, eso es, en la total destrucción de todas las fuerzas opositoras al servicio de Satanás…… pero veamos ahora como inicia el capítulo 20:

Y vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. 2 Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás (el gran instigador de la rebelión ya sofocada) y lo ató por mil años. 3 Y lo arrojó al abismo y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviara más a las naciones hasta que se terminaran los mil años. Después de estas cosas tiene que ser desatado por un poco de tiempo.” (Rev. 20:1-3). (Acotación mía).

Pero para que ello sea así, es obvio que dicha cruenta batalla de Har-Magedón y en la que se aniquila totalmente a los ejércitos rebeldes de los reyes de la tierra al servicio de Satanás, como hemos visto en el capítulo 19, tiene que producirse antes de que inicien los mil años del reino de Dios…… por lo que la afirmación del Sr. Olcese en el sentido de que la derrota de esos reyes de la tierra rebeldes dirigidos por Satanás y sus angélicos esbirros, tiene lugar dentro del período de los mil años y eso es lo que nos dice, no deja de ser más que otra de sus acostumbradas mamarrachadas.

Porque el resumen de los acontecimientos y en orden correlativo es el siguiente; se produce la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) y aquellos que participan de la misma son llamados al cielo (Rev. 11:11-12) para su reencuentro con Jesucristo, momento que se produce el evento que en las Escrituras recibe el nombre de “las bodas del cordero” (Rev. 19:7-9); es en ese momento cuando es establecido o fundado el reino de Dios, eso es, que toma cuerpo como ente gobernante y estando aún en el cielo. Ya investido de poder, dicho gobierno de hechura celestial y compuesto, no lo olvidemos, por hombres inmortales, es proyectado a la tierra (Dan. 2:44-45) para destruir a los reyes rebeldes instigados por Satanás y sus espíritus malignos; destruidos dichos reyes y sus ejércitos, el principal instigador de la rebelión (Satanás) es encerrado en el abismo por un período de mil años (Rev. 20:1-3) y, momento este, en que inicia dicho período de tiempo de mil años de gobierno del reino de Dios en la tierra. Luego la guerra de Jesucristo y sus fieles (Rev. 17:14), contra los reyes de la tierra y sus ejércitos al servicio de Satanás, contrario a lo que nos dice el Sr. Olcese, no se produce dentro del período milenario sino antes de que este empiece, según se desprende del relato escritural y en el que se nos muestra la secuencia de los acontecimientos:

Y vi el cielo abierto y, ¡miren!, un caballo blanco. Y el que iba sentado sobre él se llama Fiel y Verdadero y juzga y se ocupa en guerrear con justicia. 12 Sus ojos son una llama de fuego y sobre su cabeza, hay muchas diademas. Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo 13 y está vestido de una prenda de vestir exterior rociada de sangre y el nombre con que se le llama es La Palabra de Dios. 14 También, los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio. 15 Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso. 16 Y sobre su prenda de vestir exterior, aun sobre su muslo, tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores.

17 Vi también a un ángel que estaba de pie en el sol y clamó con voz fuerte y dijo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: “Vengan acá, sean reunidas a la gran cena de Dios, 18 para que coman las carnes de reyes y las carnes de comandantes militares y las carnes de hombres fuertes y las carnes de caballos y de los que van sentados sobre ellos y las carnes de todos, de libres así como de esclavos y de pequeños y grandes”.

19 Y vi a la bestia salvaje y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el que iba sentado en el caballo y contra su ejército. 20 Y la bestia salvaje fue prendida y junto con ella el falso profeta que ejecutó delante de ella las señales con las cuales extravió a los que recibieron la marca de la bestia salvaje y a los que rinden adoración a su imagen. Estando todavía vivos, ambos fueron arrojados al lago de fuego que arde con azufre. 21 Pero los demás fueron muertos con la espada larga del que iba sentado en el caballo, la espada que salía de su boca. Y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.” (Rev. 19:11-21).

Hasta ese momento, es obvio que todo indica que el reino de Dios aún no ha empezado a ejercer su gobierno sobre la tierra, pues para ello falta que se lleve a cabo la acción fundamental y en la que concluye lo que en las Escrituras se conoce como la “guerra de Har-Magedón” y que se nos relata a continuación en Rev. 20:1-4:

Y vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. 2 Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás y lo ató por mil años. 3 Y lo arrojó al abismo y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviara más a las naciones hasta que se terminaran los mil años. Después de estas cosas tiene que ser desatado por un poco de tiempo. 4 Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar (es en ese preciso instante cuando inicia la gobernación del reino de Dios sobre la tierra). Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación mía).

Resumiendo la cuestión, que de nuevo el “teólogo” Apologista Mario Olcese se ha “columpiado” al afirmar primero que dicha guerra no es la del reino de Dios en contra de los reyes de la tierra y, segundo (y entrando en flagrante contradicción), que esta se produce pero dentro del período de mil años de gobernación divina…… o sea y como nos tiene acostumbrados ¡que no ha acertado ni una! Porque dicho personaje es tan ignorante en cuestiones escriturales, que parece no saber que el término “Har-Magedón” (que significa “Montaña de Megido”), guarda relación directa con “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” (y que se nos relaciona en Sof. 1:14-18 con el “gran día de Jehová” ) y término que aplica específicamente a una condición, o situación, en la que se reúne a “los reyes de toda la tierra habitada” en oposición a Jehová y su reino dirigido por Cristo:

Son, de hecho, expresiones inspiradas por demonios y ejecutan señales y salen a los reyes de toda la tierra habitada, para reunirlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso (……). 16 Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har-Magedón.” (Rev. 16:14-16).

Ello nos devuelve a algo que quizás a alguno se le habrá pasado por alto (al “teólogo” Mario Olcese, desde luego), como es el hecho de que dicho reino de Dios estará conformado por poderosísimos hombres inmortales (por tanto, indestructibles)…… pero en definitiva, hombres como usted que nos lee o un servidor que escribe, aunque un poco más “peleones”, eso sí. Y que tendrán que enfrentarse a los ejércitos de los reyes de la tierra y a todo su arsenal bélico de índole nuclear, químico o electromagnético (tanto el que nos han mostrado, como el que no nos han mostrado y que “haberlo haylo”), por lo que estaremos ante una guerra con “todas las de la ley” y encima apoyada por Satanás y sus demonios (Rev. 16:13-14); poderosos personajes que dado que en las Escrituras se les identifica como una “nueva creación” (2 Cor. 5:17), desconocemos de qué armas se valdrán para pelear dicha batalla y en el supuesto de que porten alguna; en todo caso algo difícil de especular desde la perspectiva humana, que siempre hemos precisado de algún artilugio adicional para “arrearle” al vecino en donde más duele y así dejar constancia de nuestra “disconformidad” con sus puntos de vista.

En todo caso y elucubraciones aparte (ya lo veremos llegado el momento), de nuevo Apologista Mario Olcese nos ha hecho una demostración de sus dotes “teológicas” al afirmar, primero, que la batalla de Har-Magedón no es una confrontación bélica entre el reino de Dios y los reyes humanos al frente de sus ejércitos; y segundo y contradiciéndose a sí mismo, que la tal confrontación sí se produce, pero ya dentro del período milenario…… y es que claro: ante la sapiencia “teológica” del personaje en cuestión ¡qué sabrá la Biblia de esas cosas!

Armando López Golart

¿QUIÉNES SON…… LOS «HIJOS» DE LA RESURRECCIÓN?

Posted in Uncategorized with tags , , , on 18/03/2016 by Armando López Golart

images (5)Hay quienes afirman y por aquello de resumir el tema, que dicha condición de “hijos de la resurrección” afecta a todos aquellos que habiendo sido (o siendo actualmente) fieles a Dios, tengan la perspectiva de en un futuro y después de la muerte, alcanzar la resurrección de los muertos; pero idea que parte de un principio equivocado, como es el especificar que solo los creyentes serán resucitados, cuando en realidad la resurrección es un derecho que concede gratuitamente el Dios Altísimo a todo ser humano, en virtud del sacrificio vicario de Su Hijo, Jesucristo…… es cierto que todo parece indicar, que tal derecho no aplicaría a aquellas personas que en algún momento de la historia fueron destruidas por un castigo divino y según se desprende de lo que se lee en Judas 5 y 7:

Deseo recordarles, a pesar de que saben todas las cosas de una vez para siempre, que Jehová, aunque salvó a un pueblo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no mostraron fe. (……) 7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas –después que ellas de la misma manera como los anteriores hubieron cometido fornicación con exceso, e ido en pos de carne para uso contranatural– son puestas delante de nosotros como ejemplo amonestador al sufrir el castigo judicial de fuego eterno (sinónimo de destrucción eterna).” (Acotación nuestra).

Ejemplos que bien se podrían extender a los muertos por medio del diluvio del día de Noé, o a aquellos que cayeron en las llanuras del desierto del Sinaí, destruidos por la ira de Dios ante su crasa desobediencia, como los Coré, Datán y Abiram, así como al resto de sus seguidores y según se nos relata en el capítulo 16 del libro de Números. Pero volviendo a donde estábamos, en el sentido que la resurrección es universal (no confundir con la llamada “primera resurrección” de Rev. 20:6 y que es otra cosa totalmente diferente, por ser esta de índole selectiva), eso es, tanto para cristianos como para no cristianos, ello queda probado por las siguientes palabras de Jesús:

No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas (o en el recuerdo de Jehová y lo que excluye, repetimos, a aquellos que hayan sido expresamente destruidos por Él, pues sus juicios son inapelables) oirán su voz 29 y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.” (Juan 5:28-29). (Acotación nuestra).

Luego dado que la resurrección se nos dice que alcanza a “todos”, ciertos autores bíblicos indoctos utilizan dicha circunstancia para afirmar que, en consecuencia, “todos” serán considerados como “hijos de la resurrección” y por extensión, constituidos en Hijos de Dios, apoyándose para ello en una estrafalaria interpretación del pasaje de Luc. 20:34-38:

Jesús les dijo: “Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, 35 pero los que han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio. 36 De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección. 37 Pero el que los muertos son levantados, hasta Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová “el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob”. 38 Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven”.”

Por lo tanto, la clave está en entender qué significa la expresión “hijos de la resurrección” y que, no lo olvidemos, le da a uno la condición de Hijo de Dios y por ello, el derecho a heredar el reino en calidad de inmortal rey y sacerdote de Dios (Rev. 20:6), siempre a tenor del versículo 36 y en donde lo que se lee es que “son Hijos de Dios por ser hijos de la resurrección”…… pero afirmar a partir de ahí, que “todos” aquellos que sean levantados en la resurrección serán Hijos de Dios y por tanto coherederos del reino milenario, es una salvajada que solo pueden cometer personajes tan desnortados como el “teólogo” peruano Apologista Mario Olcese y como pueden comprobar en su video del 05/03/16. Pero como los autores de este blog nos tomamos un poco más en serio las cosas de Dios y no como lo que hace tan caricaturesco personaje, vamos a intentar “desguazar” el pasaje sobre el que se apoya tan disparatada proposición, eso es, Luc. 20: 34-38 y mediante un análisis serio, explicar la historia como realmente es y no como nos la pretenden “vender” algunos indoctos de la “calaña” del personaje mencionado; para ello empezaremos por los versículos 34-36 y en donde, recordemos, se lee como sigue:

Jesús les dijo: “Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, 35 pero los que han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio. 36 De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección”.”

Noten en primer lugar, que con esa afirmación lo que estaba haciendo Jesús, era poner en contraste (de lo contrario no se entendería la frase) dos tipos de personas: los “hijos de este sistema de cosas” que se casan y se dan en matrimonio, eso es, el común de los mortales que habitamos este planeta y de otros, que sacados de entre estos (luego en principio son tan humanos como los anteriores), son considerados “dignos” (Rev. 3:4) de ganar en el futuro sistema de cosas la “resurrección de entre los muertos” y que, semejantes a los ángeles, no pueden morir y además, ni se casan ni se dan en matrimonio (y lo que podría significar que no pueden reproducirse y perpetuar con ello la especie). Obviamente esto pudiera llegar a ser un auténtico galimatías, si uno pasa por alto el más ínfimo de los detalles del pasaje mencionado y como pudiera ser, la expresión que figura al final del verso 36 en donde se nos aclara que “son hijos de Dios, por ser hijos de la resurrección”…… lo que vendría a significar, que su resurrección les da una calidad o condición, que no tenían antes de morir; ello nos lleva a considerar las repercusiones que resurrecciones que están perfectamente documentadas en las Escrituras, produjeron en cada una de las personas afectadas.

Tenemos resurrecciones relatadas en el AT, como las registradas en 1 Rey. 17:17-24, en 2 Rey. 4:32-37 y 13:20- 21; y tenemos por otra parte, las registradas en el NT y protagonizadas por Jesús, como en el caso del hijo de la viuda de Naín (Luc. 7:11-15), o la de la hija del presidente de la Sinagoga (Mar. 5:38-429 y la más conocida de todas, la de Lázaro y relatada en Juan 11:38-44. También se nos habla de la llevada a cabo por Pedro en Jope (Hech. 9:40-41) y Pablo en Troas (Hech. 20:8-10)…… en todo caso, estaríamos hablando de las más conocidas, pues es obvio que tuvo que haber muchas otras en el transcurso de la actividad desarrollada por los apóstoles en sus largos años de actividad evangelizadora; sin embargo y volviendo al tema que nos ocupa, nada cambió en las circunstancias de esas personas resucitadas ya que después de ello volvieron a sufrir enfermedades, el proceso de vejez y finalmente de nuevo la muerte, en espera de una futura nueva resurrección que acontecerá en la próxima venida del Hijo de Dios a la tierra y según éste mismo afirmó:

No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz 29 y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.” (Juan 5:28-29).

No obstante, en las Escrituras se nos habla de una resurrección que sí cambió totalmente la perspectiva futura del que participó de la misma y que fue la del propio Jesús; porque este, recordemos, también era un ser humano que murió y fue resucitado…… pero ya se levantó con la condición de hombre inmortal ¡el primer y único resucitado hasta el momento, en disfrutar de esa condición! Luego vemos que de tantas resurrecciones de las que se nos habla en las Escrituras, en solo una de ellas y lo que denota selectividad, se concedió a su beneficiario el derecho a la inmortalidad y condición a la que posteriormente se añadirían otros (Rom. 6:5); de hecho, el que otros le seguirían en ese camino del que Jesús fue precursor, queda confirmado por las siguientes palabras:

“…… porque a los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fueran hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos.” (Rom. 8:29).

Luego con lo que nos encontramos, es con dos tipos de resurrecciones entre las que movernos: una, la del común de los mortales y merced al sacrificio de Jesús, pero que no cambia nuestra condición de mortales y en la que participarán todos los muertos, a producirse ello después de ser entronizado Jesucristo y puesto ya en marcha el reino de Dios (Rev. 20:11-13) y otra de carácter selectivo, insistimos, anterior a la ya mencionada y conocida en las Escrituras como la “primera” resurrección (Rev. 20:6), en la que participan todos aquellos que han sido considerados “dignos” o merecedores de alcanzarla (Rev. 3:4) y en la que ya se levantan con una nueva condición, eso es, como poseedores de la inmortalidad. De ahí que se nos diga en Luc. 20:36 que son “hijos” de la resurrección, pues de ella ya salen o “nacen” a una nueva forma de vida inmortal que antes de morir no tenían y circunstancia que no concurre entre los participantes de la “segunda” resurrección (si se nos habla de una “primera”, ello ya presupone la existencia de una “segunda”) y a producirse, como hemos señalado, después de esta “primera” y a partir del mismo inicio del reinado de Jesucristo en la tierra; sin embargo, tenemos que la “primera” se produce aún dentro del actual sistema de cosas y por lo que, insistimos, estamos ante dos resurrecciones totalmente distintas entre sí y en dos momentos distintos en la corriente del tiempo, según se deduce de las siguientes palabras:

Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:12-14).

Entonces esas personas “llamadas, escogidas y fieles” que acompañan a Jesucristo en su cruzada contra los desobedientes reyes de la tierra y con lo que inicia la “gran tribulación” (luego aún dentro del actual sistema inicuo de cosas), es porque han tomado parte en esa “primera” resurrección ya con la inmortalidad concedida y momento circunstancial que se produce, según Rev. 11:3-12, como conclusión de los primeros tres años y medio de la profética “semana 70” de Dan. 9:27, eso es, que dicho período de tiempo concluye con dicha “primera” resurrección; y ello se nos explica de esta manera:

Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días (o tres años y medio) vestidos de saco”. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra (……). 7 Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará (……). 11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (o resucitaron) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”.” (Acotaciones nuestras).

Y ese volver a la vida de los enigmáticos personajes señalados, que marca el momento en que se produce la “primera” resurrección ocurre, insistimos en la idea, al término y como colofón, de esos primeros tres años y medio en que se ha llevado a cabo la gran predicación de Mat. 24:14 liderada por esos personajes y a los que Jesús identificó como sus “hermanos más pequeños” (Mat. 25:40;46)…… ya a partir de ese momento, es cuando inicia el restante ciclo de tres años y medio más y que tiene que ver con el período de tiempo en el que se produce lo que se denomina como la “gran tribulación” o “día de la ira de Dios” en contra de aquellos que han rechazado lo ofertado durante ese tiempo de predicación anterior (2 Tes. 1:6-9). Llegados a este punto y con el ánimo de pensar que más o menos hemos aclarado el primer asunto objeto de consideración, vayamos ahora ya a los versos 37-38 de ese capítulo 20 del evangelio de Lucas que estamos analizando y en los que se lee como sigue:

Pero el que los muertos son levantados, hasta Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová ‘el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob’. 38 Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven.”

Luego es obvio el cambio de línea argumental que lleva a cabo Jesús y ya respondiendo directamente a la pregunta que los saduceos le habían formulado, con respecto de lo hablado en los tres anteriores verso considerados (34-36), eso es, que en estos nos habla del contraste existente entre aquellos que siendo hijos de este “sistema de cosas” se casan y se dan en matrimonio, luego se reproducen, con respecto de aquellos que son “dignos” de ganar otro “sistema de cosas” (v. 34-35), luego diferente al que contemplamos en nuestros días. De nuevo nos encontraríamos ante un escollo insalvable, eso es, el saber de qué diferentes sistemas de cosas se nos está hablando, si pasáramos por alto un “pequeño” detalle: en el “sistema actual” de cosas, con lo que nos encontramos por un lado es con seres humanos mortales que están capacitados para perpetuar la especie y, por otro, con seres espirituales (los ángeles) que no pueden morir y que además, como tales, no pueden reproducirse…… por lo tanto, en este “sistema de cosas” estamos ante dos creaciones distintas: los seres terrenales y los seres celestiales, cada uno con sus diferentes características; entonces la pregunta es ¿en qué sentido, es diferente al actual, el venidero “sistema de cosas”? Para poder entender la diferencia tenemos que acudir a unas palabras de Pablo, registradas en 2 Cor. 5:17 y que nos aportan la solución al problema; veámoslas:

Por consiguiente, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas (los patrones que caracterizan a este actual “sistema de cosas”) pasaron, ¡miren!, cosas nuevas han llegado a existir.” (Acotación nuestra).

Y es cierto que uno podría preguntarse ¿cuáles son, esas “cosas nuevas” que van a hacer diferente al nuevo “sistema de cosas”, del anterior y en el que aún estamos inmersos? Pues de entrada y por seguir el ritmo del relato, que pasaremos de las dos “creaciones” conocidas hasta el momento y de las que les acabamos de hablar, a tres: eso es, que a las dos ya conocidas, seres humanos por un lado y seres celestiales por otro, se añade otra creación hasta ese momento desconocida e infinitamente superior a las anteriores, como serán esos hombres adoptados como Hijos de Dios y por tanto, inmortales, que no se pueden reproducir para perpetuar dicha especie de nueva creación. Recordemos que en el verso 36, Jesús los compara con los ángeles, cuando acabamos de señalar que en realidad son infinitamente superiores en dignidad y poder a estos, por ser hechos esos hombres directamente Hijos de Dios, pero ello tiene su explicación: para el entendimiento de la época, decir que no podían morir, era una forma entendible de decir que serían superiores al común de los hombres; por otra parte, al decir que esos futuros hombres y al igual que los ángeles, tampoco se casaban ni se daban en matrimonio y en una época en donde la procreación solo se concebía en el ámbito del matrimonio, era lo mismo que decirles a aquellos judíos del I siglo, que esos personajes no se podrían reproducir.

Súmenle a lo dicho, que en ese venidero “sistema de cosas” y a diferencia del actual, gobernado por el propio hombre y “para perjuicio” de este (Ecle. 8:9), será regido por esos seres de nueva creación en su condición de inmortales reyes y sacerdotes Hijos de Dios y lo que cambia sustancialmente las cosas de cómo las conocemos hoy; entonces era lógico que Jesús contrapusiera el actual “sistema de cosas” con uno que está por venir y donde veremos cosas inimaginables. Luego parece quedar claro, que de las palabras de Jesús registradas en el pasaje de Luc. 20:34-38, nada hace pensar que a todos aquellos resucitados durante el reinado de Cristo en la tierra y de los que habrá “la tira”, les aplique el versículo 35 en el sentido de “ser Hijos de Dios, por ser hijos de la resurrección”, ya que resucitarán con las mismas características humanas que el día en que murieron…… ya otro cantar, es la de aquellos que participan de la llamada “primera” resurrección, pues ya salen o “nacen” de ella con la condición de inmortalidad y que no tenían antes de morir: de ahí, repetimos, que Jesús les considerara como “hijos de la resurrección”, pues nacían a una forma de vida totalmente distinta de la que en su vida anterior tuvieron.

Ya para concluir, decir que es muy probable que en un análisis tan “complicadillo” como en el que nos hemos metido, algo se nos haya quedado “en el tintero” (aunque más propio sería decir “en el teclado) y que fuera necesario para una mejor comprensión del tema…… pero es que aquí los “nenes”, alcanzamos hasta dónde alcanzamos. Por lo tanto y con el ánimo de pensar que la cosa la hemos dejado medio orientada, por nuestra parte ahí lo dejamos; ya a partir de aquí y tomando como punto de partida los datos expuestos, así como la orientación planteada, que cada uno se busque “las habichuelas” por su cuenta, pues como en algunas ocasiones les hemos señalado, nosotros…… también nos podemos equivocar.

MABEL

Sr. OLCESE…… ¿ESTÁ USTED SEGURO DE LO QUE DICE?

Posted in Uncategorized with tags , , , , on 15/03/2016 by Armando López Golart

images (1)Porque acabo de visionar uno de sus últimos videos, concretamente el publicado el 05/03/16 titulado “¿Quiénes son los hijos de la resurrección, señores de la Watchtower?” y para lo que se apoya en Luc. 20:34-38, en donde se lee como sigue y tomado de la versión bíblica que suele usar usted, eso es, la RV 1960:

Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; 35 más los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. 36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.

37 Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. 38 Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven.”

Partiendo de esas palabras, usted deduce que todos aquellos que sean resucitados para “alcanzar aquél siglo”, serán hechos Hijos de Dios…… lo que significaría, por tanto y esto es lo que usted defiende, que todos los resucitados coheredarían el reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes; y usted incluye entre dichos personajes, amparándose en el verso 37, a los Abraham, Isaac, Jacob y, lógicamente y por extensión, al resto de patriarcas o notables del AT. Ahora bien, si su planteamiento fuera correcto, nos enfrentaríamos al siguiente problema, a tenor de lo que leemos en Rev. 20:4 y tomado también de la RV 1960:

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.”

Luego lo que se entiende de lo leído, es que solo aquellos que murieron “decapitados” o “ejecutados con hacha”, en definitiva, muertos violentamente (asesinados) “por causa del testimonio de Jesús”, serán los que reinarán junto a él…… esto es lo que se nos dice dicho pasaje. El problema está, en que usted mismo y en un video titulado “No, Don Armando, usted debe responderme esto primero…” (12/03/13) nos decía entre los minutos del 16 al 20 de grabación y apoyándose precisamente en el texto citado de Rev. 20:4, que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” y que aún está en el futuro (ahí está esa grabación, para quien quiera confirmar dicho extremo), en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no recibieran la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13) en sus frentes o en sus manos, serían los únicos que reinarían con Cristo durante el milenio…… afirmación esta con la que usted, contradiciéndose a sí mismo y como nos tiene acostumbrados, borra de un plumazo del cuadro que nos pinta hoy en el video señalado al inicio de este escrito, no solo a los Abraham, Isaac , Jacob, David y todos los etc. etc. que quiera añadirle., sino también a los mismísimos apóstoles y resto de seguidores de Cristo del I siglo hasta nuestros días (si los hubiera), pues dicha “gran tribulación”, repito, continúa aún en el futuro.

Por otra parte, que la necesidad de que ello fuera así, eso es, el tener que sufrir una muerte de sacrificio como condición sine que non para reinar al lado del Hijo de Dios, lo dejó Pablo perfectamente clarificado en Rom. 6:5 y tomado en esta ocasión de la RVA 2015:

Porque así como hemos sido identificados con él en la semejanza de su muerte (eso es, ejecutados por su lealtad a Dios, como lo fue Jesús), también lo seremos en la semejanza de su resurrección (eso es, con la condición de inmortales Hijo de Dios y únicos que pueden reinar a su lado.” (Acotaciones mías).

Que este es el único camino para alcanzar el reino en calidad de inmortal rey y sacerdote, quedó refrendado posteriormente por el propio Jesucristo en el pasaje de Rev. 2:10, según nos lo vierte la RV 1960:

No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”

Entonces tendríamos que entender que la “corona de la vida”, eso es, la inmortalidad y requisito fundamental para alcanzar la condición de Hijo de Dios, solo se conseguía mediante el guardar uno integridad hasta la misma muerte; quedando por tanto este punto claro, veamos ahora cómo murieron los personajes Abraham, Isaac y Jacob y de los que se nos cita en Luc. 20:37:

Gén. 25:7-8: “Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho y fue recogido a su pueblo.”

Gén. 35:28-29: “Y los días de Isaac ascendieron a ciento ochenta años. 29 Después Isaac expiró y murió y fue recogido a su pueblo, viejo y satisfecho de días y Esaú y Jacob, sus hijos, lo enterraron.”

Gén. 47:27-28; 49:33: “E Israel continuó morando en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y quedaron establecidos en ella y fueron fructíferos y llegaron a ser muchísimos. 28 Y Jacob siguió viviendo en la tierra de Egipto diecisiete años, de modo que los días de Jacob, los años de su vida, llegaron a ser ciento cuarenta y siete años (……) Así acabó Jacob de dar mandatos a sus hijos. Entonces recogió los pies en el lecho y expiró y fue recogido a su pueblo.”

Luego nada que ver con el sufrir una muerte violenta en defensa de la fe de uno…… pero veamos más ejemplos, de otros prominentes personajes del AT:

1 Crón. 29:26-28: “En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo Israel; 27 y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años y en Jerusalén reinó por treinta y tres años. 28 Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él.”

Gén. 9:28-29: “Y Noé continuó viviendo trescientos cincuenta años después del diluvio. 29 De modo que todos los días de Noé ascendieron a novecientos cincuenta años y murió (obviamente, también de muerte natural).” (Acotación mía).

Job 42:16-17: “Y después de esto Job continuó viviendo ciento cuarenta años y llegó a ver a sus hijos y sus nietos… cuatro generaciones. 17 Y gradualmente (eso es, el proceso natural de la vejez) murió Job, viejo y satisfecho de días.” (Acotación mía).

Y así podríamos hablar de Moisés, José y tantísimos otros personajes ilustres del AT, que de ningún modo sufrieron muerte violenta por defender su fe, eso es “por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios” según Rev. 20:4 y que ya hemos leído…… en definitiva, que los personajes señalados murieron en la cama y de pura vejez; luego está claro que dichos personajes no pueden estar entre aquellos que claman venganza a Dios por su sangre derramada y de lo que se nos habla en el pasaje de Rev. 6:9-11, en expresa referencia a aquellos que han de reinar con Cristo en el reino de Dios. Luego blanco y en botella, Sr. Olcese: a menos que violentemos brutalmente el registro escritural y como usted hace constantemente, esos personajes del AT no reúnen este requisito exigido en el mismo (Rev. 20:4) para entrar en el reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes y por lo cual, quedan fuera de dicho gobierno o. lo que es lo mismo, que no participan de la llamada “primera resurrección” de Rev. 20:6 y reservada solo para aquellos que han de reinar con Cristo, texto éste tomado también de la RVA 2015:

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección. Sobre estos (luego no sobre los que no participan de ella) la segunda muerte no tiene ningún poder (esto es lo que significa la inmortalidad); sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones mías).

Pero cuestión que provoca una derivada y que nos tendría usted que aclarar también, porque si dichos personajes no participan de dicha “primera” resurrección y todo lo señalado nos muestra contundentemente que no pueden hacerlo a menos que reescribamos la Biblia…… ¿en cuál resurrección nos los coloca usted, siendo como es el caso que siempre ha defendido de forma disparatada, que hay una primera resurrección para los fieles para reinar con Cristo y una segunda, al término de los mil años, para destrucción eterna de los impíos? Luego lo que un servidor se pregunta y me imagino que alguno de sus seguidores también, es cómo nos puede usted explicar que ello sea así, cuando resulta que de lo único que se nos dice en las Escrituras para el término de esos mil años es de la suelta de Satanás:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Rev.20:7-10).

O sea, que ni rastro de un evento tan dramático y ejemplificante a nivel universal, como sería la resurrección y posterior destrucción de miles de millones de impíos desobedientes a Jehová Dios de todos los tiempos y por lo que la pregunta es la siguiente: ¿cómo se explica la ausencia de referencia alguna a tan determinante suceso e, insisto en ello, ejemplificante a nivel universal? Sencillamente, porque dicha supuesta resurrección al término de los mil años para juicio y destrucción eterna de los impíos, solo está en su enfermiza y paranoica mente, fruto de su total incapacidad para entender las Escrituras…… de no ser así, muéstrenos en dónde se nos habla de esa resurrección final para destrucción de los impíos de todos los tiempos. Y para que no cometa la estupidez de citarnos de Rev. 20:5, me permito remitirle a mi escrito del 19/08/10, titulado “El incomprendido pasaje de Rev. 20:5”, en dónde explico el significado de dicho texto y argumentos que usted jamás ha sido capaz de rebatir (de lo contrario, saque el video o artículo escrito en el que lo hace); y dado que casi 6 años nos contemplan desde que lo publiqué…… no creo que haya sido por falta de tiempo.

Por lo que todo considerado y a menos que usted nos aclare este “engrudo” que he sometido a su consideración, Sr. Olcese, mediante respuestas claras y concisas, es obvio que de nuevo se ha “columpiado” en el planteamiento que nos hace basándose en ese pasaje de Luc. 20:34-38, en el sentido de que todos los resucitados, sin excepción, serán “hijos de la resurrección” y por tanto, Hijos de Dios y reyes en el reino; lo que prueba y lejos de toda duda, insisto en ello, su brutal incapacidad para entender las Escrituras y de ahí que todas sus “enseñanzas” se cuenten por disparates, como el que nos está intentando “colar” en el video señalado hoy…… pero no adelantemos acontecimientos y esperemos que “suene la flauta” y sea usted capaz de dar respuesta a lo que le estoy planteando, cuestión que se puede reducir a una simple pregunta:

¿Cómo compatibiliza usted Rev. 20:4, con la apacible muerte que tuvieron los patriarcas señalados?

Y si no la puede responder, que es lo que ocurriría de contar usted con un mínimo de lógica y sentido común, se le plantea esta otra:

¿En cuál resurrección nos coloca, entonces, a esos patriarcas mencionados y partiendo de la base que no pueden levantarse en la “primera” de Rev. 20:6, siempre según las pruebas aportadas, pero tampoco en una segunda para destrucción eterna de los impíos ya que estaríamos ante personas considerada justas por el propio Jehová Dios?

