Archivo de gran tribulación

LOS SIETE ÚLTIMOS AÑOS DEL MUNDO, TAL COMO LO CONOCEMOS HOY.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 28/09/2016 by Armando López Golart

hoy-acaba-el-mundo-l-9gjjesComo les prometíamos en un anterior escrito hoy nos vamos a referir a un período de tiempo del que se nos habla en una de las profecías más importantes de las Escrituras para estos tiempos en los que vivimos, eso es, la famosa “semana 70” mencionada en Dan. 9:27 y en dónde se lee como sigue:

Y él (el personaje “anticristo) tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana (de años); y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva…” (Acotaciones nuestras).

Y aunque en este blog hay mucha información acerca de dicha profecía, hoy nos vamos a centrar precisamente en esos últimos siete años y período de tiempo como el que jamás ha habido uno en la historia de la humanidad (ni lo habrá) y que cambiará el mundo de forma radical, al tiempo que llevará a muchas personas a hacer cosas inimaginables en estos momentos. Porque solo con un algo de imaginación, uno puede visualizar los tiempos de Jesús en donde no solo se sanaban leprosos, se restauraban sordos, ciegos o paralíticos, sino que se levantaban muertos por doquier y todo ello a diario…… todo ello, recordémoslo, por medio de personas sencillas como usted que nos lee o como los autores de este blog y en un área localizada, de lo que estamos hablando es de que eso tiene que producirse por todo el mundo. En armonía con lo afirmado, recordemos las instrucciones que en su momento el Hijo de Dios dio a sus más cercanos colaboradores y que, insistimos, eran personas comunes como somos todos nosotros:

A estos doce Jesús los envió, dándoles estas órdenes: “No se vayan por el camino de las naciones y no entren en ciudad samaritana; 6 sino, más bien, vayan continuamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’. 8 Curen enfermos, levanten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios. Recibieron gratis; den gratis.” (Mat. 10:5-8).

Sabemos de la importancia de esos actos poderosos en la obra de testificación que les fue encomendada a dichas personas, por lo que se nos relata acerca de lo que ocurrió después de la muerte de Jesús en aquellos que atendieron el mensaje recibido a través de sus apóstoles y ello merced a una valiosa información que encontramos en Mar. 16:15-20:

Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado será salvo, más el que no crea será condenado. 17 Además, estas señales acompañarán a los que crean: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas, 18 y con las manos tomarán serpientes y si beben algo mortífero no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán (y prescindiendo de lo mortal que fuera la enfermedad)”.

19 Entonces el Señor Jesús, después de haberles hablado, fue tomado arriba al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Por consiguiente, ellos salieron y predicaron por todas partes, mientras el Señor obraba con ellos y apoyaba el mensaje por las señales (u obras poderosas) que acompañaban a este.” (Acotaciones nuestras).

Luego queda claro que dichas señales no eran más que la “tarjeta de presentación” que identificaba a uno como verdadero enviado por Dios, para comunicar determinado mensaje a la humanidad; no pasemos por alto, el hecho de que ya en los tiempos de Jesús y según palabras de este, se aseveró que en un futuro distante de nuevo se llevaría a cabo una tarea de divulgación parecida y ya definitiva, aunque con otro “mensaje”…… pero veamos esas palabras:

Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 21:14).

Y dado que “el fin” no llegó en el I siglo, solo es pensable razonar que de lo que se nos está hablando de otra predicación para el fin de los tiempos (en los que nos encontramos) y, como hemos dicho, con un “mensaje” diferente. Porque mientras que en los tiempos de Jesús lo que se hizo, mediante la predicación puesta en marcha por el Hijo de Dios, fue el buscar a aquellos que junto a él y con la condición de inmortales reyes y sacerdotes en un futuro tendrían que gobernar a su lado en el reino de Dios (eso es lo que se ofertaba), lo que se va a buscar con esa nueva predicación ya es a los futuros súbditos de dicho reino; es cierto que algunos que se las dan de “teólogos” (más bien “papanatas” de la teología, diríamos nosotros) y ante esta cuestión que planteamos, afirmarán que eso es un puro disparate solo propio de ignorantes y como nos consideran a los autores de este blog algunos de esos teólogos, fundamentalmente por nuestro pasado como miembros de la secta de los Testigos de Jehová…… lo que ocurre es que aunque nuestro pasado sea un baldón a la vista de esos personajes, resulta que la realidad y con datos bíblicos en la mano, la razón parece que la tenemos nosotros y en función de lo que se lee en Rev. 7:9-14:

Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……)

13 Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación (eso es, que han sobrevivido a esta) y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Acotación nuestra).

Luego estaríamos hablando de personas que pasan con vida al reino de Dios, mientras que lo que sabemos acerca de los que tienen que reinar con Cristo en dicho reino es que, primero, tienen que participar de la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) y por lo que, obviamente tienen que haber muerto primero y, segundo, que su resurrección se produce antes de que inicie la “gran tribulación” sobre la tierra y a la que sobrevive la citada “gran muchedumbre”, por lo que no podemos estar hablando de las mismas personas; pero veamos un pasaje que nos habla de la certeza de que esos que tienen que reinar al lado de Jesucristo, sean quiénes fueran, tienen que morir primero:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (la predicción anunciada en Mat. 24:14 y que tiene que llevar a cabo un “resto” de aquellos que con Cristo han de reinar y aún por aparecer, según Rev. 11:3), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba. 10 Y los que moran en la tierra se regocijan sobre ellos y gozan y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron (con su mensaje de juicio) a los que moran en la tierra.

11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie (fueron resucitados) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Rev. 11:7-12). (Acotaciones nuestras).

Siendo en este preciso momento en el que se produce la “primera” resurrección, pues según el apóstol Pablo aquellos “ungidos” que estén presentes en el tiempo del regreso de Cristo y como es el caso que ahora nos ocupa, “no precederán” en su resurrección (eso es, que no resucitarán antes que los ungidos del primer siglo), sino que será una resurrección conjunta; pero veamos el pasaje en cuestión:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero (eso es, en un mismo acto conjunto de resurrección).” (1 Tes. 4:15-16). (Acotación nuestra).

Pero todo esto ocurre, recordemos, después de terminada su obra de predicación por un espacio de tiempo de “1.260 días” (Rev. 11:3) y antes de que inicie la “gran tribulación” que tiene también una duración de tres años y medio, por lo que los “sobrevivientes” de la misma solo pueden ser los primeros súbditos de esos personajes que han sido reunidos para conformar el grupo gobernante en el reino de Dios, con Jesucristo al frente…… y decimos que serán los “primeros”, pues a ellos se irán añadiendo aquellos que vayan resucitando durante el milenio. Pero aclarado esto, veamos qué papel desempeñamos los “curritos” de a pie en todo ese espectáculo y que se nos explica en una famosa parábola, la conocida como la de “las ovejas y las cabras” (Mat. 25: 31-46) y de la que algo hemos escrito sobre ella, por ejemplo, en nuestro artículo del 25/06/15 y del que recomendamos su lectura para una mayor comprensión de lo que vamos a exponer a continuación.

Porque y por aquello de ir resumiendo, en dicha parábola se nos coloca inmediatamente después de terminada dicha predicación y cuando se “pasan cuentas” de lo hecho por cada uno…… y según lo hecho, o no hecho, unos son premiados con la vida eterna y los otros, los que “no han hecho”, castigados con la destrucción eterna; luego dada la importancia del asunto, es inevitable el tener que leer dicha parábola en toda su extensión:

Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. 32 Y todas las naciones serán reunidas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda.

34 Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. 35 Porque me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me dio sed y me dieron de beber. Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; 36 desnudo estuve y me vistieron. Enfermé y me cuidaron. Estuve en prisión y vinieron a mí’. 37 Entonces los justos le contestarán con las palabras: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión y fuimos a ti?”. 40 Y en respuesta el rey les dirá: “En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos (el resto •ungido” por aparecer), a mí me lo hicieron”.

41 Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: “Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno (sinónimo de destrucción eterna) preparado para el Diablo y sus ángeles. 42 Porque me dio hambre, pero ustedes no me dieron de comer; y me dio sed, pero no me dieron de beber. 43 Fui extraño, pero no me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, pero no me vistieron; enfermo y en prisión, pero no me cuidaron”. 44 Entonces ellos también contestarán con las palabras: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión y no te ministramos?”. 45 Entonces les contestará con las palabras: “En verdad les digo: Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron a mí”. 46 Y estos (los que no hicieron) partirán al cortamiento eterno (o destrucción eterna), pero los justos (o los que hicieron) a la vida eterna.” (Acotaciones nuestras).

Lo que dicho en román paladín y partiendo del hecho que dicha parábola tenía una proyección futurista, significa que lo que se demandara de cada uno de nosotros es el apoyo incondicional en la obra de predicación que a esos personajes les será encomendada y que tiene que ver con la participación activa en dicha obra divulgadora; un ejemplo práctico de lo que les pretendemos decir, lo tenemos en la actual predicación que llevan a cabo los Testigos de Jehová: cuando hacen un prosélito, este a sus vez tiene que involucrarse en el movimiento proselitista y hacer a su vez, tantos adeptos como le sea posible…… y en el bien entendido de que hacemos mención de esa organización religiosa, solo para mostrar la “dinámica” de la obra que nos será encomendada en un futuro a aquellos que estemos dispuestos a sumarnos a ella.

Y es que dicha secta, al igual que otros movimientos religiosos y muchos otros predicadores que van por libre, si bien se arrogan el estar ya efectuando la predicación anunciada en Mat. 24:14, fallan en los dos aspectos fundamentales de dicha obra y que se resaltan en Rev. 11:3; primero, que el período de tiempos establecido para efectuar dicha obra es de 1.260 días o tres años y medio, mientras que todos esos personajes mencionados nos llevan dando la “matraca” por decenios. Y en segundo lugar, según Rev. 11:5-6, que tanto los líderes de esa predicación por venir, como los que se unan a ellos (Mar. 16:15-20) serán capaces de llevar a cabo las obras poderosas necesarias para acreditar su condición de enviados del Altísimo y, extremo este, que brilla por su ausencia en los predicadores actuales…… luego estamos ante falsos enviados de Dios y, por tanto, ante un falso mensaje predicado; por lo que la pregunta bien podría ser ¿y para cuándo, entonces, tan espectacular oportunidad?

Pues en el mismo momento de cumplirse la profecía de Dan. 9:27, eso es, en cuanto aparezca un líder político (bíblicamente identificado como “el anticristo”) que establezca un pacto de paz o de no agresión entre poderosas naciones en conflicto (fundamentalmente entre Israel y sus vecinos árabes) y la cual cosa está al caer. Y es que al unísono con la aparición en escena del personaje citado, se produce también la de los “dos testigos” de Rev. 11:3 y momento que inicia la primera mitad de esa “semana 70” de Daniel con la “gran predicación” anunciada por el Hijo de Dios en Mat. 24:14 y con una duración, repetimos, de “1.260 días” o tres años y medio; pero veamos ese pasaje:

Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Eso es, que cuando se haya llegado al término de los “1.260 días” Rev. 11:3 o tres años y medio de predicación (la primera mitad de dicha profética semana), ya muerto el resto ungido y producida la “primera” resurrección, iniciará la segunda parte de la citada “semana 70” y que será abarcada por lo que se conoce como la “gran tribulación” o “el día de la ira de Dios” (Sof. 1:14-18), sobre aquellos que hayan rechazado la oportunidad ofrecida de participar en la obra de divulgación de la inminente llegada del reino de Dios y como se nos explica en 2 Tes. 1:6-9:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios (porque no han querido) y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús (es más, se han opuesto a ellas). 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna (en armonía con lo dicho en la parábola de las ovejas y las cabras de Mat. 25:31-46) de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.” (Acotaciones nuestras).

Por lo tanto estamos en expectativa de que cualquier día amanezcamos y estemos ya inmersos en ese período de tiempo, en el que tendremos la oportunidad de participar en una obra que será única, pues jamás se volverá a repetir en la historia de la humanidad…… y no nos negarán, que haber sido portavoces del Dios Altísimo en la persona de Su Hijo Jesucristo y depositarios de Su Poder para llevar a cabo obras poderosas (Joel 2:28-29), ya tiene su “aquel”; cuestión aparte es cómo nos enteraremos de que ha llegado el momento de tomar acción y subirnos “al carro” de aquellos que partirán hacia la vida eterna.

Apuntábamos al respecto, una teoría en nuestro escrito del 14/09/15 y que si bien en principio parece buena, no es menos cierto que podría haber otra y sin ser tan espectacular como la mencionada, porque veamos: si lo que esperamos es la aparición del personaje “anticristo” que establezca un pacto por siete años (ni uno, más ni uno menos) entre distintas partes y que al unísono, aparezcan unos personajes haciendo obras poderosas y eso ya se haya producido ¿qué más habría que esperar? Lo que procedería es que cada uno empezara por visitar a su vecino más cercano, anunciándole el acontecimiento producido, así como lo que este significa y que él decida qué hacer: si creérselo y tomar la misma decisión, o no creérselo y quedarse en casa como si no pasara nada…… partiendo de ahí, cada uno estará labrándose su propio destino y según la parábola mencionada de “las ovejas y las cabras”.

En todo caso, lo que sí está claro es que todo aquél que adopte la correcta decisión de ponerse al lado de esos enviados de Dios, vivirá los tres años y medio más significativos e importantes de su vida (tanto pasada, como futura), pues estará al servicio directo de nuestro Creador en ese momento tan crucial de la historia de la humanidad y, dotado además, de grandes poderes para hacer el bien a todos aquellos que atiendan su mensaje; después de eso, tres años y medio más en que uno será ocultado o protegido de la “gran tribulación” (ver nuestro escrito del 13/05/10), para inmediatamente de terminada esta entrar con vida al reino de Dios (Rev. 7:14) y en dónde las enfermedades, la vejez e incluso la muerte, serán cosas del pasado. Todo ese proceso expuesto a lo largo de este escrito, se pondrá en marcha en el preciso momento en que aparezca en escena el “anticristo” y dé el pistoletazo de salida, con la firma de un pacto por siete años y que, insistimos en ello, serán los últimos siete años del mundo, tal como lo contemplamos hoy; y eso, queridos amigos que nos leen, podría ocurrir mañana mismo…… ¡miren si estamos cerca del reino de Dios!

MABEL

¿QUÉ NOS QUISO DECIR JESÚS, REALMENTE, EN JUAN 10:16?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 17/11/2015 by Armando López Golart

images (8)Porque nos acaba de publicar el “teólogo” Apologista Mario Olcese un nuevo video, en esa cruzada personal que mantiene con la sociedad Watchtower de los Testigos de Jehová y en la que resulta que son más los disparates que publica, que aquellos que les pretende enmendar a esos señores; y es que en el mismo nos hace unas aseveraciones del todo incomprensibles para alguien con un mínimo conocimiento acerca de qué va el tema de las Escrituras, algunas de las cuales ya entran en el campo del engaño premeditado o, en cualquier caso, de la intención de condicionar subliminalmente el punto de vista del lector en favor de la tesis que uno expone…… y lo que no deja de ser una forma de engaño ¡claro!

En el video en cuestión, publicado en fecha 06/11/15 y titulado “La impía Watchtower degrada al rey David y le quita su corona real”, el personaje aludido continúa incidiendo en su disparatada idea mantenida en el tiempo, en el sentido de que los notables del AT o “héroes de la fe” (como tiene a bien llamarlos), también reinarán al lado de Jesucristo en el reino de Dios junto a los Pedro, Pablo, Juan y compañía. Y decimos disparatada, porque resulta que dicha supuesta “degradación” no la hace la “impía sociedad Watchtower” (descriptivo calificativo en el que los autores de este blog coincidimos), sino que la hacen las propias Escrituras y como en numerosas ocasiones le hemos señalado a ese “genio” de la teología, pero siendo el caso que aún no ha respondido a ninguna de las persistentes objeciones que sobre este tema en concreto se le han formulado desde este blog…… más bien al contrario y como tiene por costumbre, en una más que evidente muestra de su total ignorancia acerca del contenido escritural, se continúa “haciendo el sueco” reafirmándose en su propuesta, mientras ignora olímpicamente lo que en contra de la misma se le ha planteado.

Y es que entrando ya a analizar dicho video, lo primero con lo que nos topamos es con una afirmación tendenciosa y que no se ajusta a la realidad, pues ya en el minuto 2’35 de grabación nos sale el Sr. Olcese con que según “se nos dice” en la Biblia, David “fue rey en el reino de Dios” y lo cual no es más que una solemne animalada con el ánimo, repetimos, de condicionar la mente del lector, porque veamos: ni David reinó sobre el “reino de Dios” en ningún momento, ni en las Escrituras se nos dice algo semejante en ese sentido, sino todo lo contrario…… pues lo que estas nos dicen con respecto al gobierno ejercido por dicho personaje, es lo siguiente:

Y los filisteos llegaron a oír que David había sido ungido por rey sobre todo Israel. Ante eso, todos los filisteos subieron para buscar a David. Cuando David lo oyó, entonces salió contra ellos.” (1 Crón. 14:8).

Luego el personaje David, como su predecesor Saúl y los que les siguieron posteriormente a ambos (Salomón y otros), solo fueron reyes de la nación de Israel y no “del reino de Dios”, como así se desprende también del siguiente pasaje:

Así haga Dios a Abner y así añada a ello, si, tal como Jehová juró a David, no es como yo le haré, 10 para trasladar el reino de la casa de Saúl y para establecer el trono de David sobre Israel y sobre Judá desde Dan hasta Beer-seba.” (2 Sam. 3:9-10).

Entonces lo que Jehová le “juro a David” no fue el hacerle rey “en el reino de Dios” y como disparatadamente nos afirma el Sr. Olcese, sino sobre el pueblo que Jehová Dios tenía en la tierra en ese momento y que no era otro que la nación de Israel…… por lo tanto su gratuita afirmación en el minuto 3 de grabación, en el sentido de que el “fundador” del reino de Dios es el personaje en cuestión (y disparate que repite en el minuto 13’12-14 de grabación), no es más que una manifiesta falsedad tendente a continuar manipulando la mente del lector; de hecho, la primera mención del “reino de Dios” como tal, eso es, como un gobierno de alcance mundial, la encontramos posteriormente (sobre los 500 años después de desaparecido el personaje David) en la profecía de Daniel y en su capítulo 2 y concretada en el versículo 44:

Y en los días de aquellos reyes (en nuestros tiempos) el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos (los que actualmente rigen en el mundo y sujetos a Satanás, según palabras del propio Hijo de Dios en Luc. 4:5-6) y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.” (Acotaciones muestras).

Luego de ninguna manera, repetimos, David fue rey en el “reino de Dios” (cuánto menos “fundador” del mismo), ni lo será en un futuro y como el Sr. Olcese de forma tan disparatada afirma, puesto que el tal personaje (David, no el Sr. Olcese) forma parte de aquellos a los que el Sal. 45:16 denomina como “antepasados” de Jesús y de los que se nos dice como sigue:

En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.”

Por lo que si bien es cierto que no serán reyes al lado de Jesucristo en el reino milenial, no es menos cierto que se les concederán posiciones de privilegio en la gobernación de dicho reino…… luego si bien no fungirán como reyes en dicho gobierno del reino, tampoco serán “degradados” a la condición de simples súbditos del mismo y como será en la mayoría del “personal”; entonces habría que señalar al Sr. Olcese aquello de que “ni tanto, ni tan poco”. Y que dichos personajes no reinarán al lado de Jesucristo, se desprende claramente del propio contenido del salmo citado y que solo un ignorante de la talla del “teólogo” en cuestión no entiende, pues por no saber no sabe ni leer; porque mientras en dicho salmo se nos aclara que cuando esos antepasados de Cristo resucitan serán “nombrados” algo, en este caso príncipes, aquellos que tiene que reinar con Cristo ya se levantan en su particular resurrección con la condición de inmortales reyes y sacerdotes (Rev. 20:6) y por lo que, obviamente, no precisan de ser nombrados nada…… y mucho menos de un título de menor condición de la que ya ostentan “de salida”; esta es la “pequeña” diferencia y sobre la que el Sr. Olcese, en su total desconocimiento del texto escritural, jamás ha sido capaz de argumentar nada a nuestros continuos apercibimientos de lo errado de su planteamiento.

Lo que ocurre con dicho personaje, que blasona de ser “ingeniero” y “teólogo”, es que no es más que un analfabeto integral y por lo que no tiene ni la más leve idea de lo que es la lengua española, rica en matices donde las haya, pero que sin embargo en uno de sus correos nos acusó de no saber leer siquiera en nuestro propio idioma; pero resulta que no solo el que es desconocedor del mismo es él, sino que además ignora una de las normas fundamentales de la llamada lógica o sentido común y que es lo que comúnmente se conoce como la “acción por activa” y su contraria, eso es, la “acción por pasiva”…… y que por aquello de explicárselo de manera accesible a su limitada capacidad intelectual, se lo pondremos facilito: si a una persona se le dice que lo que uno tiene en la mano es un tomate (acción por activa), lo que se le está diciendo subliminalmente (acción por pasiva) que lo que se tiene en la mano no es ni un pepino, ni un rábano, ni una zanahoria, etc. Entonces, cuando uno lee en el Sal. 45:16, que esos antepasados de Jesús van a ser “nombrados príncipes” (acción por activa), lo que se le está diciendo también de forma subliminal al lector (acción por pasiva), es que no son reyes, pues de lo contrario sería un contrasentido el ser nombrados para un cargo de inferior rango o condición del que ya están investidos…… y conclusión a la que se llega, por si no lo sabe el Sr. Olcese, solo leyendo con un mínimo de coherencia.

Sin embargo, dicho esto y cuestión a la que, por cierto, dicho personaje nunca ha respondido a nuestras objeciones relativas a ese Sal. 15:16 cuando desde este blog se las hemos presentado, vayamos a un asunto que demuestra los “poderes” que como teólogo le adornan. Y es que lo dicho hasta el momento, no pasa de ser una simple broma si se compara con la particular interpretación que nos hace ese “genio” de la teología del pasaje de Juan 10:16 y que nos lleva ya a entrar de lleno en el tema anunciado en nuestro titular, en su intento por sostener esa disparatada idea de que esos “héroes de la fe” del AT (los Abraham, David, Moisés, etc.) reinarán también al lado de los “héroes de la fe” del NT, eso es, con los Pablo, Juan, Pedro y compañía, al lado de Jesucristo en el reino de Dios…… pero veamos primero las palabras de Jesús el pasaje en cuestión:

Y tengo otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer y escucharán mi voz y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.”