No dudo, por otra parte, que nos saldrá con alguna de las mamarrachadas a las que nos tiene acostumbrados, menos el rebatir los puntos señalados y sencillamente porque no puede, debido a su falta de capacidad para entender el texto escritural…… pero en todo caso, ello es algo que no me importa lo más mínimo, pues no escribo para que usted lo entienda (es obvio que no puede), sino para hacer pensar a aquellos personas que nos leen. Porque no se trata de que estas se crean lo que uno u otro decimos, sino de que se esfuercen para entender por sí mismos y mediante escrutinio personal de las Escrituras, quién de nosotros dos hace la exposición más ajustada a estas…… pues solo así, sacarán el debido beneficio.

Armando López Golart

LA BIBLIA DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ…… Y APOLOGISTA MARIO OLCESE.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 10/01/2016 by Armando López Golart

23724841De nuevo y como respuesta a mi anterior escrito (05/01/16), Apologista Mario Olcese me ha remitido dos correos y que como tengo por costumbre, paso a publicar tal cual los he recibido y para que no haya dudas sobre el contenido de los mismos (también por aquello de las faltas de ortografía que “haberlas haylas” y que si se me permite, es algo impropio en una persona con formación universitaria y que es de lo que presume dicho personaje ¡qué quieren ustedes que les diga!)…… en todo caso, estos son los dos correos recibidos en los siguientes términos y por orden de llegada:

Señor Armando Gallego, efectivamente, yo hice alusión a tu persona cuando dije que hay algunos por allí que creen que la TNM es una de las mejores versiones, o tal vez la mejor. Pero eso lo dije en mi vídeo donde yo criticaba el texto de 1 Pedro 3:3 según la TNM, por su pésima traducción, y no en mi vídeo sobre Zacarías 9:9, pasaje que tú defiendes alegando que es «exacta» su traducción según la WT. Sin duda no has querido comentar nada de 1 Pedro 3:3 y el «no uso de prendas de vestir exteriores», como dice la TNM, porque tú sabes muy bien que no hay forma de justificar ese craso error y preferiste desarrollar la defensa de Zacarías 9:9, pese a que en este pasaje yo no te aludía para nada. ¿Y qué hay de los otros vídeos que subí donde presento las «cantinfladas» de la WT, traduciendo ridiculeces que ni tú entiendes, un sabiondo en las Escrituras?…¡Ni chis ni mus!…calladito, don armandito?¿Y qué hay de la tierra gloriosa, que la WT traduce «Tierra de la decoración»? ¿Tiene sentido para ti esa forma de Traducir de la WT en su TNM?¿Es acaso igual para ti «obrero maestro» que Arquitecto»? ¿Y por qué no comentas algo sobre Isaías 33:14 y la palabra inexistente «apóstata» en la TNM? o 1 Corintios 15:29 en la TNM. Vamos, chavalillo, repóndeme esto, y no te vayas por la tangente. Medita en esto, y te darás cuenta que estás orinando fuera del bacín.”

Minutos después me llegó este:

Ah, y en cuanto a tu comentario sobre Zacarías 9:9, yo te voy a responer en otro vídeo porque toma tiempo escribirlo, y expondré la falacia de tu argumentación jalada de los cabellos.”

Permítaseme empezar por este último, para decirle al Sr. Olcese que ya sería hora de que empezara a responderme algo y si pudiera ser por escrito, mucho mejor…… pero sin hacer como siempre, eso es, que solo se limita a ratificarse en la “chorrada” planteada y sin desmontar los argumentos que un servidor presenta para objetar a la misma. Dicho esto, pasemos al primer correo y en el que dicho “caballero” de nuevo miente, es cierto que en algo sin importancia, pero que demuestra como cierta mi aseveración en el sentido de que, al igual que los ordenadores, ese pintoresco personaje miente “por defecto”; por ejemplo, mi nombre no tiene nada que ver con el apellido “Gallego”, sino que es Armando López Golart; por otra parte, verán ustedes que niega haberme aludido en su video del 30/12/15, al que dirijo mi artículo señalado al inicio de este escrito y objeto del correo que estamos analizando, sino en uno anterior.

Pero prescindiendo de que eso fuera así, el que me hubiera aludido en un video anterior, no es menos cierto que contrario a lo que afirma también lo hace en la grabación que acabo de señalar, concretamente en el minuto 9’55” de grabación, eso es, prácticamente al final del video del que les acabo de dar la fecha…… luego miente; por lo tanto, nos encontramos ante un rocambolesco personaje indigno de la menor credibilidad, pues si miente en cosas tan simples e ínfimas como las señaladas ¡qué no va a hacer en cosas más serias y de las que no tiene ni la más remota idea, como pueda ser en un asunto tan serio y delicado como es el entendimiento de las Escrituras! Y lo cual ya nos lleva a la segunda parte de su correo, en la que me afea el no haber dado atención a determinadas afirmaciones que ha hecho, relacionadas también con supuestos errores de traducción de la TNM de los Testigos de Jehová y dando a entender que servidor se ha “escaqueado” de ello para no tener que responder acerca de los mismos y nada más alejado de la realidad…… sencillamente que al entrar en su página de videos y entre tanta “imagen diabólica” atribuidas a los TJ, se me habían pasado por alto; además de que en esas fechas, estaba “liado” con el escrito al que el Sr. Olcese dirige su correo y no me ocupaba en cosas que no tuvieran que ver con el tema que estaba tratando.

Sin embargo, hay una razón de más peso para justificar mi silencio: y es que no me gusta perder el tiempo con planteamientos estúpidos, provocados por la ignorancia patológica de esa clase de personajes que se las dan de “teólogos” y que lo más cercano a una Biblia que han visto, es un tomo de “Las aventuras de Tom Sawyer”, porque veamos: de entrada un servidor jamás ha dicho que la TNM sea la “más original, exacta y que no nos induce a error alguno”, o sea, “la mejor” traducción existente hasta el momento y como me atribuye el Sr. Olcese, de ahí que entienda lógico, el que en ella existan pasajes como el que se me cita de 1 Cor. 15:29 y que ni siquiera con la ayuda del contexto queda muy clara la cosa, sencillamente porque como toda obra humana, dicha traducción no es perfecta. Lo que yo he dicho y repito de nuevo, es que es “una de las mejores” traducciones bíblicas que se pueden encontrar a día de hoy y lo que queda probado (insisto en ello), por el hecho de que dicho personaje aún es el momento en que me haya podido señalar como incorrecto o mal interpretado, uno solo de los cientos de pasajes bíblicos tomados de dicha traducción bíblica para defender mis planteamientos…… por lo tanto, yo respondo de lo que digo y no de lo que cualquier “sacamantecas” entienda acerca de lo que yo he dicho; sentada esta base, vayamos ahora a la estupidez que dicho “caballero” a perpetrado en su análisis del pasaje de 1 Ped. 3:3 según lo vierte la TNM:

Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de prendas de vestir exteriores.”

Veamos ahora como vierte dicho pasaje la RV y que es la que contrapone el Sr. Olcese a la TNM:

Vuestro adorno no sea exterior, con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni vestidos costosos.”

Partiendo de ahí, ese señor y que es un auténtico indocumentado (como les mostraré a continuación), ya pasa a acusar a los TJ y en una actitud soez y ofensiva para los miembros de base de dicha secta (que ¡hombre!, podrán ser personas engañadas, pero que merecen un respeto), de estar preconizando el andar medio desnudos en las actividades propias de dicha organización ¡y que ya hay que ser imbécil para sostener dicha idea y partiendo para ello de un solo pasaje! Y es que ese cateto integral, se olvida de varias cosas que hay que tener en cuenta antes de emitir una opinión sobre un texto bíblico y que parezca dudoso en su traducción, como por ejemplo, qué es lo que se nos dice en el contexto del mismo; luego veamos ahora cómo suena ese pasaje de 1 Ped. 3:3 en la TNM una vez colocado en su contexto:

De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, 2 por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto. 3 Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de prendas de vestir exteriores, 4 sino que sea la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. 5 Porque así, también, se adornaban en otros tiempos las mujeres santas que esperaban en Dios, sujetándose a sus propios esposos, 6 como Sara obedecía a Abrahán, llamándolo “señor”. Y ustedes han llegado a ser hijas de ella, con tal que sigan haciendo el bien y no teman a ninguna causa de terror.”

Es obvio entonces que de lo que se nos está hablando en este pasaje es sencillamente del contraste existente entre una actitud personal de profundo respeto de la esposa hacia su marido y por encima de cualquier consideración, con el ser una mujer que este más preocupada por su apariencia exterior y no de las cualidades internas, que son las que Jehová Dios realmente valora…… porque de seguir la aberrante línea de pensamiento del Sr. Olcese, tendríamos que llegar a la conclusión de que las mujeres de las que se nos habla en el versículo 5, andaban también todo el día “despelotadas” ante los ojos de todo el mundo y algo que para una persona con un mínimo de coherencia intelectual, es totalmente impensable; entonces queda claro que el contexto nos ayuda a entender la idea de lo que nos quiere transmitir un determinado texto. Pero es que además de esta ayuda inestimable para el correcto entendimiento de determinado pasaje (prescindiendo del uso o carencia de determinado término aclaratorio en el mismo), tenemos el hecho que la TNM es una versión bíblica “con referencias” y que para algo están estas, como es el llevarnos a otros pasajes de parecido corte y que nos ayudan a entender el texto que estamos considerando; y es que si ustedes acceden a dicha traducción, verán en el inicio del verso 3 y a continuación de la palabra “cabello”, hay una referencia que nos lleva al pasaje de 1 Tim. 2:9-10 y en donde se lee como sigue:

Igualmente deseo que las mujeres se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio, no con estilos de cabellos trenzados y oro o perlas o traje muy costoso, 10 sino como es propio de mujeres que profesan reverenciar a Dios, a saber, mediante buenas obras.”

Luego con solo esas dos precauciones, uno ya entiende de qué va la cosa y evita el ridículo que ha hecho ese “genio” de la teología y que no es más que un pobre hombre corto de entendederas, que no sabe “ni lo que se pesca”; porque tenemos que tener en cuenta también y como dato adicional (servidor es una persona documentada), la época de la que estamos hablando y las costumbres en el vestir de esas personas, por lo que tenemos que saber lo que era “una prenda exterior de vestir” y de lo que entendieron sobre la cuestión, esas personas a las que Pedro dirigió sus palabras. Porque estaríamos hablando de una prenda que se colocaba sobre el vestido normal y que actualmente en aquella zona del mundo árabe se continúa usando, que en español conocemos como “túnica” y si la misma lleva una capucha adosada, se la llama “chilaba”…… y que es la que usan esas personas para salir a la calle, especialmente para acudir a sus festejos religiosos.

Todos hemos visto a esas personas por nuestras ciudades (al menos en España) con dicho atuendo y debajo de dicha prenda van vestidos normalmente; hoy en nuestra sociedad (cosas del “multiculturalismo”), hay muchas personas de esa parte del mundo musulmán y es normal ver a los hombres y a las mujeres vestir a diario a la manera occidental, especialmente a las muchachas jóvenes, bien sea estas con pantalones no ajustados o faldas hasta los tobillos (eso sí, tocadas las mujeres con el clásico pañuelo en la cabeza), pero cuando acuden a algún evento que los reúne, van todos con esa “prenda exterior de vestir” y que cuando llegan a su casa se la quitan y punto. En la época de la que estamos hablando y según la información recabada, esa prenda (normalmente de lino fino o lana primorosamente tejida, las más lujosas) en la mujer iba acompañada de ricos bordados y adornos que realzaban la belleza, tanto de la prenda como de la portadora de la misma, por lo que quizás a lo que se refería Pedro en su comentario tenía que ver con el “no pasarse de rosca” en dicho tipo de adornos, sino que fueran más bien de tono discreto; en todo caso, “la prenda exterior de vestir” a la que hace referencia la TNM tenía que ver con una prenda que se colocaba encima de la vestimenta normal del día a día y a la manera de lo que llamábamos en España antiguamente como el “traje de los domingos” y día festivo en que uno se acicalaba más de lo normal…… luego nada que tuviera que ver con la parcial desnudez de uno, si no la llevaba puesta.

Luego lo que el Sr. Olcese ha hecho de nuevo, aparte de mostrar su ignorancia en aquello de que habla, es quedar “como “Cagancho” en Almagro” en este análisis del pasaje de Ped. 3:3; como también lo hace cuando analiza en el video del 01/01/16 las palabras de Luc. 23:42-43 y dirigidas por Jesús al ladrón que moría a su lado y que son estas, según la TNM:

Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”.”

Mientras que la RV 1960 y la inmensa mayoría de otras traducciones bíblicas vierten dicho pasaje como sigue:

Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”

Luego según el Sr. Olcese, el “grave” problema está en esa diferencia entre la expresión “entres” de la TNM o la que usan el resto de versiones bíblicas y que es “vengas”…… como si eso tuviera algo que ver para la estrambótica idea de los TJ en el sentido que el reino se instaló en 1.914: luego tanto si “entró”, como si “vino”, a ellos les da exactamente lo mismo y por lo que no hay razón para cambiar exprofeso un término por otro. Lo que sí es grave, es que el Sr. Olcese ha incurrido de nuevo en el error denunciado por Jesús, eso es, el de “colar el mosquito y tragarse el camello” (Mat. 23:24); porque el error garrafal de traducción en ese pasaje y al que ese indocumentado personaje aludido ni siquiera hace mención, está en la respuesta de Jesús y según se vierte en todas las versiones RV y resto de traducciones bíblicas, porque veamos: si la expresión correcta de la pregunta recibida era la de “cuando vengas en tu reino” (tiempo verbal que señala a un futuro) ¿cómo es que en el verso 43 y en la redacción del texto que hace del mismo la versión RV, resulta que lo que se nos dice que le prometió Jesús al ladrón que moría a su lado es que en ese mismo día, estaría con él en el paraíso? De hecho, las versiones RV y otras, transcriben lo siguiente de dicho pasaje:

Y decía a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.” (RV 1960).

Y las que no usan el sistema de doble punto (:), como por ejemplo la RVC, vierten el pasaje de la siguiente manera:

Y a Jesús le dijo: “Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. 43 Jesús le dijo: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.”

Y que “lo mismo me da, que me da lo mismo”, pues en ambos casos estamos ante un brutal error que ya va más allá de una simple incorrección en el uso de determinada palabra como en el “entres” o “vengas” y que no es más que, en todo caso, un error semántico corregido por el propio contexto del pasaje, mientras que lo que acabamos de leer contradice gravemente el sentido general de las Escrituras y algo en lo que el “mindunguis” del Sr. Olcese, tan puntilloso y estricto él con la TNM, ni siquiera ha reparado…… y si no ha sido así, sencillamente “se ha hecho el loco” y con lo que la cosa ya es más grave. Porque de ser eso así como nos lo exponen las versiones RV entre otras, significaría que los muertos vuelven a la vida inmediatamente después de su muerte y lo que contradeciría lo dicho en Ecle. 9:5-10, en el sentido que después de la muerte uno deja de existir, tanto en el plano físico como en el espiritual y ello hasta el momento de la resurrección de los muertos y que todavía no ha llegado. Por otra parte, semejante exposición del texto considerado, contradeciría también el relato bíblico en el sentido de que Jesús y antes de resucitar y ser elevado al cielo, permanecería muerto por tres días en la tumba…… afirmación que hizo él mismo:

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: “El Hijo del hombre está destinado a ser traicionado en manos de los hombres 23 y lo matarán; y al tercer día será levantado”. Por consiguiente, se contristaron en gran manera.” (Mat. 17:22-23).

Si ello no hubiera sido así y que es lo que nos proponen las RV y resto de traducciones bíblicas al inducir a pensar que Jesús ese mismo día partió hacia un supuesto paraíso acompañado por el citado delincuente (esa fue la promesa), resultaría que éste nos mintió en esa afirmación de Mat. 17:22-23 y lo que haría de las Escrituras un relato no fiable, con todo lo que ello significaría para la esperanza del ser humano…… no obstante, de algo tan serio como es eso, insisto en ello, ese esperpento andante que es Apologista Mario Olcese guarda un clamoroso silencio. Sin embargo y ahí le duele al Sr. Olcese (que pretende ignorar dicha realidad), la TNM es la única que transcribe correctamente dicho pasaje y acorde al contexto escritural, colocando debidamente la puntuación detrás de la palabra “hoy” y con lo que cambia totalmente el sentido disparatado que imprimen el resto de versiones bíblicas al pasaje en cuestión; porque lo que Jesús hizo realmente ante la petición recibida, fue prometerle a la persona que se la había formulado que cuando en un futuro tomara posesión de su reino y en armonía con la promesa hecha, se acordaría de ella…… sencillamente esto y que es lo que traduce la TNM y que transcribo de nuevo por aquello de refrescar la memoria:

Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”.” (Luc. 23:42-43).

Pero es que puestos a señalar errores serios y de graves repercusiones para el texto escritural, veamos uno de aurora boreal y que de nuevo trastoca gravemente el entero significado de las Escrituras y sobre el Sr. Olcese nunca se ha posicionado (a pesar que en su momento se lo señalé en uno de mis escritos) y que tiene que ver en cómo vierten las RV el pasaje de Rev. 5:8-10:

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra.”

Noten que según dicha traducción, los que habrían sido “redimidos” por la sangre de Jesús, hechos “reyes y sacerdotes” y llevados a “reinar” con Cristo en el reino de Dios, serían los “cuatro seres vivientes” y los “24 ancianos” y lo que no es más que un puro disparate. Sin embargo, la interpretación que nos hace el Sr. Olcese de dicho despropósito y según nos explicaba en un artículo publicado el 27/10/11, es que “incluso los 4 seres vivientes y los 24 ancianos fueron redimidos por la sangre de Cristo” y salvajada que acompaña con la siguiente reflexión: “¿Podrían ser estos 24 ancianos, los 12 apóstoles y las 12 cabezas de las tribus de Israel? Es posible!”…… y si no pega ¡pues se le pone un poquito de cola y tan amigos! Y es que esta es la “capacidad” de entendimiento escritural del personaje en cuestión y que en su congénita ignorancia acerca del texto sagrado, en lugar de ajustar su forma de ver las cosas a dicho registro, ajusta este a la manera que él tiene de ver las cosas; porque si ello fuera como dice ese “genio” de la teología, que ese grupo de “24 ancianos” existente en el cielo estaba conformado por los “12 apóstoles y los 12 patriarcas de las tribus de Israel” es obvio que para estar allí ya tenían que haber sido resucitados para el tiempo en que le fue dada la Revelación o Apocalipsis al apóstol Juan y por lo que ya tendríamos cumplida la llamada “primera” resurrección y en la que solo participan aquellos que tienen que reinar con Cristo.

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años (no así, los que no participan de ella).” (Rev. 20:6). (Acotación mía).

Con lo que ya tenemos el primer problema encima de la mesa: porque resulta que el que escribió dicha revelación fue el apóstol Juan y por lo que si bien el grupo de los “12 patriarcas” podría estar al completo en ese momento y siempre según la pintoresca teoría del Sr. Olcese, no así el grupo de los “12 apóstoles” pues faltaría uno y que era el propio Juan, por lo que ya no nos salen los números y por lo que tan singular teoría (y por aquello de ser suave) se va a hacer puñetas. Pero es que además tenemos otra cuestión a considerar, porque ¿en cuál resurrección, entonces, se levantarían Juan y resto de “ungidos” que en ese momento de ser dada la Revelación aún quedaban en la tierra y a los que él de dirigía en sus cartas, que les permitiera el poder reinar con Cristo, si resulta que según ese pasaje de Rev. 20:6 ya habían “perdido el tren”? Porque las resurrecciones que siguen a la “primera” ya no pueden ser consideradas como “primera”, sino como mínimo una “segunda” y por lo que ésta ya no vale para elevar a uno a la condición de rey al lado de Jesucristo…… recordemos que solo esa “primera” resurrección es la que permite el acceso al reino con el Hijo de Dios, en calidad de inmortal rey y sacerdote, según el pasaje mencionado; luego si resulta que Juan y el resto de “ungidos” que con él aún quedaban en la tierra en ese momento no habían, obviamente, participado de la misma, se quedaban fuera de alcanzar el gobernar con Cristo en el reino de Dios y lo que crea un grave problema de coherencia escritural.

Pero es que hay más: porque lo que leemos en ese pasaje de Rev. 5:8-10, es que tanto los “cuatro seres vivientes” como los “24 ancianos” portaban “tazones de oro” (o copas) llenos de incienso, el cual incienso ofrendado a Jehová Dios significaba las oraciones “de los santos” y que obviamente tenían que ser las oraciones de otros y no las suyas propias…… porque hasta donde sabemos, los que reciben el reino en calidad de gobernantes son “el pueblo de los santos del supremo” (Dan. 7:18) y pueblo que nunca ha estado en los cielos, sino aquí en la tierra, aparte de que en ningún lugar de las Escrituras se relaciona a esos “cuatro seres viviente” y a los “24 ancianos” como miembros de ese “pueblo de santos”; recordemos y para resaltar este punto, que la Revelación tuvo lugar para mostrarle a Juan “las cosas que tienen que suceder dentro de poco”, obviamente en la tierra, mientras que a esos personajes mencionados se nos los muestra situados en el cielo, según Rev. 4-5 y en donde Juan nos explica el majestuoso espectáculo que le fue mostrado mediante visión, en el ámbito celestial. Otro punto en disputa con la ridícula idea del Sr. Olcese, tiene que ver con lo que leemos en Rev. 14:1-4 y en donde se lee como sigue:

Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. 2 Y oí un sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan con el arpa, tocando sus arpas. 3 Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo dominar aquella canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos (los 144.000) fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero, 5 y no se halló en su boca falsedad; están sin tacha.” (Acotación mía).

Y tampoco se nos dice en ninguna parte que dicha señal de identificación estuviera en la frente de las “cuatro criaturas vivientes” ni de los “24 ancianos”, ni que los tales hubieran sido comprados “de entre la humanidad” y por lo que tendríamos que razonar que estamos hablando de seres no terrenales y que por tanto, nada tenían que ver con aquellos que en un futuro reinarán al lado de Jesucristo en la tierra…… brutal y desconcertante interpretación, por tanto, del pasaje de Rev. 5:8-10 por parte de las RV y tema del que el Sr. Olcese ladinamente no hace la menor alusión; sin embargo, todas estas contradicciones señaladas desaparecen cuando uno lee dicho pasaje según está vertido en la TNM de los TJ:

Y cuando tomó el rollo, las cuatro criaturas vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron delante del Cordero, cada uno teniendo un arpa y tazones de oro que estaban llenos de incienso y el incienso significa las oraciones de los santos. 9 Y cantan una canción nueva y dicen: “Eres digno de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación (luego los “comprados” no eran los que cantaban la canción), 10 e hiciste que fueran (no los que cantaban, sino otros) un reino y sacerdotes para nuestro Dios y han de reinar (no ellos, sino los 144.000) sobre la tierra”.” (Acotaciones mías).

Entonces vemos que los comprados o redimidos con la sangre de Cristo no fueron las “cuatro criaturas vivientes” o los “24 ancianos” que formaban parte de las cosas que estaban en el cielo y que le fueron mostradas a Juan, sino personas de la tierra y como queda claro de los pasajes que hemos señalado; sin embargo, de esos errores serios y que sí alteran radicalmente el contenido del texto escritural, el Sr. Olcese no nos habla y se queda en la simpe anécdota (disquisiciones estériles y absurdas sobre palabras como “semejanza”, o “conoció”, o “sobremanera grande” y tantas otras sobre las que ha polemizado a través del tiempo, hasta llegar a las actuales de “entres” o “vengas”), pasando por alto lo realmente fundamental: en definitiva y como he señalado, dicho personaje “cuela el mosquito y engulle el camello”, al detenerse a cuestionar simples “palabras” sueltas y no asuntos doctrinales serios…… y de personas así, es de las que Pablo nos habló en los siguientes términos, según se lee en 1 Tim. 6:3-5 y tomado de la versión TLA,:

Si alguien enseña algo que no va de acuerdo con las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, ni con la verdadera religión cristiana, 4 es un orgulloso que no sabe nada y que tiene la mala costumbre de discutir sobre el significado de ciertas palabras. Con esto sólo causa envidias, enojos, insultos, desconfianza 5 y peleas en todo momento. Los que hacen eso no son capaces de pensar bien ni conocen la verdad; piensan que, por medio de la religión, pueden ganar mucho dinero.”

En este caso, estaríamos hablando de ganar reconocimiento personal para alimentar un ego desmedido, pero…… ¡qué quieren ustedes, si el hombre no da para más!

Armando López Golart

¿QUÉ NOS QUISO DECIR JESÚS, REALMENTE, EN JUAN 10:16?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 17/11/2015 by Armando López Golart

images (8)Porque nos acaba de publicar el “teólogo” Apologista Mario Olcese un nuevo video, en esa cruzada personal que mantiene con la sociedad Watchtower de los Testigos de Jehová y en la que resulta que son más los disparates que publica, que aquellos que les pretende enmendar a esos señores; y es que en el mismo nos hace unas aseveraciones del todo incomprensibles para alguien con un mínimo conocimiento acerca de qué va el tema de las Escrituras, algunas de las cuales ya entran en el campo del engaño premeditado o, en cualquier caso, de la intención de condicionar subliminalmente el punto de vista del lector en favor de la tesis que uno expone…… y lo que no deja de ser una forma de engaño ¡claro!

En el video en cuestión, publicado en fecha 06/11/15 y titulado “La impía Watchtower degrada al rey David y le quita su corona real”, el personaje aludido continúa incidiendo en su disparatada idea mantenida en el tiempo, en el sentido de que los notables del AT o “héroes de la fe” (como tiene a bien llamarlos), también reinarán al lado de Jesucristo en el reino de Dios junto a los Pedro, Pablo, Juan y compañía. Y decimos disparatada, porque resulta que dicha supuesta “degradación” no la hace la “impía sociedad Watchtower” (descriptivo calificativo en el que los autores de este blog coincidimos), sino que la hacen las propias Escrituras y como en numerosas ocasiones le hemos señalado a ese “genio” de la teología, pero siendo el caso que aún no ha respondido a ninguna de las persistentes objeciones que sobre este tema en concreto se le han formulado desde este blog…… más bien al contrario y como tiene por costumbre, en una más que evidente muestra de su total ignorancia acerca del contenido escritural, se continúa “haciendo el sueco” reafirmándose en su propuesta, mientras ignora olímpicamente lo que en contra de la misma se le ha planteado.

Y es que entrando ya a analizar dicho video, lo primero con lo que nos topamos es con una afirmación tendenciosa y que no se ajusta a la realidad, pues ya en el minuto 2’35 de grabación nos sale el Sr. Olcese con que según “se nos dice” en la Biblia, David “fue rey en el reino de Dios” y lo cual no es más que una solemne animalada con el ánimo, repetimos, de condicionar la mente del lector, porque veamos: ni David reinó sobre el “reino de Dios” en ningún momento, ni en las Escrituras se nos dice algo semejante en ese sentido, sino todo lo contrario…… pues lo que estas nos dicen con respecto al gobierno ejercido por dicho personaje, es lo siguiente:

Y los filisteos llegaron a oír que David había sido ungido por rey sobre todo Israel. Ante eso, todos los filisteos subieron para buscar a David. Cuando David lo oyó, entonces salió contra ellos.” (1 Crón. 14:8).

Luego el personaje David, como su predecesor Saúl y los que les siguieron posteriormente a ambos (Salomón y otros), solo fueron reyes de la nación de Israel y no “del reino de Dios”, como así se desprende también del siguiente pasaje:

Así haga Dios a Abner y así añada a ello, si, tal como Jehová juró a David, no es como yo le haré, 10 para trasladar el reino de la casa de Saúl y para establecer el trono de David sobre Israel y sobre Judá desde Dan hasta Beer-seba.” (2 Sam. 3:9-10).

Entonces lo que Jehová le “juro a David” no fue el hacerle rey “en el reino de Dios” y como disparatadamente nos afirma el Sr. Olcese, sino sobre el pueblo que Jehová Dios tenía en la tierra en ese momento y que no era otro que la nación de Israel…… por lo tanto su gratuita afirmación en el minuto 3 de grabación, en el sentido de que el “fundador” del reino de Dios es el personaje en cuestión (y disparate que repite en el minuto 13’12-14 de grabación), no es más que una manifiesta falsedad tendente a continuar manipulando la mente del lector; de hecho, la primera mención del “reino de Dios” como tal, eso es, como un gobierno de alcance mundial, la encontramos posteriormente (sobre los 500 años después de desaparecido el personaje David) en la profecía de Daniel y en su capítulo 2 y concretada en el versículo 44:

Y en los días de aquellos reyes (en nuestros tiempos) el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos (los que actualmente rigen en el mundo y sujetos a Satanás, según palabras del propio Hijo de Dios en Luc. 4:5-6) y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.” (Acotaciones muestras).

Luego de ninguna manera, repetimos, David fue rey en el “reino de Dios” (cuánto menos “fundador” del mismo), ni lo será en un futuro y como el Sr. Olcese de forma tan disparatada afirma, puesto que el tal personaje (David, no el Sr. Olcese) forma parte de aquellos a los que el Sal. 45:16 denomina como “antepasados” de Jesús y de los que se nos dice como sigue:

En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.”

Por lo que si bien es cierto que no serán reyes al lado de Jesucristo en el reino milenial, no es menos cierto que se les concederán posiciones de privilegio en la gobernación de dicho reino…… luego si bien no fungirán como reyes en dicho gobierno del reino, tampoco serán “degradados” a la condición de simples súbditos del mismo y como será en la mayoría del “personal”; entonces habría que señalar al Sr. Olcese aquello de que “ni tanto, ni tan poco”. Y que dichos personajes no reinarán al lado de Jesucristo, se desprende claramente del propio contenido del salmo citado y que solo un ignorante de la talla del “teólogo” en cuestión no entiende, pues por no saber no sabe ni leer; porque mientras en dicho salmo se nos aclara que cuando esos antepasados de Cristo resucitan serán “nombrados” algo, en este caso príncipes, aquellos que tiene que reinar con Cristo ya se levantan en su particular resurrección con la condición de inmortales reyes y sacerdotes (Rev. 20:6) y por lo que, obviamente, no precisan de ser nombrados nada…… y mucho menos de un título de menor condición de la que ya ostentan “de salida”; esta es la “pequeña” diferencia y sobre la que el Sr. Olcese, en su total desconocimiento del texto escritural, jamás ha sido capaz de argumentar nada a nuestros continuos apercibimientos de lo errado de su planteamiento.

Lo que ocurre con dicho personaje, que blasona de ser “ingeniero” y “teólogo”, es que no es más que un analfabeto integral y por lo que no tiene ni la más leve idea de lo que es la lengua española, rica en matices donde las haya, pero que sin embargo en uno de sus correos nos acusó de no saber leer siquiera en nuestro propio idioma; pero resulta que no solo el que es desconocedor del mismo es él, sino que además ignora una de las normas fundamentales de la llamada lógica o sentido común y que es lo que comúnmente se conoce como la “acción por activa” y su contraria, eso es, la “acción por pasiva”…… y que por aquello de explicárselo de manera accesible a su limitada capacidad intelectual, se lo pondremos facilito: si a una persona se le dice que lo que uno tiene en la mano es un tomate (acción por activa), lo que se le está diciendo subliminalmente (acción por pasiva) que lo que se tiene en la mano no es ni un pepino, ni un rábano, ni una zanahoria, etc. Entonces, cuando uno lee en el Sal. 45:16, que esos antepasados de Jesús van a ser “nombrados príncipes” (acción por activa), lo que se le está diciendo también de forma subliminal al lector (acción por pasiva), es que no son reyes, pues de lo contrario sería un contrasentido el ser nombrados para un cargo de inferior rango o condición del que ya están investidos…… y conclusión a la que se llega, por si no lo sabe el Sr. Olcese, solo leyendo con un mínimo de coherencia.

Sin embargo, dicho esto y cuestión a la que, por cierto, dicho personaje nunca ha respondido a nuestras objeciones relativas a ese Sal. 15:16 cuando desde este blog se las hemos presentado, vayamos a un asunto que demuestra los “poderes” que como teólogo le adornan. Y es que lo dicho hasta el momento, no pasa de ser una simple broma si se compara con la particular interpretación que nos hace ese “genio” de la teología del pasaje de Juan 10:16 y que nos lleva ya a entrar de lleno en el tema anunciado en nuestro titular, en su intento por sostener esa disparatada idea de que esos “héroes de la fe” del AT (los Abraham, David, Moisés, etc.) reinarán también al lado de los “héroes de la fe” del NT, eso es, con los Pablo, Juan, Pedro y compañía, al lado de Jesucristo en el reino de Dios…… pero veamos primero las palabras de Jesús el pasaje en cuestión:

Y tengo otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer y escucharán mi voz y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.”

En este pasaje se nos habla de la unificación de dos grupos en uno solo, eso es, de dos clases de ovejas de distinta procedencia que son reunidas en un solo redil y bajo la dirección de un solo pastor, que es Jesucristo…… hasta aquí, bien; el problema surge cuando a partir del minuto 7 de grabación y mezclando “churras con merinas”, dicho “teólogo” nos hace su particular y disparatada interpretación de dicho pasaje y en la que no se aclara en quién son unos y quiénes son los otros (los “héroes de la fe” del AT y los seguidores de Jesús del I siglo), en definitiva que no sabe ni de lo que está hablando, pues para nada se menciona en dicho pasaje a esos “héroes de la fe” del AT o también llamada primera “dispensación”. Porque una lectura coherente de dicho pasaje, nos muestra que Jesús estaba dirigiéndose a las ovejas del “redil” que ya tenía en ese momento y que no eran otros que sus seguidores, a los que les notifica que había “otras” ovejas ajenas a ese redil que ellos en conjunto componían y las que en su momento serían también atraídas por su “voz” (o mensaje) y ya, todas juntas, conformarían un solo redil y del que él sería el pastor único. Pero para entender de qué estaba hablando Jesús, tenemos que retrotraernos al tiempo de los profetas y ver a qué o a quiénes prefiguraban las expresiones “ovejas” y “redil” o aprisco; para ello, veamos qué se nos dice en los siguientes pasajes:

Y en lo que respecta a ustedes (los miembros de la nación de Israel) mis ovejas, las ovejas de mi apacentamiento, ustedes son hombres terrestres. “Yo soy su Dios”, es la expresión del Señor Soberano Jehová.” (Ezeq. 34:31).

Positivamente te reuniré, Jacob (refiriéndose a la nación de Israel), todo; sin falta juntaré a los restantes de Israel. En unidad los pondré, como rebaño en el aprisco (o redil), como hato en medio de su pasto; tendrán el alboroto de hombres.” (Miq. 2:12). (Acotaciones nuestras).

Luego compendiando el contenido de ambos pasajes, tendríamos lo siguiente: las “ovejas” de Jehová tienen que ver con hombres y el “aprisco” (o redil) que los contiene tiene que ver con la nación de Israel; ello considerado, Jesús en Juan 10:16 lo que quiso decir es que aparte de las “ovejas” que ya tenía del redil de Israel, había otras que no eran de dicha procedencia y en clara referencia a los “gentiles” (o gente “de las naciones”), que posteriormente y ante el rechazo mayoritario del pueblo con el que Dios había entrado en pacto, fueron invitados a participar de la promesa divina hecha en Sinaí, referente a sacar de entre Su pueblo Israel “un reino de sacerdotes” (Éxo. 19:6)…… y cambio de planes que el apóstol Pablo excusó con las siguiente palabras:

De modo que, hablando con denuedo, Pablo y Bernabé dijeron: “Era necesario que la palabra de Dios se les hablara primero a ustedes (los miembros de la nación de Israel y en función del mencionado pacto). Puesto que la están echando de ustedes (eso es, rechazando dicha oferta divina) y no se juzgan dignos de vida eterna, ¡miren!, nos volvemos a las naciones.” (Hech. 13:46). (Acotaciones nuestras).

Luego esas “otras ovejas” de las que habló Jesús en Juan 10:16 y que serían captadas de “entre las naciones” mediante el “oír su voz”, eso es, el mensaje proclamado, nada tenían que ver con los “héroes de la fe” del AT (los Abraham, Noé, Moisés, David, etc. etc. etc.) y de los que nos habla el Sr. Olcese, sino con los “gentiles” o gente de “las naciones” y que en principio no estaban incluidas en dicho pacto. Por otra parte y leyendo con la atención debida el pasaje de Juan 10:16, vemos que Jesús se estaba dirigiendo a unas “ovejas” que ya tenía y a las que advertía, que en un futuro se añadirían “otras” que aún no tenía y que reaccionarían ante su voz o mensaje publicado: ello se sustanció, con la conversión del oficial romano Cornelio y algo que se encuentra en el interesante relato del capítulo 10 del libro bíblico de Hechos de los Apóstoles.

Y que ello es como nosotros se lo estamos planteando, queda perfectamente establecido por una aseveración del propio Sr. Olcese (m. 3:48 de grabación), cuando refiriéndose al personaje David afirma que había muerto “en buena vejez” y como fue en el caso de la mayoría de los más prominentes “héroes de la fe” del AT (como atestiguan los relatos acerca de Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Daniel, Moisés, etc. etc. etc.) y lo que nos enfrenta al hecho de que dichos notables del AT no pueden reinar al lado del Hijo de Dios en el reino milenario de Cristo, si nos atenemos a la siguiente cuestión que se nos plantea en el libro de Revelación o Apocalipsis, ya en el mismo cap. 2, versículo 10:

“…… Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida (eso es, la inmortalidad).” (Acotación nuestra).

De hecho, en Rev. 3:21, Jesucristo menciona que para acceder a reinar con él se tenía que “vencer” como él “había vencido” y todos sabemos cómo venció Jesús: aguantando hasta la misma muerte; ahondando en la cuestión, tenemos las palabras de Pablo en el sentido de que solo muriendo a la “semejanza de Cristo”, se puede obtener una resurrección de gloria “semejante” a la suya (Rom. 6:5) y que es lo equitativamente correcto. Pero es que además, todo lo dicho queda confirmado por un pasaje que el Sr. Olcese ha usado con frecuencia y que contradice escandalosamente su planteamiento, en el sentido de que personajes que han muerto “en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria” y como fue en el caso de David (1 Crón. 29:28), puedan reinar al lado de Jesucristo…… y este es el pasaje en cuestión:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, muertos de forma violenta a la “semejanza” del Hijo de Dios) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Rev. 20:4). (Acotación nuestra).

Entonces queda claro que solo las personas que reúnan dicho requisito (y los “héroes de la fe” del AT mencionados por el Sr. Olcese no lo hacen), serán aquellas que ocuparán un lugar al lado de Cristo en la gobernación del reino de Dios.

Sin embargo, el Sr. Olcese y que cambia de pensamiento tan rápido como de chaqueta, corbata o sombrero, nos decía en un video publicado el 02/08/13 que dichos personajes sí reinarían con Cristo en el reino de Dios por ser “conocidos” de Dios y en una más que estrafalaria interpretación del pasaje de Rom. 8:29-30. Unos meses antes, concretamente el 12/03/13 y en un video titulado “No, Don Armando, usted debe responderme esto primero…” nos había dicho y apoyándose precisamente en el pasaje mencionado de Rev. 20:4, exactamente todo lo contrario al afirmar en el mismo y entre los minutos del 16 al 20 de grabación (si pueden, no se los pierdan), que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” aún futura, en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no recibieran la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13) en sus frentes o en sus manos, serían los que reinarían con Cristo durante el milenio y con lo que rebatía flagrantemente lo dicho en el primer video mencionado.

No obstante e inasequible al desaliento y superándose a sí mismo, cinco días después (18/03/13), nos publicaba otro, en esta ocasión titulado “La prueba irrefutable de que la grande muchedumbre reinará con Cristo” y en donde incluso nos llegaba a afirmar con gran convicción y muy seguro de lo que decía (ya conocen aquella máxima aristotélica de que “el necio afirma, el sabio duda y reflexiona”), que aquellos que tenían que reinar con Cristo no saldrían de entre los seguidores de Jesús del primer siglo, sino de la “gran muchedumbre” sobreviviente de la “gran tribulación” aún por venir y de la que se nos habla en Rev. 7:9; 14; y con el peregrino argumento de que estas estaban vestidas de blanco y que solo las personas que así estuvieran vestidas (según nos aseguraba ese “estratega” de la teología), es a las que Jesucristo les concedería el sentarse junto a él en el trono para reinar en el reino de Dios (Rev. 3:4-5)…… y vestimentas blancas que solo se pueden conseguir, según tan estrafalario personaje, mediante el “vencer” en la “gran tribulación” final, eso es, en un suceso que aún no se ha producido.

Luego “revolucionario” planteamiento que inevitablemente excluye del gobierno del reino a los seguidores de Jesucristo del primer siglo, ni que hablar ya de los “héroes de la fe” del AT (Abraham y David incluidos), pues ni los unos ni los otros pueden pasar por las pruebas que la “bestia” impondrá durante la “gran tribulación” y con ello, hacer “méritos” para recibir sus vestiduras blancas como “vencedores” pues ya hace siglos (milenios en el caso de los notables del AT) que fallecieron; por lo que la pregunta solo puede ser esta…… ¿quiénes son, realmente entonces, aquellos que reinarán con Cristo en el reino de Dios o, dicho de otra manera, con cuál de las cuatro posibles opciones nos quedamos? ¿Reinarán con Cristo los notables del AT, o lo harán solo los sobrevivientes vestidos de blanco de la “gran tribulación” venidera o, en su defecto, los primeros seguidores de Cristo y los únicos bautizados con espíritu santo y por tanto, únicos reconocidos públicamente como Hijos adoptivos de Dios y por tanto, coherederos con él del reino milenario…… o lo harán todos juntos?

A nuestro entender, los notables del AT no pueden hacerlo, pues a lo ya dicho sobre el tema habría que añadir que para reinar en el milenio se tiene que ser “hermano” de Jesucristo (luego Hijo de Dios) y esos personajes no lo son, siempre atendiendo a lo que se nos dice en el profético Sal. 45:16 y que leeremos de nuevo:

En lugar de tus antepasados (o “padres”, según versiones), llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación nuestra).

Por lo que si dichos “héroes de la fe” del AT y por el “derecho de recompra” (Lev. 25:29-32), mediante la sangre derramada del Hijo de Dios, pasan a convertirse en hijos suyos y eso es lo que nos dice el salmo en cuestión, de ninguna manera pueden ser a la vez Hijos de Jehová Dios y lo que, por extensión, les impide ser “hermanos” de Jesucristo y por lo que no pueden ser coherederos con él del reino de Dios, en calidad de inmortales reyes y sacerdotes. Añadámosle a ello y a modo de curiosidad, el hecho de que si bien esos fieles antepasados de Jesús del AT reciben el nombramiento de “príncipes” en el momento de su resurrección, no así el de “sacerdotes” y condición “sine qua non” para tomar posesión como reyes al lado de Jesucristo, según Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.”

Descartados por lo tanto estos “héroes de la fe” del AT, como futuros reyes cogobernantes en el milenio al lado de Jesucristo, veamos ahora que hay de aquellos que “salen de la gran tribulación” y que como hemos visto, el Sr. Olcese también los coloca en dicha posición en otra muestra de su clara ignorancia de lo que dice el texto escritural, porque veamos que se nos dice en Rev. 7:13-17 y con referencia a esas personas:

Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”.”

Analicemos ahora lo que se nos dice en este pasaje acerca del tema que estamos considerando: en primer lugar, se nos dice de esas personas que salen de la “gran tribulación” o sobreviven a esta, pero que en todo caso aparecen después de terminada dicha tribulación; y debemos de tener en cuenta, que dicha “gran tribulación” culmina con la batalla de Har-magedón y que es peleada por Jesucristo, acompañado por sus leales seguidores:

Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:14).

Y teniendo en cuenta que esos “llamados, escogidos y fieles” ya pelean con él dicha batalla contra los reyes de la tierra, solo pueden ser anteriores en orden de aparición a la “gran muchedumbre” de aquellos que aparecen después de terminada dicha batalla y que no han participado de la misma, sino que son los directos beneficiarios de la misma y por lo que no podemos estar hablando de las mismas personas. Por otra parte, tenemos el hecho de que el bueno de Juan desconocía la procedencia de dichas personas y por lo que no pudo responder a la pregunta que se le formuló, en el sentido de “¿quién son estos y de dónde vienen?”…… sin embargo, esa situación de ignorancia no se produce cuando a Juan se le habla de los 144.000 al lado de Jesucristo sobre el monte Sión (Rev. 14:1), porque ya sabía de lo que se le estaba hablando, pues él formaba parte de esos; porque Juan recordaba el “pacto por un reino” que Jesús en su momento les había ofrecido:

Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel.” (Mat. 19:27-28).

Mientras, tenemos que los sobrevivientes de la “gran tribulación” aún futura, de ningún modo han podido seguir a Jesús, pues este murió hace casi 2.000 años, aunque sí se benefician del sacrificio vicario de la sangre derramada por este. Dicho lo cual, veamos un tercer aspecto por el que de nuevo queda claro que esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y diga lo que diga ese indocumentado del Sr. Olcese, no pueden reinar al lado de Cristo. Porque habrán notado ustedes, queridos lectores, que lo que leemos en el versículo 17 de ese capítulo 7 del libro de Revelación, es que esos sobrevivientes serán “pastoreados y guiados a fuentes de aguas de vida” por el pastor Jesucristo…… cosa que no aplica a aquellos que tienen que reinar con él, pues como hemos dicho se levantan en la resurrección ya con la inmortalidad concedida y lo que significa que no precisan el ser “guiados” a fuente alguna de “agua de vida”, pues ellos ya tienen vida en sí mismos (esto es lo que significa el ser inmortal), eso es, que no dependen de fuente exterior alguna para mantenerla; más bien al contrario, ellos son los que colaboran con Jesucristo en la labor de pastoreo y guía de esos sobrevivientes mencionados, a las “fuentes de aguas de vida”…… que son ellos mismos.

Pero como colofón a nuestra afirmación en el sentido de que esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y diga lo que diga esa estulticia con patas que resulta ser el “ingeniero” y “teólogos” Sr. Olcese, tenemos lo siguiente: de esas personas se nos dice que “salen” o sobreviven a la “gran tribulación” y lo que significa que entran con vida al reino de Dios; eso es, que serán personas que pasarán al reino de Dios sin haber experimentado la muerte…… ya aquí es en donde se crea el problema para el Sr. Olcese, según se lee en el siguiente pasaje:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no, sobre los que no participen de dicha primera resurrección) la muerte segunda no tiene autoridad (eso significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotaciones nuestras).

Entonces “blanco y en botella”: aquellos que sobrevivan a la “gran tribulación”, es obvio que no pueden participar de dicha “primera” resurrección (ni de ninguna otra), pues no han muerto y por lo que no tienen acceso a reinar con Cristo en el reino de Dios…… luego nos tendrá que explicar el Sr. Olcese cómo “se come esta ensalada”.

Por lo que todo considerado, queda claro que los únicos que pueden reinar con Cristo son sus seguidores del primer siglo, eso es, los apóstoles y los que siguieron a estos posteriormente (Juan 17:20) y el resto o remanente aún por aparecer, de los que se nos habla en Rev. 11:3; todo lo demás, no son otra cosa más que gansadas de ese “iluminado” de Apologista Mario Olcese, que tendrá muchos títulos colgados en la pared, pero que por no saber no sabe ni leer y por lo que hoy nos dice una cosa, mañana otra y pasado mañana, ni la una ni la otra, sino toda la contraria. Porque habrán notado ustedes, que lo que nosotros les acabamos de contar nada tiene que ver con estar titulado en tal o cual materia, sino sencillamente en el leer con la corrección debida los textos usados…… y es que la Biblia no está al alcance de los “teólogos” (Dios no la hizo escribir para ellos), sino de aquellos que saber leer con un mínimo de lógica y sentido común

Volviendo al punto de partida y con los antecedentes ya expuestos, queda claro que ese “genio” de la teología no tiene ni puñetera idea de lo que se nos dice en Juan 10:16 y de ahí, que lo use para apoyar una idea tan disparada como es la de unos “héroes de la fe” del AT reinando al lado de Jesucristo en el reino de Dios, cuando todo el contexto escritural y según acabamos de comprobar, está diciendo exactamente todo lo contrario. Pero no se preocupen, que en su paranoia intelectual y en la que está permanentemente establecido, dicho personaje dejará pasar unos días y luego, como si no hubiera ocurrido nada y la cosa no fuera con él, volverá a publicar la misma sandez…… ¡¡que cruz, Señor, que cruz!!

MABEL

¿»ÁNGELES»…… O «MENSAJEROS»?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , on 15/10/2015 by Armando López Golart

3angelesAntes de empezar con nuestro comentario, permítannos una pequeña observación: cuando nosotros publicamos algo rebatiendo determinadas propuestas del “celebérrimo” personaje de Apologista Mario Olcese, no es que tengamos fijación con éste, sino que con ello estamos rebatiendo también a todos aquellos que piensan como él y que son muchísimos más de los que se imaginan, prescindiendo de la “ganadería” religiosa a la que pertenezcan; por ello, nuestros artículos, lejos de ir “en contra de…”, van “a favor de…”, en este caso en favor de ustedes que nos leen. Porque realmente lo que pretendemos, es poner a nuestros lectores en guardia ante la avalancha de los “falsos maestros” (2 Ped. 2:1) que según el apóstol Pedro aparecerían en los últimos días…… el Sr. Olcese no es más que la excusa, que nos permite el poder compartir con ustedes lo que realmente dicen las Escrituras. Así como la forma correcta de averiguarlo, pues en nuestros escritos les mostramos los pasos a seguir para encontrar el verdadero entendimiento de estas y que es lo que a la postre le permitirá a uno alcanzar el tan esperado reino de Dios y que lo tenemos a la vuelta de la esquina. No olvidemos que la Biblia no es más que el libro de instrucciones que Jehová Dios puso a nuestra disposición, para ponernos al corriente de los pasos que debemos de seguir para beneficiarnos de sus promesas…… el primero de ellos, este:

Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad (luego un mandato en toda línea) es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” (1 Tim. 2:3-4). (Acotación nuestra).

Luego pensando que nuestro pequeño esfuerzo puede contribuir a que alcancen tal logro, pasemos al tema de hoy y que tiene que ver, no tanto con el artículo que publicamos el pasado día 21/09/15 y en el que tratábamos de desmontar un planteamiento del personaje aludido (compartido por no pocos “entendidos” en la materia y cómo les hemos señalado), sino por la respuesta que a este le dio. Porque apoyándose en el pasaje de Mat. 25:31, ese “caballero” afirmaba que cuando Jesucristo regrese a la tierra lo hará acompañado por “ángeles” y no por la “Iglesia” o conjunto de sus seguidores fieles; por ello señalábamos en nuestro escrito, la necesidad de que cuando uno lee las Escrituras no tiene que hacerlo condicionado por lo que otros le han dicho que estas dicen (en este caso, los primeros traductores de estas y algo que razonábamos en el artículo mencionado), sino lo que este uno interpreta de ellas y así no caer en “vicios” inducidos.

Por ejemplo, cuando en la Biblia leemos el término “ángel”, no tenemos que presuponer de entrada que estamos hablando de un ser celestial, sino lo que el contexto nos indique en ese momento…… recordemos, que dicha expresión procede del griego ág·gue·los y este a su vez, del hebreo mal·ʼákj y expresiones ambas que literalmente significan “mensajero”. Entonces y según sea el contexto en el que nos encontremos, tenemos que decidir qué término usar: si estamos hablando del personaje que le dio la revelación al apóstol Juan, estaríamos hablando de un mensajero de origen celestial y por lo que el vocablo “ángel” sería el procedente…… sin embargo, a Jesús y a los que este envió, aunque “enviados” de Dios en definitiva, no se les puede aplicar el término “ángel” porque estamos hablando de seres humanos, por lo que les llamaríamos “mensajeros” de Dios ¿entienden por dónde va más o menos la cosa? Luego tiene que quedar claro que no hay que aplicar estrictamente la literalidad de las expresiones mal·ʼákj o ág·gue·los y que desde tiempos inmemoriales en las diferentes traducciones de las Escrituras nos han vertido por “ángel”, sino el término que en cada momento identifique correctamente en el idioma de uno, al personaje del que estamos hablando y que en español sería “ángel” si estamos hablando de un ser celestial, o “mensajero” si estamos hablando de un ser humano…… sin ir más lejos y por aquello de enfatizar la cosa, tenemos que los “dos testigos” de Rev. 11:3 no serían más que unos “mensajeros” enviados por Dios, mientras que al “mensajero” enviado a transmitir información a Daniel acerca de la profecía de las “70 semanas”, se le tiene que aplicar el término “ángel”.

Dicho lo cual y pensando que la idea ha quedado correctamente establecida, pasemos ahora a la respuesta que Apologista Mario Olcese dio a nuestro planteamiento en el video publicado el 25/09/15 y bajo el ya sugerente titular “Repito: son los ángeles santos los que acompañan al Hijo de Dios durante su parusía” (en ese entretanto, nos ha mandado dos videos más, uno hablando de los “100 porqués razonables para salirse de la Watchtower” y otro tratando el tema de “Recomendaciones técnicas para la crianza de pollos”…… ¡justito de lo que le estamos hablando nosotros, oigan!) y en el que se reafirmaba en sus tesis, aunque para ello se limitaba sencillamente a enumerar una serie de textos en los que se señala que Jesús regresa acompañado de sus “santos ángeles” (Mat. 25:31, Mar. 8:38, Luc. 9:26), pero sin entrar a rebatir en ningún momento los argumentos que nosotros dábamos en nuestro escrito para sostener nuestra propuesta y como es costumbre en ese personaje: se reafirma en la tropelía publicada a modo de “enseñanza”, pasando por alto los argumentos que en contra de su exposición, se le hayan formulado.

Continúa en su video, sorprendentemente y para validar su posición, citando otros pasajes que usan también el término “ángeles”, pero relacionados los tales con el momento que en la tierra se lleva a cabo la predicación de Mat. 24:14 anunciada por Jesús en su momento (Mat. 24:31, Mar.13:27, Mat. 13:41, Mat. 16:27) y que hasta donde nosotros entendemos de las Escrituras, esta no la llevan a cabo ángeles, sino los “dos testigos” (Rev. 11:3) o resto “ungido” por aparecer y a la manera de los Pedro, Juan, Pablo y muchísimos otros del primer siglo (hombres en todo caso), que recibirán la colaboración de otras personas para llevar adelante su tarea o comisión, siempre según el contenido de la “parábola de las oveja y las cabras” y que pueden ustedes leer en Mat. 25:31-46…… por lo que en este caso, tendríamos que estar hablando de “mensajeros” y no de “ángeles”, como de forma machacona nos traducen las versiones bíblicas actuales.

Permítannos sin embargo y antes de continuar con nuestra exposición, hacer una pequeña matización y por aquello de entender de qué estamos hablando nosotros: porque en todo momento los autores de este blog y en lo relativo al regreso de Cristo a la tierra, hemos centrado nuestra atención al momento concreto en que éste regresa en persona (eso es, de forma visible) para destruir a las naciones con sus líderes al frente y evento que en las Escrituras recibe el nombre de “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, en la que se reúne a “los reyes de toda la tierra habitada” en oposición a Jehová y batalla ésta dirigida por Jesucristo (Rev. 16:14; 16) y que coloquialmente nos referimos a ella como la “batalla de Har-magedón” y que no la pelean los ángeles. Y decimos esto, porque si bien es cierto que los autores de este blog hemos dejado probado sin lugar a duda alguna que la “primera” resurrección es consecuencia directa e inmediata del regreso de Jesucristo a la tierra (1 Tes. 4:15-17), no es menos cierto que ello puede llevar a engaño a aquellos que no estén muy puestos en la cosa, eso es, que no estén al tanto de lo que realmente sucede, porque lean con atención lo que se nos dice que ocurre en ese preciso momento:

Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “¡Suban acá!”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Rev. 11:11-12).

Recordemos y por aquello de centrarnos, que estamos en ese dramático momento vencida ya la primera mitad de la “semana 70” en tres días y medio, cuando se produce el regreso del Hijo de Dios a la tierra y que hemos dicho, conlleva asociada la inmediata “primera” resurrección; pero si analizamos este pasaje con cuidado, nos encontramos con la siguiente paradójica situación: nos enteramos del regreso de Cristo a la tierra, no por una presencia física y directa de éste regresando apoteósicamente acompañado por una ingente cantidad de ángeles, sino solo por el “efecto reflejo” que dicho regreso tiene con relación a la resurrección de los “dos testigos”…… y como sea que Pablo nos dijo que la resurrección de estos, “no precedería” (1 Tes. 4:15), eso es, no se podía producir antes que la de los restantes seguidores de Cristo del primer siglo, es por lo que podemos concluir que estamos ante la llamada “primera” resurrección y prueba evidente, de que el Hijo de Dios ya está de retorno en la tierra. Pero a todo esto, resulta que a Jesucristo en ese momento aún no lo ha visto nadie, sino que lo que se les da a los resucitados “dos testigos” es un autoritativo mandato de “¡Suban acá!” y siendo que lo que ve a continuación el espectador de ese lance, es lo siguiente:

Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (v. 12 b).

O sea, que lo que realmente se ve de tan magno evento, es el ascenso al cielo de los resucitados “dos testigos”…… y nada más. Dicho de otra manera, que si bien se percibe y para entendernos, la influencia de la presencia activa de Cristo en la tierra, por medio de la resurrección de los “dos testigos”, ni se ve físicamente a Jesucristo, ni se ve la resurrección de los Juan, Pablo, Pedro y compañía, sino solo a los “dos testigos” ya resucitados partiendo hacia el cielo y como se les había ordenado…… sin embargo, recordemos de nuevo, que es el regreso de Cristo a la tierra lo que provoca la “primera” resurrección, luego resulta que de alguna manera éste ya ha descendido del cielo.

Por lo que estaríamos ante lo que los TJ entienden y entienden correctamente (otra cosa es que apliquen dicho entendimiento de forma disparatada)para disgusto del Sr. Olcese , en el sentido de que el regreso de Jesucristo se produce en dos fases: una primera en la que solo se percibe la influencia de su “presencia” y constatada por la “primera” resurrección y una segunda, ya visible y definitiva, en la que se presenta al frente de sus “ejércitos”, eso es, de sus 144.000 fieles seguidores (Rev. 14:4) para derrotar a las naciones rebeldes (Salmo 2) y establecer el reino de Dios en la tierra. Observen que en las Escrituras se nos insinúa un cierto “impase” en el tiempo, desde el momento en que se produce la “primera” resurrección y denunciada por ese inapeable “¡Suban acá!”, hasta el regreso visible de Jesucristo y que podría estar justificado dicho “impase” por un evento que se produce en el cielo y que se conoce como “las bodas del cordero” (Rev. 19:7) , que no es otra cosa que el encuentro de Jesucristo con su congregación al completo…… eso es, que juntos por fin ya todos los fieles seguidores de Cristo en el cielo con éste, es cuando se puede celebrar dicha simbólica boda.

Ello explicaría que entre la “primera” resurrección y la “batalla de Armagedón” existe un pequeño paréntesis aquí en la tierra, pues en la profecía de Revelación o Apocalipsis parece que antes de producirse dicha confrontación, hay una serie de desastres naturales que producen espectaculares destrozos en la tierra y causados por la ira divina (Rev. 15-18), mientras que Jesucristo no aparece visiblemente hasta Rev. 19:11 y en plan, digamos, poco “amistoso” y ya como para ultimar la cosa…… y aquí nos detenemos, para matizar lo siguiente: que en el momento de regresar Jesucristo a la tierra y antes de ese “¡Suban acá!” de los miembros participantes de la “primera” resurrección y para celebrar la simbólica boda o unión eterna entre ellos y Jesucristo, lo hubiera hecho acompañado de un gran cortejo de ángeles de Dios y como señala el Sr. Olcese, es una cuestión que no discutimos. Es más, nunca hemos entrado a debatir dicha circunstancia, porque nos parece un hecho sumamente irrelevante por la total opacidad que a dicho supuesto evento se le da; recordemos que según las Escrituras y como acabamos de explicar, nos enteramos del regreso de Cristo por la ocurrencia de la “primera” resurrección y no por una magnificente aparición del Hijo de Dios rodeado de miríadas de poderosos ángeles.

A lo que habría que añadir, el hecho poco coherente y del que algo nos tendría que decir el “teólogo” en cuestión, de como un anuncio hecho “a bombo y platillo” en las Escrituras a lo largo de siglos, acerca de un impresionante regreso de Cristo rodeado de todos sus “santos ángeles” y relatado en numerosos textos bíblicos (como nos muestra el Sr. Olcese), se produjera sin una espectacular manifestación pública de ello y tal como hemos señalado…… ¡vamos: que se podría decir que ocurre “en la más estricta intimidad”!; y con lo que, obviamente, no nos negarán que estaríamos ante un auténtico despropósito. Ya harina de otro costal y que es de lo que nosotros estamos hablando, es la del regreso físico de un Jesucristo en plan guerrero (Rev. 19:11) “para enfrentarse a los reyes de la tierra” y de aquellos que en ese momento le acompañan (evento trascendental para la humanidad) y que de ninguna manera son “ángeles”, como mostraremos a continuación y empezando por señalar a una profecía de largo recorrido, pues apunta a nuestros días y que se encuentra ya en el libro de Zacarías:

Y ustedes ciertamente huirán al valle de mis montañas; porque el valle de las montañas llegará hasta Azel misma. Y ustedes tendrán que huir, tal como huyeron debido al temblor de tierra en los días de Uzías el rey de Judá. Y Jehová mi Dios ciertamente vendrá (en la persona de Jesucristo) y con él estarán todos los santos.” (Zac. 14:5).

Noten ustedes que no se nos habla de “ángeles” en este pasaje, sino de los “santos” (o “fieles”, según versiones) y que si nos remitimos a la profecía de Daniel, estos no son otros que “el pueblo de los santos del Supremo” o “Altísimo” en algunas traducciones (Dan. 7:27)…… eso es, el conjunto de aquellos que al lado de Cristo tienen que reinar sobre el mundo y por lo que, a tenor de lo leído en Hebr. 2:5, de ninguna manera podríamos estar hablando de ángeles; pero veamos qué se nos dice al respecto en otro pasaje, en este caso en el de Rev. 17:14:

Estos (los reyes de la tierra) combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán (eso es, que participan en dicha victoria).” (Acotaciones nuestra).

Y los ángeles podrán ser todo lo “fieles” que el Sr. Olcese quiera, pero lo que no pueden ser nunca es “llamados” o “escogidos”…… luego queda claro que no son los ángeles los que acompañan a Jesucristo en su regreso a la tierra para establecer el reino de Dios; no podemos olvidar al respecto, las palabras proféticas de Pablo cuando dijo lo siguiente:

Por su parte, el Dios que da paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes (no de los ángeles) en breve. Que la bondad inmerecida de nuestro Señor Jesús esté con ustedes.” (Rom. 16:20). (Acotación nuestra).

Sin embargo el personaje en cuestión, ignorante hasta las cachas, continúa en su disparatada proposición, cuando solo con usar el término “mensajero” y que es lo que significa la palabra “ángel” en los textos por él usados, bastaría para darse cuenta de lo equivocado que está al reafirmarse en esta cuestión; porque si leemos los pasajes mencionados por ese “prócer” de la teología bajo este prisma, esos es, sustituir el término “ángeles” por el de “mensajeros”, veamos en qué resulta:

Mat. 25:31: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria y todos los mensajeros con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono (recordemos que los que comparten trono con él y según promesa reflejada en Rev. 3:21, son sus fieles seguidores y no los ángeles).” (Acotación nuestra).