En este pasaje se nos habla de la unificación de dos grupos en uno solo, eso es, de dos clases de ovejas de distinta procedencia que son reunidas en un solo redil y bajo la dirección de un solo pastor, que es Jesucristo…… hasta aquí, bien; el problema surge cuando a partir del minuto 7 de grabación y mezclando “churras con merinas”, dicho “teólogo” nos hace su particular y disparatada interpretación de dicho pasaje y en la que no se aclara en quién son unos y quiénes son los otros (los “héroes de la fe” del AT y los seguidores de Jesús del I siglo), en definitiva que no sabe ni de lo que está hablando, pues para nada se menciona en dicho pasaje a esos “héroes de la fe” del AT o también llamada primera “dispensación”. Porque una lectura coherente de dicho pasaje, nos muestra que Jesús estaba dirigiéndose a las ovejas del “redil” que ya tenía en ese momento y que no eran otros que sus seguidores, a los que les notifica que había “otras” ovejas ajenas a ese redil que ellos en conjunto componían y las que en su momento serían también atraídas por su “voz” (o mensaje) y ya, todas juntas, conformarían un solo redil y del que él sería el pastor único. Pero para entender de qué estaba hablando Jesús, tenemos que retrotraernos al tiempo de los profetas y ver a qué o a quiénes prefiguraban las expresiones “ovejas” y “redil” o aprisco; para ello, veamos qué se nos dice en los siguientes pasajes:

Y en lo que respecta a ustedes (los miembros de la nación de Israel) mis ovejas, las ovejas de mi apacentamiento, ustedes son hombres terrestres. “Yo soy su Dios”, es la expresión del Señor Soberano Jehová.” (Ezeq. 34:31).

Positivamente te reuniré, Jacob (refiriéndose a la nación de Israel), todo; sin falta juntaré a los restantes de Israel. En unidad los pondré, como rebaño en el aprisco (o redil), como hato en medio de su pasto; tendrán el alboroto de hombres.” (Miq. 2:12). (Acotaciones nuestras).

Luego compendiando el contenido de ambos pasajes, tendríamos lo siguiente: las “ovejas” de Jehová tienen que ver con hombres y el “aprisco” (o redil) que los contiene tiene que ver con la nación de Israel; ello considerado, Jesús en Juan 10:16 lo que quiso decir es que aparte de las “ovejas” que ya tenía del redil de Israel, había otras que no eran de dicha procedencia y en clara referencia a los “gentiles” (o gente “de las naciones”), que posteriormente y ante el rechazo mayoritario del pueblo con el que Dios había entrado en pacto, fueron invitados a participar de la promesa divina hecha en Sinaí, referente a sacar de entre Su pueblo Israel “un reino de sacerdotes” (Éxo. 19:6)…… y cambio de planes que el apóstol Pablo excusó con las siguiente palabras:

De modo que, hablando con denuedo, Pablo y Bernabé dijeron: “Era necesario que la palabra de Dios se les hablara primero a ustedes (los miembros de la nación de Israel y en función del mencionado pacto). Puesto que la están echando de ustedes (eso es, rechazando dicha oferta divina) y no se juzgan dignos de vida eterna, ¡miren!, nos volvemos a las naciones.” (Hech. 13:46). (Acotaciones nuestras).

Luego esas “otras ovejas” de las que habló Jesús en Juan 10:16 y que serían captadas de “entre las naciones” mediante el “oír su voz”, eso es, el mensaje proclamado, nada tenían que ver con los “héroes de la fe” del AT (los Abraham, Noé, Moisés, David, etc. etc. etc.) y de los que nos habla el Sr. Olcese, sino con los “gentiles” o gente de “las naciones” y que en principio no estaban incluidas en dicho pacto. Por otra parte y leyendo con la atención debida el pasaje de Juan 10:16, vemos que Jesús se estaba dirigiendo a unas “ovejas” que ya tenía y a las que advertía, que en un futuro se añadirían “otras” que aún no tenía y que reaccionarían ante su voz o mensaje publicado: ello se sustanció, con la conversión del oficial romano Cornelio y algo que se encuentra en el interesante relato del capítulo 10 del libro bíblico de Hechos de los Apóstoles.

Y que ello es como nosotros se lo estamos planteando, queda perfectamente establecido por una aseveración del propio Sr. Olcese (m. 3:48 de grabación), cuando refiriéndose al personaje David afirma que había muerto “en buena vejez” y como fue en el caso de la mayoría de los más prominentes “héroes de la fe” del AT (como atestiguan los relatos acerca de Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Daniel, Moisés, etc. etc. etc.) y lo que nos enfrenta al hecho de que dichos notables del AT no pueden reinar al lado del Hijo de Dios en el reino milenario de Cristo, si nos atenemos a la siguiente cuestión que se nos plantea en el libro de Revelación o Apocalipsis, ya en el mismo cap. 2, versículo 10:

“…… Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida (eso es, la inmortalidad).” (Acotación nuestra).

De hecho, en Rev. 3:21, Jesucristo menciona que para acceder a reinar con él se tenía que “vencer” como él “había vencido” y todos sabemos cómo venció Jesús: aguantando hasta la misma muerte; ahondando en la cuestión, tenemos las palabras de Pablo en el sentido de que solo muriendo a la “semejanza de Cristo”, se puede obtener una resurrección de gloria “semejante” a la suya (Rom. 6:5) y que es lo equitativamente correcto. Pero es que además, todo lo dicho queda confirmado por un pasaje que el Sr. Olcese ha usado con frecuencia y que contradice escandalosamente su planteamiento, en el sentido de que personajes que han muerto “en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria” y como fue en el caso de David (1 Crón. 29:28), puedan reinar al lado de Jesucristo…… y este es el pasaje en cuestión:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, muertos de forma violenta a la “semejanza” del Hijo de Dios) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Rev. 20:4). (Acotación nuestra).

Entonces queda claro que solo las personas que reúnan dicho requisito (y los “héroes de la fe” del AT mencionados por el Sr. Olcese no lo hacen), serán aquellas que ocuparán un lugar al lado de Cristo en la gobernación del reino de Dios.

Sin embargo, el Sr. Olcese y que cambia de pensamiento tan rápido como de chaqueta, corbata o sombrero, nos decía en un video publicado el 02/08/13 que dichos personajes sí reinarían con Cristo en el reino de Dios por ser “conocidos” de Dios y en una más que estrafalaria interpretación del pasaje de Rom. 8:29-30. Unos meses antes, concretamente el 12/03/13 y en un video titulado “No, Don Armando, usted debe responderme esto primero…” nos había dicho y apoyándose precisamente en el pasaje mencionado de Rev. 20:4, exactamente todo lo contrario al afirmar en el mismo y entre los minutos del 16 al 20 de grabación (si pueden, no se los pierdan), que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” aún futura, en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no recibieran la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13) en sus frentes o en sus manos, serían los que reinarían con Cristo durante el milenio y con lo que rebatía flagrantemente lo dicho en el primer video mencionado.

No obstante e inasequible al desaliento y superándose a sí mismo, cinco días después (18/03/13), nos publicaba otro, en esta ocasión titulado “La prueba irrefutable de que la grande muchedumbre reinará con Cristo” y en donde incluso nos llegaba a afirmar con gran convicción y muy seguro de lo que decía (ya conocen aquella máxima aristotélica de que “el necio afirma, el sabio duda y reflexiona”), que aquellos que tenían que reinar con Cristo no saldrían de entre los seguidores de Jesús del primer siglo, sino de la “gran muchedumbre” sobreviviente de la “gran tribulación” aún por venir y de la que se nos habla en Rev. 7:9; 14; y con el peregrino argumento de que estas estaban vestidas de blanco y que solo las personas que así estuvieran vestidas (según nos aseguraba ese “estratega” de la teología), es a las que Jesucristo les concedería el sentarse junto a él en el trono para reinar en el reino de Dios (Rev. 3:4-5)…… y vestimentas blancas que solo se pueden conseguir, según tan estrafalario personaje, mediante el “vencer” en la “gran tribulación” final, eso es, en un suceso que aún no se ha producido.

Luego “revolucionario” planteamiento que inevitablemente excluye del gobierno del reino a los seguidores de Jesucristo del primer siglo, ni que hablar ya de los “héroes de la fe” del AT (Abraham y David incluidos), pues ni los unos ni los otros pueden pasar por las pruebas que la “bestia” impondrá durante la “gran tribulación” y con ello, hacer “méritos” para recibir sus vestiduras blancas como “vencedores” pues ya hace siglos (milenios en el caso de los notables del AT) que fallecieron; por lo que la pregunta solo puede ser esta…… ¿quiénes son, realmente entonces, aquellos que reinarán con Cristo en el reino de Dios o, dicho de otra manera, con cuál de las cuatro posibles opciones nos quedamos? ¿Reinarán con Cristo los notables del AT, o lo harán solo los sobrevivientes vestidos de blanco de la “gran tribulación” venidera o, en su defecto, los primeros seguidores de Cristo y los únicos bautizados con espíritu santo y por tanto, únicos reconocidos públicamente como Hijos adoptivos de Dios y por tanto, coherederos con él del reino milenario…… o lo harán todos juntos?

A nuestro entender, los notables del AT no pueden hacerlo, pues a lo ya dicho sobre el tema habría que añadir que para reinar en el milenio se tiene que ser “hermano” de Jesucristo (luego Hijo de Dios) y esos personajes no lo son, siempre atendiendo a lo que se nos dice en el profético Sal. 45:16 y que leeremos de nuevo:

En lugar de tus antepasados (o “padres”, según versiones), llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación nuestra).

Por lo que si dichos “héroes de la fe” del AT y por el “derecho de recompra” (Lev. 25:29-32), mediante la sangre derramada del Hijo de Dios, pasan a convertirse en hijos suyos y eso es lo que nos dice el salmo en cuestión, de ninguna manera pueden ser a la vez Hijos de Jehová Dios y lo que, por extensión, les impide ser “hermanos” de Jesucristo y por lo que no pueden ser coherederos con él del reino de Dios, en calidad de inmortales reyes y sacerdotes. Añadámosle a ello y a modo de curiosidad, el hecho de que si bien esos fieles antepasados de Jesús del AT reciben el nombramiento de “príncipes” en el momento de su resurrección, no así el de “sacerdotes” y condición “sine qua non” para tomar posesión como reyes al lado de Jesucristo, según Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.”

Descartados por lo tanto estos “héroes de la fe” del AT, como futuros reyes cogobernantes en el milenio al lado de Jesucristo, veamos ahora que hay de aquellos que “salen de la gran tribulación” y que como hemos visto, el Sr. Olcese también los coloca en dicha posición en otra muestra de su clara ignorancia de lo que dice el texto escritural, porque veamos que se nos dice en Rev. 7:13-17 y con referencia a esas personas:

Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”.”

Analicemos ahora lo que se nos dice en este pasaje acerca del tema que estamos considerando: en primer lugar, se nos dice de esas personas que salen de la “gran tribulación” o sobreviven a esta, pero que en todo caso aparecen después de terminada dicha tribulación; y debemos de tener en cuenta, que dicha “gran tribulación” culmina con la batalla de Har-magedón y que es peleada por Jesucristo, acompañado por sus leales seguidores:

Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:14).

Y teniendo en cuenta que esos “llamados, escogidos y fieles” ya pelean con él dicha batalla contra los reyes de la tierra, solo pueden ser anteriores en orden de aparición a la “gran muchedumbre” de aquellos que aparecen después de terminada dicha batalla y que no han participado de la misma, sino que son los directos beneficiarios de la misma y por lo que no podemos estar hablando de las mismas personas. Por otra parte, tenemos el hecho de que el bueno de Juan desconocía la procedencia de dichas personas y por lo que no pudo responder a la pregunta que se le formuló, en el sentido de “¿quién son estos y de dónde vienen?”…… sin embargo, esa situación de ignorancia no se produce cuando a Juan se le habla de los 144.000 al lado de Jesucristo sobre el monte Sión (Rev. 14:1), porque ya sabía de lo que se le estaba hablando, pues él formaba parte de esos; porque Juan recordaba el “pacto por un reino” que Jesús en su momento les había ofrecido:

Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel.” (Mat. 19:27-28).

Mientras, tenemos que los sobrevivientes de la “gran tribulación” aún futura, de ningún modo han podido seguir a Jesús, pues este murió hace casi 2.000 años, aunque sí se benefician del sacrificio vicario de la sangre derramada por este. Dicho lo cual, veamos un tercer aspecto por el que de nuevo queda claro que esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y diga lo que diga ese indocumentado del Sr. Olcese, no pueden reinar al lado de Cristo. Porque habrán notado ustedes, queridos lectores, que lo que leemos en el versículo 17 de ese capítulo 7 del libro de Revelación, es que esos sobrevivientes serán “pastoreados y guiados a fuentes de aguas de vida” por el pastor Jesucristo…… cosa que no aplica a aquellos que tienen que reinar con él, pues como hemos dicho se levantan en la resurrección ya con la inmortalidad concedida y lo que significa que no precisan el ser “guiados” a fuente alguna de “agua de vida”, pues ellos ya tienen vida en sí mismos (esto es lo que significa el ser inmortal), eso es, que no dependen de fuente exterior alguna para mantenerla; más bien al contrario, ellos son los que colaboran con Jesucristo en la labor de pastoreo y guía de esos sobrevivientes mencionados, a las “fuentes de aguas de vida”…… que son ellos mismos.

Pero como colofón a nuestra afirmación en el sentido de que esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y diga lo que diga esa estulticia con patas que resulta ser el “ingeniero” y “teólogos” Sr. Olcese, tenemos lo siguiente: de esas personas se nos dice que “salen” o sobreviven a la “gran tribulación” y lo que significa que entran con vida al reino de Dios; eso es, que serán personas que pasarán al reino de Dios sin haber experimentado la muerte…… ya aquí es en donde se crea el problema para el Sr. Olcese, según se lee en el siguiente pasaje:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no, sobre los que no participen de dicha primera resurrección) la muerte segunda no tiene autoridad (eso significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotaciones nuestras).

Entonces “blanco y en botella”: aquellos que sobrevivan a la “gran tribulación”, es obvio que no pueden participar de dicha “primera” resurrección (ni de ninguna otra), pues no han muerto y por lo que no tienen acceso a reinar con Cristo en el reino de Dios…… luego nos tendrá que explicar el Sr. Olcese cómo “se come esta ensalada”.

Por lo que todo considerado, queda claro que los únicos que pueden reinar con Cristo son sus seguidores del primer siglo, eso es, los apóstoles y los que siguieron a estos posteriormente (Juan 17:20) y el resto o remanente aún por aparecer, de los que se nos habla en Rev. 11:3; todo lo demás, no son otra cosa más que gansadas de ese “iluminado” de Apologista Mario Olcese, que tendrá muchos títulos colgados en la pared, pero que por no saber no sabe ni leer y por lo que hoy nos dice una cosa, mañana otra y pasado mañana, ni la una ni la otra, sino toda la contraria. Porque habrán notado ustedes, que lo que nosotros les acabamos de contar nada tiene que ver con estar titulado en tal o cual materia, sino sencillamente en el leer con la corrección debida los textos usados…… y es que la Biblia no está al alcance de los “teólogos” (Dios no la hizo escribir para ellos), sino de aquellos que saber leer con un mínimo de lógica y sentido común

Volviendo al punto de partida y con los antecedentes ya expuestos, queda claro que ese “genio” de la teología no tiene ni puñetera idea de lo que se nos dice en Juan 10:16 y de ahí, que lo use para apoyar una idea tan disparada como es la de unos “héroes de la fe” del AT reinando al lado de Jesucristo en el reino de Dios, cuando todo el contexto escritural y según acabamos de comprobar, está diciendo exactamente todo lo contrario. Pero no se preocupen, que en su paranoia intelectual y en la que está permanentemente establecido, dicho personaje dejará pasar unos días y luego, como si no hubiera ocurrido nada y la cosa no fuera con él, volverá a publicar la misma sandez…… ¡¡que cruz, Señor, que cruz!!

MABEL

PERO…… ¿QUÉ HAY DE LOS ARGUMENTOS?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , on 22/10/2015 by Armando López Golart

images (4)Porque veamos, Sr. Olcese: cuando uno entra a debatir determinada cuestión y sea cual sea el tema del que se trate, lo que se espera es que aporte la documentación pertinente que valide su discrepancia y cosa que usted nunca ha podido hacer, porque no es más que un pobre “botarate”, ignorante hasta las cachas y que se da ínfulas de “teólogo” porque cierto día le dieron un “papelito” que le acreditaba como tal…… pero que como decimos por estas “Españas” de nuestras entretelas “una cosa es predicar y la otra dar trigo”. Porque una cosa es tener un “papelito” colgado en la pared que diga que usted es esto, lo otro o lo de más allá y otra muy distinta, hacer honor a dicha condición; y es que resulta que usted, como siempre, ha hecho gala una vez más de su congénita ignorancia, al intentar de nuevo rebatir uno de mis planteamientos sin ser capaz de aportar uno alternativo, eso es, sin aportar argumentos que sustenten su objeción; ello lo ha hecho mediante un nuevo correo y en donde demuestra una vez más su supina incapacidad para razonar con un mínimo de lógica y sentido común…… ya hablar de entendimiento escritural y a tenor de lo que me ha mandado ¡vamos, es que ni por el forro! Pero veamos el correo de marras y en el que, repito, queda patente no solo su total desconocimiento del contenido escritural, sino de su tremenda incapacidad para leer con un mínimo de rigor:

apologista commented on ¿»ÁNGELES»…… O «MENSAJEROS»?

Armando, eso te pasa por haberle escuchado al «esclavo» de la Watchtower, y no haberte educado en una universidad oportunamente, institución que te hubiera ayudado a cultivar tu incipiente intelecto y tener un mejor raciocinio, como lo tienen los ingenieros, por ejemplo.
Cuando la Biblia dice que Jesús viene con sus santos, de hecho se refiere a los seres espirituales que están al servicio de Dios y Su Hijo. No son los ungidos, o los arrebatados antes o durante la grande tribulación como dicen algunos bobos por allí. De hecho, Jesús viene con sus ángeles inmediatamente DESPUES de la gran tribulación (Mateo 24:29,30) y luego mandará a sus ángeles a que hagan la separación de ovejas y cabras, y será en ese momento en que les dirá a las ovejas que están a su derecha (todos los salvos…incluidos los ungidos) Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. ¿Entiendes ahora, cerebrito oxidado? (Lee Mateo 25:31-34 que te callará la boca).
Tu servidor, Ingeniero Mario A Olcese (Diplomado en Teología).
Y por favor, no borres este comentario…¿o.k? ¡Vale!

En primer lugar, me tendría que aclarar qué es eso que supuestamente “me pasa a mí”, porque hasta dónde yo llego, lo que me pasa es que en cuanto a conocimiento bíblico le doy te tortas hasta en el carné de identidad; es cierto que un servidor no ha tenido estudios superiores de ningún tipo (lamentablemente, no había profesores de mi talla), pero visto el resultado que estos tienen en algunos “ingenieros” y “teólogos” como es en su caso ¡casi hasta me alegro, oiga! Porque sin tenerlos y encima, según usted, con un “estropicio” por cerebro (tal parece que a usted, hace tiempo que este le ha abandonado), resulta que apenas le conocí ya le hice “comerse con patatas” una de sus enseñanzas más señeras y mantenida por años, como era la de los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo en el reino de Dios…… o sea y como diría mi amigo el castizo “¡menos lobos, caperucita!”.

Por otra parte, habida cuenta de las sandeces que usted afirma en dicho correo, sería un auténtico desperdicio el no publicarlo y con ello aumentar su descrédito, si es que ello es ya posible; luego no estaría de más el hacerle unas cuantas preguntas relacionadas con el tema, para que usted mismo se acabe de hundir en ese submundo de la ignorancia en el que vive de manera permanente, porque veamos: en Rev. 17:12-14, se nos explica que cuando Jesucristo pelea la batalla final de Har-magedón contra los reyes de la tierra le acompañan determinados personajes, pues en dicho pasaje y tomado de la versión bíblica que usted usa (la RV 1960), se lee como sigue:

Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. 13 Estos (dichos reyes) tienen un mismo propósito y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. 14 Pelearán contra el Cordero y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él (obviamente, peleando dicha batalla y participando de la victoria) son llamados y elegidos y fieles.” (Acotaciones mías).

Entonces ¿por ventura nos podría explicar usted, quiénes son esos “llamados”, “elegidos” y “fieles”, que le acompañan en tan singular batalla final? Porque ya expliqué en el artículo al que usted responde y que por cierto, nada menciona de ello, que los ángeles podrán ser todo lo “fieles” que usted quiera, pero que de “llamados” o “elegidos” no tienen absolutamente nada; lo mismo ocurre, con otros aspectos de la cuestión y de los que quién lo desee se puede enterar, leyendo mi escrito publicado el 15/10/15 y a los que usted ni siquiera hace mención en el correo enviado. Pero veamos otra de sus “genialidades”: usted afirma y apoyándose para ello en el pasaje de Mat. 24:29-30, que Jesucristo regresa a la tierra después de ocurrida la “gran tribulación”…… pero veamos si lo que se nos dice en dicho pasaje, tiene algo que ver con lo que usted entiende del mismo, o es una cosa totalmente distinta; y para ello de nuevo usaremos su traducción favorita, la RV 1960:

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor y las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”

Note Sr. “teólogo” que en dicho pasaje no se habla para nada de la “gran tribulación” y como usted afirma, en una más que demostrada incapacidad para entender siquiera lo que lee, sino de la “tribulación de aquellos días” y que es algo totalmente distinto; porque la “tribulación” a la que se hace referencia en este pasaje, se explica en el pasaje paralelo de Luc. 21:25-27 y que dice así:

También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas y sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, 26 mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos. 27 Y entonces (eso es, cuando confluyan esas dos circunstancias, señales en los astros y una grave situación sobre la tierra y en lo que coinciden ambos pasajes) verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria.” (Acotación mía).