Mar. 13:27: “Y entonces él enviará los mensajeros (los “dos testigos” y aquellos que con estos colaborarán) y reunirá a sus escogidos desde los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.” (Acotación nuestra).

Mat. 16:27: “Porque el Hijo del hombre está destinado a venir en la gloria de su Padre con sus mensajeros (eso es, sus “llamados, escogidos y fieles”) y entonces recompensará a cada uno según su comportamiento.” (Acotación nuestra).

Porque la realidad y como acabamos de comprobar, es que Jesucristo regresa rodeado de aquellos que en su momento envió en calidad de “mensajeros” por todo el mundo conocido en aquél momento, a anunciar las “buenas nuevas del reino de los cielos” (Mat. 28:18-20). Sin embargo, lejos de hacer este ejercicio de lógica y con el ánimo, según dice en el video mencionado el “teólogo” Apologista Mario Olcese, de “hacer callar a sus detractores” (y que en lo que a nosotros respecta, ni él podría subir tan alto, ni aquí los “mendas” caer tan bajo) usa el pasaje de Rev. 19:11-14 como prueba definitiva e irrevocable, de lo “acertado” de su planteamiento…… por lo tanto, es con este mismo pasaje con el que desbarataremos su “castillo de naipes”, pues analicemos con detenimiento lo que se nos dice en el susodicho pasaje:

Y vi el cielo abierto y, ¡miren!, un caballo blanco. Y el que iba sentado sobre él se llama Fiel y Verdadero y juzga y se ocupa en guerrear con justicia. 12 Sus ojos son una llama de fuego y sobre su cabeza hay muchas diademas. Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo, 13 y está vestido de una prenda de vestir exterior rociada de sangre y el nombre con que se le llama es La Palabra de Dios. 14 También, los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio.”

Y ahora entrémonos en ese último versículo 14, pues es en donde se nos dan dos claves que nos ayudarán a desmontar el disparate perpetrado por el “teólogo” Apologista Mario Olcese, porque veamos: se nos habla de unos “ejércitos” que estaban en el cielo y que seguían a Jesucristo en su regreso a la tierra, vestidos de “lino fino, blanco y limpio”…… por lo tanto, necesitamos averiguar en primer lugar qué significa ese tipo de vestimenta nada apropiada para el combate y para lo que tenemos que retroceder unos pocos versículos en ese mismo capítulo 19, concretamente a los versos 7 y 8 y en donde haciendo referencia expresa a la “Iglesia” o congregación de fieles seguidores de Jesucristo, se nos dice como sigue:

Regocijémonos y llenémonos de gran gozo y démosle la gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa (la congregación fiel y por fin ya reunida en su totalidad) se ha preparado. 8 Sí, a ella (no a los “ángeles”) se le ha concedido estar vestida de lino fino, brillante y limpio, porque el lino fino representa los actos justos de los santos (no de los ángeles).” (Acotaciones nuestras).

Ello nos retrotrae a lo que se les ofertó a los miembros de las siete congregaciones mencionadas en los capítulos 2 y 3 de Revelación o Apocalipsis y “que vencieran”, eso es, que aguantaran hasta la misma muerte (Rev. 2:10), entre otras cosas con el ser dotados de “prendas de vestir exteriores blancas”, como premio a sus “actos justos” (Rev. 3:4-5). Luego con el pasaje que acabamos de leer en mente, volvamos de nuevo al versículo 14 de este mismo capítulo 19 del que estamos hablando y saquemos conclusiones:

También, los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio.”

Luego “blanco y en botella” y nunca mejor dicho: los que siguen a Jesucristo en su regreso definitivo a la tierra para tomar el poder sobre ella y que es de lo que se trata, no son un ejército de ángeles, sino un ejército compuesto por su “iglesia” o “congregación” de santos ya simbólicamente desposada con él y vestidos de refulgentes prendas de vestir de “lino fino, blanco y limpio”, como recompensa por su “actos justos” de extrema fidelidad…… en definitiva, sus 144.000 hermanos menores (Juan 20:17); es cierto que alguien pudiera objetar que lo que leemos en dicho pasaje es que los que le seguían era los “ejércitos de los cielos” y que ello da a entender que tendríamos que estar hablando de ángeles, pero lo que con dicha afirmación conseguiríamos y según hemos argumentado, no sería más que violentar el contexto general de las Escrituras. Recordemos que en nuestro artículo señalado al inicio de este escrito, ya mencionábamos que la Biblia que tenemos hoy a nuestro alcance, probablemente y en algunos textos nada tenga que ver con la idea original de los manuscritos más antiguos y por lo que solo el contexto general de ésta, nos puede servir de guía acerca del correcto mensaje que se nos quiere transmitir por medio de dichos textos; reiterado lo cual, veamos si tenemos una explicación lógica acerca de esos “ejércitos de los cielos” que se nos mencionan.

De entrada, hagámonos una pregunta: ¿Cómo definiría usted a unos personajes, todos ellos inmortales Hijos de Dios, por tanto seres con esencia divina, si tuviera que escribir algo sobre ellos para personas que vivirían casi 2.000 años después de usted? Porque no podría hablar de “ángeles”, porque esas personas no son ángeles…… pero es que tampoco son hombres y por lo que entendemos como “hombre” en el estricto sentido del término, pero que sin embargo y junto a Cristo, vienen procedentes del cielo; recordemos al respecto, que en uno de nuestros muchos escritos y para dar una aproximación de más o menos cercana a lo que son esos ensalzados personajes, tomamos como punto de referencia al inmenso y vasto mar: si usted se acercara a la orilla y tomara un vaso de agua de dicho mar, lo que usted tendría en el vaso no sería otra cosa que mar, aunque en una ínfima cantidad…… pero mar, al fin y al cabo. Por lo tanto y si personalizamos al mar en la figura del infinito Dios, lo que usted tendría en el vaso no sería otra cosa que una ínfima porción de Dios…… pero Dios al fin y al cabo; luego ¿cómo identificar a seres que no pueden ser llamados ángeles porque no lo son, pero que tampoco pueden ser llamados hombres, porque tampoco lo son, pero que bajan del cielo? La única pista que se nos da sobre el particular, la encontramos en 2 Cor. 5:17 y que tampoco nos aclara nada, acerca de qué nombre darles a esos excelsos personajes:

Por consiguiente, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron, ¡miren!, cosas nuevas han llegado a existir.”

Probablemente lo que usted haría y como seguro hicieron los primeros traductores de los manuscritos antiguos, es tirar por la calle de en medio y hablar “de los ejércitos que estaban en el cielo” y que era los más ajustado a lo que se entendía en aquél tiempo, por todo aquello que provenía del cielo; pero note que el pasaje de Rev. 19:14 no dice “los ángeles que estaban en el cielo” y que sería lo suyo si se estuviera hablando en dicho pasaje de esos seres celestiales, sino “los ejércitos que estaban en el cielo”…… entonces dado que los miembros participantes de la llamada “primera” resurrección, son primero elevados a los cielos (Rev. 11:12), luego es de donde bajan acompañando a Jesucristo, nada nos indica que los acompañantes de Jesucristo y por bajar del cielo, tengan que ser precisamente ángeles. Y en cuanto al plural del término “ejército” empleado en esa frase, bien podríamos estar ante una especie de plural mayestático, eso es, que solo pretenda indicar el inmenso poder desplegado proveniente del cielo; recordemos y eso ya no es más que una simple conjetura personal de los autores de este blog, pero del todo verosímil en el contexto en el que nos movemos, que en su momento señalamos que cada uno de esos personajes y por ser Hijos de Dios, tiene más poder que todos los ángeles juntos…… luego es obvio que el inmenso poder acumulado por Jesucristo y sus 144.00 “hermanos” menores y desplegado en esa lucha por venir y como un todo, bien se podría reflejar de forma mayestática con el término “ejércitos”.

En todo caso, la evidencia del contexto escritural no nos permite suponer el que Cristo baje a combatir a los reyes de la tierra acompañado por los ángeles, pues a los que se les concedió la autoridad para “destrozar a las naciones como vasos de alfarero” no fue a los ángeles, sino a los fieles seguidores de Cristo:

Y al que venza y observe mis hechos hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones 27 y pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasos de barro, como lo que he recibido de mi Padre.” (Rev. 2:26-27).

Y es obvio que eso ocurre y según el Salmo 2, en el momento de producirse el conflicto de la batalla final de “Har-magedón” y con lo que termina la “gran tribulación”, en donde la naciones rebeldes con sus reyes al frente son destruidas y Satanás apresado y sacado de la “circulación” por una “temporadita” (mil años) y evento que da paso al reino de Dios…… no entiendan y como hace ese “genio” de la teología que afirma ser Apologista Mario Olcese, que dicho gobernar y hacer pedazos como con “vara de hierro” a las naciones tiene que ver con el período de tiempo del reinado de mil años de Jesucristo, porque no van por ahí “los tiros”. Por otra parte y según hemos creído demostrar, “los tiros” tampoco van por que los acompañantes del Hijo de Dios en su regreso a la tierra, sean los ángeles, sino que son sus “llamados, escogidos y fieles” (Rev. 17:14)…… todo lo demás, no son más que “historias para no dormir”, salidas de una mente con un bajísimo coeficiente intelectual.

En todo caso, dicho lo dicho y ya a modo de conclusión, solo nos queda hacerle una pregunta a ese “súmmum” de la teología y que es la siguiente: si como queda probado y lejos de duda alguna, Jesucristo viene a la tierra a pelear la batalla de Har-magedón rodeado de sus “llamados, escogidos y fieles”, en definitiva de la “Iglesia”…… ¿en qué momento, el Hijo de Dios regresa a esta acompañado de “todos sus santos ángeles”? ¿O tenemos que pensar de dicho “teólogo”, resulta que ahora comparte la enseñanza de los TJ, en el sentido de un regreso de Cristo en dos fases? Los autores de este blog ya nos hemos pronunciado al respecto y con toda suerte de argumentos probatorios, por lo que ahora resulta que “la pelota” está en el tejado del “teólogo” en cuestión…… a ver cómo, entonces, resuelve la cuestión y sin hacer el ridículo.

MABEL

A FALTA DE TAREA…… ¡PUES YA SE SABE: A PEINAR AL GATO!

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 06/10/2015 by Armando López Golart

images (5)Y es que dicho todo lo que había por decir acerca de las señales que nos anuncian el inminente regreso de Jesucristo a la tierra y con todo lo que ello significa, los autores de este blog nos hemos quedado sin discurso alguno (como es lógico, por otra parte, pues las señales son las que son y ya no hay más que identificar) y por lo que vamos a dedicar el tiempo en analizar algunas “genialidades” que últimamente nos ha dejado ese “crisol” de la teología que afirma ser Apologista Mario Olcese que, día sí, día también, nos prueba que lo más cercano a una Biblia que ha visto en su vida, es la hoja dominical de la iglesia de su barrio…… de lo contrario no se entiende. Porque resulta que el pasado día 19/09/15 publicó un video titulado “Y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar”, en el que después de una “dudosilla” interpretación de Luc.21:25-27 y en donde de nuevo nos muestra no tener ni la más remota idea del significado de lo que está leyendo, se adorna en el minuto 6 de grabación con estas dos “perlas” y como conclusión a su lectura: Jesucristo no regresa a la tierra hasta después de ocurrida la gran tribulación y que esta tiene una duración de siete años…… disparates ambos donde los haya y que solo a un ignorante integral del texto escritural se le ocurre afirmar; porque veamos, lo que al respecto se nos dice en Dan. 9:24-27:

Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para acabar con el pecado, para hacer expiación por el error, para introducir la justicia para tiempos indefinidos, para imprimir un sello sobre visión y profeta y para ungir el Santo de los Santos. 25 Y debes saber y tener la perspicacia de que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.

26 Y después de las sesenta y dos semanas Mesías será cortado, con nada para sí. Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación. Y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.

27 Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva. Y sobre el ala de cosas repugnantes habrá el que cause desolación; y hasta un exterminio, la misma cosa que se ha decidido irá derramándose también sobre el que yace desolado.”

Queda claro entonces, que dentro de ese espacio temporal de “70 semanas” de años (490 años) fraccionado en tres partes (7+62+1=70), se tenía que resolver la cuestión de poner fin a la transgresión, acabar con el pecado, hacer expiación por el error, introducir la justicia para tiempos indefinidos, imprimir un sello sobre visión y profeta (eso es, el cumplimiento total de todas las profecías) y ungir el Santo de los Santos (entronizar al Hijo de Dios, como rey en la tierra)…… algo que por definición solo se puede producir, cuando el reino de Dios tome posesión de su dominio sobre el mundo y evento que se sustancia al término de dicho período temporal de 490 años. Pero noten que en la información que se nos da en ese pasaje de Daniel, la “69 semana” (7+62) se cumple después de la muerte de Jesús y por lo que si todavía no se ha cumplido la exigencia del versículo 24 del pasaje leído, está claro que nos queda aún una “semana de años” por cumplir y que conocemos como la “semana 70” de Daniel. Última “semana” del ciclo que inicia con la aparición de un “caudillo” (o poderoso gobernante) que establecerá un “pacto entre los muchos”, eso es, entre Israel como sujeto de la profecía de las “70 semanas” y las naciones de tendencia islámica que la rodean, que se han caracterizado siempre por llevarse como “el perro y el gato”…… luego como queda claro que ni en esos tiempos pasados ni a lo largo de la historia posterior, ningún dirigente político o “caudillo” estableció pacto alguno entre Israel y los pueblos que la rodean (y que es de lo que trata la profecía), hemos de entender que dicha “semana 70” aún está en el futuro.

En todo caso, prescindiendo de quién sea el personaje que establezca dicho pacto “por una semana” y que no es el tema que nos ocupa, la cuestión está en que la misma comprende los últimos siete años del mundo como lo contemplamos, pues ya hemos dicho que al final de esta se establece el reino de Dios en la tierra y momento en el que se conseguirán lo logros señalados. Por lo tanto, lo que nos importa saber es qué ocurre durante dicha “semana 70”, eso es, si como dice el Sr. Olcese, son siete años de “gran tribulación” y si solo es al final de los mismos cuando regresa Jesucristo…… disparatadas afirmaciones, repetimos, donde las haya y a las que nos tiene acostumbrados dicho personaje en sus planteamientos “teológicos”, porque veamos: dicho período de siete años (“semana 70” y última del ciclo), inicia con la aparición, no solo del gobernante o “caudillo” señalado que establece el pacto mencionado, sino también de un “resto” o remanente de poderosísimos Hijos de Dios (Rev. 11:5-6), a la manera de los apóstoles y con la comisión de liderar la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14, que se llevará a cabo en un espacio de tiempo de 1.260 días o tres años y medio (Rev. 11:3); para facilitar dicha tarea, Jehová Dios da la siguiente orden en el pasaje que vamos a leer a continuación y coincidente con el tiempo en el que dicha predicación se va a llevar a cabo:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (símbolos de destrucción), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Rev. 7:1-3). (Acotación nuestra).

Eso es, hasta “después” de terminada lo obra de recolección y lo que nos muestra, sin lugar a duda alguna, que la primera parte de esos siete últimos años del mundo como lo conocemos, será caracterizada por un tiempo de relativa calma y que permita la expansión a nivel mundial del mensaje a predicar…… y contrario, por lo tanto, a lo que nos dice ese “genio” de la teología llamado Apologista Mario Olcese y que cuenta por disparates sus “enseñanzas”, en este caso en el sentido de que estaríamos hablando de siete años de “gran tribulación” y que como ya hemos visto, eso es imposible, pues la primera parte de estos 7 años y según decreto divino, tienen que ver con una calma relativa a nivel mundial que permita la expansión de la predicación anunciada. Resuelta esta primera cuestión, pasemos a la segunda y que tiene que ver con la afirmación de que Jesucristo regresa a la tierra finalizados dichos siete años…… por lo tanto, vamos a averiguar cuando regresa Cristo a la tierra y con ello cuando inicia la “gran tribulación”; por lo que empezaremos por averiguar primero el “cuando” del regreso de Jesucristo a la tierra:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo, se levantarán primero.” (1 Tes. 4:15-16).

Entonces lo que aquí se nos dice, es que la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) se produce como consecuencia directa e inmediata al regreso de Jesucristo a la tierra…… luego si averiguamos “cuando” se produce dicha “primera” resurrección, sabremos el momento del regreso de Cristo a este valle de lágrimas; ahora bien ¿cómo podemos averiguar el momento en que se produce dicha “primera” resurrección? Pues sencillamente, prestando atención a lo que se nos dice en el contexto bíblico, acerca de qué ocurre cuándo esos “dos testigos”, resto o remanente “ungido”, finalizan su comisión:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará (……). 11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (eso es, fueron resucitados) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “¡Suban acá!”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Rev. 11:7; 11-12). (Acotación nuestra).

Es en ese preciso momento y delatado por ese “¡Suban acá!”, que se produce de manera conjunta, eso es, del “resto” aún por aparecer en nuestros días y los fieles del primer siglo (los Pedro, Pablo, Juan y compañía), lo que conocemos como la “primera” resurrección y que según Rev. 11:7, se produce exactamente a los 1.260+3 días y medio, eso es, ya vencida por tanto la primera mitad de la “semana 70…… y dado que hemos visto que dicha “primera” resurrección es consecuencia directa e inmediata (en una relación causa/efecto) del regreso de Cristo a la tierra, dicho regreso no se puede producir al final de esos siete años de los que se compone la “semana 70”, sino al inicio de la segunda parte de dicha semana y con ello el inicio de la “gran tribulación”. Porque resulta que dicha “gran tribulación” final (Rev. 7:14), es desatada sobre aquellos que han rechazado la oferta ofrecida mediante la predicación llevada a cabo por los “dos testigos” durante los primeros tres años y medio de dicha “semana 70”, al iniciar esta su segunda parte y según se deduce de 2 Tes. 1:6-9:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen (porque no han querido) a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús (más bien al contrario, se han opuesto a ellas). 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor (en la “gran tribulación”) y de la gloria de su fuerza.” (Acotaciones nuestras).
Luego es obvio que la “gran tribulación” está también directamente relacionada con el regreso de Jesucristo a la tierra y por lo que esta no puede iniciar, si Cristo no está presente…… y dado que el Hijo de Dios aparece vencida la primera mitad de la “semanita” en cuestión y con él la “gran tribulación”, resulta que solo nos quedan tres años y medio por delante para que la tal se pueda producir y por lo que es del todo imposible que dure “siete años” y como afirma el “teólogo” Apologista Mario Olcese. Con lo que tenemos lo siguiente, a modo de resumen: dicha “semana 70” se divide en una primera parte (tres años y medio) caracterizada por una bonanza que permitirá la rápida extensión del proceso de testificación y una segunda mitad (los restantes tres años y medio) de “gran tribulación”, en la que serán castigados aquellos que no hayan aceptado someterse al gobierno del reino de Dios.

Por lo tanto y contrario a lo que ese “number one” de la teología, de forma tan categórica afirma (actitud propia del ignorante, según Aristóteles), ni la “gran tribulación” dura siete años, ni Jesucristo aparece al final de la misma…… pero claro, cuando uno confunde la Biblia con la hoja dominical de la parroquia más cercana, cuando no con las “Aventuras del Capitán Trueno”, suelen producirse estos desaguisados y que no hacen otra cosa, más que mostrar el nulo nivel de entendimiento escritural del que los perpetra y por muy “teólogo” que afirme ser. Pero no crean que la cosa acaba ahí, porque en el próximo artículo les hablaremos de otras “genialidades” de las que también es autor el ínclito personaje que responde al rimbombante nombre de Apologista Cristiano, Ignº. Mario Olcese Sanguineti (Teólogo por el Instituto de Teología Baxter de Honduras); por lo que nos permitimos el atrevimiento de recomendarles que permanezcan “atentos a la pantalla”…… pues de todo se aprende un poco.

MABEL

DOS «EJEMPLOS» DE RAZONAMIENTO LÓGICO Y SENTIDO COMÚN.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , on 16/11/2014 by Armando López Golart

mqdefaultcag1rzljHace unos días, en este blog publicamos un artículo bajo el título “Lo uno y lo contrario…… ¡¡en menos de un minuto!!” en el que nos hacíamos eco de un correo que nos remitió Apologista Mario Olcese y en donde nos “amenazaba” con que si nosotros continuábamos metiéndonos con él, criticando esa bazofia mentirosa a la que pomposamente llama “estudios”, él haría lo mismo con nosotros…… a lo que los autores de este blog, respondíamos en el sentido de que eso es precisamente lo que nosotros queremos que haga, pues cada vez que se mete con aquí los “mendas”, más quedan expuestas sus carencias en cuanto a conocimiento escritural y más el ridículo hace y algo que quedará fehacientemente confirmado, cuando les expongamos los “ejemplos” citados. Decíamos también, al final de nuestro escrito, que estuvieran atentos a su “demoledor ataque” como respuesta al mismo y que se produjo en el mismo día que publicamos nosotros el artículo de referencia, en dos videos que analizaremos seguidamente y a cual más disparatado, por lo que le rogamos al Sr. Olcese que sepa disculparnos el exceso ¡¡pero es que ya hay que ser acémila, para publicar lo que ha publicado!!

En el primero de ellos y bajo el título “Las dos clases de perfección: la del espíritu (carácter) y la del cuerpo en dos momentos distintos” (10/11/14), dicho personaje pasa a explicarnos y como se puede intuir del titular señalado, que existen dos clases de perfección y algo de lo que nunca, hasta donde nosotros recordamos, nos había dicho ni una sola palabra…… por lo que habría que suponer, que el espíritu santo le ha “soplado” al oído una nueva “revelación”; porque recordarán ustedes que según tan disparatado personaje nos cuenta y en el colmo de la estupidez, lo que expone en sus artículos son “descubrimientos bíblicos según se los revela el espíritu santo” (28/08/07, párrafo ocho) y afirmación que repite en su escrito del 29/03/08, en su antepenúltimo párrafo. Pero retomando el tema, resulta que un primer “perfeccionamiento” y según nos plantea dicho “entendido”, tiene que ver con el “carácter” o comportamiento que cada uno tiene con respecto de Dios y por lo que podríamos considerarlo como la perfección “espiritual” y que, según ese desconcertante “caballero”, ocurre durante la vida de uno.

De tal suerte, que cuando el Altísimo declaró, por ejemplo a Job, como un personaje “perfecto”, estaba señalando al hecho de que dicho personaje ya era “per-fec-to” en su condición espiritual…… mientras que la perfección del cuerpo físico, eso es, los pequeños “defectillos” que uno pudiera tener como, ser manco, cojo, ciego, paralítico, etc. etc. etc., se producirá en el momento del regreso de Cristo a la tierra y en la llamada “primera” resurrección. Lo que sorprende grandemente, es que nada de esto nos dijo el Sr. Olcese en el video que publicó el 26/10/14 y en el que en una delirante y esperpéntica dramatización, señal inequívoca de que ese “caballero” tal parece no estar en sus cabales, señalaba que Jehová ya había declarado a Job “per-fec-to” en vida de este y, repetimos, sin decirnos absolutamente nada acerca del tipo de perfección al que se estaba refiriendo en ese video (probablemente fue una “revelación” de última hora)…… luego la pregunta es ¿por qué no nos matizó dicha cuestión en ese momento y nos lo hace ahora?

Pues, sencillamente, porque no puede objetar nada a lo que le planteábamos en nuestro artículo mencionado al inicio del primer párrafo de este escrito y en donde le señalábamos las contradicciones en las que sobre este tema quedó entrampado; por lo que como el clásico “trilero” que es, se saca ahora ese disparate de la manga para salirse como sea del “embolao” en el que se ha metido…… pero no adelantemos acontecimientos y vean ustedes lo que ya nos plantea en la “entradilla” que sirve de orientación, sobre el tema del que se va a tratar en el video que estamos analizando:

Hay dos perfecciones que todo cristiano debe buscar, la del carácter, que es uno espiritual, y la del cuerpo, que se logrará cuando Cristo venga a transformarnos para darnos el regalo del cuerpo perfecto, que ya no esté sujeto a las taras, enfermedades, y a la muerte.

La Biblia dice que Job era un hombre perfecto, tal como lo fueron Noé, Abraham, Asa y todos los hombres y mujeres ejemplares que nos hablan las Escrituras. Esta perfección está referida sólo al carácter. Ellos demostraron su fe con obras de justicia y de rectitud que los convirtieron en perfectos a la vista de Dios. Sin embargo, resta aún la perfección del cuerpo (Romanos 8:23), la cual se producirá sólo en la parusía de Cristo. Mientras tanto, mientras vamos haciéndonos perfectos en lo espiritual, en el carácter, en nuestras acciones justas; todavía debemos esperar que Cristo venga para resucitarnos a la semejanza de su resurrección para nunca más morir. Este es el perfeccionamiento corporal que yo llamo escatológico.” (Negritas nuestras).

Claro…… y las vacas volando de flor en flor ¿no Sr. Olcese? Porque miren, queridos amigos que nos leen, que llevamos años estudiando las Escrituras y jamás nos hemos topado con tan estrambótica enseñanza…… pero como en dicho video el autor en cuestión, nos acusa a los autores de este blog de buscarle siempre “cinco pies al gato”, eso es lo que vamos hacer a continuación y en un intento de hacer honor a dicha fama, sacando razones que demuestran que la afirmación de ese “portento” de la interpretación bíblica que responde al nombre de Apologista Mario Olcese, es un disparate monumental; porque de entrada, ya tenemos que el pasaje de Hech. 3:20-21 nos dice lo siguiente:

“…… y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.”

Y dado que cuando Jehová dice “todas las cosas”, son sencillamente todas las cosas, por narices se tiene que incluir en la mencionada “restauración” la espiritualidad del “personal” de la que depende el “carácter” o modo de actuar de cada uno y que afecta a nuestra relación con Dios. De hecho, en el mismo inicio de la “entradilla” transcrita, hemos visto que dicho personaje relaciona el “carácter” con la espiritualidad y lo que nos lleva a razonar lo siguiente: si como nos señala el Sr. Olcese en su entradilla, Job ya era un hombre “per-fec-to”, así como los Abraham, Noé y compañía en cuanto a su faceta espiritual y algo que supuestamente reconoció el propio Jehová con sus palabras registradas en Job 1:8 y 2:3; por lo tanto, solo quedaba pendiente para ellos la “perfección” física a ocurrir en el momento del regreso de Cristo para alcanzar la total perfección y por lo que, razonablemente, tenemos que pensar que estaríamos ante personas que eran espiritualmente “perfectas” a la manera de Jesús y por tanto, ajenas totalmente a la influencia del pecado que nos somete a todos los seres humanos…… pues de lo contrario, Dios no los podía haber declarado “perfectos” en ese terreno. En el caso concreto de Job, repetimos, vemos que lo que se nos dice y sacado de la versión escritural que usa ese “genio” de la interpretación bíblica, eso es, la RV 1960, es lo siguiente:

Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8: 2:3).

Sin embargo, con lo que nos encontramos es que dicho “genio” de nuevo nos la ha querido “dar con queso”, ya que de forma artera nos ha intentado engañar de nuevo, pues esa expresión “perfecto” solo se usa en las versiones JBS y en las RV Antigua, 1960 y 1977, mientras en el resto de traducciones bíblicas dicha expresión es sustituida por los términos “intachable”, “cabal”, “integro” o sinónimos de estas…… en todo caso, nada que tenga que ver con una perfección espiritual de tal calibre, que Jesucristo en su regreso a la tierra solo se tenga que preocupar de la perfección física. Por lo tanto, con lo que nos hemos encontrado es con otra incomprensible y delirante interpretación fuera de toda lógica y sentido común (virtudes de las que carece absolutamente ese extraño personaje, como queda patente en la imagen que acompaña a este escrito), alejada totalmente del contexto escritural y tendente a retorcer este, en un desesperado intento de tener razón a toda costa ante la imposibilidad de refutar nuestros argumentos; porque la realidad es que en las Escrituras lo que se lee son cosas como las que expondremos a continuación, que refutan categóricamente la existencia de personas a las que su “perfección” espiritual las eximiera de cometer pecado y por lo que no pueden ser “perfectas” en ese sentido:

En caso de que pequen contra ti (porque no hay hombre que no peque)…… (1 Rey. 8:46; 2 Crón. 6:36)).

¿Quién puede decir: “He limpiado mi corazón; he quedado puro de mi pecado”?” (Prov. 20:9).

Pues no hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque.” (Ecle. 7:20).

Lo leído nos lleva a afirmar y dado que el que peca no es el cuerpo físico, sino las acciones derivadas del “carácter” o condición espiritual de cada uno, que no existe ni ha existido nunca persona alguna (en este mundo de imperfección) “perfecta” en su condición espiritual, excepto Jesús que era perfecto tanto física como espiritualmente desde que nació, hasta que murió asesinado; pero veamos ahora la afirmación de Pablo con respecto de esta circunstancia constatada en los pasajes leídos y que es del todo esclarecedora:

Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios 24 y es como dádiva gratuita que por su bondad inmerecida, se les está declarando justos (según el Sr. Olcese, en sentido espiritual) mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús.” (Rom. 3:23-24). (Acotación nuestra).

Palabras que nos dejan meridianamente claro, que en todo caso antes del sacrificio expiatorio del Hijo de Dios, nadie podía ser declarado “perfecto” ni física ni espiritualmente, a menos que Jehová transgrediera su propio propósito al mandar a Su Hijo a la tierra, eso es, que por medio del sacrificio de este se hiciera accesible a la humanidad “la dádiva gratuita de Su bondad inmerecida” y que tiene que ver con el obtener la perfección, tanto física como espiritual y que, según hemos leído en Hech. 3:20-21, nadie puede alcanzar hasta que Cristo regrese a la tierra; por lo que de nuevo el Sr. Olcese se ha “columpiado” en su intento desesperado por salirse del “follón” en el que se ha metido, pues desde este blog le estamos cerrando todas las salidas y lo que le lleva cada vez más a aumentar el tamaño de sus disparates. Porque la experiencia demuestra que cuando uno miente, en este caso en planteamientos teológicos y como es el caso de tan contradictorio personaje, para encubrir sus mentiras publicadas precisa de otras cada vez más “gordas” hasta que se llega al esperpento que hoy nos ha intentado colar…… y es que como decían nuestros abuelos “se coge antes a un mentiroso, que a un cojo”.

Ahora bien, por si con esto que les hemos contado no hubiera bastante, veamos lo que nos explica ese “portento” intelectual y por lo visto, para rematar el asunto, en el segundo de los videos mencionados y publicado en el mismo día (10/11/14) con unas pocas horas de diferencia, cuyo mismo titular ya demuestra que algo está fallando en la mente de tan indocto personaje (vulgo, que le faltan un par de “tornillos”); porque eso de que “Los fieles de la primera resurrección no son los únicos que reinarán con Cristo” no se lo cree ni harto de vino y tema del que les transcribimos también (sin retoque alguno), la “entradilla” a modo de presentación del argumento sobre el que se habla en el video en cuestión:

Algunos detractores me dicen que los fieles que salen de la gran tribulación no reinarán con Cristo porque ellos no han muerto, ya que son sobrevivientes de ese periodo terrible. Dicen que Apo.20:6 «prueba» que sólo los que resucitan reinarán con Cristo, no los vivos. Sin embargo, Apo. 20:6 no dice por ningún lado que los que partiicpan en la primera resurrección son los únicos que reinarán con Cristo. Simplemente dice que los fieles muertos resucitarán para reinar con él. ¿Pero qué ocuure con los fieles vivos para cuando venga Cristo? El Apóstol Pablo explica que los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego los que queden vivos en su parusía serán igualmente transformados, y ambos, muertos resucitados y los que quedaron vivos, serán arrebatados por Cristo para darle el encuentro en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tim. 4:14-17). Así que los fieles muertos resucitados, y los fieles de la gran tribulación que quedarán vivos cuando Cristo venga, juntos serán glorificados para estar con Cristo para siempre.” (Negritas nuestras).