O sea, Sr. Olcese: que se nos está hablando de una desastrosa situación a nivel mundial y que llevamos padeciendo ya por varios años, agravada en tiempos recientes por el conflicto de Oriente Medio y situación que se corresponde con la citada “tribulación de aquellos días”, de Mat. 24:29; además, coincidente dicha tribulación o complicada situación en la tierra, con esas “señales” de las que se nos habla al inicio del pasaje leído y relacionadas por todos los autores bíblicos (me permito señalarle que usted y aunque yo se lo sugerí, no se ha pronunciado en cuanto a ello) con la tétrada de lunas rojas y los eclipses de Sol observados en los años 2.014 y 2.015 (coincidentes tales fenómenos estelares con celebraciones judías) y lo que nos sitúa ante una serie de señales conjuntas, que apuntarían (v. 27) al inminente regreso de Jesucristo a la tierra a partir de ocurridas estas…… por lo tanto, su afirmación en el sentido de que Jesucristo aparece inmediatamente después de la “gran tribulación” y que aún está en el futuro (primero tiene que producirse la predicación anunciada en Mat. 24:14), no es más que una mamarrachada de las suyas y por no tener ni puñetera idea de lo que lee, ni del contexto escritural, ni de los textos paralelos, ni nada que se le parezca.

Porque según Mat. 24:29-30, es después de la “tribulación de aquellos días” o grave situación por la que atraviesa la humanidad, según Luc. 21:25-27, cuando aparece la señal de la venida de Jesucristo y no después de la “gran tribulación” de la que se nos habla en Rev. 7:14 y que concluye con la batalla de Har-magedón, peleada por el Hijo de Dios y sus “llamados, escogidos y fieles” y que da paso inmediatamente al reino de Dios. Y es que si ello fuera como usted nos lo propone, que el regreso de Jesucristo se produjera después de ocurrida la “gran tribulación” al término de la cual, Satanás es abismado al abismo por mil años (Rev. 20:1-3)…… ¿nos podría explicar usted, en qué momento se produce la llamada “primera” resurrección? O dicho de otra manera ¿para cuándo fija usted lo relatado en Rev. 11:7-12? Porque recordemos que acaba de publicar un video (18/10/15) titulado “En la parusía la iglesia recibirá y dará la bienvenida a Jesús y no al revés” y para lo que se apoya en 1 Tes. 4:15-17, en dónde se lee como sigue:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor (los personajes de los que se nos habla en Rev. 11:3) no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (Acotación mía).

Luego está claro que estamos ante una resurrección conjunta de esos “ungidos” que están presentes en el tiempo del regreso de Cristo a la tierra, con la de los Pablo, Juan, Pedro y compañía…… entonces ¿nos podría usted situar ese acontecimiento en la corriente del tiempo? No se olvide que las Escrituras si lo hacen y algo que un servidor ha explicado en un montón de ocasiones…… pero es más ¿en dónde coloca usted la gran predicación de los poderosísimos “dos testigos” de Rev. 11:3 y por un espacio de tan solo 1.260 días abarcará el mundo entero, anunciada por Jesús en Mat. 24:14? ¿O pretenderá usted hacernos creer que la mamarrachada de “obra” de predicación del “prístino” evangelio del reino de Dios, emprendida por usted en Agosto de 2.007 (al menos hasta donde yo conozco), tiene algo que ver con la predicación mencionada? No olvide, por si acaso tiene la tentación de decir que si (de usted se puede esperar cualquier cosa), que la tal está liderada por un resto de poderosísimos Hijos de Dios, capaces de hacer lo siguiente:

Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos (ver 2 Rey. 1:10-14); y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera (en todo caso estaríamos hablando de una brutal capacidad de autodefensa). 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.” (Rev. 11:5-6). (Acotaciones nuestras).

Y puesto que dichos personajes no tenemos noticia de que hayan aparecido, no puedo menos que pensar que usted, lejos de ser uno de esos Hijos de Dios comisionado por el Altísimo y como constantemente afirma ser, no es más que un paniaguado desnortado que se da ínfulas de ostentar dicha condición, cuando no es más que un pobre “iluminado” que en el colmo del disparate, el 13/02/09 y bajo el título “¿Quiénes son los ungidos de Dios?”, se nos descolgaba afirmando lo siguiente:

Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.” (Negritas mías).

Mamarrachada comparable a esta otra, publicada en esta ocasión el 29 de Marzo 2008, en un artículo que llevaba el título “¡Todos los bautizados somos “Cristos”!”:

Ahora bien, “Ungidos con el Espíritu Santo” resalta otras bendiciones colaterales que Dios nos añade cuando nos entrega el Espíritu Santo, PERO LO MÁS IMPORTANTE ES QUE NOS GUÍA A LA VERDAD (Ver Juan 16:13). NADIE PUEDE SER GUIADO A LA VERDAD SIN EL ESPÍRITU OBRANDO EN ÉL.” (Negritas mías).

Observe el detalle de que, al igual que hace hoy, habla en primera persona y lo que significa que reconoce tener el espíritu santo operativo sobre usted y que como memez no está nada mal, visto lo visto; de hecho unos meses antes, eso es, el 28/08/07 y en el colmo de su “delírium tremens”, en el tema “Consejos oportunos para miles de testigos de Jehová desanimados” y hablando de la liberación que había supuesto para usted, el salirse de dicha secta, hacía la siguiente y presuntuosa afirmación:

Al contrario, soy un hombre muy feliz y dichoso, ya que por fin tengo la libertad que no gozan ellos para escribir y tener mi sitio web donde puedo exponer mis creencias personales y mis “descubrimientos” bíblicos según me lo revela el Espíritu de Dios. Sólo el Espíritu de Dios nos guía a la verdad.” (Negritas mías).

Cuando no, encabezando artículos o en su defecto firmándolos, con la disparatada acreditación de “Embajador plenipotenciario del reino de Dios” y lo que deja claro de toda claridad, que usted como payaso deja en mantillas al genial Charlie Rivel, ¡vamos, qué digo…… usted deja en mantillas al circo entero!

Sin embargo, no pasa de ser usted tan falsario como los supuestos “ungidos” de los TJ (otros que tal bailan), o los “apóstoles” de los mormones, o de los adventistas o cualquiera de esa inmensa patulea de “soplagaitas” que, como usted y arrogándose una condición que no tienen (la de “ungidos”), van intoxicando al personal con sus estrafalarias “interpretaciones” del contenido escritural. Por lo tanto y aceptando la posibilidad que apunta en el sentido de que mi cerebro está un poco “oxidado” (¡qué quiere, cosas de la edad!), me basta y sobra para darle “sopas con honda” al indigente intelectual que es usted y por muchos títulos que posea; pero no quiero terminar este escrito, sin antes comentarle algo acerca del pasaje de Mat. 25:31-34 y que con tanto énfasis me recomienda leer, con la esperanza de que su contenido “me calle la boca”…… pero se me da, Sr. Olcese, que de nuevo el “correcaminos” español se la dará “con queso” al “coyote Apologista”, porque volvamos a una porción de su correo:

De hecho, Jesús viene con sus ángeles inmediatamente DESPUES de la gran tribulación (Mateo 24:29,30) y luego mandará a sus ángeles a que hagan la separación de ovejas y cabras, y será en ese momento en que les dirá a las ovejas que están a su derecha (todos los salvos…incluidos los ungidos).” (Negritas mías).

O lo que es lo mismo y según usted, que los “ungidos” o Hijos de Dios, por tanto sus “hermanos” y como los reconoció Jesús en Juan 20:17, aparecen incluidos en el grupo de las “ovejas” colocadas en una posición de favor en cuanto al rey de la “parábola” y olvidándose, por tanto, de lo fundamental de esta, porque ¿cuál es la razón por la que ambos grupos reciben distintas retribuciones, los primeros con la vida eterna en mira (nada que ver con la inmortalidad que reciben los “ungidos”) y los segundos, con la perspectiva de destrucción eterna, según el versículo 46 y final de dicha parábola?

Tenga en cuenta, Sr. Olcese, que estamos ante una “parábola” y que no es más (por si no se lo enseñaron en sus clases de teología) que un hecho ficticio o figurado, mediante el que se pretende transmitir una enseñanza y por lo que no puede ser tomada en su literalidad, como hace usted en el colmo de su congénita ignorancia; luego lo que hay que entender de dicha “parábola” y como enseñanza fundamental, es que en un momento determinado y para alcanzar el reino de Dios, las personas tendrán que elegir entre el estar a favor de esos personajes identificados como los “hermanos más pequeños” del rey de la parábola o estar en contra de ellos. Personajes estos aún por aparecer y anunciados en Rev. 11:3 como los “dos testigos”, en todo caso un “resto” o remanente de Hijos de Dios por salir a la luz y que serán el punto de referencia para determinar el futuro de otras personas, siempre en función del apoyo que estas les den o no, en la tarea que les ha sido encomendada…… eso es, la de anunciar mediante la predicación señalada en Mat. 24:14 y por espacio, repito, de 1.260 días, el inminente establecimiento del reino de Dios en la tierra.

Por lo tanto, resulta que el ser colocado uno a la derecha de Jesucristo y por tanto apto para la vida eterna, o por el contrario, colocado a su izquierda y por ello merecedor de destrucción eterna, pasa ineludiblemente por tomar determinada posición con respecto de unos terceros y a los que el Hijo de Dios identifica como “mis hermanos más pequeños”, obviamente, porque son los últimos en aparecer en escena; luego está claro que estos no pueden formar parte del grupo de los juzgados, puesto que ellos son el referente a partir del cual se ejecuta juicio sobre dicho grupo, bien sea este positivo o negativo. Quiero incidir, Sr. Olcese, en el hecho de que los “ungidos” y por ser Hijos de Dios, son dotados con la inmortalidad (Rev. 20:49), mientras que el grupo de los colocados en la favorable posición a la derecha del rey de la “parábola” y según el versículo 46 de la misma, parten “hacia la vida eterna” y que es algo totalmente diferente a tener la inmortalidad, que es otra cosa…… una razón más, por la que en dicho grupo no puede haber “ungidos” incluidos.

Concluyendo, Sr. “teólogo” vs. “ingeniero”, que no es usted más tonto porque no entrena, pues se ha contado una “película” y encima se la ha creído, como es la de tenerse por un Hijo de Dios, que el espíritu santo le susurra cosas al oído, que va a reinar con Cristo en el milenio, que va a tener poder sobre tantas o cuantas ciudades y otras estupideces por el estilo. Por otra parte y permítame la observación, resulta y por mucho que se esfuerce, que un “cerebro oxidado” como el de un servidor no alcanza a entender como un tan alto personaje como usted afirma ser (¡nada menos que un Hijo de Dios!) y en los tiempos cruciales que estamos viviendo, limite su aportación a esa mamarrachada (no me puedo imaginar a los Pedro, Pablo, Juan, etc. en esta tesitura) que es su página de videos en YouTube y en la que, aparte de mostrarnos que su cabeza solo sirve para llevar sombreros y que tiene corbatas y trajes, solo publica videos de algo más de un minuto, cuando no de unos pocos segundos y repetidos en siete u ocho idiomas todos ellos, para al final “de curso” poder sacar pecho y decirnos que ha publicado tantos o cuantos miles de videos.

Sencillamente no lo entiendo, Sr. Olcese…… ¡pero igual es por eso que usted dice: porque tengo el “cerebro oxidado”!

Armando López Golart

A FALTA DE TAREA…… ¡PUES YA SE SABE: A PEINAR AL GATO!

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 06/10/2015 by Armando López Golart

images (5)Y es que dicho todo lo que había por decir acerca de las señales que nos anuncian el inminente regreso de Jesucristo a la tierra y con todo lo que ello significa, los autores de este blog nos hemos quedado sin discurso alguno (como es lógico, por otra parte, pues las señales son las que son y ya no hay más que identificar) y por lo que vamos a dedicar el tiempo en analizar algunas “genialidades” que últimamente nos ha dejado ese “crisol” de la teología que afirma ser Apologista Mario Olcese que, día sí, día también, nos prueba que lo más cercano a una Biblia que ha visto en su vida, es la hoja dominical de la iglesia de su barrio…… de lo contrario no se entiende. Porque resulta que el pasado día 19/09/15 publicó un video titulado “Y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar”, en el que después de una “dudosilla” interpretación de Luc.21:25-27 y en donde de nuevo nos muestra no tener ni la más remota idea del significado de lo que está leyendo, se adorna en el minuto 6 de grabación con estas dos “perlas” y como conclusión a su lectura: Jesucristo no regresa a la tierra hasta después de ocurrida la gran tribulación y que esta tiene una duración de siete años…… disparates ambos donde los haya y que solo a un ignorante integral del texto escritural se le ocurre afirmar; porque veamos, lo que al respecto se nos dice en Dan. 9:24-27:

Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para acabar con el pecado, para hacer expiación por el error, para introducir la justicia para tiempos indefinidos, para imprimir un sello sobre visión y profeta y para ungir el Santo de los Santos. 25 Y debes saber y tener la perspicacia de que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.

26 Y después de las sesenta y dos semanas Mesías será cortado, con nada para sí. Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación. Y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.

27 Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva. Y sobre el ala de cosas repugnantes habrá el que cause desolación; y hasta un exterminio, la misma cosa que se ha decidido irá derramándose también sobre el que yace desolado.”

Queda claro entonces, que dentro de ese espacio temporal de “70 semanas” de años (490 años) fraccionado en tres partes (7+62+1=70), se tenía que resolver la cuestión de poner fin a la transgresión, acabar con el pecado, hacer expiación por el error, introducir la justicia para tiempos indefinidos, imprimir un sello sobre visión y profeta (eso es, el cumplimiento total de todas las profecías) y ungir el Santo de los Santos (entronizar al Hijo de Dios, como rey en la tierra)…… algo que por definición solo se puede producir, cuando el reino de Dios tome posesión de su dominio sobre el mundo y evento que se sustancia al término de dicho período temporal de 490 años. Pero noten que en la información que se nos da en ese pasaje de Daniel, la “69 semana” (7+62) se cumple después de la muerte de Jesús y por lo que si todavía no se ha cumplido la exigencia del versículo 24 del pasaje leído, está claro que nos queda aún una “semana de años” por cumplir y que conocemos como la “semana 70” de Daniel. Última “semana” del ciclo que inicia con la aparición de un “caudillo” (o poderoso gobernante) que establecerá un “pacto entre los muchos”, eso es, entre Israel como sujeto de la profecía de las “70 semanas” y las naciones de tendencia islámica que la rodean, que se han caracterizado siempre por llevarse como “el perro y el gato”…… luego como queda claro que ni en esos tiempos pasados ni a lo largo de la historia posterior, ningún dirigente político o “caudillo” estableció pacto alguno entre Israel y los pueblos que la rodean (y que es de lo que trata la profecía), hemos de entender que dicha “semana 70” aún está en el futuro.

En todo caso, prescindiendo de quién sea el personaje que establezca dicho pacto “por una semana” y que no es el tema que nos ocupa, la cuestión está en que la misma comprende los últimos siete años del mundo como lo contemplamos, pues ya hemos dicho que al final de esta se establece el reino de Dios en la tierra y momento en el que se conseguirán lo logros señalados. Por lo tanto, lo que nos importa saber es qué ocurre durante dicha “semana 70”, eso es, si como dice el Sr. Olcese, son siete años de “gran tribulación” y si solo es al final de los mismos cuando regresa Jesucristo…… disparatadas afirmaciones, repetimos, donde las haya y a las que nos tiene acostumbrados dicho personaje en sus planteamientos “teológicos”, porque veamos: dicho período de siete años (“semana 70” y última del ciclo), inicia con la aparición, no solo del gobernante o “caudillo” señalado que establece el pacto mencionado, sino también de un “resto” o remanente de poderosísimos Hijos de Dios (Rev. 11:5-6), a la manera de los apóstoles y con la comisión de liderar la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14, que se llevará a cabo en un espacio de tiempo de 1.260 días o tres años y medio (Rev. 11:3); para facilitar dicha tarea, Jehová Dios da la siguiente orden en el pasaje que vamos a leer a continuación y coincidente con el tiempo en el que dicha predicación se va a llevar a cabo:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (símbolos de destrucción), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Rev. 7:1-3). (Acotación nuestra).

Eso es, hasta “después” de terminada lo obra de recolección y lo que nos muestra, sin lugar a duda alguna, que la primera parte de esos siete últimos años del mundo como lo conocemos, será caracterizada por un tiempo de relativa calma y que permita la expansión a nivel mundial del mensaje a predicar…… y contrario, por lo tanto, a lo que nos dice ese “genio” de la teología llamado Apologista Mario Olcese y que cuenta por disparates sus “enseñanzas”, en este caso en el sentido de que estaríamos hablando de siete años de “gran tribulación” y que como ya hemos visto, eso es imposible, pues la primera parte de estos 7 años y según decreto divino, tienen que ver con una calma relativa a nivel mundial que permita la expansión de la predicación anunciada. Resuelta esta primera cuestión, pasemos a la segunda y que tiene que ver con la afirmación de que Jesucristo regresa a la tierra finalizados dichos siete años…… por lo tanto, vamos a averiguar cuando regresa Cristo a la tierra y con ello cuando inicia la “gran tribulación”; por lo que empezaremos por averiguar primero el “cuando” del regreso de Jesucristo a la tierra:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo, se levantarán primero.” (1 Tes. 4:15-16).

Entonces lo que aquí se nos dice, es que la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) se produce como consecuencia directa e inmediata al regreso de Jesucristo a la tierra…… luego si averiguamos “cuando” se produce dicha “primera” resurrección, sabremos el momento del regreso de Cristo a este valle de lágrimas; ahora bien ¿cómo podemos averiguar el momento en que se produce dicha “primera” resurrección? Pues sencillamente, prestando atención a lo que se nos dice en el contexto bíblico, acerca de qué ocurre cuándo esos “dos testigos”, resto o remanente “ungido”, finalizan su comisión:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará (……). 11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (eso es, fueron resucitados) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “¡Suban acá!”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Rev. 11:7; 11-12). (Acotación nuestra).

Es en ese preciso momento y delatado por ese “¡Suban acá!”, que se produce de manera conjunta, eso es, del “resto” aún por aparecer en nuestros días y los fieles del primer siglo (los Pedro, Pablo, Juan y compañía), lo que conocemos como la “primera” resurrección y que según Rev. 11:7, se produce exactamente a los 1.260+3 días y medio, eso es, ya vencida por tanto la primera mitad de la “semana 70…… y dado que hemos visto que dicha “primera” resurrección es consecuencia directa e inmediata (en una relación causa/efecto) del regreso de Cristo a la tierra, dicho regreso no se puede producir al final de esos siete años de los que se compone la “semana 70”, sino al inicio de la segunda parte de dicha semana y con ello el inicio de la “gran tribulación”. Porque resulta que dicha “gran tribulación” final (Rev. 7:14), es desatada sobre aquellos que han rechazado la oferta ofrecida mediante la predicación llevada a cabo por los “dos testigos” durante los primeros tres años y medio de dicha “semana 70”, al iniciar esta su segunda parte y según se deduce de 2 Tes. 1:6-9:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen (porque no han querido) a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús (más bien al contrario, se han opuesto a ellas). 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor (en la “gran tribulación”) y de la gloria de su fuerza.” (Acotaciones nuestras).
Luego es obvio que la “gran tribulación” está también directamente relacionada con el regreso de Jesucristo a la tierra y por lo que esta no puede iniciar, si Cristo no está presente…… y dado que el Hijo de Dios aparece vencida la primera mitad de la “semanita” en cuestión y con él la “gran tribulación”, resulta que solo nos quedan tres años y medio por delante para que la tal se pueda producir y por lo que es del todo imposible que dure “siete años” y como afirma el “teólogo” Apologista Mario Olcese. Con lo que tenemos lo siguiente, a modo de resumen: dicha “semana 70” se divide en una primera parte (tres años y medio) caracterizada por una bonanza que permitirá la rápida extensión del proceso de testificación y una segunda mitad (los restantes tres años y medio) de “gran tribulación”, en la que serán castigados aquellos que no hayan aceptado someterse al gobierno del reino de Dios.

Por lo tanto y contrario a lo que ese “number one” de la teología, de forma tan categórica afirma (actitud propia del ignorante, según Aristóteles), ni la “gran tribulación” dura siete años, ni Jesucristo aparece al final de la misma…… pero claro, cuando uno confunde la Biblia con la hoja dominical de la parroquia más cercana, cuando no con las “Aventuras del Capitán Trueno”, suelen producirse estos desaguisados y que no hacen otra cosa, más que mostrar el nulo nivel de entendimiento escritural del que los perpetra y por muy “teólogo” que afirme ser. Pero no crean que la cosa acaba ahí, porque en el próximo artículo les hablaremos de otras “genialidades” de las que también es autor el ínclito personaje que responde al rimbombante nombre de Apologista Cristiano, Ignº. Mario Olcese Sanguineti (Teólogo por el Instituto de Teología Baxter de Honduras); por lo que nos permitimos el atrevimiento de recomendarles que permanezcan “atentos a la pantalla”…… pues de todo se aprende un poco.

MABEL

ACOMPAÑADO…… ¿POR QUIÉN?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 21/09/2015 by Armando López Golart

2014030523405700000405350000075723Se le atribuye al filósofo griego Aristóteles la frase “El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”…… y no es que nos haya dado ahora a los autores de este blog por meternos a “pensadores”, sino que la referencia viene a cuento de una nueva “pasada de frenada” de ese “genio” de la teología que responde al nombre de Apologista Mario Olcese, pues veamos cuál es la nueva “fechoría” escritural que ha perpetrado: hace unos días, publicó un video (12/09/15) titulado “¿Quiénes acompañan a Cristo en su venida, sus ángeles o su iglesia fiel?” y en el que afirma con toda la rotundidad de la que es capaz (actitud propia de los ignorantes, según Aristóteles), que los que acompañarán a Jesús en el momento de su regreso a la tierra y para derrotar a los gobiernos del mundo e inmediatamente, establecer el reino de Dios en la misma, serán miríadas de “ángeles” y no los miembros de la “iglesia”, entendiéndose por tal definición al conjunto de los “santos” que con él van a reinar (Dan. 7:27) durante el milenio…… de hecho, ya en la misma entradilla del video citado se nos “amenaza” con la siguiente afirmación:

La verdad bíblica de que Jesús viene del cielo con sus ángeles, no con su iglesia, después de 7 años de tribulación.” (Negritas nuestras).

Para empezar, permítannos señalar que hablar de un período de “7 años de tribulación”, lejos de ser una “verdad bíblica”, no es más que una muestra de supina ignorancia en cuanto al relato escritural, cuando no de una terquedad digna de mejor causa; porque desde este blog se le ha explicado hasta la saciedad al personaje en cuestión, que los siete años mencionados y últimos del mundo tal como lo conocemos, son los que conforman la profética “70 semana” de Dan. 9:27 y período de tiempo que se divide en dos partes claramente diferenciadas: tres años y medio para llevar a cabo la gran predicación de Mat. 24:14 y tiempo caracterizado por una relativa calma a nivel global, que permitirá el desarrollo de la misma y según se nos señala en Rev. 7:1-3. Finalizada dicha primera parte de la semana y ya terminada la predicación señalada, inicia y por los restantes tres años y medio la llamada “gran tribulación” (Rev. 7:14), período de tiempo también conocido como “el gran día de la ira de Jehová Dios” (Sof. 1:14-18) y dirigido contra aquellos que habrán despreciado el ofrecimiento divino de someterse a la soberanía de Su reino en manos de Jesucristo, por los siguientes mil años.

Hecha esta aclaración, pasemos ahora al meollo de la cuestión y que tiene que ver con esa supuesta “verdad bíblica”, según el Sr. Olcese, en el sentido de que Cristo en su regreso a la tierra lo hará acompañado con sus “santos ángeles” y no con la “iglesia” o conjunto de aquellos que en su momento identificó como sus “hermanos” (Juan 20:17), por tanto Hijos de Dios y herederos junto a él del gobierno del reino de Dios; para ello, el citado personaje usa el texto inicial de la llamada “parábola de las ovejas y las cabras” (Mat. 25:31) y en el que se lee como sigue:

Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono.”

Apoyándose en este solo pasaje y olvidándose de que es el contexto el que nos permite poder determinar el sentido correcto de cada porción de las Escrituras, el personaje aludido afirma de forma categórica que Cristo en su regreso a la tierra será acompañado por “ángeles” y no por sus fieles seguidores o “hermanos”, señalando además de forma enfática que no hay en las Escrituras texto bíblico alguno que diga lo contrario y, por ello, retando a que se levante alguien que le demuestre lo contrario…… y haciendo buenas, en su caso, las palabras del genial Aristóteles en el sentido de que “el ignorante afirma” mientras que el sabio “duda y reflexiona”.

Porque haciendo honor a dicha máxima y reconociendo los autores de este blog que “espabilaos”, aquello que se dice “muy espabilaos” tampoco somos, pero que en cuanto a cuestiones bíblicas le damos al Sr. Olcese “sopas con honda” continuamente y ahí está la hemeroteca para comprobarlo, aquí los “miuras españolillos” (que embestimos al primer quite que nos hacen) y siguiendo el consejo “aristotélico”, después de “dudar” acerca de la veracidad de la estrafalaria ocurrencia del personaje en cuestión y de “reflexionar” adecuadamente sobre ello, hemos llegado a la conclusión de que sí existe el pasaje que desmonta la afirmación de ese “genio” de la teología (de hecho existen varios), en el sentido de que los acompañantes de Jesucristo en el momento de su regreso sean “ángeles”, cuando el caso y según el pasaje hallado, es que los que le acompañan en ese momento tan esperado por aquellos que confiamos en las promesas divinas, no son otros que los miembros de la “iglesia” o conjunto de “hermanos” de Cristo que junto a él tienen que reinar y algo que queda perfectamente establecido en el siguiente texto de Rev. 17:14, tomado en esta ocasión de la versión bíblica PDT, por ser una de las que con más claridad expresa la idea:

Pelearán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá porque él es Señor de señores y Rey de reyes. Él los vencerá y los que están con él (copartícipes por tanto, en tan gloriosa victoria) son sus fieles seguidores (no los ángeles), a quienes él mismo eligió y llamó.” (Acotaciones nuestras).

Contundente pasaje este que elimina de raíz la afirmación del Sr. Olcese en el sentido de que son los ángeles los que acompañan a Jesucristo en su regreso a la tierra, pues nada se nos habla en el mismo de la presencia de seres angelicales como figuras protagonistas en ese evento, sino solo de los “seguidores” de Cristo y que en su momento él mismo “eligió”…… y por tanto, repetimos, texto contundente que elimina la “gansada” en la que ha incurrido dicho personaje. Pero como ustedes saben, lo que caracteriza a los autores de este blog es que no somos partidarios de que sea un solo texto el que determine el sentido de una idea o planteamiento y lo que nos ha llevado a continuar investigando para dar más soporte a nuestra teoría, acerca de quiénes son los que acompañan al Hijo de Dios en su regreso a la tierra; y dicha investigación pasa por analizar tres puntos esenciales de la cuestión: primero, qué es una parábola; segundo, cual es, el significado del término “ángel” y ya, en tercer lugar, cuando y para hacer qué regresa Jesucristo a la tierra…… y dado que el Sr. Olcese para sostener su planteamiento, se ha apoyado en un texto que forma parte de una parábola, veamos por tanto en primer lugar qué se entiende por una “parábola” y que según aquellos que saben de la materia, es algo parecido a esto:

Una “parábola” es una comparación o símil, una narración corta, generalmente ficticia, de la que se puede obtener una verdad moral o espiritual.”

De ello se deduce, por tanto, que una parábola es un todo indivisible y de la que no se puede aislar un texto concreto para demostrar algo y como se ha hecho en el caso que nos ocupa (máxime cuando estamos ante un relato ficticio o figurado, luego nada que tenga que ver con hechos reales), sino que tiene que ser tomada en su conjunto y ver que enseñanza o moraleja nos transmite…… en este caso, de la “parábola de las ovejas y las cabras” la enseñanza focal que se nos pretende transmitir, no es quién acompaña a Jesucristo en su regreso, sino la de que solo aquellos que colaboren con esos “hermanos más pequeños” del “rey” mencionado en la misma, son los que entrarán al reino de Dios; expuesto este primer punto, pasemos al segundo y que tiene que ver con el significado del término “ángel”.

A este respecto ya hay “más tela que cortar”, pues tanto el término hebreo mal·ʼákj como el griego ág·gue·los y que aparecen en conjunto unas cuatrocientas veces en las Escrituras, significan literalmente “mensajero”: cuando el mensajero referido se entiende que es un espíritu, los traductores bíblicos suelen verter el término como “ángel”, mientras que si es obvio que se trata de una criatura humana y para señalar la distinción, lo transcriben como “mensajero”. No obstante esta no es una regla fija, pues en Revelación o Apocalipsis, libro lleno de simbolismos, algunas de las referencias a “ángeles” vemos que se dirigen también a criaturas humanas, cuando en dicho libro y en sus capítulos 2 y 3 se alude a los dirigentes humanos de las distintas iglesias cristianas del I siglo, como “al ángel de la congregación que está en…”; y dado que aquellas iglesias estaban dirigidas por personas “ungidas” o Hijos de Dios y destinadas a reinar con Cristo, bien se les podría aplicar a estas el término “ángel” (como veremos más adelante) y que, repetimos, significa “mensajero”.

No abandonando esta línea argumental, señalar que están aquellos que pensando como el Sr. Olcese en el sentido que serán “ángeles” los que acompañarán a Jesucristo en su regreso a la tierra, complementan el pasaje de Mat. 25:31 usado por el personaje en cuestión, con el de Mat. 24:31 y que transcribimos de la versión TLA, por su sencillez:

Y enviaré por todo el mundo a mis ángeles con una gran trompeta (entiéndase como gran repercusión mundial), para que reúnan a mis seguidores.” (Acotación nuestra).

Con lo cual estamos en lo mismo, pues este evento se corresponde al momento en que se lleva a cabo la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y llevada a cabo, no por “ángeles”, sino por seres humanos como son los “dos testigos” de Rev. 11:3 y que mediante su labor, recogen de toda la tierra a los verdaderos seguidores de Cristo y que, a diferencia de ellos, no tenemos nada que ver con el participar en el gobierno del reino; recordemos que en la “parábola de las ovejas y las cabras” a esas personas recogidas, se las premia por lo que han hecho a favor de otros personajes y a los que Jesucristo llama “mis hermanos más pequeños”, por lo que queda claro que esas personas no pueden ser parte de ellos. En definitiva y enfatizando la idea, dado que dicha labor de reunir a los fieles seguidores de Jesús que estamos esperando su venida, es llevada a cabo por hombres, en definitiva, seres humanos (el resto “ungido” por aparecer e identificado como los “dos testigos”), resulta que de nuevo nos encontramos ante otro pasaje mal entendido y peor aplicado, por culpa de decir lo primero que se nos ocurre a simple vista, sin tomar en cuenta el contexto bíblico y que es el que marca la pauta.

No podemos pasar por alto dos circunstancias que podrían ayudar a aclarar esta cuestión relacionada con Mat. 24:31 y 25:31, entre otros: la primera tiene que ver con el hecho de que lo que leemos hoy en nuestras actuales biblias, no es más que el fruto de copias, hechas de otras copias, de las miles de copias de la primeras copias que se hicieron de los texto originales…… y la mayoría de ellas ejecutadas a mano (la imprenta no se inventó hasta el siglo XV) por personas, fundamentalmente monjes de monasterios, que en su inmensa mayoría no sabían ni leer ni escribir, aunque eso sí, eran habilidosos copiando signos o letras; luego esas personas copiaban lo que se les ponía enfrente, pero sin saber lo que decía y lo que aumentaba el riesgo de error. Sumémosle a ello que dicho trabajo era muy costoso y por ello caro, lo que hacía que solo los poderosos pudieran encargar dichas copias…… y claro, aprovechando la ignorancia de esos amanuenses, estos poderosos y que “casualmente” eran los líderes religiosos del momento que dominaban el cotarro (en definitiva, la Iglesia Católica), podían rectificar textos a su antojo y conveniencia; ahí tenemos, por ejemplo, el tema de la “Trinidad” sostenido sobre textos evidentemente adulterados.

Porque si en esos pasajes citados, en lugar del término “ángel” se hubiera usado el sinónimo “mensajero”, el significado del pasaje habría cambiado radicalmente; por ello consideramos un puro disparate, el cifrar todo el soporte de una idea en la literalidad de un solo pasaje (cuando en realidad solo usando un sinónimo, se puede cambiar toda le idea expresada en el mismo) y que es lo que ha hecho el ignorante del Sr. Olcese, pues desconocemos que es lo que realmente se decía en el manuscrito original; lo que nos obliga a ser muy cautelosos y echar mano constantemente del contexto escritural, siempre que queramos sostener determinado planteamiento con un mínimo de rigor. Y es que en un libro como el de Revelación o Apocalipsis, lleno de simbolismos, tenemos que tener mucho cuidado con lo que es simbólico y diferenciarlo de lo que es literal; por lo que el consejo es que cuando en dicho libro encontramos la palabra “ángel”, la sustituyamos por el sinónimo “mensajero” (pauta a seguir en el resto de las Escrituras) y dejando que sea el contexto el que nos indique si se trata de un ser celestial o de uno terrenal…… o sea y para entendernos: no dejar que sean otros los que nos interpreten las Escrituras a su conveniencia y por no tomarnos la “molestia” de hacerlo nosotros, sencillamente porque es más cómodo; veamos un pequeño ejemplo de la idea que queremos transmitirles, usando dos pasajes en los que sustituiremos el término “ángel” que aparece en los mismos, por su sinónimo “mensajero” y verán lo fácil que es:

Una revelación por Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que suceder dentro de poco. Y él (Jesucristo) envió a su mensajero y mediante este la presentó en señales a su esclavo Juan.” (Rev. 1:1). (Acotación nuestra).

Es obvio que en este caso estamos hablando de un “mensajero” celestial, por tanto de un ser “angélico” que transmite un mensaje a un hombre; pero veamos ahora la parte contraria, en este otro pasaje:

Al mensajero de la congregación que está en Éfeso escribe: Estas son las cosas que dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha, el que anda en medio de los siete candelabros de oro: 2 ”Conozco tus hechos, tu labor y aguante y que no puedes soportar a hombres malos y que pusiste a prueba a los que dicen ser apóstoles, pero no lo son y los hallaste mentirosos. 3 También estás mostrando aguante y has soportado por causa de mi nombre y no te has cansado”.” (Rev. 3:1-3).

En este caso estamos ante un “mensajero” terrenal, por tanto de un hombre, pues ningún “ángel” como tal ha gobernado nunca en congregación humana alguna; además, que el contexto nos habla de dificultades por las que los ángeles no pasan, pero sí los hombres…… tan fácil y sencillo como esto. Sin embargo, si en ambos pasajes usamos la expresión “ángel” que aparece en las biblias actuales, la cosa se presta a confusión porque partimos de una idea preconcebida, pues así se nos ha inculcado, de lo que es un “ángel”…… y que es lo que ocurre en los pasajes tomados como referentes del tema, eso es, Mat. 24:31 y 25:31, que inducen a muchos a tener una idea equivocada del verdadero significado del mensaje.

La segunda circunstancia y ya como un hipotético asunto de lógica, tiene que ver con el hecho de que cuando esas personas fieles seguidoras de Jesucristo sean resucitadas y dotadas de la inmortalidad, tendrán más de seres sobrenaturales (o de esencia divina al igual que los ángeles, aunque infinitamente más poderosos por ser Hijos de Dios) que de hombres y según entendemos por el concepto “hombre”…… y dado que Jesús sí sabía esto, tampoco es descartable (y entiendan que estamos conjeturando) que pudiera haber hecho usado la expresión “ángeles” tal como la leemos hoy en día, solo con el propósito de dar a entender a sus seguidores, más o menos de forma aproximada y entendible para ellos, la condición divina que alcanzarían si le continuaban siendo fieles y no, obviamente, con la intención de hacer de los ángeles los protagonistas del asunto y que es la idea que se nos ha ido transmitido a través del tiempo, merced a los intereses de los primeros traductores de los manuscritos originales, pero idea que “se da de bofetadas” con el contexto escritural y que es el que en todo momento debe prevalecer.

Establecidas estas dos premisas, pasemos a la tercera cuestión y que tiene que ver con el cuándo regresa Jesucristo a la tierra y para hacer qué…… en cuanto al “cuándo”, tenemos que considerar un par de textos que nos aclaran el tema y siendo el primero de ellos, 1 Tes. 4:15-17 y en dónde se lee como sigue:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor, no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro (saldrán a recibirlo) del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor (no siempre “en el aire”, sino siempre “a su lado”…… y lo aclaramos, por aquello de los malos entendidos).” (Acotaciones nuestras).

De lo que aquí se nos está hablando, es del momento en que se produce la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) y como consecuencia directa e inmediata del regreso de Cristo a la tierra; pero como dicho dato tampoco nos aclara el “cuando” que intentamos averiguar, no tenemos más remedio que continuar buscando otro pasaje que complementando al anterior, nos indique el momento en que se produce dicha “primera” resurrección y, hete aquí, que encontramos dicha información en la porción bíblica de Rev. 11:3-12 y en donde se nos muestra el período temporal en el que se produce el reencuentro “en el aire” de un Jesucristo ya de regreso a la tierra, con el completo de sus “hermanos” (Juan 20:17) que acaban de ser levantados en esa “primera” resurrección…… pero porción bíblica de la que solo transcribiremos los textos más representativos y por aquello de abreviar:

Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco”. (……) 7 Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (eso es, finalizados ya los 1.260 días), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. (……) 11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (instante preciso en el que se produce la “primera” resurrección y en la que participan solo aquellos que tiene que reinar con Cristo) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá (a recibir a Cristo). Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Acotaciones nuestras).

Dicho lo cual, pasemos a analizar lo leído: los “dos testigos” aparecen simultáneamente con el personaje “anticristo” y evento con el que inicia la profética “semana 70” de Dan. 9:27 y últimos siete años del mundo como lo contemplamos; luego si su labor se extiende por “1.260 días” o tres años y medio (la mitad de dicha “semana 70”), al final de los cuales son asesinados por “la bestia” o imperio mundial dirigido por el “anticristo” y tres días y medio después, son resucitados simultáneamente con los Pedro, Juan, Pablo y compañía…… blanco y en botella: Jesucristo regresa vencida ya la primera mitad de esa “semana 70”, pues recuerden que hemos comentado que la “primera” resurrección y que es de lo que estamos hablando, es consecuencia directa e inmediata del regreso de éste a la tierra.

Averiguado ya el “cuando”, centrémonos ahora en la segunda cuestión y que tiene que ver con el “qué”, o dicho de otra manera, cuál va a ser y siempre según las Escrituras, el próximo movimiento del Hijo de Dios en su calidad de rey nombrado por el Altísimo (el primero habría sido el resucitar a sus leales seguidores con la condición de inmortales reyes y sacerdotes) y teniendo en cuenta que los tres años y medio restantes son los destinados a la “gran tribulación”, dirigida contra todos aquellos que no hayan aceptado el someterse a la soberanía divina…… y lo que las Escrituras nos dicen al respecto, es lo siguiente:

Y vi el cielo abierto y, ¡miren!, un caballo blanco. Y el que iba sentado sobre él se llama Fiel y Verdadero y juzga y se ocupa en guerrear con justicia. 12 Sus ojos son una llama de fuego y sobre su cabeza hay muchas diademas. Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo 13 y está vestido de una prenda de vestir exterior rociada de sangre y el nombre con que se le llama es La Palabra de Dios. 14 También, los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio. 15 Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso. 16 Y sobre su prenda de vestir exterior, aun sobre su muslo, tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores.” (Rev. 19:11-16).

Luego tenemos que el segundo movimiento de Cristo es el “guerrear” contra las “naciones” que se le oponen y destruirlas, tal como se destruye una vasija de barro hasta reducirla a simple polvo (ver Sal. 2)…… y aquí es donde entramos el punto que nos interesa, porque ¿quiénes componen, ese ejército celestial que le acompaña en su justo guerrear? ¿Los ángeles…… o los miembros de su “iglesia” que tienen que reinar con él? Es cierto que lo que parece indicarnos el pasaje leído con la expresión “los ejércitos que estaban en el cielo”, es que serán los ángeles los que acompañarán a Jesucristo y ante lo que el “ignorante” y según la máxima de Aristóteles, rápidamente convendría que ello es así y eso es lo que ha hecho el Sr. Olcese…… pero el “sabio” duda de semejante posibilidad, pues se contradice con el contexto escritural y por lo que “reflexiona” para ver el porqué de las cosas y que es lo que hemos hecho los autores de este blog; y siendo que lo que proféticamente nos dicen las Escrituras, acerca de este episodio bélico, es esto:

Y Jehová (representado por la persona de Jesucristo) ciertamente saldrá y guerreará contra aquellas naciones como en el día de su guerrear (en referencia a 2 Crón. 20:15), en el día de pelea. 4 Y sus pies realmente se plantarán en aquel día sobre la montaña de los olivos, que está enfrente de Jerusalén, al este; y la montaña de los olivos tendrá que partirse por en medio, desde el naciente y hacia el oeste. Habrá un valle muy grande; y la mitad de la montaña realmente será movida hacia el norte y la mitad de ella hacia el sur. 5 Y ustedes ciertamente huirán al valle de mis montañas; porque el valle de las montañas llegará hasta Azel misma. Y ustedes tendrán que huir, tal como huyeron debido al temblor de tierra en los días de Uzías el rey de Judá. Y Jehová mi Dios ciertamente vendrá (regreso de Jesucristo) y con él estarán todos los santos (o “fieles”, según otras versiones y no los “ángeles”).” (Zac. 14:3-5). (Acotaciones nuestras).

Luego ya tenemos que en este pasaje profético para nada se nos habla de “ángeles” como acompañantes de Cristo en su cruzada en la tierra, sino de los “santos” y término que como se ve en la profecía de Daniel y en todas las ocasiones que se usa en el NT, aplica exclusivamente a los fieles seguidores de Cristo; que no se nos habla de “ángeles”, queda corroborado por lo que se lee en Rev. 17:14 y texto que ya hemos considerado en la versión PDT, pero que ahora lo haremos en la RV 1960 y por ser esta la que usa ese “genio” de la teología llamado Apologista Mario Olcese, por lo que no tiene excusa que justifique su tremenda incapacidad para entender siquiera aquello que lee:

Pelearán contra el Cordero (las naciones con sus reyes al frente) y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él (en dicha batalla, lógicamente) son llamados y elegidos y fieles.” (Acotaciones nuestras).

Y estando de acuerdo en que los ángeles también pueden ser “fieles”, lo que no son, obviamente, es “llamados” y “elegidos” por Jesucristo…… esto lo fueron los apóstoles y todos aquellos que siguieron a estos, por lo que queda meridianamente claro que los personajes que acompañan a Cristo en su justo guerrear, no son otros que los resucitados Pedro, Juan, Pablo, Felipe, Timoteo y tantísimos otros fieles del I siglo, junto a los “dos testigos”, resto o remanente “ungido” aún por aparecer y a los que en la profecía de Daniel se les identifica, repetimos, como “los santos del Supremo” (o del “Altísimo”, según versiones) y que han de reinar con Cristo por los mil años. Pero en nuestro deseo de asegurarnos que lo que decimos es cierto, en el sentido de que los ángeles como tal, no tienen nada que ver con esa “fiesta” a ocurrir en la tierra y como no quedamos plenamente convencidos con lo averiguado hasta el momento, continuamos aplicando la máxima “aristotélica”, eso es, el continuar “reflexionando” sobre el tema, hasta que nos apareció el pasaje que vamos a leer a continuación y que parece redondear la cuestión, pues descarta la posibilidad de que los “ángeles” tengan protagonismo alguno en el regreso de Cristo a la tierra y en la “limpia” que va a llevar a cabo sobre esta…… vean el pasaje en cuestión:

Por su parte, el Dios que da paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve. Que la bondad inmerecida de nuestro Señor Jesús esté con ustedes.” (Rom. 16:20).

Noten que ahí no dice bajo los pies “de los ángeles” sino bajo los pies de los fieles seguidores de Cristo; pero no convencidos aún del todo (puntillosos que somos los “nenes”), continuamos con nuestras pesquisas hasta que nos topamos con unas palabras del apóstol Pablo, que también contribuyen a esclarecer el tema y que se hallan en Efe. 6:11-13:

Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo; 12 porque tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales.”