De entrada, tenemos que tener en cuenta que esos fieles de los que nos menciona el Sr. Olcese y que “salen de la gran tribulación”, son personas que sobreviven a la misma y afirmación que dicho personaje ha publicado en no pocas ocasiones, lo que significa que no han muerto y por lo que entran con vida en el reino de Dios. Partiendo de esta premisa, veamos su declaración en el sentido que Rev. 20:6 “no dice por ningún lado” que solo aquellos que participan en dicha “primera” resurrección son los que reinaran con Cristo y afirmación que no solo es una aberración de su disparatada y errática mente, sino una prueba más que concluyente de que dicho personaje, el “no va más” del sentido común, no tiene ni puñetera idea de leer con un mínimo de corrección (luego nos encontramos ante un analfabeto integral), porque veamos qué se nos dice en dicho pasaje:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (eso es, de los que participan de la misma, luego no sobre aquellos que no lo hacen) la muerte segunda no tiene autoridad (eso significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones nuestras).

Luego está claro para una persona con un mediano coeficiente intelectual (el del Sr. Olcese está, obviamente, bajo mínimos), que los que serán sacerdotes y reinarán con Jesucristo en condición de inmortalidad, son “estos” que “tienen parte” en dicha “primera” resurrección y no aquellos que no participen de la misma. Porque y para enfatizar el asunto, la expresión “sobre estos”, hace referencia única y específicamente a aquellos que tienen parte en dicha resurrección y por lo tanto, no sobre aquellos que no tienen participación en ella; luego contrario a lo afirmado por ese “intelecto” andante, el pasaje de Rev. 20:6 si nos dice y con una claridad meridiana, que solo aquellos que participen en dicha “primera” resurrección, son los que adquieren la inmortalidad y pasan a ser reyes y sacerdotes junto a Cristo en el milenio.

Porque por otra parte, tenemos que esos personajes de la talla de Pablo (eso es “ungidos”) y a los que se refiere el Sr. Olcese como los que quedaron con vida en la venida de Cristo a la tierra y a los que se hace referencia en 1 Tes. 4:17, nada tienen que ver con los sobrevivientes de la “gran tribulación”; porque de quién nos habla Pablo, es de aquellos que se nos menciona en Rev. 11:3-12. Y que si nos fijamos, vemos que esas personas también murieron y sí fueron resucitadas por tanto, en esa “primera” resurrección que ocurre en el preciso momento en que ellas son levantadas, eso es, que sus cuerpos mortales aún incorruptos, son “cambiados” (1 Cor, 15:52) a inmortales aquí en la tierra al igual que fue en el caso de Jesucristo…… ya con vida y de pie sobre esta tierra, son elevados a los cielos al encuentro de Jesucristo; de ahí que se nos diga que fueron “arrebatados” de la tierra, circunstancia que no se podía dar con los “ungidos” del primer siglo y que resucitan al mismo tiempo que ellos (repetimos que estamos hablando de la “primera” resurrección), puesto que sus antiguos cuerpos físicos ya no existen por lo que se les tiene que dotar de nuevos cuerpos inmortales y que nada en las Escrituras (hasta donde nosotros sabemos) parece indicar que dicha operación será visible al “personal”.

Y todo eso, ocurre antes de que inicie la “gran tribulación” en la tierra y aparezcan los sobrevivientes de la misma al término de esta, en el bien entendido de que estamos hablando de un período de tiempo de tres años y medio…… por lo que es falsa la relación establecida por el Sr. Olcese, entre estas personas y aquellas de las que se nos habla en 1 Tes. 4:14-17 (noten que dicho “caballero” ha tenido un pequeño lapsus sin importancia, pues en dicha “entradilla” ha señalado a 1 Tim. 4:14-17). Por lo que queda clara la brutal ignorancia acerca del contenido escritural de ese personaje de opereta que es Apologista Mario Olcese y de ahí, que la afirmación de ese “súmmum” de la lógica y el sentido común en el titular de dicho video (y que desarrolla durante el mismo), en el sentido de que los que participan de dicha “primera” resurrección no son los únicos que reinarán con Cristo y apoyándose para ello en un pasaje que dice exactamente todo lo contrario, es de una paranoia digna de hacérsela mirar; porque lo que se nos dice precisamente en dicho pasaje, es que nadie que no haya tomado parte en dicha “primera” resurrección y para lo que previamente se tiene que haber muerto, circunstancia que no se da en aquellos que “salen de la gran tribulación” cuando esta concluye, puede acceder a reinar con Cristo en el reino de Dios…… o la Biblia y en ese pasaje de Rev. 20:6, nos está mintiendo ¡como ustedes prefieran!

Por cierto, ese disparatado personaje, ignorante donde los haya, nos acaba de mandar un nuevo correo en donde nos dice como sigue:

apologista commented on LA RESURRECCIÓN «MEJOR»…… Y EL PASAJE DE HEBRE. 11:40

20 nuevas preguntas «knock out» para armandito lópez que aún no sabe cómo responder con un mínimo de sentido común.”

O sea y resumiendo la cuestión: que este personaje se ha leído dicho tema y como no puede rebatir nuestro razonamiento, bien sea porque en su congénita ignorancia ni lo ha entendido, o bien porque su soberbia, orgullo y altanería le impiden reconocer que nosotros tenemos razón y que conociendo como conocemos el “percal”, es la opción por la que nos decantamos, nos sale con esa nueva “gansada” y sin mencionar nada del contenido de nuestro artículo. Pero es que además, tengamos en cuenta que con referencia a este video de las “preguntitas” de marras, ya le demostramos en su momento (ver nuestro escrito del 10/11/14) que la segunda de estas apuntaba directamente en sentido contrario a la que formulaba en sexto lugar y viceversa, por lo que entraba en flagrante contradicción consigo mismo…… y de eso, como es normal en tan histriónico personaje, “todo lógica y sentido común” él, no nos dice absolutamente nada. Para más inri y como medio hemos apuntado al inicio de este párrafo, resulta que nada nos dice tampoco de lo que acabamos de hacer con este artículo al que dirige su correo, publicado el 13/11/14 y pocas horas antes de que nos llegara el correo señalado, que no ha sido otra cosa que el desmontarle su disparatada interpretación acerca de lo que es la “resurrección mejor” de Hebr. 11:35 y el verdadero sentido del pasaje de Hebr. 11:39-40…… pero en fin ¡qué se puede esperar de tan “ilustrado” personaje!

MABEL

PREGUNTA PÚBLICA PARA APOLOGISTA MARIO OLCESE.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 21/10/2014 by Armando López Golart

Mario2-casaPorque resulta que usted, Sr. Olcese, respondió a mi escrito del 16/10/14 y en el que le rebatía una de sus estrafalarias “enseñanzas”, pues le señalaba y contrario a lo que usted nos propone con harta insistencia, que los notables del AT (los Abraham, David, Daniel, Noé, Moisés, Isaac, Job, etc. etc. etc.) no pueden, en manera alguna, reinar al lado de Jesucristo en el reino de Dios; y lo ha hecho con un video publicado al día siguiente, eso es, el 17/10/14 y bajo el título “Los ungidos de los dos testamentos: un destino común” y en el que incluía la siguiente entradilla:

Los ungidos del Antiguo Testamento y los del Nuevo tienen un destino común…la inmortalidad, gloria y honra en el reino.”

Y que para más inri, se reafirma en dicha idea, en otro video publicado el 18/10/14 y titulado “El rey David resucitará como rey, no como vasallo de su reino”, pero continuando sin hacer referencia alguna a los requisitos imprescindibles para acceder al reino en calidad de inmortal rey y sacerdote y que servidor le señala en el citado escrito del día 16…… de eso, sorprendentemente, no ha dicho ni una sola palabra y con lo que queda palmariamente demostrada, una vez más, su tremenda incapacidad para refutar mi planteamiento.

Pero permítame y antes de continuar con esta exposición, que aclare y para no liar al “personal” (cosa en la que usted es un maestro), que por “ungidos del AT” usted hace referencia a los personajes que acabo de citar al inicio de este escrito y a los que de ahora en adelante, me referiré como los “notables del AT” y expresión con la que también usted los ha identificado en numerosas ocasiones, por lo que creo que en este extremo no hay discrepancia alguna entre nosotros; luego de sus palabras queda claro y continuando con el tema que nos ocupa, que dichos ancestros de Jesús participan de la llamada “primera” resurrección, pues esta es la que concede los atributos por usted señalados en la mencionada entradilla, según lo leemos en Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (eso significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación mía).

Y gloriosa condición que reciben, según usted nos firma, todos aquellos personajes destacados o notables del AT que vivieron antes de Jesús y lo que me lleva a formularle la siguiente pregunta: si este es el caso, eso es, que esos y como usted los llama, “ungidos de los dos testamentos” y en los que me centraré solo en los del AT (pues este es el tema de debate), ya resucitan como gloriosos e inmortales reyes y sacerdotes ¿quiénes son, entonces, esos “otros” antepasados de Jesucristo que pasan a convertirse en “hijos” suyos, que no en “hermanos” (detalle importantísimo para resolver esta cuestión) y a los que este premia, dándoles el nombramiento de “príncipes” sobre la tierra y que nos aparecen en el Sal. 45:16?:

En lugar de tus padres (o “antepasados” según versiones) serán tus hijos, a quienes harás (o “nombrarás”, según traducciones) príncipes en toda la tierra.” (RV 1960). (Acotaciones mías)

Leído ya dicho pasaje, permítame que le de otro sesgo a la pregunta que le he formulado: porque si según dicho salmo, esos antepasados pasan a ser, en lugar de padres, “hijos” de Jesucristo, es obvio que no pueden ser a la vez Hijos de Dios y por lo que no pueden heredar el reino con Cristo en calidad de inmortales reyes y sacerdotes; luego si según usted, todos los notables del AT, en definitiva antepasados de Jesús, se levantan en la “primera” resurrección, al igual que los apóstoles y seguidores de estos y que es la que, como hemos leído, concede la condición de inmortalidad y el poder gobernar con él en calidad de gloriosos reyes y sacerdotes ¿quiénes son y de dónde salen, esos “otros” ancestros, padres o antepasados (como usted prefiera) de Jesús, que pasan a convertirse en sus “hijos” que no en sus “hermanos” y de los que nos habla el salmo citado…… y a los que además, se les premia dándoles el título de “príncipes”? Y esto viene a colación, por el hecho de que usted enseña (una vez más, de forma errónea) que solo existen dos resurrecciones: una la mencionada en Rev.20:6 y en la que participan todos los “justos” o como usted dice “los ungidos de los dos testamentos” y una segunda a ocurrir al término de los mil años para los “injustos”, en dónde a estos se les enfrenta con sus antiguas fechorías y por ellas, son castigados a destrucción eterna…… y si bien estoy de acuerdo con usted en el número de las resurrecciones en perspectiva, no así en su distribución.

Porque si aceptamos su planteamiento acerca de cuándo se produce la segunda de ellas y la finalidad de la misma, nos encontramos con que después de que todos los “justos” son levantados en la “primera” resurrección, razonablemente solo pueden quedar “injustos” que resucitar y ello para su destrucción total…… sin embargo, resulta que el Sal. 45:16 nos muestra a otras personas que no participan de la “primera” resurrección, pero que lejos de estar guardadas para destrucción eterna al término de los mil años, se les premia con el título de príncipes y, obviamente, para que ejerzan dicho cargo durante el reinado milenario, pues de lo contrario dicho nombramiento no tendría sentido alguno. Luego repito, Sr. Olcese ¿de dónde salen esos personajes y que el citado salmo identifica también como antepasados de Jesús, a los que se les premia con el título de “príncipes” y lo que solo puede significar que no poseen la gloria dada a los participantes en la “primera” resurrección?…… eso es, que no son inmortales y gloriosos reyes y sacerdotes del Dios Altísimo y por lo que no pueden haber salido de esta. En caso contrario, Sr. Olcese, explíquenos usted ¿qué sentido tendría el nombrar príncipes a dichos participantes en la “primera” resurrección, si sus títulos ya son infinitamente más elevados que el de “príncipe”?…… y es que de ser así las cosas, las Escrituras entrarían en una flagrante incongruencia.

En todo caso, Sr. Olcese y aunque usted no responda a dicha pregunta (y me consta que no lo hará), lo que ha quedado claro y como ya apuntaba un servidor en el mencionado artículo del 16/10/14, es que usted no ha podido refutar mis argumentos expuestos en el mismo y en el sentido de que hay que cumplir con determinados requisitos que imponen las Escrituras, para reinar con Cristo en el milenio. Y limitándose tan solo y como tiene por costumbre (su capacidad intelectual no da para más, yo ya lo entiendo), a repetir su “cantinela” de que dichos personajes sí reinarán con Cristo y pasando por alto totalmente lo dicho en el contexto escritural; en el sentido, repito y para que entienda usted la idea, de que hay ciertos e ineludibles requisitos a cumplir, si se quiere alcanzar tan alto galardón y que no reúnen en modo alguno esos supuestos “ungidos del AT” y tema, Sr. Olcese, del que usted no me menciona absolutamente nada en su video…… ¿por qué será?

Tampoco y en otro orden de cosas, ha podido responder usted en forma alguna a mi aseveración del 27/09/14, en el sentido de que no existen en la actualidad personas con la condición de “ungidas” y equivalente a ser uno un Hijo de Dios (de haber podido, ya lo habría hecho) y lo que muestra que no tienen ni la más remota idea de lo que está hablando, cuando menciona acerca de supuestos “ungimientos” en nuestros días…… el suyo, por ejemplo; por lo que dicha ignorancia en este tema, solo significa que usted está mintiendo descaradamente al “personal”, cuando con tanta “convicción” dice cosas como la siguiente y publicada en su artículo “No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas” del 7 de Septiembre de 2007 y que translitero tal cual:

Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.” (Negritas mías).

Pero estará de acuerdo conmigo, Sr. Olcese, que el que usted “se considere” estar en posesión de dicha condición de “ungido” o Hijo de Dios, no demuestra que eso sea realmente así (más bien todo lo contrario, si nos atenemos a lo dicho en 2 Cor. 10:18), pues lo mismo afirman ser los miembros del Cuerpo Gobernante de los TJ y ahí los tiene usted, haciendo “el burro” hoy sí y mañana también como, lamentablemente sucede en su caso particular, pues no hay diferencia entre los unos y los otros: tan falsos “ungidos” son ellos, como lo resulta ser usted; porque esos señores también afirman lo mismo que usted en el sentido de estar “guiados por el espíritu santo” y algo que le recuerdo también dijo de sí mismo en un artículo del 21/10/10, bajo el título de “Yo soy un ungido…. ¿y usted?” y que por cierto, no era más que una simple reposición del que publicó unos dos años antes, eso es, el 29 de Marzo de 2008 bajo el título “Todos los bautizados somos Cristos” y por lo que su estrambótica deriva, parece que viene de lejos:

Ahora bien, “Ungidos con el Espíritu Santo” resalta otras bendiciones colaterales que Dios nos añade cuando nos entrega el Espíritu Santo, PERO LO MÁS IMPORTANTE ES QUE NOS GUÍA A LA VERDAD (Ver Juan 16:13). NADIE PUEDE SER GUIADO A LA VERDAD SIN EL ESPÍRITU OBRANDO EN ÉL.” (Negritas mías).

De hecho, bastante tiempo antes de eso (como puede ver, Sr. Olcese, estoy muy bien documentado), concretamente el 28/08/07 y en el tema titulado “Consejos oportunos para miles de testigos de Jehová desanimados”, usted hablaba de la liberación que había supuesto en su caso el salirse de dicha secta (como, por otra parte, para cualquiera de los que hemos tenido la inmensa fortuna de haberlo conseguido) y hacía la siguiente y presuntuosa afirmación:

Al contrario, soy un hombre muy feliz y dichoso, ya que por fin tengo la libertad que no gozan ellos para escribir y tener mi sitio web donde puedo exponer mis creencias personales y mis “descubrimientos” bíblicos según me lo revela el Espíritu de Dios. Sólo el Espíritu de Dios nos guía a la verdad.” (Negritas mías).

Y dado que hasta dónde yo sé, Sr. Olcese, usted no se ha retractado de ninguna de dichas afirmaciones, debo de entender que aún continúa considerándose “guiado” por dicho espíritu santo de verdad…… y si ello es así, me sorprende profundamente que este no le haya “revelado” o “susurrado al oído”, el cómo poder rebatir los argumentos que yo le expongo para defender mis propuestas y totalmente contrarias a las suyas. Propuestas tales, como porque los sobrevivientes de la “gran tribulación” no pueden reinar en el milenio, o porque tampoco lo pueden hacer los notables del AT, o porqué usted no puede ser un “ungido” y temas, entre otros y que he defendido por años, sin que por su parte haya habido un desmontar uno por uno dichos argumentos y desbaratar con ello, las razones que me muevan a plantear tales cuestiones…… luego ¿dónde está la “influencia reveladora” de dicho espíritu santo y que supuestamente le pone a usted al día, en cuestiones espirituales? Pero hete aquí y continuando con lo de su personal “ungimiento”, lo que usted explicaba en el último párrafo del artículo “¿Quiénes son los 144.000 de Apocalipsis 7:4 y 14:1?” y que publicaba el 25 de Abril del 2007, para razonar sobre la inconsistencia de los miembros de la clase “ungida” de los TJ, al tratar de defender su supuesto “ungimiento”:

¿Cómo sabe un «T.J» que es un miembro de los 144,000 y no de la «GRAN MULTITUD» y viceversa? Bueno, aquí aparece el subjetivismo puro. Yo, como ex-«T.J», me hacía la misma pregunta. Una vez le pregunté a uno de la clase de la Iglesia o de los 144,000, lo siguiente: ¿cómo sabe usted que es de la clase ungida?, y me contestó: “Yo siento un llamado celestial» o «Mi corazón me dice que mi paradero final y eterno está en el cielo y no en la tierra». ¡Punto final! Caramba dije: ¡qué fácil es saber si uno es miembro de la iglesia! Como si nuestro destino final dependiera de lo que a uno le guste o le parezca. Los más de los «T.J» dicen no sentir el deseo de vivir en el cielo sino en la tierra. A éstos les corresponde vivir en la tierra, pues así lo han decidido ellos en su corazón. ¡Qué tontería! ¿Acaso se han olvidado los «T.J» que engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; y quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). ¿Acaso no recordamos que el Diablo suele usar «el corazón» de los hombres para engañarlos? (Ver Juan 13:2). Por tanto, debemos basarnos en lo que realmente dice la Biblia sobre algún asunto, y no en nuestras propias elucubraciones.” (Negritas mías).

Bien, Sr. Olcese ¿y por qué no se aplica usted a sí mismo, tan lógico razonamiento? Porque resulta, en última instancia, que los TJ dicen de usted, exactamente lo mismo que usted dice de ellos, eso es, que ambas partes se acusan recíprocamente de ser unos “ungidos” más falsos que un “duro sevillano”…… entonces ¿qué hacemos con su afirmación de ser un “ungido”, dado que usted tiene la misma “credibilidad” que tienen esos señores, pues no puede presentar argumentos más consistentes que los que ellos presentan para acreditar dicha “unción” y que se resumen, en una mera afirmación personal? ¿O se cree usted, por ventura, estar por encima del bien y del mal, por lo que no le aplicarían las palabras de Jer. 17:9 o en su defecto, las de Juan 13:2, mientras sí les aplican a los “ungidos” de los TJ? Sin embargo, lo que dice la Biblia sobre dicha cuestión y ya que usted se remite a la misma, lo tiene claramente reflejado en el relato de Hech. 8:1-20 y en donde se nos muestra, sin el menor atisbo de duda alguna, que con la muerte de los apóstoles se acabaron los “ungidos” de sobre la tierra, pues eran los únicos que podían bautizar en espíritu santo y transmitir con ello a otros, dicha condición y algo que ocurrió hace la friolera de 1.900 años…… y eso está escrito en la Biblia, Sr. Olcese, aunque usted pretenda ignorarlo.

Lo que me lleva a centrarme en la última frase de su escrito y dirigida a resaltar que “debemos basarnos en lo que realmente dice la Biblia sobre algún asunto y no, en nuestras propias elucubraciones” y frase que me sugiere algunas preguntas al respecto: ¿Dice acaso la Biblia en alguna parte, que los sobrevivientes de la “gran tribulación” reinarán con Cristo? ¿O acaso esta dice que los notables del AT sí lo harán? ¿O por ventura nos habla esta, de una resurrección al final del milenio, con resultado de destrucción eterna para aquellos a los que les toque el premio “gordo”? Obviamente no, sin embargo usted y pasando por alto el contexto escritural al que siempre le he remitido, sigue manteniendo de forma empecinada dichos planteamientos y pasando olímpicamente de dicho contexto; y lo que trae a mi memoria, cierto asunto del que decía estar también “muy seguro” en su momento de que ello era tal como usted lo planteaba y que, además, apoyaba con gran despliegue de textos bíblicos, del que me consta no es usted muy partidario de rememorar su desenlace final, pero que ahí está, al igual que lo están esas porciones de artículos suyos que he transcrito…… y es que la hemeroteca tiene estas cosas, Sr. Olcese.

Porque permítame recordarle que según usted y algo que estuvo enseñando por años, los mismos en los que yo se lo estuve rebatiendo con empeño, los que reinarían con Cristo durante el milenio serían “millones, miles de millones” y al final, dándome a mí la razón, tuvo que reconocer que usted estaba equivocado en dicho planteamiento, pues no solo no sabía si esto era así, sino que además reconoció que la Biblia no decía absolutamente nada sobre el particular…… y algo que está perfectamente documentado en los artículos que nos cruzamos durante ese largo espacio de tiempo; luego ¿en que se apoyaba usted para sostener semejante disparate: en lo que decía la Biblia, o en la primera “chorrada” que se le ocurrió un día al levantarse de la cama? Pues exactamente esto último y que es lo que continúa haciendo usted actualmente, pues continúa sin tener ni puñetera idea de lo que realmente nos dicen las Escrituras; de ahí, que en lugar de apoyarse en ellas para desmontar argumentos adversos a sus postulados, se limite solo a repetir ideas como vulgar cotorra (no llega a más su capacidad intelectual), como si por medio de repetir un disparate hasta la saciedad, este pudiera llegar a ser aceptado por el “populacho”…… y cayendo además, en el clásico error de atacar al mensajero, en lugar de centrar su atención en el mensaje que le llega. Porque si lo que en este blog se publica, es solo aquello que está reflejado en las Escrituras y tal parece ser así, de ahí que usted y muchos otros no puedan demostrar lo contrario (criticarlo por criticar, ya es otra cosa), resulta que no soy yo el que le está sacando los colores continuamente, sino el Autor del mensaje y al que usted resiste con un estoicismo digno de mejor causa…… pero en fin, Sr. Olcese, con su pan se lo coma ¡y que le aproveche!

Yo me limito a dejarle ahí esa pregunta formulada al principio de este escrito y usted sabrá si es capaz de responderla con un mínimo de solvencia; un servidor ya sabe que no es capaz de ello, pero como diría mi amigo el “castizo”…… “más verdes las han segado”.

Armando López Golart

LA «TERRIBLE» DIFICULTAD DE EXPLICAR EL SIGNIFICADO DE DAN. 12:13.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , on 09/10/2014 by Armando López Golart

untitledDicen que la ignorancia es muy atrevida y mucho más cuando es acompañada por la impotencia, pues juntas forman lo que se podría considerar un coctel explosivo y que generalmente suelen reflejar el bajo nivel acerca del tema del que se trate, del personaje que las atesora…… y como se pueden imaginar ustedes, me estoy refiriendo a esa “figura” de la teología contemporánea, que responde al pomposo nombre Apologista Cristiano Ingº. Mario Olcese Sanguineti, porque veamos: acaba de publicar un video, concretamente el 04/10/14 y en el que me alude directamente (de ahí que un servidor se meta en este “fregao”), al desafiarme a que le responda cual es el significado del pasaje tan “terrible de explicar para los testigos de Jehová y sus fans” (obviamente entre esos “fans” incluye a un servidor) de Dan. 12:13 y en el que se lee como sigue, según la traducción RV 1960 y que es la que suele usar tan esperpéntico personaje:

Y tú irás hasta el fin y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.”

Texto que la versión bíblica TLA nos hace más entendible, al emplear una fraseología más clara y lo que nos permite asumir con más facilidad lo que realmente se le estaba diciendo al bueno de Daniel en ese momento:

Y tú, Daniel, vive tranquilo hasta el día de tu muerte. Cuando llegue la hora final, te levantarás de entre los muertos para recibir tu premio.”

Claro, cuando uno no sabe de lo que habla y ello merced a una total carencia de fundamentos bíblicos, como es el caso del personaje en cuestión, es solo razonable que crea que con esas “chorradas” me va a poner en un brete, cuando el caso es que cualquier “tonto de pueblo” en España sabe que lo que se le quiere decir con esas palabras a Daniel, es que viva tranquilo hasta el día de su muerte, pues en el momento de la resurrección durante el reino milenario de Cristo, será levantado sin falta y recibirá su recompensa. Ahora bien, para llegar a esta conclusión, uno tiene que conocer el contexto general de las Escrituras (algo que desconoce ese “genio” de la interpretación bíblica del que hablamos) y contexto en el que se nos dice, 1º, que Daniel no tiene nada que ver con aquellos que reinarán con Jesucristo en el reino de Dios y 2º, que la resurrección de los muertos se produce y como ya hemos señalado, durante el período milenial, eso es, dentro del período de tiempo que comprende el reinado de Jesucristo y cuestiones de las que hemos hablado exhaustivamente en este blog…… con un escaso aprovechamiento, al parecer, por parte del personaje aludido.

Es cierto que dicho indocto y en una prueba más de su patológica ignorancia, carga el acento en la expresión el “día postrero”, o el “día final” del que se nos habla en Juan 6:39-40; 44, 54; 11:24 y 12:48 (pasajes que nos cita) y en dónde Jesús hace referencia a una futura resurrección, igualando tal expresión con la que se halla en Dan. 12:13 que nos habla del “final de los días” y sin darse cuenta que estaríamos hablando de cosas distintas, pues nada tiene que ver una cosa con la otra, porque veamos: lo que se le dice a Daniel, es que cuando se llegue al “final de los días”, eso es, el momento en que se acaben o finalicen los días del mundo actual en el que estamos viviendo y sea instaurado el reino de Dios, en ese momento sería levantado de entre los muertos…… dicho de otra manera, cuando el actual sistema de cosas sea eliminado y sustituido por el reino de Dios, Daniel y en conformidad con las palabras de Jesús citadas en los textos de Juan que hemos apuntado, será resucitado en el “último día” o día “postrero” y momento en el que Jesús colocó la resurrección de los muertos; veamos lo que se lee en Juan 11:23-24:

Jesús le dijo: “Tu hermano se levantará”. 24 Marta le dijo: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día (o día “postrero” según versiones).” (Acotación mía).

Pasaje que también nos menciona el ínclito Sr. Olcese para defender su objeción, sin darse cuenta que el tal, lejos de darle a él la razón, está apoyando mi tesis en el sentido de que la resurrección se produce durante el milenio y que es en dónde se levantará, entre otros muchísimos, el bueno de Daniel, porque veamos: lo que Marta le dijo a Jesús, es que confiaba en que su hermano se levantaría en “el último día” o día “postrero” y lo que nos tiene que llevar a averiguar de qué estaba hablando la buena de Marta, eso es, en qué se fundamentaba para sostener su creencia y lo que nos lleva a un pasaje que nos habla de una norma divina, que conocía todo judío que se preciara:

Sin embargo, no vayan a dejar que este hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años y mil años, como un día. “ (2 Ped. 3:8).

Partiendo de esos dos pasajes, veamos ahora un punto indispensable para entender cabalmente la cuestión que estamos intentando resolver y al que muchos “entendidos” (por supuesto, Apologista Mario Olcese se cuenta entre ellos), no le dan la importancia que tiene para dar luz al asunto que nos ocupa. Porque lo que nos dicen las Escrituras, es que los “días” creativos de Jehová Dios tenían una duración de 7.000 años cada uno y afirmación que se sustenta en el siguiente razonamiento: se nos dice en estas que el “séptimo día” el Altísimo lo dedico “a descansar de toda la obra que había hecho” (Gén. 2:2-3) y obra que concluyó con la creación de Eva. Desde ese momento de la creación de Eva, hasta el tiempo actual, han transcurrido casi 6.000 años y lo que significaría que solo quedan mil años (un “día” para Dios) para que se acabe el “día” de descanso del Divino y que consta, repito, de 7.000 años…… mil últimos años, que ocupados por el reino de Dios y con los que concluirá el día de descanso de Jehová Dios, se convierten en el “último día” o día “postrero”, expresión muy diferente a la de “el final de los días” ya que con ella se hace referencia, como ya he señalado, a la conclusión o últimos días de este sistema de cosas y en los que no se produce la resurrección asignada a Daniel.

Por lo tanto, si la Biblia es fiable y no nos conduce a engaño (algo totalmente imposible), las palabras de Marta en el sentido de que su hermano se levantaría en el “último día” o “día postrero”, nos llevan a concluir que la resurrección de los muertos se produce durante ese espacio de tiempo que comprende el reinado milenario de Cristo y que es en donde se le dijo a Daniel, que se levantaría para recoger su porción…… y esa es la “terrible” dificultad para explicar el sentido correcto de ese pasaje de Dan. 12:13; claro, “terrible” para semejante indocumentado, que no tiene ni la menor idea de lo que dice el contexto escritural y que como ya hemos señalado, es el que da el significado correcto de cada texto o pasaje del que se quiera inquirir. Porque en esta cuestión, existe un dato adicional que apoya mi tesis de lo que realmente se le quiso decir a Daniel y que como hemos visto de las palabras de Marta, era que se levantaría en el “último día” y el cual se corresponde con el milenio o reino de Dios, circunstancia que entiendo ha quedado meridianamente clara en todo lo dicho hasta el momento.

Sin embargo, el dato adicional mencionado que avala mi planteamiento, tiene que ver con el hecho de que la resurrección de aquellos que tienen que reinar con Cristo durante ese período de tiempo y acontecimiento que en las Escrituras se le llama la “primera” resurrección (Rev. 20:6), no ocurre y a diferencia de la de Daniel y otros muchísimos, dentro del “ultimo día” o día “postrero”, sino tres años y medio antes de que dé inicio la gobernación divina en manos de Jesucristo, eso es, antes de que se instale el reino de Dios aquí en la tierra y comience el citado “último día”. Por lo tanto, la resurrección de la que nos hablaba Jesús en los pasajes de Juan y algo que el propio Sr. Olcese reconoce en su video, no es la misma que la de aquellos que tienen que reinar con Cristo y que se produce dentro de este inicuo sistema de cosas; para ver que ello es tal como yo lo afirmo, basta con acudir a lo dicho en Rev. 17:12-14 y en donde se nos habla de la batalla de Armagedón, evento que ocurre antes de la instauración del reino de Dios (de hecho es el acontecimiento que limpia el camino para que se establezca en la tierra dicho reino) y en donde se nos dice esto:

Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están, lo harán.”