De nuevo notamos algo significativo: la mencionada lucha no la tenían los “ángeles”, sino esos seguidores fieles de Jesucristo y lucha en la que aparentemente Satanás salió vencedor en un primer “round”, al conseguir arrebatarles la vida; pero falta por jugar la segunda mitad del partido y que es la que se va a dilucidar en el período de la “gran tribulación” de los días finales…… y esa revancha, los “llamados, elegidos y fieles” de Jesucristo, no la pueden dejar en manos de ángeles. Pero es que además y en línea con nuestra propuesta, tenemos un pasaje casi olvidado y medio suelto por ahí, que es del todo explícito sobre el particular:

Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.” (Rev. 14:4).

Luego si Cristo viene a derrotar a los gobiernos humanos dirigidos por Satanás y apresar a este por mil años (Rev. 20:1-3), es solo lógico pensar que estarán también a su lado en ese crítico momento; por lo que todo lo considerado hasta el momento, apunta a que Jesucristo regresará comandando a sus 144.000 hermanos y no a miríadas de “ángeles”, porque ¿sería razonable que en un momento tan decisivo de la historia de la humanidad, Jesucristo regresara acompañado por “ángeles” y esos prominentes personajes se quedaran en la “grada”, viendo el partido como meros espectadores? Entendemos que no, primero, porque de ser así, las palabras que acabamos de leer no se cumplirían y, en segundo lugar, por lo que vamos a leer a continuación en otro pasaje también olvidado por ahí y que tiene que ver con una promesa que hizo Jesucristo con relación a su segunda venida:

Y al que venza y observe mis hechos hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones 27 y pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasos de barro, como lo que he recibido de mi Padre.”

Dicho en “román paladino”, que cuando Jesucristo regrese a poner “firmes al personal” y a dar “estopa” a diestro y siniestro (destrozar a las naciones rebeldes a su soberanía), a su lado para ayudarle estarán los 144.000 “que han vencido” y no los “ángeles”. Y es que ellos solos se bastan y sobran para reducir a escombros el diabólico imperio del mal montado por Satanás, tanto en el ámbito espiritual, como en el material; al respecto podríamos añadir y por aquello de enfatizar la cosa, que uno solo de esos excelsos personajes tiene más gloria y poder que todos los ángeles juntos, pues mientras ellos son “Hijos” de Dios, los ángeles solo son “creación” de Dios…… de ahí que se nos diga, que tan encumbrados personajes “juzgarán a ángeles” (1 Cor. 6:3). Es cierto que alguien podría pensar que poco importa con quién venga acompañado Jesucristo, si la conclusión del asunto es la misma, eso es, que “no importa el color del gato, lo importante es que cace ratones”…… solo hay un “pero” a tal forma de pensar, que tiene que ver con el siguiente pasaje:

Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” (1 Tim. 2:3-4).

Y como el creer que Jesucristo regresa acompañado de los “ángeles”, puede ser cualquier cosa, menos el tener un conocimiento exacto o pleno de “la verdad”, entendemos que lo que uno estaría haciendo en tal caso es violar de forma flagrante la “voluntad” divina. Por lo que los autores de este blog, nos tomamos muy en serio el tener en cuenta la voluntad de Dios, pues entendemos que la misma, por venir de Quién viene, tiene rango de mandato y lo que nos mueve a apresuramos en investigar aquello que con respecto de Su Palabra nos suena mal y a compartirlo con otros a través de este blog, para que no se nos impute responsabilidad alguna (Ezeq. 3:17-21)…… ya lo que cada uno haga con dicha información, es asunto suyo, pues cada uno puede hacer “de su capa un sayo”; pero en todo caso y por aquello de parafrasear a Pablo, nosotros queremos estar “limpios de la sangre de todo hombre” (Hech. 20:26), pues hemos advertido de la situación.

Luego resumiendo y por aquello de ir terminando, no solo le hemos mostrado a ese “genio” de la teología llamado Apologista Mario Olcese, que sí existen numerosos textos que prueban que Jesucristo regresa a la tierra acompañado, no por ángeles, sino por los miembros de su congregación de seguidores fieles o “iglesia” y por emplear la misma terminología del personaje en cuestión, sino que además se lo hemos demostrado con argumentos contextuales y que es como se debe de hacer. En todo caso, la conclusión del asunto y todo considerado, es que de nuevo nos encontramos ante otro “patinazo” del personaje en cuestión, que como sexador de pollos quizás tenga futuro, pero que como teólogo tiene menos recorrido que un “chupa-chups” en la puerta de un colegio; lo cual no le impide, eso sí, hacer tajantes afirmaciones del todo disparatadas y apoyándose para ello en solitarios textos y encima, mal interpretados…… y es que ya lo dijo Aristóteles: “El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”.

MABEL

LOS «DÍAS CREATIVOS» DE 24 HORAS…… O COMO CAER, EN EL MISMO ERROR QUE SE PRETENDE ENMENDAR.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , on 29/06/2015 by Armando López Golart

descarga (2)Es de todos conocida la interminable discusión entre la ciencia y la religión, acerca del cómo aparecieron las cosas que contemplamos a nuestro alrededor, tanto en lo “macro” como en lo “micro” y sobre todo, en lo que tiene que ver con esa singularidad llamada “vida” sin la cual nada tendría sentido y que, hasta donde alcanzamos ver, solo existe en este pequeño planeta perdido en un remoto rincón del inconmensurable universo; y es que mientras los científicos y circunscribiéndonos al ámbito de lo más cercano, eso es, en lo relacionado con nuestro planeta y en la vida en él existente, abogan por una secuencia fortuita de sucesos que a lo largo de cientos de millones de años y mediante un proceso llamado “evolución” devino en lo que contemplamos hoy a nuestro alrededor, resulta que los líderes religiosos se inclinan por atribuir como causa primera de todo lo existente, a la directa intervención de un Sumo Hacedor o Creador de todo lo contemplado y ello, en seis períodos de tiempo llamados “días” creativos; así es como se nos expone en los primeros capítulos de un libro llamado La Biblia y que para colmo de los científicos, abre con esta sencilla pero a la par, grandiosa declaración:

En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.” (Gén. 1:1).

Y palabras que ponen los pelos como “escarpias” a cualquier “evolucionista” que se precie y que siga defendiendo la “veracidad” de la llamada “teoría de la evolución” propugnada por el biólogo británico Charles Darwin en 1.859, cuando publicó su obra “El origen de las especies”…… obviando, eso sí los evolucionistas actuales, el hecho de que más de 150 años después de aparecer dicha publicación, el tal proceso evolutivo continúa no siendo más que una simple “teoría” (científicamente indemostrable, por cierto), aunque se enseñe como una “verdad absoluta” en las mejores cátedras de Biología de las más prestigiosas universidades del mundo. Sin embargo, la realidad y que es muy tozuda, demuestra que no solo los avances científicos actuales en todos los campos de la investigación no avalan dicha teoría, sino que rebaten la misma desde su misma raíz…… pero en todo caso esta no es nuestra “guerra”, porque de lo que les queremos hablar es del intenso debate creado dentro de las principales religiones de la cristiandad, en cuanto a la duración de esos “días” creativos.

Ello viene a cuento de un artículo al que tuvimos acceso, publicado por D. Carlos Aracil Orts en su página “Amistad en Cristo” y como respuesta a la pregunta que le formulaba uno de sus muchos lectores; excusamos decir, de entrada, que estamos hablando de una persona que particularmente nos merece mucho respeto por su erudición, así como por su talante conciliador y por su “savoir faire” ¡vamos, que es un “señor” en toda la extensión del término, por tanto un auténtico caballero! Pero claro, ello poco tiene que ver con el hecho de que su amplio entendimiento de las Escrituras tenga algún que otro pequeño “claro/oscuro”; a ese respecto nos permitimos recordar, que en cierta ocasión ya le objetábamos a una de sus propuestas la cual tenía que ver con su afirmación en el sentido de que tanto Adán como Eva, serán levantados en la futura resurrección de los muertos; planteamiento que no solo va en contra de todo el contexto escritural, sino de la lógica y el sentido común más elementales: lo primero, porque decir eso sería lo mismo que afirmar que Jehová Dios se equivoca en sus juicios…… y lo segundo, porque de ser la cosa como nos la plantea D. Carlos, Dios entraría en franca contradicción consigo mismo.

Porque recordemos que lo que les fue dicho a nuestros primeros padres es que en el “día que pecaran”, eso es, desobedecieran el mandato divino sobre el no comer del fruto prohibido “morirían” y lo que era totalmente contrario al “vivir” que tenían antes del pecado…… es decir y por aquello de resumir la cuestión: la muerte es lo contrario de la vida. Luego teniendo en cuenta lo que dijo Jesús en Luc. 20:37-38, nuestros primeros padres no pueden participar de la resurrección de los muertos, a menos que Jehová Dios y como ya hemos señalado, se contradijera a sí mismo…… porque esto es lo que leemos en esas palabras del Hijo de Dios:

Pero el que los muertos son levantados, hasta Moisés lo expuso en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová “el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob”. 38 Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven.”

Obviamente, “viven” en su recuerdo y de ahí que los pueda levantar de nuevo a la vida cuando llegue el momento oportuno; luego la pregunta sería ¿cómo están nuestros primeros padres en la Mente Divina: vivos…… o muertos? Lo primero y como ya hemos señalado, sería totalmente contradictorio con lo sentenciado allí en el jardín de Edén…… si es lo segundo y que parece ser lo más coherente, queda claro entonces y según las palabras de Jesús, que algo sabría del “invento”, que estos no pueden ser resucitados; no olvidemos, por otra parte, el importante detalle de que la resurrección solo es aplicable a aquellos nacidos bajo el pecado adámico, eso es, de aquellos que “pagan” por la decisión que otro tomó en su lugar. De ahí, que la resurrección no sea más que una segunda oportunidad concedida a toda persona nacida bajo el pecado (esta no era la situación de Adán y Eva) y por la inmensa misericordia de nuestro Supremo Hacedor (Juan 3:16), que le permita en su momento (Rev. 20:7-10) decidir por sí misma en cuanto a que autoridad es a la que desea sujetarse: si a la de su Magnífico Creador Jehová Dios o a la del archienemigo de Este, eso es, de Satanás el diablo y lo que hace a uno, ahora ya sí, responsable directo de la decisión tomada…… y esta es toda la “historia”.

Dicho lo cual y ya volviendo al tema que nos ocupa, resulta que nos hemos encontrado con que en el artículo mencionado, D. Carlos nos hace una clara y taxativa afirmación de lo que él cree acerca de la duración de esos períodos de tiempo creativos y que en las Escrituras reciben el nombre de “día primero”, “día segundo” y así, sucesivamente, hasta alcanzar el “día séptimo” y del cual se nos dice que Jehová lo dedicó a reposar de toda su actividad creativa…… pero veamos qué es lo que nos propone al respecto el autor en cuestión, en los siguientes tres párrafos tomados de su artículo de respuesta:

Como no soy científico no puedo hablar desde ese punto de vista, sino solo desde mi lógica personal y de la interpretación Bíblica que creo Dios me ha dado entender. Al respecto, además de las Iglesias católica, ortodoxa y anglicana, son ya muchos los líderes de las iglesias evangélicas, que han claudicado al aceptar parte de las tesis evolucionistas preconizadas y defendidas por los científicos.

En general, la mayoría de los dirigentes de las principales o más importantes Iglesias cristianas citadas arriba –para conseguir esta conciliación del relato bíblico de los seis días de la Creación con la teoría evolucionista, que afirma que todo se formó lentamente durante millones de años, sin un Creador, mediante el azar y la casualidad– defienden que no hay que interpretar literalmente los primeros capítulos del libro del Génesis, y que cuando la Biblia habla de “Día” y “Noche”, “Y fue la “tarde” y la “mañana un día” (Génesis 1:5), en realidad está queriendo decir miles de años. Esta interpretación no literal, que desnaturaliza y pervierte completamente el texto bíblico, no es posible sostenerla desde un análisis imparcial gramatical y textual del mismo; y esta cesión de la fe bíblica de tantos creyentes, en aras de las tesis evolucionistas de los científicos, solo se puede entender por su falta de valentía intelectual.

Estos líderes religiosos –al no encontrar bases bíblicas para rechazar la evidencia de que los días de la Creación de nuestro mundo son de veinticuatro horas, como siempre han sido desde que éste existe–, absurda, ridícula e ilógicamente tratan de amparar sus postulados apoyándose en un texto de la Segunda Epístola de San Pedro (3:8), que registra: “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”; porque cuando se escoge este pasaje aislado y se saca fuera de su contexto para aplicarlo a cualquiera otra parte de la Biblia, se están violando las más elementales reglas de la interpretación bíblica y de cualquier interpretación, solo con el fin de tratar de hacer decir a la Santa Biblia lo que de ninguna manera afirma.”

Nos hemos permitido el atrevimiento de destacar en negrita el “sugerente” planteamiento del Sr. Aracil y en el que, a nuestro entender, está totalmente equivocado y por lo que cae en el mismo error que en su escrito denuncia…… eso es, el de no ceñirse uno al estricto contexto bíblico cuando se explica el sentido de un pasaje o en su defecto, del planteamiento que se formule; porque cuando esto se hace con la pulcritud requerida en algo tan importante como es el hablar a otros de las cosas de Dios, de ninguna manera se puede afirmar que los períodos creativos llamados “días”, tengan nada que ver con la duración de los días tal como la conocemos los seres humanos y que nos viene dada por el movimiento de rotación del planeta Tierra. Por tanto, estaríamos ante una “ligereza” que no se puede tolerar en quien está afirmando hablar “en función” de la interpretación bíblica que “cree” que Dios le ha dado a entender y según se lee en el primer párrafo transcrito…… en todo caso, que subliminalmente uno estaría sugiriendo el estar hablando bajo la guía del espíritu santo y lo que no es más, que una forma como cualquier otra de condicionar a los que le escuchan a uno; no olvidemos, por otra parte, que D. Carlos se reconoce a sí mismo como Hijo de Dios y supuesta condición que siempre le concede a uno cierta superioridad teologal sobre aquellos a los que enseña con sus escritos o, en su defecto, en sus conferencias públicas pronunciadas en distintos foros.

Y es que afirmar que esos “días” creativos fueron períodos de 24 horas porque esto “siempre ha sido así” en la historia de la tierra como planeta, es no tener demasiado clara la idea de lo que el contexto escritural nos transmite acerca de la expresión “día”; por lo que vamos a ver ahora, distintos significados de dicha expresión y determinados estos por el contexto bíblico en el que se encuentran, empezando por el pasaje señalado por el Sr. Aracil, eso es, 2 Ped. 3:8:

Sin embargo, no vayan a dejar que este hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años y mil años como un día.”

En este caso, el contexto envuelto en el asunto no nos permite entrever de esas palabras el establecimiento de una rígida regla divina en cuanto a la medición del tiempo, sino la circunstancia de que nuestro Creador no sigue los mismos criterios que la limitada perspectiva del ser humano caído en el pecado, en el acto de medir el tiempo; de hecho, si el hombre “mide” el tiempo es por aquello de que “necesidad le está impuesta”, dado lo efímero de su vida y por lo que el tiempo se convierte en un preciado bien que se le agota rápidamente:

En cuanto al hombre mortal, sus días son como los de la hierba verde; como la flor del campo es como florece. 16 Porque un simple viento tiene que pasar sobre ella y ya no es más; y su lugar no la reconoce más.” (Sal. 103:15-16).

Pero claro, este no es el caso de nuestro Creador, pues no solo no está sujeto al paso del tiempo, sino que Él es quien creó esa constante universal que determina lo largo de nuestras vidas (Sal. 90:10) y que conocemos como “tiempo”…… ¡pero es que ni siquiera Adán antes del pecado, estaba sujeto a la tiranía del tiempo, dado que su cuerpo estaba preparado para vivir eternamente! Dicho lo cual, veamos otro uso de la expresión “día”:

El gran día de Jehová está cerca. Está cerca y hay un apresurarse muchísimo de él. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. 15 Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y de densas tinieblas, 16 día de cuerno y de señal de alarma, contra las ciudades fortificadas y contra las elevadas torres de las esquinas. 17 Y ciertamente causaré angustia a la humanidad y ciertamente andarán como ciegos; porque han pecado contra Jehová. Y su sangre realmente será derramada como polvo y sus entrañas como el estiércol. 18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra.” (Sof. 1:14-18).

En este caso, ese “gran día” del “furor de Jehová” y según el contexto bíblico, tiene una duración de tres años y medio; porque tiene que ver con el momento en que se desata en la tierra la llamada “gran tribulación” y que ocupa la segunda mitad de la “semana 70” de Dan. 9:27, eso es, los tres últimos años y medio del actual sistema de cosas como lo conocemos y período de tiempo en el que son castigadas con la destrucción eterna, aquellas personas que han rechazado la oferta recibida en los primeros tres años y medio de dicha profética semana de años, mediante la gran predicación de Mat. 24:14 por toda la tierra y liderada esta por los “dos testigos” mencionados en Rev. 11:3, por espacio de 1.260 días (o 3 años y medio)…… circunstancia que queda reflejada en lo que vamos a leer a continuación:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación (en este caso destrucción eterna) a los que les causan tribulación; 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios (porque han rehusado hacerlo) y sobre los que no obedecen (pues se resisten a ello) las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza, 10 al tiempo en que él viene para ser glorificado con relación a sus santos y para ser considerado en aquel día con admiración con relación a todos los que han ejercido fe, porque el testimonio que dimos fue recibido con fe entre ustedes.” (2 Tes. 1:6-10). (Acotaciones nuestras).

Por lo que estas palabras colocan el cumplimiento de la profecía de Sof. 1:14-18 acerca del “día del furor de Jehová” en ese espacio temporal de tres años y medio de “gran tribulación” y que culmina con la “batalla de Armagedón”, en donde Jesucristo junto a sus leales “hará limpia” (Rev. 17:14) e inmediatamente después de lo cual, instaurará el reino de Dios en este tierra; pero veamos otras aplicaciones del término “día”:

Entonces Jacob dijo a su casa y a todos los que con él estaban: “Aparten los dioses extranjeros que hay en medio de ustedes y límpiense y muden sus mantos 3 y levantémonos y subamos a Betel. Y allí haré un altar al Dios verdadero que me contestó en el día de mi angustia, puesto que resultó estar conmigo en el camino por el cual he ido”.” (Gén. 35:2-3).

¿Se podría deducir de ello, que ese “día” de angustia del bueno de Jacob, era un día de 24 horas “como así ha sido siempre” y por aquello de parafrasear al Sr. Aracil? Obviamente no, pues el contexto nos habla de un período temporal de duración indeterminada y en la que Jacob, parece ser, no lo pasó especialmente bien; pero veamos otro ejemplo:

Y la carne del sacrificio de acción de gracias de sus sacrificios de comunión ha de ser comida en el día de su ofrenda. Él no debe guardar nada de ella hasta la mañana.” (Lev. 7:15).

En este caso en cambio, el contexto determina que estamos hablando de un día o ciclo temporal de 24 horas…… pero veamos otro ejemplo en que al término “día” no se le puede dar esta aplicación:

En cuanto a Benaya hijo de Jehoiadá, hijo de un hombre valiente, que hizo muchas hazañas en Qabzeel, él mismo derribó a los dos hijos de Ariel de Moab; y él mismo descendió y derribó a un león dentro de una cisterna en el día de la nieve.” (1 Crón. 17:22).

Es obvio que en este caso el término “día” hace referencia a la estación invernal y que dura unos pocos meses…… por lo que de nuevo ha sido el contexto el que nos señala el significado correcto del término “día”; pero veamos un último ejemplo acerca de la polivalencia de esa expresión “día” y solo determinado su significado por el contexto en el que se encuentra situada:

En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, no había tránsito en los senderos y los viajantes de veredas viajaban por senderos indirectos.” (Jue. 5:6).

En este caso y ya en su plural, el contexto nos indica que esa expresión “en los días de” tiene que ver con algo que ocurrió durante el período de tiempo en que esas personas traslaparon sus vidas, pero sin indicar espacio temporal determinado, pues este queda fijado por la duración del tiempo en que estas coincidieron. Por otra parte no podemos pasar por alto y como circunstancia adicional, el hecho de que a la suma de las seis unidades o “días” creativos dedicados a la preparación del planeta Tierra, también se le llama “día” en Gén. 2:4 y en donde se lee como sigue:

Esta es una historia de los cielos y la tierra en el tiempo en que fueron creados, en el día que Jehová Dios hizo tierra y cielo (eso es, la creación como un todo).” (Acotación nuestra).

Es obvia entonces la polivalencia del término “día” y que no tiene en sí mismo significado concreto alguno, sino que este le viene dado por el contexto que lo acompaña; pero dicho esto, la pregunta que uno podría hacerse sería la siguiente: ¿es posible, entonces, de una forma u otra conocer la duración de esos períodos de tiempo creativos llamados “días”? Claro que sí, cuando uno usa el contexto de manera apropiada y no se lanza a especular en función de una idea personal, sin haberse asegurado antes que los contextos avalan su planteamiento; para ello tenemos que remontarnos a las palabras que pronunció el Creador en el momento de ver terminada su obra:

Después de eso vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire!, era muy bueno. Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día sexto.

2 Así quedaron terminados los cielos y la tierra y todo su ejército. 2 Y para el día séptimo Dios vio terminada su obra que había hecho y procedió a descansar en el día séptimo de toda su obra que había hecho. 3 Y Dios procedió a bendecir el día séptimo y a hacerlo sagrado, porque en él ha estado descansando de toda su obra que Dios ha creado con el propósito de hacer.” (Gén. 1:31: 2:1-3).

A partir de ahí ya entran en escena la lógica y el sentido común, que nosotros aplicamos de la siguiente manera: en el registro bíblico, vemos que cada uno de los seis “días” creativos finaliza con las palabras: “Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana”, eso es, que el día había iniciado y se había acabado y con ello abarcada una determinada porción de obra creativa ese día primero, también el día segundo y así, sucesivamente, hasta llegar al día séptimo en donde dicha coletilla no aparece por ningún sitio, como si ese “día” aun estuviera en proceso, eso es, que aún no hubiera terminado…… y esto es exactamente lo que se deduce de las palabras de Pablo en Heb. 4:1-10 cuando se analizan con atención y que no reproducimos para no alargar demasiado la cosa, pero que cada uno debería de consultar en su propio ejemplar de las Escrituras. Por lo tanto y habida cuenta que estamos ya al borde de los seis mil años de finalizad la obra creativa en el “día” sexto y que culminó con la aparición de Eva como última creación divina y, por otra parte, tenemos por delante los mil años del reino de Dios para poner remedio al desaguisado montado por el pecado adámico (todas las profecías apuntan a que estamos ya ante los momentos preliminares al establecimiento de dicho período milenario), está claro que este “séptimo día” de descanso divino tiene una duración de 7.000 años.

Lo que ello significa y ya para concluir, que en un Dios de orden como es en el caso de nuestro Creador, lo que se tiene que razonar es que la duración de los restantes seis “días” creativos también tuvieran idéntica cantidad de años…… en todo caso y si no estuviéramos en lo cierto en nuestro planteamiento, como mínimo ya estaríamos ante un “día” del período creativo (aunque sea el de descanso de Jehová) que contrario a lo afirmado por el Sr. Aracil, no es de 24 horas, sino de 7.000 años; no olvidemos, por otra parte, que esta “semana” creativa fue la que estableció un modelo ya a una escala inferior y ajustada al entorno del hombre, eso es, para la semana actual como una división de tiempo impuesta por Dios, en primera instancia, a la nación de Israel:

Acordándote del día del sábado para tenerlo sagrado, 9 seis días has de prestar servicio y tienes que hacer todo tu trabajo. 10 Pero el séptimo día es un sábado a Jehová tu Dios. No debes hacer ningún trabajo, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu animal doméstico, ni tu residente forastero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos y procedió a descansar en el séptimo día. Por eso Jehová bendijo el día del sábado y procedió a hacerlo sagrado.” (Éxo. 20:8-11).

Por tanto y guardando la respectiva correlación, si los días de la semana impuesta al hombre tienen la misma duración, eso es, 24 horas cada uno, no es descabellado pensar que el modelo original y salvando las distancias, también tenía que ser una semana de “días” de igual duración entre ellos, en este caso de 7.000 años cada uno…… ir más allá o más acá de esto, ya es saltarse a la torera lo dicho por Pablo en 1 Cor. 4:6:

Ahora pues, hermanos, estas cosas las he transferido de modo que nos apliquen a mí y a Apolos para el bien de ustedes, para que en nuestro caso aprendan la regla: “No vayas más allá de las cosas que están escritas”, a fin de que no se hinchen ustedes individualmente a favor de uno y en contra de otro.”

Y nada en las Escrituras nos permite entender, que los “días” creativos fueran espacios de tiempo de 24 horas; es cierto que para la perspectiva del hombre 7.000 años por “día” pueden parecer muchos años…… pero no olvidemos que el Creador no se halla restringido dimensionalmente a los límites de nuestro sistema solar y por lo que no está condicionado a sus ciclos naturales de traslación y rotación, luego Su situación no puede compararse a la del hombre; el salmista dijo de Dios, quien es de “tiempo indefinido hasta tiempo indefinido” (Sal. 90:2), lo siguiente:

Porque mil años son a tus ojos solo como el día de ayer cuando ha pasado y como una vigilia durante la noche.” (Sal. 90:4)

Es a tenor de estas palabras, que el apóstol Pedro pudo escribir aquello que “un día es para con Jehová como mil años y mil años como un día” (2Ped. 3:8); porque si bien un período de mil años representa para el hombre la friolera de unos 365.242 días de veinticuatro horas, para el Creador puede ser un único e indivisible corto espacio de tiempo en el que Él comienza y lleva a buen término un determinado propósito…… es, en cierto modo y salvando todas las distancias, lo más parecido a la jornada de trabajo de una persona, que da comienzo por la mañana y termina hacia el final del día.

MABEL

APOLOGISTA MARIO OLCESE, O EL «CORREGIDOR»…… CORREGIDO.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , , on 28/05/2015 by Armando López Golart

EpCEnsearporCoaccin.previewY es que estaba yo tan tranquilo preparando un tema dirigido al “teólogo” en cuestión, como réplica a un video que publicó recientemente y en el que me aludía con claridad en mi condición de impenitente “detractor” (ya ni se atreve a citarme por nombre, no sea que se me suba la mosca a la nariz y le “sacuda” otra vez), cuando me entró, sorprendentemente, el siguiente correo del personaje citado…… y digo sorprendente, porque dicho personaje y no hace mucho tiempo de ello (17/12/14, m. 18 de grabación), juró y perjuró que jamás volvería a hacerme objeto de su atención ni a mandarme correo alguno, en vista de mi “terca” actitud en no plegarme a las sandeces que publica; sin embargo y “fiel cumplidor” de sus promesas, hete aquí lo que recibí:

apologista commented on TIC-TAC, TIC-TAC, TIC-TAC…

Sólo un ingenuo como tú, Armando, puede decir que en el milenio se restaurará el paraíso edénico. Eso es lo mismo que afirmar que se restaurará la desnudez de los primeros padres antes de la caída y que durará mil años. Esa idea es una enorme estupidez que proviene de la Watchtower. Repito: Si se restaura el paraíso, se debe restaur también la desnudez que existía antes de la caída…y todos los súbditos deberán estar en cueros. Sin duda alguna, esa perspectiva hará que un buen número de los que resuciten (supuestamente en el milenio) se la pasen de lo lindo viendo a jovencitas y niñas desnudas, morboseándose y asechándolas. ¡Cuántas violaciones y abusos se podrían ver por parte de personas que aún necesitarán ser reeducadas y que supuestamente aún no son perfectas, y que aún no conocen a Dios!. Es preocupante pensar en eso. Pero claro, hay bobos que se han tragado esa historia de un paraíso restaurado milenial donde todos seremos buenitos y obedientes, y donde el pecado y la rebelión no existirán. ¿Es que acaso nos olvidamos que Cristo tendrá que gobernar con vara de hierro, o como dicen otros, con puño de hierro? ¡Despierta armandito, y no sigas engañando como lo hacen los Testigos de Jehová a tanta gente que no ve más alla de sus narices! Saludos.

Apologista, el corregidor

Ni corto ni perezoso, dejé en barbecho lo que estaba preparando y me puese manos a la obrá en responder a tan ignorante personaje; de entrada, permítanme un pequeño inciso para señalar que dicho caballero y según afirma, poseedor de sesudos estudios universitarios, tendría que mejorar un poco su gramática porque en la España de mis tiempos de enseñanza obligatoria (lamentablemente, estos son tan solo mis “poderes”), ese texto no habría superado ni un examen de primaria. Pero dicho lo cual, acepto de tan “experto” corregidor (así y como han leído, se califica a sí mismo “el gachó”) esa descripción de persona ingenua, pues la verdad es que “espabilao”, aquello que se dice muy “espabilao”, tampoco soy ¡qué quieren ustedes que les diga!…… pero sin que ello implique carencia alguna en mi capacidad para razonar con lógica y sentido común acerca de las cosas que conozco, contrario ello a lo que parece querer insinuar acerca de las capacidades del que suscribe, u séase, aquí “el menda”, el Sr. Olcese en su comentario. Por lo que en todo caso, no estaríamos más que ante un efecto reflejo de la impotencia que como gangrena corroe a tan indocto personaje, que se ve incapaz de “hincarme el diente” en todo aquello que publico, pues carece de la suficiente capacidad para ello; como prueba de que esto es así, no hay más que analizar el contenido de dicho correo (no la ortografía del mismo y en donde hay faltas clamorosas, pero ¡pelillos a la mar!) y en el que destacan dos puntos que, por sí solos, ya nos hablan de la supina ignorancia de su autor…… no solo en aquello que tiene que ver con el contenido de las Escrituras, sino también en cuanto a su “capacidad” personal para establecer prioridades, porque veamos:

Su respuesta parte de un artículo que recién se publicó en este blog, eso es, el día 17 del mes en curso titulado “Tic-tac, tic-tac, tic-tac…” y en el que se habla de un tema muy serio, pues tiene que ver con la cercanía de los acontecimientos que darán inicio a la profética “70 semana” de años de Dan. 9:27, que a su vez dará paso al inicio de los últimos siete años del mundo como lo conocemos y a ser seguidos de forma inmediata, por el establecimiento del reino de Dios sobre la tierra y, con ello, la restauración del llamado “paraíso” en este “terruño” de nuestras entretelas y que buena falta nos hace, visto el panorama actual; en dicho escrito, además, servidor hacía referencia a anteriores artículos en los que se incide en la cercanía de dicho evento y que, en definitiva, es la cuestión mollar del asunto…… y puesto que dicho correo está enviado desde el acceso disponible en el artículo señalado, es obvio que el Sr. Olcese tuvo que leérselo y algo que se deduce del propio contenido del correo recibido, ya que está aludiendo a los temas que en el escrito mencionado se reseñan.

La cuestión, entonces, está en que el Sr. Olcese y al igual que el tonto de pueblo al que le señalan la luna con el dedo y se queda mirando el dedo, se hace eco en ese artículo de lo anecdótico, eso es, de si la expresión “reino” es equivalente a la de “paraíso” o no, pero sin enterarse de lo sustancial y que es, si yo no me equivoco en mi predicción, el hecho de que dentro de cuatro/cinco meses máximo podría iniciar dicha “semana 70” y con toda la tremenda repercusión que ello tendrá para la humanidad en general; porque de eso, que es lo mollar en el artículo señalado y ello desde que empecé con el primero de una serie de escritos hablando de dicha posibilidad (20/02/15), el personaje en cuestión no ha dicho esta boca es mía y…… ¡hombre!, se supone que algo tendría que decir sobre ello en su pretendida condición de teólogo, bien para tranquilizar a la “parroquia” en el caso de que entienda que yo estoy en un error, o bien para animarla a estar alerta si entiende que no voy desencaminado en mis deducciones. Pues de ser cierta mi propuesta y cosa que está por ver, estaríamos a las puertas de un hecho esperado por miles de generaciones pasadas y a lo largo de la historia del ser humano sobre la tierra: nada más y nada menos, que a siete años vista del establecimiento en la tierra del reino de Dios anunciado por Jesús (Mat. 4:17), hace casi 2.000 años…… y si a esto, ese “genio” de la teología no tiene nada que decir, repito, en un sentido o en otro, pues “apaga y vámonos” ¡qué quieren ustedes que les diga!

Pero claro, como está completamente a oscuras en cuanto a entendimiento de las Escrituras y es que no se entera el hombre de por dónde le suenan los truenos, no sabe cómo responder a esa cuestión (y a ninguna otra, por supuesto) y por lo que nos sale con la primera “chuminá” que se le ocurre y que diría mi amigo el castizo, en el sentido de que el paraíso no se puede restablecer durante el periodo de tiempo del reino de Dios, porque de ser ello así también se tendría que volver al estado de desnudez en el que estaban Adán y Eva dentro del mismo y con todo el “show” que, según tan indocto personaje, se montaría con ello…… y que como argumento teológico “de peso”, me reconocerán ustedes que no está nada mal. Y es que en primer lugar, para pronunciarse con un mínimo de propiedad hay que saber leer y por extensión, entender aquello que se está leyendo, pues de lo contrario malamente se puede enseñar a otros y como pretende dicho caballero…… porque de hecho, lo que nos dicen las Escrituras respecto a esta cuestión, es lo siguiente:

Y ambos continuaban desnudos, el hombre y su esposa y, sin embargo, no se avergonzaban.” (Gén. 2:25).

Nada pues “del otro jueves”, ya que estaríamos ante una actitud normal entre marido y mujer, que con frecuencia se ven desnudos y no se avergüenzan de dicha situación, bien sea duchándose, en la alcoba o en otra situación que conlleve intimidad…… ya otro cantar es cuando hay un tercero de por medio, aunque se trate de un hijo y que lo normal, es no mostrarse ante él desnudos: luego lo que es normal en determinado momento de intimidad y que es la situación que concurría entre Adán y Eva en el paraíso (estaban completamente solos), cambia radicalmente cuando cambia también la situación en la que uno se encuentra; es cierto que después de haber pecado y aun estando dentro de los límites del “jardín de Edén” o “jardín de Dios” y que es lo que significa sencillamente el término “paraíso”, su situación cambió y ya acusaron el estar desnudos:

Por consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dio de este también a su esposo cuando él estuvo con ella y él empezó a comerlo. 7 Entonces (cuando ya se había consumado el pecado) se les abrieron los ojos a ambos y empezaron a darse cuenta de que estaban desnudos. Por lo tanto cosieron hojas de higuera y se hicieron coberturas para los lomos.” (Gén. 3:6-7). (Acotación mía).

Para entender lo que pretendo decir, tenemos que tener presentes dos aspectos fundamentales de la cuestión: el primero, que mientras nuestros primeros padres estaban en una condición espiritual aprobada ante su creador no eran conscientes de su estado de desnudez…… solo fueron conscientes de ello, cuando perdieron dicha aprobación; y el segundo, que cuando hablamos de restauración del paraíso en la tierra, estamos hablando y según los profetas, de una restauración física y no espiritual, que en definitiva era la que les daba “cobertura” y les hacía ignorantes de dicho estado de desnudez física. Por lo tanto y hasta que se restaurase en la tierra dicho estado de perfección espiritual (y de la que nada hablan los profetas), como cobertura divina para dicha desnudez y ello merced a nueva información dirigida a recobrar la restauración de dicha condición espiritual, que se hará disponible durante ese tiempo milenario (los nuevos rollos de Rev. 20:12), no se podría volver, hipotéticamente hablando, a ese estado de desnudez corporal…… y solo por responder algo a la disparada argumentación que nos hace el Sr. Olcese.
Pero es que las cosas tal parece que van por otro camino y quede claro, que lo que estoy planteando no tiene más valor que el de una mera especulación, por tanto susceptible de ser enmendada, porque tendríamos que preguntarnos por qué aún hoy, un hombre y una mujer unidos en matrimonio no se avergüenzan de su desnudez y sí lo hacen ante un extraño…… pues sencillamente porque están dentro del arreglo de Dios en cuanto a las relaciones de pareja:

Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa; y tienen que llegar a ser una sola carne.” (Gén. 2:24).

Pero aún en esta sociedad actual tan permisiva, la realidad es que cuando en un matrimonio entra una relación adulterina por parte de uno de los cónyuges, la cosa cambia radicalmente y si bien no lo calificaríamos como de una sensación de vergüenza, si es cierto que ese estado de desnudez entre ambos ya se hace un tanto embarazosa, como si algo hubiera cambiado…… y lo que ha cambiado es que ya no se está dentro del arreglo divino, en lo que tiene que ver con la relación de pareja. Y eso es lo que les pasó a nuestros primeros padres: cuando desobedecieron el mandato divino, se salieron del arreglo establecido y la cosa cambió radicalmente para ellos; por otra parte, notemos que el texto que acabamos de leer lo que establece es que el ser “una sola carne” aplica solo al hombre y a la mujer que entran en una relación de matrimonio y por lo que no se entiende la presencia de un tercero, en ese pasar a ser “una sola carne”…… pero es que además, tenemos que contemplar otra variante en el caso que nos ocupa y que no permite establecer ninguna aseveración como la presentada por el personaje Apologista: no sabemos (de ahí que yo señale, que lo que planteo no pasa de ser más que una simple especulación sobre un supuesto planteado) cómo hubiera cambiado la situación en cuanto a esa desnudez inicial, de no haberse producido el pecado y ya con el aumento de personas sobre la tierra y que no serían, obviamente, parte de esa “sola carne” que conforma una unidad familiar esposo/esposa, sino unos terceros.

Pensemos que la comisión de dicha pareja no solo era el procrear y hacerse “muchos” y llenar la tierra (Gén. 1:28), sino que implicaba también el extender ese jardín de perfección por todo el planeta y para lo cual tenían que salir de ese recinto protector, ayudados obviamente por sus descendientes y que en un momento dado, debido a su rápida multiplicación y a la consecuente expansión territorial, ya llegarían a ser unos auténticos desconocidos entre ellos…… entonces ¿sería razonable y aún dentro de la perfección, eso es, sin el pecado, que las personas no se hubieran procurado prendas de vestir y cubrir así su cuerpo de la mirada indiscreta de “extraños”? Por mi parte entiendo que sí sería razonable, máxime teniendo en cuenta lo dadas que son genéticamente las mujeres a la cuestión de los “trapitos”; a lo que habría que añadir, el hecho de que Jehová (que no hace nada sin un propósito determinado, según se deduce de Isa. 45:18) proveyó de materias primas al ser humano para la confección de tales coberturas, como pueden ser el lino, la seda, o el algodón…… razonemos, por ejemplo, el porqué de la existencia de un animal como la oveja, entre otros (como la llama, el guanaco, la vicuña, etc.) y que periódicamente, mediante un proceso de “esquila”, nos provee de una materia prima como es la lana y que tratada debidamente, sirve para hacer excelentes prendas de abrigo y referencia, que nos lleva a una cuestión añadida y que no hablaría precisamente en favor de la desnudez perpetua del ser humano, fuera de ese habitáculo natural que era el “jardín de Edén” y conocido coloquialmente como el paraíso.

Porque tenemos que partir de la base que dicho paraíso o tierra de placer y perfección, no fue más que el punto de partida de un majestuoso plan de Dios para extender al ser humano por toda la tierra (de momento y como parte inicial del propósito mencionado) y por lo que lo que allí había, era sencillamente lo esencial para empezar a desarrollar dicho propósito…… el resto se lo tenía que “currar” el hombre, mediante su ingenio y del que estaba grandemente dotado y como queda constatado por los increíbles logros que aún hoy, 6.000 años después de perdida su perfección, este ha colocado a su alcance; recordemos que alejado casi 2.000 años de dicha perfección, esto es lo que dijo Jehová de la inmensa capacidad del hombre para ingeniárselas por sí solo:

Y Jehová procedió a bajar para ver la ciudad y la torre que los hijos de los hombres habían edificado. 6 A continuación dijo Jehová: “¡Mira! Son un solo pueblo y hay un solo lenguaje para todos ellos y esto es lo que comienzan a hacer. Pues, ahora no hay nada que tengan pensado hacer, que no les sea posible lograr. 7 ¡Vamos! Bajemos y confundamos allí su lenguaje para que no escuche el uno el lenguaje del otro”. 8 Por consiguiente, Jehová los esparció desde allí sobre toda la superficie de la tierra…… y poco a poco dejaron de edificar la ciudad.” (Gén. 11:5-8).

Luego lo que está claro es que Jehová capacitó al hombre para, a partir de lo que tenía y según las necesidades que se le fueran presentando, crear cosas para suplir las tales…… entre ellas, las prendas de abrigo; y que si bien es cierto que el paraíso o “jardín de Dios” (no deifiquemos el término “paraíso”), no era más que un espacio en el que reinaba la paz y la felicidad, pues no existían la enfermedad, ni la vejez, ni la muerte y que se tenía que extender por todo el globo terráqueo, nada tenía que ver con que la desnudez fuera consustancial con ese primer entorno del hombre y que este no pudiera cambiar dicha circunstancia a su voluntad…… recordemos que la única condición impuesta al hombre se limitaba a no comer del árbol que se hallaba “en medio del jardín” (Gén. 2:9) y a absolutamente nada más. Por otra parte, estas cosas mencionadas son las cosas que se nos dice que son las que serán restauradas y que Jehová Dios hizo que nos fueran transmitidas “por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”, según se lee en Hecho. 3:20-21…… y esto es lo que nos dijeron los profetas aludidos, en su momento:

En aquel tiempo (eso es, a partir del momento en que Jesucristo tome posesión del gobierno del reino de Dios) los ojos de los ciegos serán abiertos y los oídos mismos de los sordos serán destapados. 6 En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo y la lengua del mudo clamará con alegría…”. (Isa. 35:5-6ª). (Acotación mía).

En cuanto al recobro de nuestro entorno medioambiental, incluyendo los parajes más extremos, se lee como sigue:

“… pues en el desierto habrán brotado aguas y torrentes en la llanura desértica. 7 Y el suelo abrasado por el calor se habrá puesto como un estanque lleno de cañas; y el suelo sediento, como manantiales de agua. En el lugar de habitación de los chacales, un lugar de descanso para ellos, habrá hierba verde con cañas y papiros.” (Isa. 35:6b-7)

Restauración que tiene que ver también con la total eliminación de las enfermedades:

Y ningún residente dirá: “Estoy enfermo”. La gente que more en la tierra constará de los que habrán sido perdonados por su error (recordemos que las enfermedades son resultado del pecado heredado).” (Isa. 33:24). (Acotación mía).

Por otra parte, esto es lo que nos dijeron esos “profetas de tiempo antiguo” y voceros del Dios Altísimo, acerca de la vejez, que tanto nos limita y antesala de la muerte:

Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil.” (Job 33:25).

O lo que es lo mismo, que la persona anciana y decrépita retroceda en el tiempo en cuanto a lo físico y sea devuelta a los momentos de su máximo esplendor juvenil, tanto en lozanía como en vigor; pero veamos más de lo que se nos dijo por boca de esos “profetas de tiempo antiguo” y ello para el momento en que, como se lee en Hech. 3:20-21, Cristo regresara a la tierra para empezar a reinar en ella, con relación a lo que Jehová hará con la muerte en ese período de mil años de gobernación divina:

Él realmente se tragará a la muerte para siempre (eso es, la muerte como tal dejará de existir) y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro (causadas fundamentalmente por el dolor ante tan luctuoso suceso). Y el oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo lo ha hablado.” (Isa. 25:8). (Acotaciones mías).

Cumplimiento cabal de ese “tragarse la muerte”, que no sería tal si los muertos no fueran devueltos a la vida, mediante lo que conocemos como la “resurrección de los muertos”:

Tus muertos vivirán. Cadáver mío… se levantarán. ¡Despierten y clamen gozosamente, residentes del polvo! Porque tu rocío es como el rocío de malvas y la tierra misma dejará que hasta los que están impotentes en la muerte caigan en nacimiento (eso es, que vuelvan a la vida mediante una resurrección).” (Isa. 26:19). (Acotación mía).