Luego blanco y en botella: aquellos que con Cristo han de reinar, participan junto a él en dicha decisiva batalla y que lógicamente, se pelea aún dentro de este sistema de cosas, eso es, antes de que inicie el “último día” o “día postrero” y en el que Marta, correctamente (Jesús no la rectificó), colocó la resurrección de su hermano Lázaro; lo que nos demuestra con claridad dos cosas y que ya hemos apuntado unos párrafos atrás: 1º, Daniel no puede reinar con Jesucristo en el reino de Dios, pues no participa de la resurrección que se produce dentro de este sistema de cosas y 2º, que la resurrección de los muertos asignada a Daniel, se produce durante el período de tiempo del reinado de Cristo o “último día” del período de descanso de Jehová…… planteamientos ambos de los que discrepa radicalmente Apologista Mario Olcese, en una prueba más de su total ignorancia acerca del contenido escritural. Prueba de dicha ignorancia, la tenemos en el disparate interpretativo con el que se ha despachado en el video mencionado y del que, obviamente, ni se ha dado cuenta (de donde no hay, no se puede sacar), porque veamos: a partir del minuto 2 de grabación nos cita de Juan 12:48 y la interpretación que del mismo hace, es la de que esas palabras significan que en el día “postrero” habrá un juicio (que el citado “teólogo” coloca al término de los mil años de reinado mesiánico y en una disparatada interpretación del contenido de Rev. 20:5) y que implicará la existencia de un Juez, de un jurado y quiero imaginar, que de un fiscal acusador y de un abogado defensor, si queremos seguir los cánones de lo que es un juicio al uso y que es lo que nos propone dicho caballero…… sin embargo, veamos qué es lo que realmente dijo Jesús en dicho pasaje y colocado en su contexto, eso es, incluido el verso 50:

El que me desatiende y no recibe mis dichos tiene quien lo juzgue. La palabra que he hablado es lo que lo juzgará en el último día (……). 50 También, sé que su mandamiento significa vida eterna. Por lo tanto, las cosas que hablo, así como el Padre me las ha dicho, así las hablo.”

Entonces de ninguna manera se nos habla aquí de un juicio a la usanza y para un momento determinado, sino que la esencia de esas palabras es la siguiente: cuando uno decide desobedecer los mandatos de Dios ya ha sido sometido a juicio y dictado sentencia sobre sí mismo; ello queda claro por el hecho de que el verso 50 nos dice que el obedecer el mandato divino “significa vida eterna”, por lo que hay que deducir que el no obedecerlo, significa destrucción eterna. Luego cuando uno toma determinada actitud, ya ha dictado sentencia contra o a favor de sí mismo, según sea el caso, pues la obediencia significa vida eterna y la desobediencia muerte eterna…… recordemos que para el final del milenio y que es donde dicho personaje coloca la acción (si es coherente con sus actuales enseñanzas, de una resurrección de los impíos al término de los mil años), no se nos habla de juicio alguno sino que solo se nos habla de la suelta de Satanás, que saldrá a “extraviar” a la tierra habitada (Rev. 20:7-8).

Y momento en el que adquirirán su máxima expresión las palabras de Jesús mencionadas, pues recordemos que Jesús colocó su cumplimiento y según leemos en el verso 48, en el “último día” o “día postrero” (y que tiene que ver con el milenio), pues cada uno tendrá que decidir por sí mismo que hacer en ese momento: seguir el extravío de Satanás o seguir bajo la soberanía de Dios; o lo que es lo mismo, que uno será su propio juez y dictará sentencia sobre sí mismo, bien sea esta en contra o a favor, según sea la decisión tomada de obedecer las palabras de Jesucristo, o no hacerlo. Y cuestión que podríamos ilustrar de la siguiente manera: todos los conductores saben que un semáforo en rojo no se puede saltar, pues eso es lo que dice la ley de tráfico; luego cuando uno se salta un semáforo en rojo, ya sabe que ha infringido dicha ley y que es culpable ante ella…… otra cosa es que en ese momento no haya cerca un agente de la autoridad para sancionarle. Pero ello no quita el hecho y es lo que queremos destacar, que la persona en cuestión es totalmente consciente de que ha cometido un delito contra la ley de tráfico, o sea, que es la propia persona la que se acusa y condena a sí misma con relación a la ley infringida…… eso y no otra cosa, es lo que nos quería decir Jesús con sus palabras y no las “historias para no dormir” que se monta el Sr. Olcese.

Pero ya en otro orden de cosas, resulta que dicho personaje solo me exige respuestas a mí, cuando él es totalmente incapaz de darme alguna sobre los temas que le tengo planteados, como el expuesto en el artículo del 27/09/14 y en el que le pongo a bajar de un burro, al denunciar que él no puede ser un “ungido” o Hijo de Dios como a sí mismo se identifica, por lo que solo es un farsante embaucador como aquellos que como tal se consideran…… sin embargo y hasta donde yo sé, de eso no dice nada en absoluto en los videos publicados a partir de dicho escrito y circunstancia que solo puede significar dos cosas: o bien que está de acuerdo con mí exposición, o bien que no tiene argumentos sólidos para rebatir mí razonamiento y que es lo más probable. Como tampoco me ha respondido nada sobre las cuestiones que le planteo en una carta abierta que publiqué el 05/08/14, pues ni siquiera se ha dado por enterado (aunque me consta que la ha leído, pues lee todo lo que publico) y por lo que le paso a recordar una de ellas: según el indocumentado personaje en cuestión, los sobrevivientes de la “gran tribulación” de Rev. 7:14 también pasan formar parte de ese gobierno del reino, eso es, que según tan indocto personaje estos reinarán al lado de Jesucristo, cuando las Escrituras nos dicen que ello solo lo pueden hacer aquellos que participan de la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros que no participan de ella) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación mía).

Pasaje que rebate la disparatada propuesta de ese “genio” de la interpretación bíblica, porque para que ello fuera como nos lo plantea, nos tendría que resolver las siguientes cuestiones y siendo la primera de ellas la siguiente: la mencionada “primera” resurrección se produce tres años y medio antes de que finalice la tal “gran tribulación” y por tanto, antes de que aparezcan dichos sobrevivientes, por lo que es totalmente imposible que los tales puedan participar de la misma. Pero es que además y aunque no existiera este factor de temporalidad, si estamos hablando de “sobrevivientes” ello significa que son personas que pasan al reino de Dios con vida y por lo tanto, al no haber muerto, no pueden participar de resurrección alguna y requisito exigido, como hemos visto, para reinar con Cristo…… y por otra parte, aún en el caso de aquellos que murieran durante dicha “gran tribulación”, tampoco podrían participar en esa “primera” resurrección, pues esta acontece mucho antes de que se inicie dicho período de tiempo y que es en el que ellos pierden la vida.

Yo ya sé que dicho farsante embaucador (de lo contrario no tendría la desvergüenza de identificarse como un “ungido” o Hijo de Dios), no responderá a esta ni a otras cuestiones que le tengo planteadas, porque de haber podido ya lo habría hecho; incapacidad que le pone de los nervios, pues de lo contrario no estaría dando esos “golpes bajos” exigiendo que le responda a determinados y concretos textos bíblicos, cuando estos no pueden ser entendidos sin la ayuda del contexto escritural y que dicho personaje desconoce totalmente, pues en caso contrario no plantearía cuestiones tan absurdas, como la referida a Dan. 12:13. Por lo que queda claro, que su actitud es provocada por una supina ignorancia acerca del mensaje contenido en las Escrituras y que le lleva a no poder responder a mis demandas, lo que le provoca a su vez, ese sentido de impotencia que le mueve a actuar de esa manera tan pueril y con ello, a hacer el ridículo cada vez que se mete conmigo…… porque ya es hacer el ridículo, que un supuesto “forofo defensor” de los TJ, “contaminado” por sus enseñanzas y de lo que me acusa constantemente el personaje en cuestión, le esté dando “sopas con honda” en todos los terrenos en cuanto a conocimiento bíblico. Y si ese “genio” de la teología considera que ello no es como yo lo expongo, que publique un video en el que nos resuelva ese “pequeño problemilla” que le he planteado acerca de los sobrevivientes de la “gran tribulación”, así como yo le he resuelto el de Dan. 12:13…… ¡a que no, Sr. Olcese!

Armando López Golart

¿ES LO MISMO LA «VIDA ETERNA»…… QUE LA «INMORTALIDAD»?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , on 16/06/2014 by Armando López Golart

551751_418551008215783_318662201_nDigamos de entrada y para fijar posición, que si bien ambos términos se usan de forma indistinta para significar una vida de duración indefinida, para los autores de este blog ambas expresiones tienen la misma relación que existe entre la “gimnasia” y la “magnesia”, que si bien fonéticamente parecen iguales, aquello que describen es totalmente distinto y como pensamos demostrar a lo largo de este escrito. En todo caso un tema ciertamente conflictivo, a tenor de lo que uno va leyendo de personas que se tienen por “entendidas” en la materia y que no parecen estar muy al tanto de lo que se expone en las Escrituras, pues destaca la unanimidad existente entre una gran mayoría de ellas en el sentido de que, efectivamente, estaríamos hablando en ambos casos de la misma cosa: eso es, que el término “vida eterna” sería sinónimo de “inmortalidad” y viceversa. Dicho lo cual, metámonos ya “en harina” y empecemos con la tarea de intentar demostrar la veracidad de nuestra posición inicial, con lo que consideramos como un buen punto de partida para llegar al fondo de la cuestión y que tiene que ver con un pasaje bíblico que nos habla de la promesa divina de que en un fututo, en este momento ya muy cercano, el ser humano podrá alcanzar la vida eterna:

Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16).

Estas palabras, dichas por el propio Hijo de Dios, no sospechoso por tanto de desconocimiento de la realidad de las cosas o afán de tergiversarlas, hacen referencia al mundo en general y no a una parte selecta del mismo, como los futuros beneficiarios del acceso a la mencionada vida eterna…… eso es, que la promesa de alcanzar dicha meta, estaba dirigida a la humanidad obediente como un todo y sin excepción de ninguna clase: la única condición exigida para ello y como muestra el pasaje citado, es la de ejercer fe en el sacrificio expiatorio o sangre derramada de Cristo; de hecho, lo que Jesús dijo a aquellos con los que posteriormente estableció el pacto por un reino, fue lo siguiente:

Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que contempla al Hijo y ejerce fe en él tenga vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.” (Juan 6:40).

Posteriormente, el apóstol que registró dichas palabras, nos explicó como él había entendido las mismas:

Les escribo estas cosas para que sepan que tienen vida eterna, ustedes los que ponen su fe en el nombre del Hijo de Dios.” (1 Juan 5:13).

Sin embargo, noten que en ninguno de los dos pasajes se nos habla de la inmortalidad por haber ejercido fe en el Hijo de Dios, sino de vida eterna y en línea con lo leído en Juan 3:16, por lo que a nuestro entender no estaríamos hablando de dos términos equivalentes; no obstante, esta reflexión no es compartida por aquellos que defienden la idea de una inmortalidad igual a vida eterna o viceversa y usando el siguiente pasaje, para probar su planteamiento:

Y él pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que por aguante en la obra que es buena buscan gloria y honra e incorruptibilidad.” (Rom. 2:6-7).

Pero si analizamos el texto con atención, lo que leemos es que aquellos que por el aguante en la obra que es buena intentan alcanzar la gloria, la honra y la incorrupción, se les premia con la vida eterna y lo que significa que esta es una cosa distinta a la inmortalidad y en principio, de más valor que esta, pues dicha vida eterna se concede como “recompensa” a un determinado esfuerzo; es cierto que la mayoría de traducciones bíblicas vierten el término “incorruptibilidad” que aparece en ese pasaje en la versión TNM por el de “inmortalidad”, en un intento de transmitir la idea de que la inmortalidad es la misma cosa que la vida eterna…… y algo que a los autores de este blog no nos acaba de “cuadrar”. Pero ello solo se puede entender, si se parte del hecho de que mientras la expresión “vida eterna” es un concepto y que nos habla de una vida mantenida por tiempo indefinido, la “inmortalidad” es una condición o cualidad que se añade a la vida eterna que uno ya tiene y que es algo muy distinto…… o dicho de otra manera y para entendernos: que se puede tener vida eterna sin tener inmortalidad, pero no se puede tener inmortalidad, sin tener previamente vida eterna; pero veamos cómo se nos muestra dicha circunstancia en las propias Escrituras:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6).

Aclaremos en primer lugar, que por “muerte segunda” se entiende aquella muerte que es consecuencia de un juicio adverso de Dios y con resultado de destrucción eterna (Rev. 20:14-15) y no de la muerte causada por el pecado y que habrá desaparecido de la escena en el reino de Dios; a partir de ahí, razonemos con un poco de lógica sobre lo leído en el pasaje en cuestión: si sobre aquellos que participan de dicha “primera” resurrección y que reinarán con Cristo se nos dice, que la “muerte segunda” no tiene autoridad sobre ellos, eso significa que se les concede la inmortalidad (eso es, que ya no pueden ya morir) y desde el mismo momento que se levantan en esa “primera” resurrección…… pero por otra parte y tomando la oración por pasiva, lo que se sobreentiende es que hay otros que disfrutando también de “vida eterna”, sí les puede alcanzar dicha “muerte segunda”, pues de lo contrario y en el pasaje transcrito, no tendría sentido alguno el que se nos concretara que es sobre “estos” (luego no sobre “otros”), que dicha “muerte segunda” ya no tiene poder.

Luego en un intento de aclarar este “galimatías” y teniendo en cuenta que la Revelación o Apocalipsis, nos sitúa en los últimos días de este inicuo sistema de cosas y cercanos ya a los eventos que nos llevarán a la instauración del reino de Dios en la tierra, solo es razonable que nos formulemos la siguiente pregunta: ¿de cuántos grupos de personas nos habla Rev. 7:1-10 que estarán presentes, en el momento de empezar a andar dicho reino de Dios? Y siendo esta la indiscutible respuesta: de un grupo reducido de 144.000 individuos sellados en sus frentes, por una parte y, por otra, de una “gran muchedumbre que ningún hombre podía contar”, que habrá sobrevivido a la “gran tribulación” venidera y que a diferencia de los primeros (significativa diferencia, si se nos permite la observación) no tienen sello identificativo alguno en sus frentes. Eso es, dos grupos perfectamente diferenciados el uno del otro, tanto por cantidad como por calidad y primer grupo, según el texto de Rev. 14:1, del que se nos dice que son los que acompañan a Jesucristo en su reinar; y de los que acabamos de leer (Rev. 20:6) que gozarán de la inmortalidad, pues la “muerte segunda” ya no puede alcanzarlos…… entonces “blanco y en botella”: aquellos que sí pueden ser alcanzados por la “muerte segunda”, son los integrantes del grupo de la “gran muchedumbre” y a pesar de que según se lee en Rev. 7:14-15 (por ser parte del mundo de la humanidad que sí ha ejercido fe en la sangre derramada de Cristo), se les concede y en armonía con la promesa divina de Juan 3:16, la posibilidad de poder vivir eternamente o, repetimos, el acceder a la vida eterna. Luego un mínimo ejercicio de lógica y sentido común sobre lo leído, nos dice que ello solo puede significar que vida eterna e inmortalidad no pueden ser expresiones sinónimas que nos hablen de una misma cosa, como afirman la mayoría de “entendidos” a los que nos hemos referido al inicio de este escrito.

Por lo que ya tenemos a un reducido grupo de personas que tienen la inmortalidad, por una parte y otro grupo inmenso por la otra que, aun gozando del favor de Dios y como hemos visto, resulta que no la tienen, pero que en última instancia y por haber entrado al reino de Dios con vida y haber sido liberados de la carga del pecado en función del rescate de Cristo, ya no tienen por qué volver a morir y con lo que resulta que ya tienen acceso a la vida eterna o vida de duración indefinida, exactamente igual que los primeros…… por lo que es obvio, que no podemos estar hablando de una misma cosa cuando nos referimos a la inmortalidad y a la vida eterna, pues, repetimos, son dos conceptos totalmente diferentes. Entonces si hemos dicho que no se puede tener inmortalidad, si no se tiene previamente la vida eterna, pero que se puede disfrutar de la vida eterna sin tener inmortalidad…… ¿qué es, realmente, la inmortalidad, dado que ya hemos aprendido que la vida eterna es el disfrutar de una vida sin fin?

Para explicar esa cuestión, lejos de enzarzarnos en una guerra de textos bíblicos con los autores que defienden un planteamiento contrario al nuestro, dejaremos que sea el contexto bíblico el que dé y quite razones; en consecuencia, nos retrotraeremos a los tiempos de nuestro primer padre Adán para sacar una perspectiva de cuál era su situación. Y lo que vemos, es que ya de entrada, este fue creado para no morir y lo que significa que ya estaba en posesión de la tan traída y llevada vida eterna, lo que se deduce de la siguiente advertencia que se le dio:

Y también impuso Jehová Dios este mandato al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. 17 Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás.” (Gén. 2:16-17).

Ahora pregúntese lo siguiente: ¿qué habría ocurrido, si Adán no hubiera desobedecido ese mandato divino? Pues sencillamente que habría seguido viviendo indefinidamente, pues en su cuerpo estaba implantado el “chip” de la vida eterna y solo la desobediencia podía arrancarlo de ahí; por lo que mientras este se hubiera mantenido sujeto en obediencia a su Creador, a ese grado se hubiera mantenido con vida…… y esta es la vida eterna de la que se nos habla en Juan 3:16 y que tanto disfrutarán el grupo de los que reinarán con Cristo, como aquellos que sean sobrevivientes de la mencionada “gran tribulación” y que serán súbditos del reino de Dios, así como también aquellos que vayan resucitando durante ese período de tiempo y en lo que se podría considerar como una “segunda” resurrección, porque veamos que se lee en las Escrituras:

“…… y para que él (Jehová Dios) envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:20-21). (Acotación nuestra).

Luego si todas las cosas tienen que ser “restauradas” y término que solo significa el devolver algo a una condición anterior, hay que pensar que de nuevo volverá el ser humano a disfrutar de esa misma vida eterna de la que dispuso nuestro primer padre…… y que sin embargo no era inmortal, como quedó demostrado posteriormente; pero dicho lo cual ¿qué es, entonces, la inmortalidad? Veamos unas palabras de Jesús, que nos podrían ayudar a entender este asunto con más claridad:

Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen. 28 Y yo les doy vida eterna y no serán destruidas nunca; y nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:28).

Ello nos lleva a pensar que el término “inmortalidad” es sinónimo de “indestructibilidad” y algo que parece quedar ratificado, según lo dicho en su momento por el apóstol Pablo:

Pero cuando esto que es corruptible (o “destructible”) se vista de incorrupción (o “indestructibilidad”) y esto que es mortal se vista de inmortalidad, entonces se efectuará el dicho que está escrito: “La muerte es tragada para siempre”.” (1 Cor. 15:54). (Acotaciones nuestras).

Parece quedar claro por lo tanto, que la inmortalidad, más que ver con la duración de la vida de uno y algo que conocemos como vida eterna, tiene que ver con el poder ser uno destruido o no y algo que ha quedado meridianamente claro con la expresión dirigida a los 144.000, en el sentido de que la “muerte segunda” y sinónimo de destrucción eterna (Rev. 20:14), no tiene poder sobre ellos…… mientras sí lo tiene sobre aquellos que no forman parte de ese “grupeto” de cogobernantes con Cristo, como es el caso de aquellos que serán súbditos del reino de Dios. Y por lo que, resumiendo y como hemos dicho antes, se puede perfectamente disfrutar de la vida eterna sin tener inmortalidad, pero no se puede ser inmortal, sin estar en posesión de la vida eterna…… no olvidemos y algo que nos puede ayudar a muestra perspectiva, el hecho de que si bien es cierto que Juan 3:16 nos habla de la vida eterna como máximo galardón para todo aquel que ejerza fe en el Hijo de Dios, no es menos cierto que con respecto de esas personas que reinarán con Cristo en condición de seres inmortales o de indestructibilidad, se nos dijo lo siguiente:

Por consiguiente, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron, ¡miren!, cosas nuevas han llegado a existir.” (2 Cor. 5:17).

Porque si hasta el momento teníamos conocimiento de la existencia de una creación espiritual como son las ángeles y de una creación material, como es el ser humano, a partir de Jesucristo empezó a tomar forma una “nueva creación”, eso es y dicho sea para entendernos, seres vivos con forma humana e indestructibles, que como hemos visto es lo que significa el ser inmortal y que aparecerán cuando Cristo regrese a la tierra y se produzca con ello la llamada “primera” resurrección y de la que salen tales personajes…… de hecho, esto es lo que Jesús dijo acerca de ellos en determinado momento:

Jesús les dijo: “Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, 35 pero los que han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio. 36 De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles y son hijos de Dios, por ser hijos de la resurrección.” (Luc. 20:34-36).

El que sean “como los ángeles”, significa, por ejemplo y a tenor del contexto, que no se pueden reproducir mediante unión sexual con una mujer, pues ellos ya renunciaron en su carrera para reinar al lado de Cristo, a todas las prerrogativas humanas que incluían dicha capacidad de reproducirse…… y son “hijos de la resurrección”, porque “nacen” a su condición de “nuevas” criaturas, al ser levantados en la mencionada “primera” resurrección como Hijos de Dios; es cierto que esta pasaje tiene muchos más matices, pero ello ya sería materia para otro debate y por lo que nos limitaremos a señalar este pequeño aspecto. Porque lo que hemos pretendido al considerarlo, es el desarrollar un poco la idea del por qué son una “nueva creación” esos personajes, a diferencia de las características del ser humano convencional y que se mantendrán también sobre aquellos que se levanten en la considerada como “segunda” resurrección, que se producirá durante el milenio y que sí podrán continuar reproduciéndose…… eso es, que los resucitados durante el periodo milenial, serán las mismas personas y con las mismas capacidades, que tenían antes de morir.

Concluyendo y regresando al tema central de este escrito, el término inmortalidad no es y a diferencia de lo que afirman algunos que se las dan de “teólogos”, sinónimo de vida eterna (ni a la inversa), sino que estamos hablando de cosas distintas, eso es, que una cosa es la “gimnasia” y otra, la “magnesia”, aunque parezcan sonar igual; prueba de ello y según lo considerado, es que si bien se puede disfrutar de vida eterna sin necesidad alguna de tener que ser inmortal, como es el caso de los súbditos del reino de Dios, no se puede tener la inmortalidad, si previamente no se es depositario de la vida eterna, como es el caso de aquellos que tienen que reinar con Cristo. De todas manera, este planteamiento ha sido cimentado sobre aquello que los autores de este blog entendemos del registro escritural y por tanto, sujeto a error; por ello les estimulamos y si les interesa el tema, que hagan su propia investigación acerca de ello y que saquen sus propias conclusiones…… nosotros solo nos limitamos a dar una pequeña semblanza de cómo entendemos la cuestión.

MABEL

¿CUÁNDO «APARECEN» EN ESCENA, LOS 144.000 COGOBERNANTES CON CRISTO?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 13/06/2014 by Armando López Golart

eJONQ4_9skw_s1600_the_144_000_first_fruitsEstá claro que sobre este número se ha discutido muchísimo (¡y lo que te rondaré, morena!), básicamente en aquello que tiene que ver con el presunto simbolismo de dicha cifra o en su defecto, de la literalidad de la misma; y siendo que la posición de los autores de este blog va en línea con aquellos que defienden su literalidad, hoy nos vamos a ocupar de otro aspecto de la cuestión y que a nuestro entender, no está del todo claro ni siquiera entre aquellos que defienden dicha literalidad, porque veamos: una cosa que está fuera de toda duda y que nadie entra a discutir, es que los 144.000 “sellados en la frente con el sello de Dios” de Rev. 7:4, son exactamente los mismos que aparecen al lado de Jesucristo en Rev. 14:1 y sea dicha cantidad simbólica o literal, que para el caso tanto da, que da lo mismo.

Pasaje el de Rev. 14:1 mencionado y como explicábamos en nuestro artículo del 07/06/14, que no es más que una visión por adelantado de lo dicho en el Sal. 2:5-6, por tanto, la representación de Cristo ya en el ejercicio de sus funciones como rey y con lo que tenemos, según la lógica y razón más elementales, que los que le flanquean en dicha visión no pueden ser otros que aquellos que le acompañan en su reinar sobre la tierra…… hasta aquí todo correcto, pues repetimos que esta idea es compartida tanto por aquellos que afirman acerca de la simbología del “numerito” en cuestión, como por aquellos que defienden su literalidad; pero hete aquí, que surge un problema en el que pocos han reparado y que tiene que ver con lo que se lee en Rev. 7:1-4:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar, 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.

4 Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.”

Ya a continuación, se nos pasa a relatar la procedencia de estos personajes como provenientes de las distintas tribus de Israel; ahora bien, la primera cuestión por la que habría de preguntarse y por su importancia en el asunto, tiene que ver con ese “Después de esto” con que inicia el verso uno, sería…… después ¿de qué? Pues después de la apertura de los seis primeros sellos de los que se nos habla en el capítulo anterior y que llevan a la humanidad de manera progresiva a la época de dificultad sin precedentes que se corresponde con los tiempos actuales por los que estamos atravesando y que nos lleva a enfrentar al problema mencionado. Porque estas palabras nos sitúan en el preciso momento del inicio de la semana 70 de Dan. 9:27 y evento que de momento aún es futuro (aunque no está muy lejos en el tiempo), que comprenderá los últimos siete años del mundo tal como lo contemplamos…… y según hemos leído, es precisamente durante ese período de tiempo (concretamente en su primera mitad o tres años y medio) en que son reunidos esos 144.000 personajes que tienen que reinar con Cristo y que, según una primera teoría, son literales y según una segunda teoría que toma la cantidad como simbólica, estaríamos hablando de la suma de esos 144.000, más los miembros de la “gran muchedumbre” y en un “tótum revolútum”, algo que sencillamente es un puro disparate por la sencilla razón de que la aparición de ambos grupos, sucede en momentos diametralmente opuestos, pues aquellos que tienen que reinar con Cristo, salen de la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6, mientras que los miembros de la “gran muchedumbre” lo hacen al final de la “gran tribulación”, eso es, tres años y medio después de acontecida esta…… pero veamos el pasaje señalado:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros que no participen de la misma) la muerte segunda no tiene autoridad (lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones nuestras).

Es fácil de entender y a tenor de lo leído, que solo los que “tienen parte” en esa primera resurrección, son los que alcanzan la inmortalidad y el reinar con Jesucristo en el reino de Dios…… pero resulta y repetimos para que la idea quede clara, que mientras esa “primera” resurrección se produce momentos antes de que comience la “gran tribulación” (1 Tes. 4:15-17) que dura por tres años y medio, lo que ocurre con la “gran muchedumbre” mencionada es que aparece al final de dicho período de tiempo, o sea, pasados esos tres años y medio desde el momento de producirse la mencionada “primera” resurrección. Y por lo que, razonablemente, aquellos que mueran dentro de ese período de la “gran tribulación” no pueden participar en ella (algo que explicamos con todo detalle, en el artículo al que les remitimos en el primer párrafo de este escrito) y por tanto, formar parte de dicho gobierno teocrático…… cuanto menos, aquellos que sobreviven a la misma (eso es, que salgan con vida de ella), pues no pueden participar de resurrección alguna al no haber muerto.

Pero tampoco es este el problema al que nos referimos, pues el tal existiría aunque la cantidad de 144.000 fuera tomada de manera literal, pues según lo leído estos se “recolectan” dentro de los primeros tres años y medio de la semana mencionada y período de tiempo que abarca Rev. 7:1-4; porque si hemos dicho que esos personajes aún por recoger, son lo que reinarán al lado de Cristo en el reino de Dios y algo en lo que todo el mundo está de acuerdo…… ¿en dónde metemos, entonces, a aquellos que siguieron a Jesús en el primer siglo y con los que éste, precisamente, estableció el pacto para un reino?:

Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30).

Es obvio que ello nos situaría ante una flagrante contradicción del texto sagrado y dado que las Escrituras no se contradicen, el error tiene que encontrarse en la interpretación que del pasaje de Rev. 7:1-4 y que dice otra cosa de lo que el general de los teólogos interpreta y que nos da la solución al problema planteado; teólogos, que lejos de ajustar su punto de vista a lo dicho en la Biblia, intentan que esta se ajuste a lo que ellos entienden que se dice en ella. Y es que como tantas veces hemos dicho desde este blog, para comprender el contenido del contenido escritural no solo hay que saber leer, sino también saber analizar desde la lógica y el sentido común aquello que se ha leído…… y saber leer la Biblia, significa el leerla en clave de contexto, bien sea este el más inmediato a la porción que estamos analizando, bien sea el general de las Escrituras. Porque lo que a Juan se le dice en Rev. 7:1-4 y leído en clave de contexto escritural, no es que en ese momento se recoge a todos los que tienen que reinar con Cristo, sino que lo que se le dice en los versos del 1 al 3 es que se va a propiciar un tiempo favorable para el sellamiento de determinados personajes, para a continuación revelarle cual es la cantidad total y desconocida hasta ese momento, del conjunto de aquellos que formarán parte de ese grupo que acompañará al Hijo de Dios en su reinar y ello en el verso 4; dicho lo cual, analicemos ahora de nuevo y con perspectiva de contexto general, qué es lo que se le dice a Juan y básicamente en ese verso 3:

“…… y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.”

¿Se le estaba hablando a Juan, del sellar en ese momento del total de los 144.000 “esclavos” de Dios? Obviamente no lo entendió así el bueno de Juan, pues él era depositario de una información que previamente se le había entregado y que era la siguiente:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.” (Rev. 6:9-11).

Luego lo que aquí se nos está diciendo, es que a una cantidad desconocida de personas que habían “sido degolladas (o “asesinadas” según versiones) a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener” y en determinado momento de la historia, se les tenía que añadir “un resto” compuesto por otra determinada cantidad y que tenían que morir “como ellos también lo habían sido”…… eso es, que a esos personajes que pedían justicia a Jehová por el trato que se les había dado, se les tenía que añadir una residual cantidad y para completar una cantidad mayor, que solo puede ser el total de los que con Cristo tienen que reinar, eso es, los 144.000 de Rev. 14:1 y que por primera vez es revelada en Rev. 7:4. De hecho, lo que se lee en Rev. 11:3-6 es la aparición aquí en la tierra y al inicio de la señalada semana 70 de Dan. 9:27, de los llamados “dos testigos” y poderosísimos personajes a la manera de los Pedro, Juan, Pablo y otros, que al igual que a estos en su momento, también se les asigna la obra de profetizar o predicar y en cumplimiento de Mat. 24:14; no tenemos claro los autores de este blog, si serán dos únicos personajes o unos pocos más, pues esto es lo que se lee en la profecía de Miq. 5:5 y apuntando a los tiempos del fin y algo que señalamos como una mera posibilidad:

Y este tiene que llegar a ser paz. En cuanto al asirio, cuando entre en nuestro país y cuando pise sobre nuestras torres de habitación, nosotros también tendremos que levantar contra él siete pastores, sí, ocho adalides de la humanidad.”

En todo caso lo que está claro, es que estaríamos hablando de un reducidísimo grupo de personas a recoger en ese espacio de tiempo que abarca Rev. 7: 1-3 y que faltarían para “completar” el número total de los 144.000 de Rev. 7:4; añadámosle a lo dicho, la circunstancia de que el sello de aprobación sobre estas personas y según lo dicho por Jesucristo, solo se les concede después de que hayan entregado la vida en defensa de su fe y de ahí, que los vientos sean sujetados “hasta” que se haya efectuado el sellar de esos individuos y que tiene que coincidir con el momento de su muerte…… pero veamos como expresó el Hijo de Dios dicha idea:

No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida (eso es, “sellado” para inmortalidad).” (Rev. 2:10). (Acotación nuestra).

De hecho, ese es el enfoque que tenía el apóstol Pablo de la situación, cuando dijo estas palabras registras en Rom. 6:5:

Porque si hemos sido unidos con él en la semejanza de su muerte (asesinados por defender su integridad a Dios), ciertamente también seremos unidos con él en la semejanza de su resurrección (eso es, en gloria e inmortalidad).” (Acotaciones nuestras).

Entonces parece quedar claro, que el sellar está intrínsecamente relacionado con la muerte del individuo y cuando ya ha demostrado, lejos de toda duda, que se ha hecho merecedor de dicho galardón al ofrecer su propia vida para alcanzarlo; de hecho, un personaje de la categoría de Pablo, que levantaba muertos, fue el que dijo estas palabras:

“…… a fin de conocerlo a él y el poder de su resurrección y una participación en sus sufrimientos, sometiéndome a una muerte como la de él, 11 para ver si de algún modo puedo alcanzar la resurrección más temprana de entre los muertos.