Todas estas cosas, la restauración física, la eliminación de las enfermedades, la restauración del medio ambiente, el devolver al hombre la juventud interminable, el eliminar la muerte y el devolver la vida a los que han sido afectados por esta, son “las cosas” a restaurar y que fueron dichas por Jehová Dios por “boca de sus santos profetas de tiempos antiguos”…… y no vemos por ninguna parte, que los profetas hablaran de la restauración de la desnudez, como nos propone el Sr. Olcese; porque de ser ello así, todo tan estrictamente literal como nos lo “pinta” ese personaje, tendría que ser restaurado también el árbol “del bien y del mal” (Gén. 2:9) y lo que crearía un pequeño “problemilla”: en un inmenso planeta Tierra lleno de millones de sobrevivientes de la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14), más los que vayan resucitando posteriormente y con lo que resulta que nos juntaremos “la tira”…… ¿“en medio” de dónde puñetas, plantaría el Sr. Olcese dicho “arbolito”? Porque si se ha de restaurar todo…… ¡pues eso!

Porque incidiendo un poco más en el tema de la desnudez y repitiendo que lo que estoy exponiendo, no es más que una simple elucubración por mi parte de algo que jamás sabremos, como es el qué hubiera pasado de no mediar el pecado, hay otra cuestión a añadir a lo ya dicho y que ese indocumentado personaje no ha tenido en cuenta: para llevar a cabo la tarea de extender ese paisaje edénico, el hombre tenía que salir del mismo y enfrentarse a climas distintos y que requerirían de coberturas para protegerse de ellos, como sería en el caso de las bajas temperaturas invernales; porque siendo cierto que alguien podría argumentar que un dosel de agua cubría el globo terráqueo y hacía las veces de invernadero (lo que solo hacía que no existieran climas tan extremos como los actuales), no es menos cierto que los efectos físicos derivados del movimiento de rotación y traslación de la tierra y que es lo que genera el día y la noche y el cambio de estaciones, respectivamente, obviamente generarían distintas temperaturas y como ocurre, sin ir más lejos, entre la temperatura diurna y la nocturna y que en muchas ocasiones difieren entre sí en unos 20 o 30 grados…… o más, según sea la situación geográfica.

Pero es que además, prescindiendo de que en un principio la primera pareja hubiera sido creada en un estado de desnudez, no se entiende el por qué el hombre tendría que continuar así, siendo como era que éste y en el ejercicio de su libre albedrío, podía haber tomado la decisión que hubiera querido y en función de lo que les he relatado al respecto…… pero que en el restaurado paraíso la gente no andará desnuda. contrario a lo que afirma el “teólogo” en cuestión y como “gran impedimento” para que este sea restaurado durante el reino milenario (¡ya hace falta ser “acémila” para soltar semejante animalada!), se sobreentiende de las siguientes palabras de nuestro Creador:

Durante todos los días que continúe la tierra, nunca cesarán siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno y día y noche.” (Gén. 8:22).

Luego está claro que esta promesa divina se mantendrá también dentro del paraíso restaurado y por lo que el frio obligará al “personal” a cubrirse para protegerse del mismo, así como el calor, a cambiarlas por prendas más ligeras y vaporosas…… exactamente como se ha hecho, desde que el mundo es mundo. Es cierto que alguien podría llegar al extremo (¡no le demos ideas al Sr. Olcese¡), de decir que en un estado de perfección, los seres humanos serían inmunes a esos cambios térmicos y por lo que no se requeriría de prenda de abrigo alguna para protegerse del frio…… pero si ello fuera así ¿por qué Jehová habla de las sensaciones de “frio” y “calor”, si no estuviera el cuerpo humano preparado para experimentar tal diferencia térmica? Por lo tanto, la razón dada por dicho “genio” de la teología del porqué el paraíso no puede ser restaurado durante el reinado de Jesucristo, no deja de ser más que una mera estupidez propiciada por un nulo entendimiento del contenido escritural y, fundamentalmente, por la necesidad de responder algo a mis planteamientos (lo que sea, con tal que parezca que me discute “algo”) y que ponen en tela de juicio sus disparatadas “enseñanzas”…… máxime cuando son las propias palabras de un moribundo y agonizante Jesús, las que confirman que el paraíso será restaurado en su reino de mil años y algo que dicho “number one” de la teología niega estúpidamente:

Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el paraíso.” (Luc. 23:42-43).

Recordemos, que el término paraíso deviene del griego “pa·rá·dei·sos” y que se usaba para hablar del “jardín de Edén” en la época de Jesús, como del “día” o espacio de tiempo en donde las personas vivirían en un futuro en paz y felicidad, en donde la enfermedad, la vejez y la muerte serían cosa del pasado y los muertos serían resucitados (Juan 6:40; 11:24), todo ello según el registro profético, hasta la llegada del momento final en el que Dios juzgaría a todos…… y eso es de lo que hablaba el malhechor, que no entendía otra cosa por paraíso y a lo que el Hijo de Dios, lejos de rectificarle, identificó el establecimiento del tal para cuando él reinara sobre la tierra. Está claro entonces y para un coeficiente intelectual medio, que el Hijo de Dios relacionó directamente el reino con el paraíso como las dos caras de una misma moneda; decir lo contrario, como hace dicho personaje, no es más que demostrar su completa incapacidad para entender lo que está leyendo y a lo que en España se llama, ser un perfecto analfabeto: saben leer una frase, pero son incapaces de interpretar su significado…… ¡claro!, siendo así, se comprende otra disparatada afirmación que nos hace ese personaje en el sentido de que durante el reino de Dios en la tierra, no habrá lugar para una situación paradisíaca, sino más bien todo lo contrario.

Porque lo que señala al final de su correo, es que en el momento de su reinado “Cristo tendrá que gobernar con vara de hierro, o como dicen otros, con puño de hierro” y con lo que ese “caballero” demuestra no tener ni puñetera idea de por dónde le sopla el viento en cuestiones bíblicas (esperemos que la cosa no pase a otros campos), porque veamos: esa expresión de gobernar con “vara de hierro” o “cetro de hierro” y en referencia al bastón que, generalmente de metal precioso, simboliza el rango o autoridad del que lo lleva, aparece por primera vez en el Sal. 2:9 y en dónde se lee como sigue:

Las quebrarás con cetro de hierro (vara de hierro, según versiones), como si fueran vaso de alfarero las harás añicos.” (Acotación mía).

Lo que ocurre, es que ese quebrar “con cetro de hierro” no ocurre durante el reinado de Jesucristo y como afirma tan disparatado personaje, sino que es anterior a la instalación de dicho reino; y es que el contexto en el que se produce esta profética declaración, tiene que ver con un total enfrentamiento del Dios Altísimo con los reyes de la tierra, que rehúsan aceptar la soberanía de Su Hijo y en lo que se conoce como la batalla de Armagedón, de la que se nos habla en Rev. 19:11-16 y con la que concluye la “gran tribulación” (Rev. 7:14), para dar inmediatamente paso el reino de Dios. Por tanto, evento que se produce cuando aún Satanás no ha sido apresado y echado en prisión (Rev. 20:1-3), luego cuando aún no se ha establecido el reino de Dios en la tierra y algo que queda claro en el contexto del entero Salmo 2; pero es que además, de que la secuencia de los hechos es esta, queda probado por lo que se dice en la profecía de Daniel y en la que se lee como sigue:

Y en los días de aquellos reyes (gobernantes actuales) el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos (los actuales gobiernos mundiales que se opondrán a su establecimiento y que es, de lo que se nos habla en el mencionado Salmo 2) y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos; 45 puesto que contemplaste que de la montaña una piedra fue cortada, no por manos y que trituró el hierro, el cobre, el barro moldeado, la plata y el oro (la imagen que representaba a los sucesivos imperios que gobernaría sobre la tierra hasta la llegada del reino de Dios). El magnífico Dios mismo ha hecho saber al rey lo que ha de ocurrir después de esto. Y el sueño es confiable y la interpretación de él es digna de confianza.” (Dan. 2:44-45). (Acotaciones mías).

Por lo que queda claro que antes de ser establecido dicho reino y como es lógico (otra cosa no se entendería), se tenía que desalojar a los actuales gobernantes y que es de lo que se nos en habla en dicho Salmo 2 y en Rev. 19:11-21; si ello es así y así es, habrá que convenir que es un total disparate el afirmar que “durante” el milenio el personal será tratado “a palos” y según afirma el indocumentado de Apologista Mario Olcese citando del Sal. 2:9 leído, en donde se habla de “quebrar” y “hacer añicos” a las naciones opositoras a dicho reino…… máxime cuando con lo que se encontrará Jesucristo en el momento de tomar posesión de dicho reino, lejos de naciones “opositoras”, será con una “parroquia” de cuyos componentes se nos dice lo siguiente:

Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son, y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación (o sobreviven a ella y que culmina con la mencionada batalla de Armagedón) y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero (eso es, que han ejercido fe en el sacrificio propiciatorio de Jesús). 15 Por eso (por ejercer esa fe) están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará (obviamente de buenas manera y no a “palos”, según se desprende del verso anterior) a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”.” (Rev. 9:13-17). (Acotaciones mías).

Como pueden comprobar, nada más lejos este trato recibido por aquellos que sobrevivan a esa “gran tribulación”, con el ser gobernados con “vara de hierro” tales personas y que las Escrituras cuantifican como “una gran muchedumbre que ningún hombre podía contar” (Rev. 7:9). Por lo que estaríamos hablando de los primeros súbditos del reino de Dios y por lo tanto, de personas que pasan al mismo por la fe ejercida en el sacrificio de Jesús y lo que es más, que lejos de oponerse al establecimiento de dicho reino, han colaborado firmemente en difundir por todo el mundo, la buena nueva de la inminente llegada de este y como queda claro, en la parábola de “las ovejas y las cabras” (Mat. 25:31-46)…… luego la afirmación del Sr. Olcese y como nos tiene acostumbrados, no puede ser más sacada de contexto y por ello, más disparatada.

Entonces y como siempre he afirmado desde este blog, estamos ante un auténtico ignorante en el campo escritural (quizás como “sexador” de pollos destaque algo, pero ¡paren ustedes de contar!) y del que no se puede creer nada de lo que diga, pues todo ello se da continuamente de bofetadas con el contexto bíblico…… y este indocto personaje, es el que le quiere enmendarle la plana a un servidor ¡vamos, que ni el Sr. Olcese podría subir tan alto, ni aquí “el menda” caer tan bajo! No tendría que olvidarse dicho “teólogo” (cualquier semejanza a lo que es un teólogo de verdad, es pura coincidencia), que en su momento ya le hice rectificar una enseñanza mantenida por años y por lo que me tendría que tener un poco de “respeto”, circunstancia que pueden comprobar y con todo lujo de detalles, en un artículo publicado en este blog el 12/01/12 y en donde, además, añado un acceso directo al video en el que reconocía estar equivocado. Por cierto y ya que estamos metidos “en harina”, me gustaría que el Sr. Olcese dijera algo sobre mi escrito acerca del premio “sobremanera grande” que recibirá Abraham (13/05/15), en el que le discutía su afirmación en el sentido de que dicha expresión que se encuentra en Gén. 15:1 y en la versión RV 1960, tenía que ver con que le fuera concedido a dicho patriarca el gobernar al lado de Jesucristo en calidad de inmortal rey y sacerdote, durante el reino milenial.

Disparate donde los haya y de ahí que no se atreva siquiera a mencionar la cuestión y desmontar mis argumentos con una Biblia en la mano (no solo sosteniéndola, sino citando de ella ¡claro está!), en una más que evidente muestra de la incapacidad que sobre conocimientos bíblicos atesora…… pero ¡qué quieren ustedes, si el personaje no da para más! Y es que cuando no sabe que responder a lo que se le objeta, olímpicamente “pasa” de ello como si la cuestión no fuera con él y al más puro estilo avestruz; por eso y a 15 días vista de publicado dicho escrito, un clamoroso silencio se produce por parte de ese “genio” de la teología sobre el particular y mostrando claramente con ello que no es más que un vulgar “mercachifle” de la teología, por tanto sin capacidad alguna para refutar objeciones. Sin embargo, recordemos que abre su blog de cabecera “apologista.wordpress.com” y como texto de presentación, con el pasaje de 1 Ped. 3:15 y en donde se lee como sigue:

Antes bien, santifiquen al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para presentar una defensa ante todo el que les exija razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con genio apacible y profundo respeto.”

Sin embargo, ni es capaz de presentar defensa alguna de sus propuestas y basándose en las Escrituras, lo de genio apacible mejor ni hablar de ello y lo de profundo respeto, pues…… ¡lo que yo les diga! Y claro, eso que lo haga un servidor que no es más que un “garrulo” sin formación alguna, tiene su pase…… pero que lo haga un supuesto Hijo de Dios, también supuestamente “iluminado” por Éste (y algo de lo que les hablaré en un próximo artículo) para llevar las buenas nuevas del evangelio del reino de Dios a todo el mundo y según propia afirmación, pues ¡qué quieren que les diga, como no sea que “sa pasao” siete pueblos”!, como diría mi amigo el castizo. En todo caso, estamos ante un simple vendedor de humo que encandila a unos cuantos ignorantes que le ríen la gracias y que se auto reconoce pomposamente como tocado por el dedo divino, para impartir la enseñanza del verdadero evangelio al mundo mundial (lo cual y visto lo visto, no se lo cree nadie ni harto de vino), pero que por otra parte, es totalmente incapaz de refutar las objeciones que un servidor le plantea.

Armando López Golart

EL FUTURO INMEDIATO…… SEGÚN NOS LO CUENTA EL PROFETA DANIEL.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , on 26/03/2015 by Armando López Golart

comentario-de-daniel-volume-11Como ustedes habrán comprobado, si son sufridos lectores de este blog, los últimos artículos publicados giran alrededor de la cercanía en el tiempo del cumplimiento de ciertas profecías que nos alertan del pronto establecimiento del reino de Dios en la tierra y que los autores de este blog (“atrevidillos” donde los haya, hay que reconocerlo), auguramos que los acontecimientos preliminares que llevarán a tan feliz y esperado acontecimiento, podrían iniciarse alrededor del mes de Septiembre del año en curso. Lo cual quiere decir (tampoco hay que “amontonarse”), que antes de que dicho reino de Dios en manos de Jesucristo tome las riendas del gobierno de la humanidad, hay un preludio temporal perfectamente delimitado y que conocemos gracias a la información que se nos da en el libro que lleva el nombre de dicho profeta y máximo exponente de lo que se entiende por profecía.

Es sorprendente como este libro, escrito hará unos 2.500 años atrás en el tiempo y que contiene, si mucho nos apuran, una de las más impresionantes profecías del registro escritural y ello por la directa implicación que tiene en lo relativo al período de tiempo que antecede al fin de los días o conclusión del sistema de cosas actual, resulta ser una de las menos entendidas. Porque en el mismo encontramos lo que se conoce como la “Profecía de las 70 semanas de Daniel” y registrada en su capítulo 9, concretamente en los versículos 24-27 y en donde brilla con luz propia lo registrado en el verso 27 y en el que se alude a la última de esas 70 semanas de años (en definitiva, la que nos aplica directamente en nuestros días), que no siendo otra cosa más que un periodo de siete años, subdividido en dos mitades con diferentes y marcadas características, es lo que nos da la clave para averiguar cuándo el reino de Dios tomará el poder en esta Tierra de nuestras entretelas…… y de ahí, la urgente necesidad de entender correctamente dicha profecía.

Razón por lo que en aras de la información de aquellos que no sean asiduos a este blog, pues dicho tema lo hemos considerado en diversas ocasiones (de paso refrescamos la memoria del “personal” que sí haya leído de ello), creemos conveniente el explicar de dónde sale dicha profética “semana 70” y lo que nos lleva a analizar dicha profecía, que para una exposición más clara y entendible fraccionaremos su contenido, explicando de forma pormenorizada texto por texto y empezando por el versículo 24 que subdividiremos en dos partes…… y siendo que en la primera de ellas lo que se lee es esto:

Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad……”

De entrada, estas palabras ya hacen de Israel el reloj profético del Altísimo y lo que nos tiene que llevar a no perder de vista a dicho pueblo, pues su proceso histórico es de suma importancia para entender dónde nos encontramos situados en determinado momento en la corriente de los tiempos. Por otra parte, el período de tiempo abarcado por dicha profecía ya nos indica que estaríamos hablando de semanas de años, lo que nos llevaría a un cómputo de 490 años y que es la resultante de multiplicar 70 semanas x 7 años cada una de ellas; dicho lo cual, sigamos con la segunda parte de ese versículo 24 y en donde se nos detalla la razón fundamental del porqué de dicho período de tiempo:

“…… para poner fin a la transgresión y para acabar con el pecado, para hacer expiación por el error, para introducir la justicia para tiempos indefinidos, para imprimir un sello sobre visión y profeta y para ungir el Santo de los Santos.”

O sea, que es al término de esos 490 años cuando se tienen que conseguir esos logros y lo que nos sitúa ya dentro del reino de Dios, que es donde realmente se cumplen dichos objetivos; es cierto que no son pocos los miembros de las distintas organizaciones religiosas que por medio de sus respectivos representantes o, en su defecto, por parte de escritores de artículos bíblicos que afirman no pertenecer a “ganadería” alguna, luego “van por libre” y como es en el caso de los autores de este blog (la semejanza está en lo de ir por libre y no en el mensaje transmitido, obviamente), que afirman que dicha “semana 70” tuvo su cumplimiento en el primer siglo, durante la actividad evangelizadora de Jesús y punto que consideraremos más adelante.

Es cierto que uno podría decir que los números no acaban de cuadrar, pues la citada profecía hemos dicho que se escribió como unos 2.500 años atrás en el tiempo y sin embargo, estamos hablando de solo 490 años para el cumplimiento de la profecía en cuestión y que es la resultante, repetimos, de multiplicar las 70 semanas anunciadas, por los siete años de cada semana…… para razonar lo cual, continuaremos con el análisis de dicha profecía y que nos permitirá entender ese desfase de años, considerando ahora el verso 25:

Y debes saber y tener la perspicacia de que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.”

Este pasaje en sí mismo ya nos da a entender que estamos hablando de semanas, no de días, sino de años, pues un mínimo ejercicio de razonamiento lógico nos indica que la citada restauración de Jerusalén y su templo, destruidos por Nabucodonosor en 587 a. E.C. no se podía llevar a cabo en tan solo 49 días y circunstancia que queda avalada por los hechos conocidos a través del relato escritural (y confirmado por la arqueología), que nos habla de dichos conflictivos tiempos para el pueblo de Dios. Por otra parte, el hecho de que el cómputo inicial de esas “70 semanas” se nos dé en fracciones o grupos 7+62+1= 70), indica claramente que su cumplimiento no tenía que ser necesariamente correlativo y como es evidente en el último parcial, eso es, la “semana 70” y de la que se nos habla en el verso 26. Noten además, que lo que hace la porción que acabamos de leer, es establecer el tiempo de 69 semanas de años (7+62) o 483 años después de hecha dicha profecía, como el momento en que tendría que aparecer el Mesías esperado (Jesús) y aparición que se produjo cuando este fue bautizado, no solo en agua sino también en espíritu santo e inmediatamente después, reconocido por Dios como Su Hijo “amado”:

Después que Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua; y, ¡mire!, los cielos se abrieron y él vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. 17 ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.” (Mat. 3:16-17).

Fue en este preciso momento en el que apareció el Mesías prometido por Dios y por siglos esperado por el pueblo de Israel (Luc. 3:15), cuando se cumplieron las 69 semanas anunciadas por la profecía…… y ahí se detuvo el tiempo relacionado con las “70 semanas” de Dan. 9:24, pues Jesús tuvo un ministerio de tres años y medio posterior a dicho cumplimiento; de hecho, lo que leemos en el versículo 26 en su parte primera, es lo siguiente:

Y después de las sesenta y dos semanas Mesías será cortado, con nada para sí.”

Luego lo que está claro, es que el tiempo que duró dicho ministerio no computaba como parte de las “69 semanas” cumplidas, pero tampoco tenía nada que ver con la “semana 70” o última del ciclo (algo en lo que incidiremos más adelante); señal inequívoca, entonces, de que el tiempo y en cuanto a la profecía de Daniel se había parado, dejando por tanto pendiente de ocurrir en un futuro aún lejano el cumplimiento de dicha “semana 70” (de hecho, aún estamos esperando que ello ocurra) y algo que los sucesos posteriores a la muerte de Jesús acreditan con solvencia, pues veamos como continúa la segunda parte del citado verso 26 y en donde radica la carga de la profecía en su conjunto:

Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo (como raza o etnia) de un caudillo que viene (luego aún estaba en el futuro) los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación. Y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.” (Acotaciones nuestras).

Lo que aquí se lee, entonces, es que “el caudillo” que estaba “por venir”, procedería o sería descendiente del “pueblo” (raza o etnia) que en un futuro posterior a la ejecución de Jesús destruiría el templo y la ciudad de Jerusalén; y los hechos conocidos, es que dicha destrucción ocurrió casi 37 años después de que el Mesías fuera “cortado” y siendo que en ese momento no se tenía la menor idea de tal destrucción y muchísimo menos, qué “pueblo” la llevaría a cabo; por tanto, se desconocía totalmente la identidad del “caudillo” (o “príncipe” según versiones, en todo caso estaríamos hablando de un personaje poderoso) que estaba aún por venir…… pero queda claro que en ningún caso podía ser Jesús ese personaje por venir en ese momento, por razones obvias de puro sentido común. Pero veamos ahora, que es lo que se nos dice que hará ese enigmático personaje, leyendo el verso 27 en su primera parte y que es la interesante para nuestros días, pues lo relativo a las primeras “69 semanas” ya lo conocemos:

Y él (el “caudillo” en cuestión) tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva.” (Acotación nuestra).

Luego aquí tenemos ya la esperada “semana 70” o última de un ciclo de “70 semanas” de años, que completa los 490 años que tenían que transcurrir para el cumplimiento de los objetivos marcados en el versículo 24 y que como hemos señalado, ello implica que ya se estará dentro del reino de Dios…… lo que ocurre y por aquello de que la felicidad “dura poco en casa del pobre”, es que para situarnos correctamente en la corriente del tiempo a partir de dicha profecía, nos es necesario el averiguar la identidad del personaje señalado y que es el que establece o confirma “un pacto con los muchos” por una semana de años y sobre lo que hay mucha confusión. Porque pasamos y reduciendo mucho la lista, de aquellos que afirman que fue el propio general romano Tito el personaje del que se nos habla en ese pasaje 27, a otros que señalan al propio Jesús como el “caudillo” señalado, pasando por aquellos a los que dicha profecía les importa más bien un pimiento como referente y lo que nos obliga a despejar incógnitas, porque veamos:

No pudo ser el general romano Tito el caudillo mencionado, porque en ningún lugar de la historia, religiosa o seglar, se hace referencia a que este hubiera establecido pacto alguno con nadie, puesto que no era esta la misión que le llevó a la tierra de Judea, mientras que la dimensión del personaje aludido en la profecía estriba precisamente en la consecución de dicho pacto; y puesto que si descartamos a aquellos que no tienen ningún interés por dicha profecía, solo nos quedan aquellos que tienen en Jesús como al personaje aludido como el autor del pacto citado, veamos ahora por qué no pudo ser Jesús el muñidor de dicho pacto: en primer lugar y añadiendo a lo ya dicho, que cuando murió Jesús no se tenía ni idea de quién o quiénes destruirían Jerusalén y su templo…… en segundo lugar, tenemos que el único pacto que Jesús estableció y del que hay constancia, es el que está registrado en Luc. 22:28-30:

Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.”