12 No que lo haya recibido ya (el sello del Dios vivo), ni que ya haya sido perfeccionado, sino que prosigo para ver si también puedo asir aquello para lo cual yo también he sido asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, todavía no me considero como si lo hubiera asido; pero hay una cosa en cuanto a ello: Olvidando las cosas que quedan atrás y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá, 14 prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús.” (Col. 3:10-14). (Acotación nuestra).

Luego Pablo entendía que no había alcanzado aún “la meta”, a menos que muriera una muerte como la de Cristo, eso es, asesinado en defensa de su fe y con ello alcanzar “el premio” de la inmortalidad y el reinar con él durante el milenio; y eso es lo que ocurre con esos “dos testigos” mencionados, pues esto es lo que se nos dice de ellos en Rev. 11:7:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (al final de los 1.260 días o tres años y medio), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará.” (Acotación nuestra).

Y siendo en este momento, cuando reciben el sello de aprobación para vida inmortal y con lo que finaliza el sellar de aquellos que tienen que reinar con Cristo, momento en que se cumplen las palabras ya comentadas de Rev. 7:3:

“…… y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios.”

Porque es después de dicho sellar, cuando son soltados los “cuatro vientos” de destrucción de los versos 1 y 2 que eran retenidos e inicia la “gran tribulación”; sin embargo, notemos que en este pasaje no se nos dice cuántos componen ese grupo de sellados y que de ninguna manera pueden ser el total de los 144.000 que en Rev. 14:1 aparecen reinando al lado de Jesucristo, pues de lo contrario se quedarían fuera de ello los apóstoles y demás sellados del primer siglo, aparte que no tendría sentido el contenido de lo relatado en la apertura del quinto sello. Luego de lo dicho hasta ahora, parece ir tomando cuerpo el hecho de que estos por causa de quienes los vientos de destrucción de la tierra tienen que ser retenidos y para llevar a cabo determinada comisión (Mat. 24:14), no son otros que los “dos testigos” o resto ungido por aparecer y que sean cuantos sean (perfectamente podrían ser solo dos), son los necesarios para “completar” el indeterminado grupo de aquellos que murieron siglos antes que ellos y que se les representa en Rev. 6:9-11, pidiendo justicia al Altísimo…… por lo que cuando sepamos la cantidad exacta se esos que son prefigurados por los “dos testigos”, sabremos con exactitud en número de aquellos que se nos muestran en Rev. 6:9-11 y que claman por justicia.

Por otra parte y haciendo un pequeño inciso, el hecho de que en ese pasaje se nos hable de un número por “completar”, ya desbarata la enseñanza del simbolismo del número 144.000, pues se nos está hablando de un número predeterminado por Jehová Dios y cuya recolección se interrumpió en cierto momento de la historia, para continuar siglos después con la aparición del “resto ungido” mencionado y prefigurados en los “dos testigos”…… recordemos que desde la desaparición de los apóstoles y sus directos seguidores al final del siglo primero e inicios del segundo, no hay registro de que hubieran existido sobre la tierra personajes de esas características hasta la aparición de esos poderosísimos “dos testigos”. Que ello es como se lo decimos, queda claro cuando leemos detenidamente lo dicho por el apóstol Pablo en su primera carta a la congregación de Tesalónica, eso sí, siempre que lo leamos en clave de contexto escritural:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor, no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos (eso es, que estuvieran vivos en el momento de la venida de Cristo) seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (1 Tes. 4:15-17). (Acotación nuestra).

Lo que Pablo estaba diciendo, es que en ese momento y a veinte años de la muerte de Jesús, ya había “muertos en unión con Cristo”, eso es, asesinados por su lealtad y a los que se fueron añadiendo posteriormente otros hasta el final del primer siglo, entre los que se contó el propio Pablo; sin embargo, el punto importante de lo que él señaló, está en el hecho de que en un futuro aún lejano se levantarían en la tierra personas tan poderosas como ellos fueron (Rev. 10:11), que tendrían también que ser muertos como ellos y estableciendo esa separación en el tiempo de la que les hemos hablado; ya todos reunidos, después de su muerte en sacrificio, es cuando se produciría el reencuentro de todos ellos con Jesucristo…… y momento que en la Revelación o Apocalipsis, se nos detalla en el siguiente pasaje:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. (……) 11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie, y gran temor cayó sobre los que los contemplaban.” (Rev. 11:7; 11).

Instante que coincide con el final de la primera mitad de la 70 semana de Dan. 9:27, en dónde se produce la mencionada “primera” resurrección y el reencuentro con Jesucristo que desciende a la tierra como poderoso rey, el “ocultar” por parte de Jehová del inmenso gentío que habrán hecho caso de lo profetizado o predicado por sus enviados y ya se entra en el inicio de la “gran tribulación”, dirigida contra aquellos que han rechazado la oportunidad que se les ha brindado de pasar al reino de Dios con vida y con la expectativa de vivir eternamente (Juan 3:16); y castigo del que se nos dan algunos detalles en Rev. 16:1-21.

Por lo que resumiendo, la cosa estaría así: en Rev. 7:1-3, se le muestra a Juan un período de tiempo en el que se concitarían determinados sucesos y que finalizarían con el sellamiento de determinados personajes con “el sello del Dios vivo” y que se corresponden con los “dos testigos” y sean estos cuantos sean (en todo caso una ínfima cantidad, para completar una cantidad mayor, según Rev. 6:11), pues estos son los que aparecen al inicio de la mencionada semana 70 de Dan. 9:27, que por 1.260 días están “profetizando” por toda la tierra habitada y tiempo en el que se circunscriben los hechos de Rev. 7:1-3. Posteriormente a esto, a Juan le es revelado el total de componentes que conformarán ese grupo por completar, cuando le sean añadidos a este la cuantía de los componentes del “grupeto” de los “dos testigos” y que, repetimos, podrían ser perfectamente solo dos personas. Luego a Juan y en ese verso 4, no se le dijo que en ese tiempo concreto señalado en Rev. 7:1-3 se sellarían a 144.000 individuos, sino que lo que se le dijo y leyendo en clave de contexto, es que los que fueran sellados en ese momento redondearían un número no completado, siempre en línea con Rev. 6:11, e idea que el apóstol Pablo expone también en 1 Cor. 15:51-52:

¡Miren! Les digo un secreto sagrado: No todos nos dormiremos en la muerte (eso es, el permanecer largo tiempo en la muerte o inexistencia), pero todos seremos cambiados 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta y los muertos serán levantados incorruptibles y nosotros seremos cambiados.” (Acotación nuestra).

Hablando en abstracto, lo que se nos quiere decir es que del grupo de los que reinarán con Jesucristo y de los que una inmensa mayoría estuvieron dormidos en la muerte por siglos y que sus cuerpos descompuestos, ya pasaron a formar parte del suelo del que procedían, estarían unos pocos que aparecerían al final de los tiempos y que se corresponden con esos “dos testigos” o resto de “ungidos” aún por aparecer, cuyos cuerpos no verían corrupción, pues serían devueltos a la vida en los mismos cuerpos que tenían antes de que dicho proceso se iniciase…… de ahí que Pablo señale que mientras los primeros serían “levantados” o recibirán nuevos cuerpos incorruptibles (o inmortales), los segundos serían sencillamente “cambiados” de condición, eso es, de mortal a inmortal y en los mismos cuerpos que tenían antes de morir; de hecho, eso es lo que Pablo nos afirma en los versos que siguen a los mencionados, el 53 y 54:

Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción y esto que es mortal tiene que vestirse de inmortalidad. 54 Pero cuando esto que es corruptible se vista de incorrupción y esto que es mortal se vista de inmortalidad, entonces se efectuará el dicho que está escrito: “La muerte es tragada para siempre”.”

Y es que prescindiendo de que este tema da para mucho más y que probablemente lo tocaremos en un próximo artículo, lo cierto es que de no ser ello tal como lo planteamos nosotros, ni las palabras de Pablo que acabamos de mencionar, o en su defecto las de 1 Tes. 4:15-17 tendrían el menor sentido, ni el pacto por un reino celebrado entre Jesús y sus apóstoles se entendería, pues estos quedarían excluidos de participar en dicho reino si aceptáramos la interpretación general que de Rev. 7:1-4 se nos hace; porque algo que tienen claro todos los teólogos y autores bíblicos que hemos leído y que hemos mencionado en varias ocasiones en este escrito, es que signifique lo que signifique esa cantidad de 144.000 de Rev. 7:4, son los mismos que aparecen en Rev. 14:1 al lado de Jesucristo ya en su posición como rey sobre el monte Sión…… luego si estos y repetimos para énfasis, sean quiénes sean, son lo que reinarán con él durante el milenio y que aún no han aparecido ¿dónde metemos, entonces, a los apóstoles y resto de santos del primer siglo y con los que Jesús estableció el pacto para un reino?

Pero esto, querido amigo que nos lee, no es más que una opinión de aquello que los autores de este blog entendemos que realmente se nos está diciendo en Rev. 7:1-4 y siempre teniendo en mente el contexto escritural, eso es, leyendo en clave de contexto…… lo que usted haga con esta información, ya depende de su soberana decisión; aunque como alguna veces recomendamos, no estaría de más asegurarse de si lo que se ha expuesto en este escrito se ajusta a lo que usted lee en su ejemplar de las Escrituras y que son, en definitiva, las que ponen blanco sobre negro. Pues bien podría ser, que aquí “los mendas” (los autores de este blog), lo que hayamos hecho no haya sido otra cosa que contarle una “milonga” y como algunos que se las dan de “teólogos”, hacen continuamente; o sea…… que usted mismo.

MABEL

LOS SÚBDITOS DEL REINO DE DIOS.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , on 07/06/2014 by Armando López Golart

th 3Sabido es que el tema central de las Escrituras y sobre el que estas giran, tiene que ver con la instauración en la tierra de lo que se conoce como el “el reino de Dios” o “reino de los cielos”, solución a todos los problemas que atenazan al ser humano y tema que abordábamos en este blog en nuestro anterior escrito del 02/06/14 titulado “…… y sobre la tierra, angustia de naciones.”; tan importante es para la humanidad la instauración de dicho reino que, según propias palabras, el anunciar sobre el mismo fue la razón principal del ministerio de Jesús aquí en la tierra:

Pero él les dijo: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”.” (Luc. 4:43).

Siendo ello así, es obvio que deberíamos dar una más que notable atención a lo que está envuelto en ese acontecimiento venidero y averiguar, no solo quiénes participarán en el gobierno de dicho reino, sino algo no menos importante, como es el saber quiénes serán los beneficiarios del mismo y lo que hay que hacer para ser uno de estos…… no olvidemos que un reino tipo y según hemos visto a lo largo de la historia, es el conformado por unos pocos que gobiernan sobre unos muchísimos que son gobernados y con lo que resulta que el más elemental cálculo de posibilidades, le sitúa a uno como miembro del conjunto de dicho “súbditaje”; y de ahí el interés, en averiguar lo relacionado sobre este particular. Partiendo de esta idea, vemos que ese gobierno de hechura divina (ya que proviene de Dios) y según nos plantean las Escrituras, estará compuesto por Jesucristo y 144.000 asociados (extremo este, polémico donde los haya y del que hablaremos más adelante), que gobernarán sobre una gran multitud de personas sobrevivientes de lo que se conoce como la “gran tribulación” e idea que defienden los TJ y con la que los autores de este blog estamos de acuerdo…… lo que nos ha valido para que algunos nos asocien en cuanto a ideas, entre ellos el ínclito Apologista Mario Olcese, con esos señores y que se nos acuse de mantener aún “reminiscencias” de nuestro pasado como miembros de esa secta.

Porque de nada parece haberle servido al caballero en cuestión, que repetidas veces le hayamos explicado que nosotros no decimos lo que dicen los TJ, sino solo aquello que está registrado en las Escrituras…… otra cosa es, que ambas partes coincidamos en propuestas parecidas acerca de algún tema, porque eso sea lo que se lee en ellas y lo que, obviamente, no identifica a nadie con nadie. Sencillamente y como dijo el poeta “la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero” y si mucho nos apuran, queridos lectores, hasta si el que la dice es el mismísimo puerco; por lo tanto, si los TJ dicen que solo 144.000 son los que reinan con Cristo y eso coincide con lo que dice el registro escritural (como así es y cuestión que analizaremos a lo largo de este escrito), no entendemos que haya que decirse lo contrario, solo porque esta enseñanza la defiendan también esos señores. Por lo que tal parece que el problema en el caso del Sr. Olcese sea otro, eso es, que a falta de recursos para poder negar la clara evidencia de veracidad en nuestros planteamientos y que desbaratan sus disparatadas enseñanzas, dicho personaje intenta la táctica del descrédito personal al señalar constantemente nuestra antigua militancia en dicha organización religiosa y en la que él, por cierto, también militó…… sin embargo a nosotros y que tenemos por mucho, más fundamentos bíblicos que dicho caballero (por lo que no tenemos que recurrir a esa barriobajera actitud del desprestigio personal, en función de determinado pasado), no se nos ocurre tachar al citado autor de tener ideas “jehovistas”, porque al igual que ellos defienda la idea, por ejemplo, de un venidero reino de Dios, o de una venidera “gran tribulación, o la del milenio, etc. etc., ya que ello sería absurdo; y siendo que en el caso que hoy nos ocupa, que de nuevo esos señores se apegan correctamente a lo que sobre este tema está escrito en la Biblia y el Sr. Olcese, como siempre, no sabe ni de lo que nos habla.

Y todo ello viene a cuento de que hace unos días y como ya les hemos adelantado, Apologista Mario Olcese objetó a un planteamiento que nosotros habíamos presentado acerca de los entresijos de ese reino por venir, pues en un video titulado “¿Son los súbditos del reino, los fieles de la gran tribulación?” y publicado el 03/06/14, negaba que las cosas fueran tal como nosotros las exponíamos y que en algunos puntos eran coincidentes con lo que defienden los TJ; la idea alternativa que nos presenta el caballero en cuestión y para meternos ya en harina, es la de que los 144.000 más los sobrevivientes de la “gran tribulación” mencionados, son los que como un “tótum revolútum” reinarán con Cristo en el milenio, mientras que los que ocuparán esa plaza de súbditos de ese reino por venir serán las personas de las que se nos habla en Zac. 14:16 y pasaje en el que se lee sigue:

Y tiene que ocurrir que, en lo que respecta a todos los que queden de todas las naciones que vienen contra Jerusalén, ellos también tendrán que subir de año en año a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos y a celebrar la fiesta de las cabañas.”

Excusamos decir, que en este blog ya nos hemos pronunciado al respecto en algunos de nuestros escritos anteriores acerca de tan disparatada propuesta y sin que el Sr. Olcese se haya dado por enterado y con ello, rebatido nuestros argumentos acerca de esta cuestión. Pero notemos y continuando con nuestro análisis, en qué fija su atención dicho autor sobre nuestro escrito, para sostener su objeción y que tiene que ver con la siguiente porción que transcribimos del mismo:

“De ahí que la gran promesa en torno a la que giran las Escrituras, sea la de un cambio radical de gobierno para la humanidad y en un futuro ya inmediato, en la forma de “nuevos cielos” y gobierno venidero que estará conformado por Jesucristo y sus 144.000 fieles seguidores (Rev. 14:1), poniendo con ello remedio a la catastrófica situación que en todos los aspectos amenaza al ser humano; gobernando, obviamente, sobre una “nueva tierra” compuesta por los sobrevivientes de la “gran tribulación” (Rev. 7:14), eso es, de personas que se han ganado el favor del Altísimo por su lealtad, pues esto es lo que se lee en Rev. 11:18:

Pero las naciones se airaron y vino tu propia ira y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados; y para dar su galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre (en el sentido positivo del término), a los pequeños y a los grandes y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra.” (Acotación nuestra).”

Lo que el Sr. Olcese pone en duda de nuestra aseveración, es el que esas personas se hayan “ganado” el favor de Dios con su actitud y que por eso estén como súbditos en dicho reino, pues él sostiene y apoyándose en Zac. 14:16, que los súbditos de dicho gobierno teocrático salen de los sobrevivientes de entre aquellos pueblos rebeldes que han subido a pelear contra Jerusalén (por lo que no pueden haberse ganado el favor de Dios) y que se han escapado de morir en el subsiguiente juicio divino, como si a Jehová se le pudiera “escapar” alguien de recibir su galardón, sea este bueno o malo…… eso es, una justa retribución según la conducta de uno; pero en primer lugar y para desbaratar esa extraña idea del personaje referido y que una vez más, hace gala de un nulo conocimiento del contenido escritural, veamos la razón por la que esas personas sobrevivientes de esa “gran tribulación” mencionada en Rev, 7:14 y fueren quienes fueren, pasan a convertirse en los primeros súbditos del mencionado reino:

Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos”.” (Rev. 7:13-15).

Luego está claro que esas personas han accedido a la condición de súbditos del reino de Dios, no porque se hayan “escapado” de las consecuencias de una rebelde actitud de enfrentamiento con Jehová, atacando Su santa ciudad, sino porque han ejercido fe en el rescate de la sangre de Jesucristo y como queda meridianamente claro en el pasaje mencionado. Por otra parte, está el hecho incontestable de que en la Revelación o Apocalipsis y en ese mismo capítulo 7, queda perfectamente establecido que al reino de Dios solo entran dos grupos de personas perfectamente delimitados: uno identificado como los 144.000 y que serán los que gobernarán en dicho reino y otro, compuesto por los sobrevivientes de ese evento devastador que será la llamada “gran tribulación” y por la razón ya expuesta, que serán los gobernados…… luego nada se nos dice de un tercer grupo de unos supuestos personajes “escapados” de una rebelión en contra de Dios y como figurantes en ese reparto, o al menos no se nos da a entender dicha posibilidad en la lectura de este pasaje; pero profundicemos un poco más en el asunto.

Porque en cuanto al pasaje de Zac. 14:16 aludido por el Sr. Olcese y que ya hemos mostrado, explicábamos en nuestro artículo del 11/07/12 el significado de su contenido y sin que obtuviéramos la menor respuesta de dicho autor; no obstante e inasequibles al desaliento, persistiremos en nuestro “samaritano” empeño para ver si con ello conseguimos que dicho caballero entre en razón (algo “dificililla” se nos antoja la cosa), en el sentido de que lo que se nos dice en ese texto, nada tiene que ver con aquellos que serán súbditos del reino de Dios…… por lo que volveremos a explicar de qué realmente se nos habla en dicho pasaje y teniendo en cuenta que es precisamente alrededor del mismo que D. Mario cimenta su presente objeción. Pero a diferencia del autor aludido y como tenemos por costumbre en este blog, nosotros colocaremos dicho pasaje en su debido contexto y lo que nos permitirá comprobar, si en el mismo se nos dice algo que nos pudiera sugerir que de los que se enfrentan a Jehová, al atacar Jerusalén, vaya a haber sobreviviente alguno:

Y esto es lo que resultará ser el azote con el cual Jehová azotará a todos los pueblos que realmente hagan servicio militar contra Jerusalén: Habrá el pudrirse de la carne de uno, mientras uno está parado sobre sus pies; y los ojos mismos de uno se pudrirán en sus cuencas y la lengua misma de uno se pudrirá en la boca de uno.

13 Y en aquel día tiene que ocurrir que entre ellos se hará extensa la confusión procedente de Jehová; y cada uno realmente agarrará la mano de su compañero y su mano realmente subirá contra la mano de su compañero. 14 Y Judá mismo también estará guerreando en Jerusalén; y la riqueza de todas las naciones en derredor ciertamente será recogida, oro y plata y prendas de vestir en abundancia excesiva.

15 Y así resultará ser el azote del caballo, el mulo, el camello, el asno y toda suerte de animal doméstico que se halle en aquellos campamentos, como este azote.

16 Y tiene que ocurrir que, en lo que respecta a todos los que queden de todas las naciones que vienen contra Jerusalén, ellos también tendrán que subir de año en año a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos y a celebrar la fiesta de las cabañas.” (Zac. 14:12-16).

Según lo leído parece quedar claro, que no pueden existir sobrevivientes de aquellos que vayan contra Jerusalén, puesto que los que no sean muertos por “el azote” o “plaga” enviado por Jehová (v. 12), se matarán entre sí a raíz de la confusión que Este provoca entre ellos, según el verso 13; que esto es tal cual se lo decimos, queda probado cierto cuando profundizamos en el contexto escritural sobre lo relatado acerca de ese mismo dicho trágico evento por otros profetas, lo que nos lleva directamente a la profecía de Sofonías y en donde se lee como sigue…… y repetimos que estaríamos hablando del mismo suceso:

El gran día de Jehová está cerca. Está cerca y hay un apresurarse muchísimo de él. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. 15 Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y de densas tinieblas, 16 día de cuerno y de señal de alarma, contra las ciudades fortificadas y contra las elevadas torres de las esquinas. 17 Y ciertamente causaré angustia a la humanidad y ciertamente andarán como ciegos; porque han pecado contra Jehová. Y su sangre realmente será derramada como polvo y sus entrañas como el estiércol. 18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra.” (Sof. 1:14-18).

Queda diáfano por el relato que se da en ambos pasajes de ese un mismo suceso, que no se salva ni el apuntador de entre aquellos que se levantan contra Jerusalén; luego ¿a quiénes apuntan esas palabras de Zac. 14:16, cuando se nos habla de “los que queden” de todas las naciones que vienen contra Jerusalén y que tendrán que subir de año en año a rendir pleitesía al Gran Rey? Pues, sencillamente, a miembros individuales de esas naciones que se levantan contra Jehová y que no subirán a pelear contra Jerusalén, por lo que no sufrirán destrucción eterna ante la ira de Este y personas de las que hablaremos a continuación; pero antes y para entender correctamente este planteamiento que hemos formulado, tenemos que averiguar primero los hechos concurrentes en el momento histórico en que se produce dicho enfrentamiento. Y es que recordarán ustedes, que les hemos hablado muchas veces de la profética semana 70 de Dan. 9:27 y de lo que dentro de ese marco de circunstancias va a ocurrir, período de tiempo que abarca los siete últimos años del mundo tal como lo contemplamos a día de hoy…… y siendo este el orden en que se producen los distintos acontecimientos dentro de dicho período de tiempo: esta semana 70 inicia con la aparición del personaje “anticristo” y que queda identificado por el pacto de paz por siete años que consigue establecer “entre los muchos”, eso es, fundamentalmente entre judíos y musulmanes; al unísono, aparecen también los “dos testigos” o resto ungido de Rev. 11:3 y que tienen la comisión de liderar la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14, que se extiende por 1.260 días o tres años y medio y con lo que estaríamos hablando de la primera mitad de la semana mencionada.

A estos proclamadores les seguirá una inmensa multitud que creerá en su mensaje y se “montará en el carro” del reino de Dios, siendo esta multitud conformada por los miembros individuales de las naciones que posteriormente atacarán Jerusalén y a los que acabamos de hacer mención, que puesto que no se oponen a Jehová no suben a pelear contra Jerusalén…… e inmensa multitud que será recogida, durante un período de tiempo caracterizado por una relativa era de tranquilidad y progreso (Rev. 7:1-3), circunstancia que favorecerá la labor de predicación por todo el globo y siendo esta, la idea que nos quiere transmitir el pasaje que acabamos de señalar. Acabada su tarea o comisión y según Rev. 11:7, la “bestia” liderada por el mencionado “anticristo” dará muerte a esos “dos testigos” que les han dado la “matraca” por 1.260 días y tendrá sus cadáveres expuestos por espacio de tres días, al término de los cuales son levantados de nuevo a la vida y preciso momento en que se cumple lo dicho por Pablo en 1 Tes. 4:15-17…… y no pierdan de vista el contenido de este pasaje, pues nos será útil más adelante para desmontar el incomprensible planteamiento del Sr. Olcese:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor, no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero (eso es, inicia la llamada “primera” resurrección). 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos, seremos arrebatados (con lo que se “completa” según Rev. 6:9-11, el grupo de los 144.000) juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (Acotaciones nuestras).

Simultáneamente a esto, aquellos que han aceptado el mensaje de ese “resto ungido” enviado por Jehová, son “ocultados” o protegidos por Este y cumpliéndose en ellos lo profetizado en Isa. 26:20-21; en Sof. 2:2-3 y en el Sal. 91…… es a continuación de ese “ocultar” milagroso, cuando empieza la “gran tribulación” o el “día de la ira de Dios” y dirigido contra aquellos que rechazaron la oferta de Sus enviados en cuanto a asirse de la esperanza del reino; “gran tribulación” que tiene su desarrollo por los restantes tres años y medio, finalizados los cuales se entra ya en el reino de Dios. Este es el momento en que aparecen de nuevo en escena esos que habían sido apartados u ocultados, en todo caso protegidos de esa destrucción de la humanidad desobediente (por tanto sobrevivientes) y de la que se nos habla tanto en Zacarías como en Sofonías; para ilustrarlo gráficamente, personas que a la manera de Noé o de los israelitas en Egipto, habrán sido librados de afrontar los rigores de dicho evento destructivo, convirtiéndose por ello en los primeros súbditos del reino de Dios.

Por lo tanto, es un total disparate la afirmación que nos hace el Sr. Olcese en el video objeto de análisis y en una pésima interpretación, no solo de Rev. 7:14, sino de todo el contexto escritural y del que no tiene ni idea, en el sentido de que por la “gran tribulación” vayan a pasar personas (creyentes cristianos, según nos cuenta) que serán “probadas” con respecto de su fe y que puedan salir con vida y airosas de la misma o en su defecto, que mueran en ella en defensa de dicha fe y por lo que, unas y las otras, pasarían a engrosar las filas de aquellos que han de reinar con Cristo…… cuando la realidad es que dicho evento y como hemos señalado, va dirigido exclusivamente contra y para su total destrucción, no de cristianos fieles, sino de aquellos que durante los 1.260 días o primeros tres años y medio de predicación, no hayan aceptado la oferta del reino y que es lo que será publicado u ofertado por los “dos testigos” o “resto ungido” por aparecer. Luego y a modo de inciso, permítannos señalar que debe quedar claro y así lo entendemos nosotros de las Escrituras, que la oportunidad de acceder al reino en calidad de súbdito del mismo, se circunscribe únicamente a esos 1.260 días por iniciar aún, pues terminados estos se termina dicha oportunidad y se pasa, por parte de Jehová, al inmediato castigo o aniquilación eterna de aquellos que le han afrentado no aceptando Su oferta y encima, revolviéndose contra Él, atacando la ciudad de Jerusalén.

No siendo por tanto más que una falsedad, la afirmación sostenida por los teólogos de las actuales organizaciones religiosas en el sentido de que hoy se está predicando el “evangelio de salvación” y chorradas por el estilo, como la misma predicación de los TJ o la de elementos individuales como el propio Sr. Olcese, que no sirven absolutamente para nada como no sea para que los dirigentes de esas organizaciones que promueven esas campañas de predicación, vivan como reyes a costa de los incautos que les creen. ¡Hombre!, no deja de ser cierto que aquellos que ya hoy se interesan en el tema, probablemente lo tendrán más fácil para aceptar el mensaje venidero y actuar en una secuencia positiva, que aquellos que ahora pasan olímpicamente de las cosas de Dios; pero en términos prácticos y que es lo que nos interesa, lo que va a contar para escaparse uno de sufrir el castigo divino será lo que ocurra durante esos 1.260 días por venir y en función de la decisión que cada uno tome ante el mensaje recibido: aceptar de buena gana la propuesta ofertada, conllevará el ser protegido de la destrucción venidera y poder con ello acceder al reino de Dios en calidad de súbdito…… y el no aceptarla, significará la destrucción eterna durante la “gran tribulación”.

Hecho este pequeño inciso, volvamos a dónde estábamos y que tenía que ver con el tremendo error que comete el Sr. Olcese en su planteamiento y en una total falta de capacidad para razonar con un mínimo de lógica y sentido común sobre aquello que lee, porque veamos: sabemos que los sobrevivientes de la “gran tribulación” aparecen al término de la misma, pues se nos dice de estos que “salen” de ella (Rev. 7:14); por otra parte, sabemos también que esta concluye con la llamada batalla de Armagedón y que pelea Jesucristo con las naciones que suben contra Jerusalén y en la que es acompañado ya por sus fieles hermanos (Rev. 17:14), lo que significa que la “primera” resurrección ya se ha producido…… “primera” resurrección que como hemos visto, ocurre en el mismo momento de ser devueltos a la vida los “dos testigos” (recuérdese ahora, lo leído en 1 Tes. 4:15-17), eso es, antes de que inicie el período de la “gran tribulación”. Lo que hace imposible la disparatada teoría del autor en cuestión, dado que aquellos que sean muertos dentro de dicha “gran tribulación” ya no tendrán a su alcance el poder participar de esa “primera” resurrección, pues esta ya aconteció estando ellos aún con vida y con lo que pierden la posibilidad de participar en ella y alcanzar así, la inmortalidad y el derecho de reinar con Cristo; recordemos que solo dicha “primera” resurrección es la que concede a uno el convertirse en inmortal rey y sacerdote junto a Cristo…… por otra parte, tampoco lo podrían hacer aquellos que salieran con vida de dicha “gran tribulación”, pues al no haber muerto no pueden participar de resurrección alguna y requisito fundamental para reinar con Cristo como inmortal rey y sacerdote:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación nuestra).

Es obvio entonces, que aquellos que no participan de esa “primera” resurrección y como son los casos señalados, no tienen acceso alguno al gobierno del reino de Dios y por lo que, en todo caso, solo pueden acceder a ser súbditos del mismo; y este argumento presentado y que entienden hasta los tontos de pueblo en España, parece que es inalcanzable para el Sr. Olcese y que se ha “columpiado” una vez más, por no tener ni la más remota idea de lo que le transmite aquello que lee en la Biblia. Y es que el Sr. Olcese es semejante a aquellos marineros torpes, que esperan que sea el viento el que sople en la dirección que ellos han colocado las velas, en lugar de colocar las velas en la dirección que sopla el viento y que es algo muy distinto…… eso es, que espera que la Biblia se ajuste a aquello que él cree, en lugar de ajustar lo que él cree a lo que dice la Biblia; de ahí esas increíbles propuestas que nos hace y que se dan de bofetadas con todo el contexto escritural, por lo que es incapaz de defender las mismas (como no sea repitiéndose en ellas como el ajo) ante alguien que tenga un mínimo de conocimiento bíblico y como es el caso de los autores de este blog.

Ello queda demostrado, analizando otra de las objeciones presentadas a nuestro artículo por el personaje mencionado y que tiene que ver con la afirmación que hacíamos en el mismo, en el sentido de que solo 144.000 son los que reinan con Jesucristo, sobre la inmensa multitud de personas que sobrevive a la “gran tribulación” y extremo al que se opone también dicho personaje, afirmando que los que participan de ese reinar son infinitamente muchos más de esa cantidad y entre los que (¡faltaría “plus”!), se encuentra él y que como animalada (ya nos disculpará el Sr. Olcese) no está nada mal…… porque claro: pensar que nos tengan que gobernar esa patulea de indocumentados que no tienen ni la más remota idea de lo que nos dicen las Escrituras (de ahí el disparate de considerarse “ungidos”), entre ellos el personaje en cuestión, es como para echarse a temblar. Y decimos indocumentados, puesto que eso es lo que demuestra ser el amigo Apologista y todos lo que como él piensan, porque veamos: en el texto escritural no hay nada que nos hable ni nos sugiera siquiera la idea de que serán “muchísimos” los que gobernarán en el reino de Cristo al lado de este y por lo que todo se reduce a meras especulaciones provocadas por la necesidad de dar respuesta a temas que están ahí y de los que no entienden lo más mínimo, pero de los que obviamente y por su reputación o prestigio, tienen que decir algo. Y es que la realidad más bien nos indica lo contrario, eso es, que todo el contexto apunta a una cantidad perfectamente delimitada, por lo que la afirmación del Sr. Olcese no es más que una simple e interesada especulación sin base alguna, para mantenerse en lo “políticamente correcto” dentro del extenso campo de autores que escriben de la Biblia…… dicho en otras palabras, una pura majadería.

Porque el Sr. Olcese que tantas veces y para defender extraños planteamientos, ha recurrido con insistencia a la literalidad de ciertas expresiones, nos tendría que señalar en dónde se nos dice “literalmente” que los que han de reinar con Cristo serán multitud…… y siendo obvio que de existir dicha afirmación, ya nos la habría mostrado, solo podemos llegar a la conclusión de que no solo no existe la tal en el contexto escritural, sino siquiera algo que mínimamente pudiera sugerir dicha posibilidad; de hecho, lo que se nos señala en éste y fundamentalmente en el capítulo 7 de Revelación o Apocalipsis, es y como hemos dicho, totalmente lo contrario. Y es que lo que observamos en el mismo ya de entrada, es el llamativo contraste existente entre los dos únicos grupos que aparecen al iniciar su andadura el reino de Dios, pues mientras el uno está perfectamente cuantificado, el otro no lo está y diciéndonos del mismo que está compuesto por una “gran muchedumbre” que ningún hombre “podía contar” (se entiende por el contraste, que por su gran cantidad); entonces ello significaría y tomando la oración por pasiva, que el primer grupo sí se podía contar y de ahí que se nos dé la cantidad del mismo: 144.000 miembros.

Se nos dice, además, que mientras estos están marcados con el sello de Dios “en sus frentes” (Rev. 7:2-3) y lo que denota pertenencia, están los segundos que no tienen sello alguno que los identifique como esclavos o siervos de Dios, en lo que es una significativa y clamorosa diferencia; y dado que la cifra sale de una operación matemática, como se ve en los versos 4 al 8 (12 x 12.000), la posibilidad de que estemos hablando de un número no literal, carece de todo sentido lógico. Porque siendo cierto que en la Revelación existe mucho simbolismo, no es menos cierto que siempre es el contexto y no la personal conveniencia del que lee de dicha profecía, el que nos dice si lo que estamos leyendo es literal o simbólico…… y en este caso, el contexto general de las Escrituras nos dice que estamos hablando de algo literal, a menos que Él que dio la Revelación no supiera multiplicar. Pero dicho lo cual, veamos un argumento adicional que apoya nuestra afirmación, al que el Sr. Olcese y a pesar de nuestra persistente insistencia, aún no ha sido capaz de aclararnos…… de nuevo habría que pensar que porque no puede (pues de poder ya lo habría hecho) y que tiene que ver con el siguiente pasaje:

Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.” (Rev. 14:1).

Luego partamos de la base, de que está fuera de toda duda que esos personajes son los mismos de los que se nos habla en el capítulo 7 y verso 4 de este mismo libro; tenemos, por otra parte, que esta visión que se le muestra a Juan, está directamente relacionada con el cumplimiento aún futuro del Sal. 2:5-6 y en donde se lee como sigue:

En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.”

De ello se deduce que lo que le fue mostrado a Juan en visión, es a un Jesucristo ya “de pie”, eso es, ya entronizado como rey y en el desempeño de sus funciones, por lo que solo se puede entender que aquellos que figuran a su lado son los que le acompañan en dicho reinar…… y es que si no hubiera correspondencia (que sí la hay) entre lo visto por Juan en su visión y lo dicho por el salmo mencionado, la pregunta sería la siguiente ¿por qué a Juan y en una revelación para, presuntamente, desvelar cosas escondidas, solo le fueron mostrados alrededor de Jesucristo a los 144.000 y no también a la “gran muchedumbre” o en su defecto, un compendio entre ambos grupos, eso es, una incontable multitud de personas al lado de este y en calidad de inmortales reyes y sacerdotes y que es lo que nos propone el Sr. Olcese? Pues porque el planteamiento de dicho caballero no es más que una perfecta estupidez, imposible de sostener y fruto de un total desconocimiento del contenido escritural, pues de lo que se nos habla en Rev. 14:1 es de 144.000 individuos literales…… y si no, que nos explique el personaje en cuestión, por qué razón a Juan no le fue mostrada a la “gran muchedumbre” también al lado de Jesucristo e imagen que ciertamente sí nos transmitiría esa idea de que todos, los 144.000 y la “gran muchedumbre”, son lo mismo; pero dado que eso no es así, mantener ese planteamiento es ir más allá de lo que nos dicen las Escrituras (1 Cor. 4:6) y con lo que ello significa de afrenta al Autor de esas palabras. O también, que nos aclare el porqué de que mientras unos pocos son sellados y “comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y el Cordero” (Rev. 14:3-4), los miembros de la “gran muchedumbre” no lo sean y con las lógicas consecuencias que se derivan de tan clamorosa diferencia…… como, por ejemplo, que no son lo mismo y por lo que no pueden ser considerados como un todo con los 144.000, pues de lo contrario ¿qué sentido tendría, el que Jehová hubiera establecido esa clara distinción entre los unos y los otros.

Mientras el Sr. Olcese no pueda respondernos a estas cuestiones (y no lo hará) que creemos haber demostrado sobradamente, más le valdría a D. Mario callarse y no alborotar “el gallinero”, pues siempre suele ocurrir que sale algún gallo “respondón” y como es en este caso, que le pone a uno la cara color tomate; y es que lo que no contempla ese personaje, en primer lugar, es que desde este blog jamás se publica nada que no esté debida y exhaustivamente contrastado…… y en segundo lugar, que en cuanto a entendimiento bíblico, los autores del mismo le damos “sopas con honda” en todos los terrenos. De ahí, que a lo único que alcance es a repetirse vez tras vez en sus disparatadas y erráticas “enseñanzas”, sustentadas sobre peregrinas y “sicodélicas” interpretaciones del contenido escritural y no sobre textos sólidamente establecidos por sus contextos y debidamente razonados…… y es que ya se sabe: el que vale, vale y el que no, pues a enredar haciendo de apologista.

MABEL

«…… MÁS NO CONFORME A CONOCIMIENTO EXACTO».

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 27/05/2014 by Armando López Golart

23724841Una de las paradojas más destacables que  encontramos en el campo de la religión, básicamente entre aquellas  que se dicen “cristianas” y sean estas consideradas como minoritarias o las reconocidas como mayoritarias, es que todas y cada una de ellas afirma sin lugar a duda alguna ser la religión verdadera y por ello, la única que sostiene la “verdad”…… por tanto, el “único conducto” que relaciona a uno con Dios. Claro, cuando éste uno razona con un mínimo de lógica, obviamente se da cuenta de que eso no puede ser de ninguna de las maneras, pues o bien la religión católica es la que sostiene la verdad, o los es el adventismo, o los mormones, o lo son los TJ, o los pentecostales, o los baptistas, o los etc. etc. etc., pero todos al mismo tiempo no puede ser, pues tienen enseñanzas totalmente distintas; sin embargo, sus respectivos feligreses o seguidores y a los que nos queremos dirigir (sus líderes no son más que aprovechados que vive a costa de ellos), están plenamente convencidos de lo que se les enseña, eso es, que ellos son los que tienen la verdad y siendo que el resto de organizaciones religiosas, no son más que falsas “iglesias” al servicio de Satanás…… excusamos decir que todos son sinceros en su línea de pensamiento y, a su manera, creen estar sirviendo a Dios y no a los líderes religiosos que son los que les “interpretan” las Escrituras.

Por lo tanto, vamos a intentar profundizar en dicha cuestión y tomando como punto de referencia a la organización de los TJ, pues no solo su traducción bíblica TNM es la que tenemos como referente en este blog y de la que también hemos transcrito la porción del texto señalado, sino por ser esta organización la que más conocemos los autores de este blog por nuestros años de militancia en la misma…… si bien es cierto que el resto de denominaciones llamadas “cristianas” se mueven en los mismos parámetros señalados y por lo que la línea argumental que intentaremos desarrollar, aplicaría por igual a cada una de las restantes y sean cuales sean las enseñanzas propugnadas en las mismas, no necesariamente coincidentes con las que vamos a señalar; pero veamos el texto mencionado en toda su extensión:

Hermanos, la buena voluntad de mi corazón y mi ruego a Dios por ellos son, en realidad, para su salvación. 2 Porque les doy testimonio de que tienen celo por Dios; más no conforme a conocimiento exacto (o “pleno” según versiones); 3 pues, a causa de no conocer la justicia de Dios, pero de procurar establecer la suya propia, no se sujetaron a la justicia de Dios.” (Rom. 10:1-3). (Acotación nuestra).

En este caso, el apóstol Pablo se estaba refiriendo a la nación de Israel y de la que afirmaba que si bien el deseo de esta era el de agradar a su Dios, no tenían el conocimiento correcto de cómo hacerlo; en consecuencia, al intentar hacerlo a su manera, eso es, mediante su estricto apego a la Ley y no según lo demandado por Jehová, que era por medio del Cristo, lo que conseguían realmente era oponerse frontalmente a la voluntad divina…… y todo, por la falta de un “conocimiento exacto” de lo demandado por Dios. Y siendo cierto que Pablo no se refería directamente a los cristianos, no es menos cierto que dicho planteamiento puede ser tomado como un “principio” guiador, para aquellos que deseamos servir a Dios y lo que nos llevaría a esforzarnos por tener una idea correcta o “exacta” de lo que nos dicen las Escrituras (y no de aquello que “otros” nos cuentan “que dicen” las Escrituras); y es que el actuar contrario a lo que estas exponen y en función del principio señalado, nos convertiría en opositores al Altísimo. Pero veamos un ejemplo de lo que pretendemos decir y analizando, como hemos dicho, las enseñanzas de la organización religiosa de los TJ que tienen como propuesta fundamental y de la que depende todo su entramado argumental, en una supuesta venida o “presencia invisible” de Jesucristo en el año 1.914.

Según sus dirigentes “ungidos” (condición equivalente a ser uno un Hijo de Dios y por tanto, inmortal rey y sacerdote en el venidero reino milenario), Jesucristo fue entronizado, eso es, tomó posición de su trono como rey en el reino de Dios en dicho año y siendo a partir de ese momento, que se produjeron los acontecimientos que derivaron con el ser escogidos por Jesucristo y de entre otros grupos religiosos distintos, para ser los voceros de Dios en la tierra y consecuentemente, el “único conducto” por el que Jehová y desde ese momento en adelante, se comunicaría con el hombre…… por extensión, dicha organización se otorga a sí misma el rango de “única religión verdadera”. Tanto es eso así, que sus enseñanzas tienen que considerarse como “palabra de Dios”, al grado que desobedecer a la organización es el equivalente a desobedecer al mismísimo Jehová Dios y lo que conlleva la expulsión inmediata de la misma y con todo lo que ello significa…… algo que solo sabe el que pasa por tal experiencia; ahora bien ¿es cierta dicha enseñanza y por tanto, coincidente con lo que nos dicen las Escrituras? Es más ¿es esa afirmación, una manifestación de “conocimiento exacto” del contenido escritural y como nos es exigido en el pasaje mencionado? Pues veámoslo acudiendo a lo que se nos cuenta en el registro escritural, acerca del regreso de Jesús a la tierra y siempre, como ya hemos señalado, partiendo de lo que vierten en su propia versión de las Escrituras, eso es, la TNM……y lo que vemos en primer lugar es lo siguiente:

Y estando ellos mirando con fijeza al cielo mientras él se iba, también, ¡mira!, dos varones con prendas de vestir blancas estuvieron de pie al lado de ellos 11 y dijeron: “Varones de Galilea ¿por qué están de pie mirando al cielo? Este Jesús que fue recibido de entre ustedes arriba al cielo, vendrá así de la misma manera como lo han contemplado irse al cielo”.” (Hech. 1:10-11).

Prescindiendo, no obstante, de que en la Biblia se nos habla solo de una segunda y definitiva venida (en el caso que nos ocupa estaríamos hablando de tres venidas) y no de “dos” venidas posteriores a la del I siglo, como sería el caso de ser cierto lo que nos cuentan esos señores, tenemos que si dicha segunda venida tenía que ser igual que su ida, eso es, tenía que ser “contemplada” literalmente por el “personal” y tal como fue contemplado su ascenso a los cielos, quedaría descartada una hipotética venida “invisible” o “parousía” y solo observable con los ojos de la fe, como absurdamente nos quieren hacer creer los TJ; porque eso significaría que solo aquellos que tuvieran fe en Jesucristo y, obviamente, miembros de dicha secta, podrían ser conscientes de dicha “presencia”…… cuando en realidad, lo que se nos dice en las Escrituras es algo totalmente diferente:

¡Miren! Viene con las nubes y todo ojo le verá y los que lo traspasaron; y todas las tribus de la tierra se golpearán en desconsuelo a causa de él.” (Rev. 1:7).

Aquí observamos que su venida es contemplada incluso por los que no tienen fe en él, pues se nos dice que no solo aquellos “que lo traspasaron” (en clara referencia al pueblo judío y que aún no acepta a Jesús como el Mesías) lo contemplarán, sino que también lo harán “todas las tribus de la tierra”, eso es, todos los habitantes del orbe y sea cual sea su forma de religión…… que ello es así, queda claro por lo que se lee en propias palabras de Jesús en Mat. 24:30:

Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento (luego no les produce ninguna alegría dicha aparición y con lo que queda claro que no desean su venida) y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.” (Acotación nuestra).

Y si no les produce alegría alguna, es porque dicha venida no es deseada por esas personas pues ello significa desastre para las tales, por lo que estaríamos hablando de personas que no ejercen fe en él y que solo lo pueden ver con los ojos literales y no “con los ojos de la fe”, como infantilmente nos quieren vender los miembros de ese llamado “cuerpo gobernante” y origen de las enseñanzas de dicha organización; palabras las transcritas, no lo olvidemos, que son parte de la amplia respuesta que Jesús dio a sus discípulos a la siguiente pregunta:

Estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente y dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”.” (Mat. 24:3).

Queda claro entonces, que Jesús en ningún momento hizo referencia a una presencia “invisible” sino todo lo contrario, a una que sería visualizada por todo el mundo, así como el rayo alcanza con su luminosidad a todo el firmamento visible…… de hecho, esta es la comparación que estableció el propio Hijo de Dios al decir lo siguiente y aún en el contexto de la pregunta formulada:

Porque así como el relámpago sale de las partes orientales y resplandece hasta las partes occidentales, así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mat. 24:27).

Y no perdamos de vista el hecho de que Jesús estaba hablando del momento en que regresaría a la tierra y respuesta acorde con la pregunta que se le formuló…… luego él no dijo nada que siquiera pudiera sugerir algo parecido a una venida invisible; por otra parte y como detalle muy importante, notemos que el planteamiento de la pregunta señalada relaciona directamente su presencia o venida, con la conclusión de determinado sistema de cosas y en una directa relación causa/efecto, circunstancia que nos lleva a la siguiente pregunta: si Jesucristo y según se nos afirma, recibió el reino en 1.914 ¿dónde están y tras cien años de supuesta gobernación, los resultados de dicho gobernar? Es obvio que cuando miramos a nuestro alrededor, no vemos que la situación haya mejorado desde ese momento en adelante, sino todo lo contrario y siendo que las Escrituras nos dicen lo siguiente, acerca de lo que tiene que ver con le fe:

Fe es la expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen.” (Hebr. 11:1).

Luego si esa supuesta venida “invisible” de Jesucristo en 1.914, hubiera ocurrido realmente, eso es, que fuera una “realidad no contemplada” por el ojo humano literal, debería de existir una “demostración evidente” y palpable de que ello ha sido así y que tendría que verse reflejado en una sustancial mejora de circunstancias a nuestro alrededor…… algo que no solo no ha ocurrido, sino que ha sido todo lo contrario; pero veamos esto otro que se nos dice en la Biblia y que va en línea con que acabamos de leer:

Arrepiéntanse, por lo tanto y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová 20 y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:19-21).

Solo podemos entender de este pasaje, que los “tiempos de refrigerio” y de la “restauración de todas las cosas” están directamente relacionados con la venida de Jesús y como consecuencia inmediata de su toma de poder del reino…… pues claramente se nos dice que Jesucristo es retenido hasta que llegue el momento preciso de dicha restauración (no antes) y con ello los “tiempos de refrigerio”. Sin embargo, 100 años nos contemplan desde ese supuesto momento en que según los TJ, este tomó las riendas de la gobernación del mundo y nada ha sido “restaurado”, ni los “tiempos de refrigerio” han llegado; porque no olvidemos y para enfatizar la idea, que el pasaje leído nos señala claramente que el final de la “retención” de Jesucristo en los cielos, es seguida por la inmediata “restauración de todas las cosas” en el planeta tierra y, repetimos…… cien años nos contemplan, sin que nada de esto haya ocurrido y con la cosa que ha ido yendo a peor.

Pero añadámosle a lo dicho otra cuestión, que tiene que ver con la misma presencia aquí en la tierra de los supuestos “ungidos” de los TJ, pues esto es lo que nos explica su “cuerpo gobernante” compuesto precisamente de “ungidos”, acerca de la llamada “primera resurrección” de Rev. 20:6: esta inició y según un artículo de La Atalaya del 01/01/07 (pág. 25-30) titulado “La primera resurrección ya ha empezado”, en el período comprendido entre 1.914 y 1.935 para aquellos “ungidos” que habían muerto antes de esa supuesta “presencia invisible” de Jesucristo, mientras que los que fueran muriendo en fechas posteriores irían, de forma progresiva, completando “en los cielos” el número de los 144.000 individuos elegidos…… de los que actualmente y según nos cuentan dichos señores, aún queda un resto de ellos en la tierra y que, obviamente, son sus “ungidos” (excusamos decir que los “ungidos” de otras confesiones religiosas, son para ellos más falsos “que un duro sevillano”) y de los que según la estadística de participación en el “memorial” o “conmemoración” del año 2.013, arrojaba un total de 13.204 supuestos “ungidos” aún con vida en la tierra.

De entrada y de forma sorprendente, lo que vemos es que en lugar de irse reduciendo dicho número y como sería lo lógico y normal, dado que según su enseñanza se completó ya dicho número, con los 36.732 que en 1.938 participaron de los “emblemas” (el pan y el vino) en la “conmemoración” o “memorial” de la muerte de Cristo; cantidad que fue menguando progresivamente hasta el año 1.987 en que se contabilizaron alrededor del mundo un total 8.808 participantes. Sin embargo y de manera sorprendente, ese decrecimiento natural se quedó estancado por 21 años y en los que dicha cantidad oscilaba en +/- cien personas, hasta que en 2.008 y de forma inverosímil, dicha participación aumentó de pronto a los 9.986 individuos, en 2.009 a 10.857 y que en 2.013 llegó ya a los 13.204…… luego es evidente que algo está fallando en el planteamiento de los TJ, pues la tendencia no cuadra con lo que ellos nos proponen. Porque si según nos explican, fue en 1.935 cuando se acabó con la recolección de esos personajes y algo que les fue “revelado” por el propio Jesucristo (eso es lo que nos dicen, que este dirige al “cuerpo gobernante”), lo normal es que a partir de ese momento el número fuera menguando hasta quedar en una mínima expresión, para que se cumpliera con ellos lo dicho en 1 Tes. 4:17…… sin embargo y de manera incomprensible, dicha cantidad va en continuo aumento. Pero dejando aparte ese “pequeño” contrasentido, lo que leemos en las Escrituras no tiene nada que ver con la milonga que nos están contando esos señores, acerca de un completar progresivo “en el cielo” de ese número de 144.000, eso es, que a medida que van muriendo los miembros actuales de esa clase “ungida”, se van incorporando a ese grupo ya resucitado en el cielo y ocupando sus respectivos tronos de inmortales reyes y sacerdotes al lado de Jesucristo…… porque esto no es lo que se nos dice en las mismas, sino que lo que se nos dice es esto:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor, no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con e] Señor.” (1 Tes. 4:15-17).

Entonces lo que realmente ocurre, es que cuando Cristo vuelve a esta tierra ya glorificado y para tomar su posición como rey delegado por Jehová (notemos que no son los “ungidos” los que se van al cielo para reinar con Cristo desde allí y como disparatadamente se nos quiere hacer creer, sino que es este el que desciende a la tierra), se produce de inmediato la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) y con ella, el “arrebatamiento” de esos que alcancen a estar vivos en ese momento para, todos juntos (no unos antes y otros años después) salir al encuentro del Señor que desciende del cielo y a modo de comité de recepción, para recibirle en su regreso a la tierra y que es desde dónde se ejerce dicha gobernación teocrática…… luego ya tenemos otra cosa que no encaja con lo que nos cuentan los TJ; pero resulta que la enseñanza mencionada de la toma de posesión del reino por parte de Jesucristo en 1.914, se enfrenta a otras dos derivadas, porque veamos: si ello fuera como se nos propone ¿cómo se nos explica la razón de la celebración más importante de los miembros de dicha organización y que es la “conmemoración” o “memorial” de la muerte de Jesucristo? Porque lo que se lee en las Escrituras y en palabras del apóstol Pablo, es lo que sigue:

Porque yo recibí del Señor (eso es, información directa de Jesucristo) lo que también les transmití: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó un pan 24 y, después de dar gracias, lo partió y dijo: “Esto significa mi cuerpo a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí”. 25 Hizo lo mismo respecto a la copa también, después de haber cenado, al decir: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre. Sigan haciendo esto, cuantas veces la beban, en memoria de mí”. 26 Porque cuantas veces coman este pan y beban esta copa, siguen proclamando la muerte del Señor, hasta que él llegue.” (1 Cor. 11:23-26). (Acotación nuestra).

Luego si Jesucristo (aunque supuestamente de forma “invisible”) ya llegó en 1.914 en el poder del reino y eso es lo que se nos cuenta ¿por qué continúan celebrando los TJ dicha ceremonia, oponiéndose con ello y por espacio de 100 años, a lo ordenado por Jesús en el sentido de que cuando “él llegue”, finaliza dicha celebración? Pero veamos ahora la segunda de esas dos derivadas que hemos mencionado: porque a tenor de lo que nos cuentan esos señores y en una franja de tiempo entre 1.914 y 1.935, se produjo la mencionada “primera” resurrección de los “ungidos” fallecidos de todos los tiempos y de los que aún hoy, según se nos dice, quedarían más de 13.000 con vida…… pero lo que leemos en el registro sagrado, acerca de esos personajes que con Cristo tienen que reinar, es lo siguiente:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6).

O sea, que lo que queremos señalar, es que si la citada “primera” resurrección se hubiera producido en el año 1.914 y como consecuencia directa de la venida de Jesucristo (de hecho, esto es lo que hemos visto que nos dicen las Escrituras), si esos supuestos “ungidos” que siguen aún hoy con vida murieran en este momento, resulta que solo reinarían con Cristo por 900 años y no los mil de los que se nos habla en el pasaje citado…… y así, vayan ustedes restándoles años de gobernación al lado de Cristo, a aquellos que fueran muriendo en tiempos posteriores y con lo que nos encontraríamos con que dicho pasaje nos estaría mintiendo. Por lo tanto, dicha “primera” resurrección y para que lo dicho por el pasaje en cuestión se cumpla, se tiene que producir en el mismo momento en que Jesús toma el poder del reino y empieza a reinar, que es en definitiva lo que nos muestra el relato escritural, pero hecho que según esos señores, ocurrió en 1.914…… por lo que, o es mentira que Jesucristo hubiera recibido el reino en 1.914, o es mentira que en la actualidad existan todavía “ungidos” entre los TJ, pues a tenor de lo leído no es posible la confluencia de ambas circunstancias. De hecho y en función de una información publicada en La Atalaya del 15 de Julio del año 1.981 por dicha organización, sería lo segundo, pues esto es lo que leíamos en la misma bajo el subtema “¿Por qué ajustes en el entendimiento?” y en su página 28:

Puede ser que alguien pregunte: ‘Si los testigos de Jehová están recibiendo “alimento al debido tiempo,” ¿a qué se debe que de vez en cuando han cambiado de entendimiento en cuanto a ciertas enseñanzas?’ La Biblia contesta: “Pero la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.” (Pro. 4:18) Igualmente, tal como la congregación del primer siglo tenía solamente conocimiento parcial, así también sucede con “el esclavo fiel y discreto” de hoy día. El conocimiento cabal de muchos asuntos espirituales se alcanza únicamente a medida que los propósitos de Dios llegan a la plenitud de su realización. (1 Cor. 13:9-12) El “esclavo” no está bajo inspiración divina; más bien, continúa escudriñando las Escrituras y examinando detenidamente los acontecimientos mundiales, así como la situación en que se encuentra el pueblo de Dios, a fin de entender el cumplimiento progresivo de las profecías bíblicas. Debido a limitaciones humanas, a veces puede haber un entendimiento incompleto o incorrecto de algún asunto que quizás requiera corrección más tarde.” (Negritas nuestras).

Porque si resulta que el “esclavo” o miembros del llamado “cuerpo gobernante” de los TJ no están bajo inspiración divina, sino que están sujetos a “limitaciones humanas” y así lo demuestran sus continuas meteduras de pata y que ellos mismos reconocen en el escrito de referencia, resulta que no son “ungidos” o Hijos de Dios como siempre nos han contado, pues esto es lo que leemos en las Escrituras:

Porque todos los que son conducidos (o “guiados” según versiones) por el espíritu de Dios, estos son los hijos de Dios.” (Rom. 8:14). (Acotación nuestra).

Siendo ello así, que no son “ungidos” y según declaración de parte ¿por qué participan de los emblemas en el “memorial”, si según ellos mismos afirman solo pueden hacerlo aquellos que son “ungidos” y de ahí, que su “gran muchedumbre” de “otras ovejas” tengan prohibida la participación en el mismo? Ya extendiéndonos en la pregunta ¿por qué entonces, ese división entre los supuestamente “ungidos” que dirigen, con las llamadas “otras ovejas” que son dirigidas, si resulta que todos son iguales? Sin embargo y en un total contrasentido, esos miembros del llamado “cuerpo gobernante” se identifican a sí mismos como “el conducto” mediante el cual Jehová dirige hoy a su pueblo; veamos cómo nos dicen esto, en este caso en el libro publicado en 2.006 “Adoremos a Dios”, en su capítulo 14 y párr. 10, en el que decían como sigue:

En nuestros días, el Cuerpo Gobernante de la organización visible de Jehová se compone de hermanos ungidos por espíritu procedentes de diversos países, y está situado en la sede mundial de los testigos de Jehová. Bajo la dirección de Jesucristo, promueve la adoración pura en toda la Tierra al coordinar las actividades evangelizadoras que llevan a cabo los testigos de Jehová de decenas de miles de congregaciones.”

Queda claro, que esta afirmación entra en franca contradicción con lo dicho en La Atalaya mencionada del año 81, al tiempo que no cuadra con lo que dijo Jesucristo y que fue esto:

Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero no las pueden soportar ahora. 13 Sin embargo, cuando llegue aquel, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye y les declarará las cosas que vienen. 14 Aquel me glorificará, porque recibirá de lo que es mío y se lo declarará a ustedes.” (Juan 16:12-14).

Entonces estaríamos hablando de una información directa del Hijo de Dios a unos hombres determinados, por lo que de nuevo nos encontramos ante la flagrante contradicción de que, o bien no son “ungidos” y de ahí sus constantes errores como ellos mismos reconocen en La Atalaya mencionada, o bien son el “conducto de Dios” como a sí mismos se atribuyen y bajo la dirección de Jesucristo, con lo que no puede haber equivocación alguna en sus enseñanzas, pues en este caso el error sería atribuible al propio Jesucristo y bajo cuya dirección afirman estar esos miembros del “cuerpo gobernante”…… luego si el Hijo de Dios no se puede equivocar y los TJ sí lo hacen ¿qué está ocurriendo aquí?

Pues lo que ocurre de entrada, es que esas personas nos mienten en su afirmación de ser la única religión verdadera, pues ni son “ungidos”, ni mucho menos están dirigidos por el propio Jesucristo, dado que tanto ellos como por extensión, aquellos que les siguen no tienen conocimiento exacto de lo que dicen las Escrituras y de ahí, que tengan que estar justificando sus continuos errores, como hemos leído en esa publicación del 15 de Julio del año 1.981…… luego sin ese necesario “conocimiento exacto”, de ninguna manera se puede tener la pretensión de ser la “verdadera” religión que represente los intereses de Dios aquí en la tierra y al igual que aquellas personas a las que Pablo se dirigía, los TJ también buscan a Jehová según su conveniencia y no según nos exige Este en Su Palabra; pero recordemos de nuevo las palabras de Pablo:

Porque les doy testimonio de que tienen celo por Dios; mas no conforme a conocimiento exacto; 3 pues, a causa de no conocer la justicia de Dios, pero de procurar establecer la suya propia, no se sujetaron a la justicia de Dios.”

Pero claro, si esto es así y no creemos que después de lo dicho quede duda alguna de ello, esta organización no es más que una organización de hechura humana, totalmente enfrentada al Dios Altísimo y por lo que sus seguidores son reos de destrucción eterna; porque veamos sobre qué personas es sobre las que se traerá juicio adverso, cuando aparezca de verdad Jesucristo y según lo que leemos en 2 Tes. 1:7-9:

“…… al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.”

Luego si analizamos los dos pasajes con la atención debida, veremos que los puntos de coincidencia entre ambos tienen que ver con el “desconocimiento” por un lado y la “desobediencia” por el otro; por lo que los seguidores de a pie de dicha organización religiosa, eso es, sus militantes de base, se lo tienen que hacer mirar y sin hacerse trampas en el “solitario”…… o sea, no intentando ajustar lo que dice la Biblia a lo que uno cree porque así se lo ha enseñado la Sociedad Wachtower, sino intentar ajustar aquello que se cree con lo que realmente dice la Biblia y que nada tiene que ver con lo que les cuenta dicha fraudulenta organización religiosa.

Y como ya hemos apuntado, si nos hemos metido con la organización de los TJ no es porque sean mejores o peores que los demás grupos religiosos, sino porque es la que más conocemos en función de nuestra dilatada militancia en ella y por lo que la misma línea de actuación que hemos marcado con respecto de aquello que se nos enseña, aplicaría también al resto de seguidores de las distintas denominaciones religiosas que componen la llamada “cristiandad”, pues las unas en “esto” y las otras en lo “otro”, todas cojean del mismo pie…… eso es, que tan fraudulentas en su afirmación de ser la “verdadera religión” son las unas, como lo son las otras; al hilo de esto, recordemos lo que hacían ciertas personas en el primer siglo y que les valió para que las propias Escrituras alabaran su actitud:

Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.” (Hech. 17:11).

Tomemos nota que la información que recibían les venía directamente de un tal apóstol Pablo, no sospechoso de mentir en cuanto a la enseñanza verdadera…… no obstante, esas personas tenían su confianza puesta en las Escrituras que poseían en ese tiempo y no en lo que les dijera persona alguna, por muy acreditada que esta estuviera y como era el caso. Por tanto y dado que no tenemos a día de hoy a un Pablo entre nosotros, más motivo para que los seguidores de cualquier denominación “cristiana” existente en nuestros días, hagan un sincero examen de sus respectivas creencias basadas en lo que las tales les hayan contado que “dice la Biblia”, contrastándolo con aquello que ellos mismos leen directamente de la misma y, como hemos señalado, sin hacerse trampas en el “solitario”. Y es que las Escrituras son la auténtica unidad de medida que mide a las distintas formas de religión de hechura humana (absolutamente todas las que tenemos a nuestro alrededor) y que nos muestran que, mientras están aquellas que “se pasan”, están aquellas otras que “no llegan”…… en definitiva, que ninguna da la medida correcta.

MABEL