Pacto que nada tenía que ver “con los muchos”, pues solo implicó a once de sus apóstoles, relacionado este con el reinar con él en el reino de Dios que en un futuro sería establecido en la tierra y que no aplicaba a todos los integrantes del pueblo de Israel, sino solo a unos pocos de ellos…… además, no estaríamos hablando de un pacto limitado en el tiempo o con fecha de caducidad (y mucho menos roto antes de su íntegro cumplimiento, por el mismo que lo había establecido), en este caso por “una semana” de años, sino de un pacto como mínimo por mil años. Por otra parte y para dar más solidez a nuestro planteamiento, tenemos que añadir a nuestro argumentario el hecho de que el “caudillo” (o “príncipe”, según versiones) por aparecer del versículo 26, tenía que emerger del “pueblo” o etnia que en su momento destruyó a Jerusalén, así como a su templo; y aunque está comúnmente adjudicada a los “romanos” la autoría del “desaguisado” ocurrido, la realidad es que eran mercenarios árabes reclutados en la zona por el Imperio Romano, bajo estandartes y oficialidad romana (fundamentalmente los componentes de la X Legión y que fue la que más protagonismo tuvo en dicha destrucción) y que para el caso es lo mismo, pues lo fundamental es que Jesús era hebreo y no árabe o romano…… luego nada que ver con el “pueblo” que causó dicha desolación y por lo que de ninguna manera podía ser el “caudillo” mencionado en Dan. 9:27.

Por lo que el planteamiento de que la “semana 70” y última del ciclo de “70 semanas” profetizadas se cumplió en tiempos de Jesús, no se sostiene por ningún lado; y aunque es cierto que ese planteamiento es mayoritario entre las distintas denominaciones de la cristiandad, eso no lo hace correcto y algo que queda claro cuando contrastamos dicha teoría con lo que se nos dice en Dan. 9:24b acerca de la razón por la que se determinan las “70 semanas” sobre el pueblo de Daniel y que volveremos a considerar:

“…… para poner fin a la transgresión y para acabar con el pecado, para hacer expiación por el error, para introducir la justicia para tiempos indefinidos, para imprimir un sello sobre visión y profeta (eso es, certificar el completo cumplimiento de todo lo profetizado) y para ungir el Santo de los Santos.” (Acotación nuestra).

Y siendo cierto que los que defienden dicho argumento dicen que todo eso se logró con la muerte de Jesús, la realidad es que de todas esas condiciones no se ha cumplido ni una, sino que más bien al contrario lo que estamos viendo es lo mismo que había antes de la muerte en sacrificio de Cristo, pero corregido y aumentado, porque veamos: la transgresión en la tierra continúa; con el pecado (se entiende que con el pecado adámico heredado y causante de nuestras desgracias) no se ha terminado, pues continuamos naciendo con él y sufriendo sus desastrosas consecuencias. Por otra parte, de ningún modo ha habido expiación por el error, pues la humanidad en su inmensa mayoría continúa siendo tan “borde” como siempre; ya qué decir acerca de una justicia implantada para tiempos indefinidos, cuando vivimos rodeados de injusticia por tierra, mar y aire…… y aunque nos digan que esos son los logros del sacrificio de Jesús sobre la humanidad, la cosa no “cuela” pues el siguiente de esos requisitos, eso es, el “imprimir un sello sobre visión y profeta”, tiene que ver con el cumplimiento de todas y cada una de las profecías registradas en la Biblia y lo cual no es el caso, cuando la cosa se analiza desde la perspectiva correcta.

Porque la profecía del reino de Dios y promesa fundamental sobre la que gira el registro sagrado, por ejemplo, aún no se ha cumplido, pues este aún no ha sido instalado en la tierra (los TJ disparatadamente lo colocan en el cielo, pero que a todos los efectos sería lo mismo) y con ello, la restauración tanto física como espiritual del ser humano, así como de su entorno medioambiental y coincidente dicha restauración, no con la muerte de Jesús y como algunos nos quieren vender, sino con el regreso a la tierra de este en el poder del reino y que es muy distinto, pues esto es lo que leemos en las Escrituras acerca del tema:

“…… y para que él (Jehová Dios) envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:20-21). (Acotación nuestra).

Luego está claro que es la venida de Jesucristo en el reino la que cumple con los objetivos reseñados en Dan. 9:24, pues está directamente relacionada con el cumplimiento de las promesas de Dios hechas por medio de sus “santos profetas de tiempo antiguo” y que tienen que ver con la restauración física de la humanidad, así como de su entorno medioambiental y del mundo animal en su relación con el hombre (Isa. 11:6-9), como se sobreentiende de las siguientes palabras proféticas:

En aquel tiempo (eso es, cuando se establezca el reino de Dios en la tierra), los ojos de los ciegos serán abiertos y los oídos mismos de los sordos serán destapados. 6 En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo y la lengua del mudo clamará con alegría. Pues en el desierto habrán brotado aguas y torrentes en la llanura desértica.” (Isa. 35:5-6). (Acotación nuestra).

A tal grado será esto así, que la promesa divina es clara al respecto:

Y ningún residente dirá: “Estoy enfermo”. La gente que more en la tierra constará de los que habrán sido perdonados por su error.” (Isa. 33:24).

Sin embargo, no es esto lo que contemplamos a nuestro alrededor, como no vemos tampoco por ningún lado, el cumplimiento de la profecía registrada en Job 33:24-25 en estos términos:

“…… entonces lo favorece y dice: “¡Líbralo de bajar al hoyo! ¡He hallado un rescate! 25 Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil”.”

Porque de lo que se nos está hablando aquí, es que cuando se establezca el reino de Dios en la tierra las personas dejarán de morir como consecuencia del pecado heredado, pues la muerte será “tragada para siempre” (Isa. 25:8) por dicha gobernación de hechura divina y como consecuencia, lo que va a ocurrir con las personas ancianas que en ese momento existan sobre la tierra, es que serán devueltas a los tiempos de su juventud vital…… al tiempo que aquella inmensa cantidad de personas muertas en el transcurso de la historia de la humanidad, serán devueltas a la vida en la resurrección que tendrá lugar en dicho espacio de mil años de reinado divino, algo garantizado por el propio Hijo de Dios:

No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz 29 y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.” (Juan 5:28-29).

Todo esto expuesto y que no son otra cosa más que profecías bíblicas, no las vemos cumplidas a pesar de que los TJ continúan diciendo y en otra de sus disparatadas enseñanzas, que el reino de Dios fue instaurado en 1.914…… luego si 100 años nos contemplan desde que esa supuesta instauración se produjo y nosotros continuamos “con estos pelos”, aquí está fallando algo. Porque si lo que hemos leído en Hech. 3:20-21, es que el regreso de Jesucristo a la Tierra está directamente relacionado con la instauración del reino de Dios en la misma y como inmediata consecuencia de ello, inicia la “restauración” de todas las cosas como estaban en un principio antes del pecado y en Dan. 9:24 se corrobora dicho extremo, cuando se nos dice que se pondrá “un sello sobre visión o profeta” y con lo que queda claro que a partir de ese momento ya se verán cumplidas todas las profecías “que Dios habló por boca de sus profetas de tiempo antiguo” y resulta que, repetimos, 100 años después del supuesto establecimiento del reino de Dios no vemos nada de nada de lo prometido …… o bien la Biblia nos miente, o bien el establecimiento de dicho reino aún está en el futuro y los que mienten son los TJ y todos aquellos que, de alguna u otra forma, niegan la existencia de un reino literal.

Consideración aparte y no menos importante, merece el hecho afirmado de que dicha “semana 70” y última del ciclo, está dividida en dos partes con distintas características; pero dicho esto y por aquello de empezar por el principio, habría que explicar cuáles serán los sucesos que nos permitirán identificar el momento en que la tal inicia y en el bien entendido de que el segundo ciclo de “69 semanas”, terminó con la aparición del Mesías en el año 29 de nuestra era. Ello significa que han pasado casi 2.000 años desde ese momento hasta nuestros días, circunstancia que podría dar a entender a más de uno que Jehová se ha olvidado del tema y lo cual nada tiene que ver con la realidad…… es más, ya Jesús en su momento y en clara alusión a los sucesos por acontecer sobre el pueblo judío, advirtió de dicha circunstancia temporal cuando dijo lo siguiente:

“…… y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.” (Luc. 21:14).

Estas palabras proyectaban el cumplimiento de la profecía de Daniel más allá en el tiempo, eso es, el período determinado por Jehová Dios para castigo de la infiel y rebelde nación de Israel; no olvidemos que en 135 E.C. esta desapareció como nación para aparecer de nuevo más de 1.800 años después, concretamente el 15 de Mayo de 1.948 cuando recibió reconocimiento legal por la ONU, si bien este se hizo oficial un año después. Pero dicho esto, no nos resistimos a hacer una pequeña puntualización acerca de cuándo, a nuestro entender, empezaron a regir esos “tiempos de los gentiles” y que muchos entienden que fue a partir del año 70 de nuestra era, con la destrucción de Jerusalén y su templo a cargo de las legiones romanas mandadas por el general Tito o, en su defecto, el trágico suceso de 135 E.C. mencionado y en que definitivamente los judíos fueron expulsados de su tierra por el emperador Adriano y borrado del mapa el nombre de Israel…… sin embargo, parece que el contexto escritural coloca el inicio de esos “tiempos de los gentiles (o “naciones”, según la traducción bíblica que se use) para mucho antes de esos sucesos, porque veamos:

Con la caída de Jerusalén en 587 a. E.C. a manos de Nabucodonosor, la dinastía y el gobierno davídicos quedaron interrumpidos “in témpore” y Jerusalén, o lo que ésta representaba (la nación escogida por Dios, Israel), habría de continuar siendo “hollada” por los sucesivos gobiernos gentiles que durante la historia han dominado sobre esa parte del globo, mientras la regencia delegada del reino de Dios (1 Crón. 29:23) establecida en la tierra y ejercida por la casa de David, se ha mantenido en un estado inoperante bajo esas distintas potencias gentiles que, de forma alternativa y periódica, han dominado sobre esa tierra de Oriente Medio. Por lo tanto, este “tiempo de los gentiles” de hollar Jerusalén y lo que ésta representa, inició en ese momento histórico de 587 a. E.C. y durará hasta que de nuevo se levante un rey de la línea de David, que gobierne sobre la tierra en nombre del Dios Altísimo…… y como eso no ocurrirá hasta que Jesucristo acceda al trono de su antepasado David en representación de su Padre Celestial, dicho dominio se prolongará hasta el establecimiento de dicha gobernación divina sobre nuestro planeta; dicho lo cual, retomemos el tema y que habíamos dejado en el averiguar qué sucesos nos indicarán (noten que hablamos en plural) que dicha última semana del ciclo de 70 ha comenzado ya su discurrir.

Y hablamos de “sucesos”, porque aunque es cierto que la inmensa mayoría de autores bíblicos centra toda la atención en la aparición del “anticristo” como el caudillo profetizado que tiene que establecer ese pacto por siete años para “los muchos” (en todo caso estaríamos hablando de un influyente y poderoso personaje) y por tanto, el detonante temporal que marca el momento en que inicia dicho período de tiempo de la “semana 70” y lo cual es cierto, no es menos cierto que paralelamente y ya algo menos conocido (pues apenas se le dedica atención por parte de los “gurús” religiosos de la cristiandad, entiéndase teólogos), aparecerán otros relevantes personajes y de los que se nos habla en Rev. 11:3 e identificados como los “dos testigos”, eso es, un pequeño resto de personas enviadas por Jehová, equiparables en poder a los Pablo, Pedro, Juan, Elías, Moisés, etc. según los versos 5-6 de ese capítulo 11, para llevar a cabo lo que en definitiva es “la madre del cordero” de lo que realmente muchos estamos esperando y que no es otra cosa que el “pasaporte” que nos permita acceder al reino de Dios en calidad de súbditos, algo que muchos no conseguirán y como veremos a continuación.

Porque ese pequeño resto “ungido” por aparecer, tendrán a su cargo la obra de “profetizar” o anunciar al mundo y por espacio de 1.260 días o tres años y medio, la inmediata llegada de la “gran tribulación”, a ser seguida por el establecimiento del reino de Dios sobre este valle de lágrimas que responde al nombre de planeta Tierra…… luego cuando veamos aparecer dichos personajes, eso es, el llamado “anticristo” por un lado y que establece el pacto de 7 años entre Israel con sus vecinos árabes y los “dos testigos” por el otro, es cuando empieza la cuenta atrás que nos llevará al término de la última semana de años pendiente del ciclo de 70 y con ello, a los últimos siete años del mundo como lo conocemos y a ser seguidos por el establecimiento del reino de Dios en la Tierra. Semana dividida en dos mitades bien diferentes: una primera en que mediante dicha predicación, se dará la oportunidad al conjunto de la humanidad de tomar posición y asegurarse con ello el poder acceder al reino de Dios en calidad de súbditos del mismo (los que acepten la propuesta, obviamente) y marcada, lógicamente y contrario a lo vaticinado por la mayoría de “entendidos” en la materia, por una época de calma y bienestar que en este momento nos parece imposible de alcanzar, pero necesaria para el normal desarrollo de la mencionada predicación y algo de lo que se nos habla en Rev. 7:1-3:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (símbolos de destrucción), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Acotación nuestra).

No perdamos de vista, el hecho de que dicho “sellar” tiene que ver con esas personas que Jehová envía y no a los que, aceptando su mensaje en el sentido de que el reino de Dios ya ha tomado el poder, serán súbditos del mismo; porque el “sello” que acredita la condición de aceptado por Dios solo se recibe cuando uno da su vida en sacrificio para alcanzar el reino como gobernante del mismo…… no olvidemos las palabras de Jesús “pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida” en Rev. 2:10 y que claramente muestran que uno primero tenía que dar su vida en sacrificio, para que luego y en premio, se le concediera la “corona de la vida” y que no significa otra cosa que la inmortalidad de la que gozarán todos aquellos que junto a Cristo reinarán. De ahí lo que leemos en Rev. 11:7, en el sentido de que “cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará”…… y eso es lo que ocurre al término de dicho periodo de 1.260 días o tres años y medio o primera mitad de esa última “semana 70” de años y caracterizada, como hemos dicho, por un período de calma para permitir la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y pasaje en el que se nos da una pista de lo que va a ocurrir en la segunda parte de dicha última semana o tres años y medio restantes:

Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Es decir, cuando finalice dicha predicación que da contenido a los primeros tres años y medio de la final “semana 70” y ya ejecutados los “dos testigos” o resto “ungido” por aparecer, es cuando se produce la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) y que implica, no solo a ese “resto” aún por aparecer y víctima de la violencia del poder gobernante en ese momento y controlado por el “anticristo”, sino también a los apóstoles y a todos aquellos que en el primer siglo siguieron las pisadas de Jesús…… es en ese momento en el que se produce el punto de inflexión que nos introduce ya en la segunda parte de esa última semana, en donde la llamada “gran tribulación” será la protagonista y con lo que estaríamos hablando del mayor tiempo de angustia sobre este planeta (diluvio universal incluido) y dirigida contra aquellos que habrán mostrado desprecio por la misericordia divina, al rechazar la oportunidad ofertada de conseguir una plaza en el reino de Dios; ello se nos confirma en las siguientes palabras:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios (obviamente porque no han querido) y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús (pues han rechazado el conocerlas). 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna (durante la “gran tribulación”) de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.” (2 Tes. 1:6-9). (Acotaciones nuestras).

Terminados esos fatídicos tres años y medio restantes de esta segunda parte de la “70 semana”, es cuando finalmente toma posesión de la tierra el reino de Dios y adquieren carta de naturaleza los eventos anunciados en Dan. 9:24…… excusamos decir, que mientras la humanidad desobediente se enfrenta a su justo castigo, aquellos que si escucharon y decidieron acogerse a los beneficios del reino de Dios sobre la humanidad, habrán sido “ocultados” o protegidos por nuestro Creador de la destrucción causada por la “gran tribulación” (Sof. 2:3; Isa. 26:20; Salmo 91). Y aunque no sabemos cómo lo hará en esta ocasión, lo que sí sabemos es que a lo largo de la historia en general y en particular del pueblo de Israel, Jehová Dios siempre trató bondadosamente con aquellos que le fueron leales y preservó sus vidas del peligro al que se enfrentaban, pues la máxima de nuestro Supremo Hacedor es esta:

Con alguien leal, tú actuarás en lealtad; con el hombre físicamente capacitado, exento de falta, tratarás de un modo exento de falta.” (Sal. 18:25).

Pero habrán observado unos párrafos atrás, que hemos mencionado y con respecto de aquellos que pretendan hacerse con una plaza como súbditos en el reino de Dios, acerca de responder a una “propuesta” que será extendida a todo el mundo por parte de los “dos testigos” o enviados de Dios y que solo aquellos que la acepten, serán beneficiarios de tan codiciada plaza: el colaborar con esos mensajeros de Dios, en la tarea de extender el contenido del mensaje predicado por todo el mundo y contenido del que se nos habla en Rev. 14:6-7:

Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra y a toda nación y tribu y lengua y pueblo 7 y decía con voz fuerte: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”.”

Que solo aquellos que colaboren en dicha comisión, tendrán acceso al reino de Dios como súbditos del mismo, es lo que se infiere de una de las parábolas que usó Jesús y que tenía que ver fundamentalmente con nuestros tiempos, que encontramos en Mat. 25:31-46 y conocida como “la parábola de las ovejas y las cabras”…… contenido de la cual que nos indica sin lugar a duda alguna, lo imprescindible de dicha actitud “colaboradora” para situarse uno en una posición de favor ante el Altísimo y que le permita el acceso a dicho reino venidero, porque esto es lo que enseñó el Hijo de Dios en dicha parábola:

Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. 32 Y todas las naciones serán reunidas delante de él y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha (una posición aprobada), pero las cabras a su izquierda (posición de desaprobación).” (v. 31-33). (Acotaciones nuestras).

La pregunta a la que nadie ha respondido aún o al menos, nosotros no nos hemos topado con ella (es cierto que a esa parábola y a pesar de su importancia en el asunto, se le ha prestado muy poca atención), es cómo o en función de qué baremo se hará dicha separación y algo que se nos explica en los siguientes versículos 34-40:

Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. 35 Porque me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me dio sed y me dieron de beber. Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; 36 desnudo estuve y me vistieron. Enfermé y me cuidaron. Estuve en prisión y vinieron a mí”. 37 Entonces los justos le contestarán con las palabras: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión y fuimos a ti?’. 40 Y en respuesta el rey les dirá: “En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron”.”

Y puesto que las ayudas que aquí se mencionan no es probable que sean necesarias en este período histórico que estamos por vivir, visto el inmenso poder que tendrán esos “hermanos pequeños” y en clara referencia al resto “ungido” por aparecer, en el desarrollo de su comisión (Rev. 11:5-6), es obvio que de lo que se nos está hablando es de una colaboración activa en dicha tarea de predicación encomendada…… pero veamos ahora, en los versículos 41-46 siguientes, la cara negativa de esta moneda:

Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: “Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno (equivalente a destrucción eterna) preparado para el Diablo y sus ángeles. 42 Porque me dio hambre, pero ustedes no me dieron de comer y me dio sed, pero no me dieron de beber. 43 Fui extraño, pero no me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, pero no me vistieron; enfermo y en prisión, pero no me cuidaron”. 44 Entonces ellos también contestarán con las palabras: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión y no te ministramos?’. 45 Entonces les contestará con las palabras: “En verdad les digo: Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron a mí”. 46 Y estos partirán al cortamiento eterno (eso es, a enfrentarse con la “gran tribulación”), pero los justos a la vida eterna (en el reino de Dios).” (Acotaciones nuestras).

Y esto es, más o menos bien contado, todo lo relativo a la “Profecía de las 70 semanas de Daniel” registrada en el libro bíblico que lleva el nombre de este profeta y que nos pone en antecedentes, no solo de los acontecimientos por suceder, sino de su orden de aparición y lo que es más importante, de la secuencia temporal de los mismos. Es cierto que nos hemos extendido un poco en explicarlo, pero en todo caso entendemos que el tema es de suficiente importancia como para, no solo leérselo con atención, sino para que uno dedique un tiempo a meditar sobre ello y, si se tercia, complementar lo aquí dicho con otras fuentes de información que puedan añadir más datos sobre el particular. Porque no hay que pasar por alto, el hecho de que lo contado no es más que la particular visión de los autores de este blog, respecto de dicha profecía y lo que debería llevar a uno a poner de su parte, eso es, a contrastar dicha información con aquellas que tenga a su alcance o en su defecto, del personal conocimiento que ya se tenga sobre el particular; y es que como tantas veces hemos señalado, nosotros…… también nos podemos equivocar.

MABEL

DOS «EJEMPLOS» DE RAZONAMIENTO LÓGICO Y SENTIDO COMÚN.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , on 16/11/2014 by Armando López Golart

mqdefaultcag1rzljHace unos días, en este blog publicamos un artículo bajo el título “Lo uno y lo contrario…… ¡¡en menos de un minuto!!” en el que nos hacíamos eco de un correo que nos remitió Apologista Mario Olcese y en donde nos “amenazaba” con que si nosotros continuábamos metiéndonos con él, criticando esa bazofia mentirosa a la que pomposamente llama “estudios”, él haría lo mismo con nosotros…… a lo que los autores de este blog, respondíamos en el sentido de que eso es precisamente lo que nosotros queremos que haga, pues cada vez que se mete con aquí los “mendas”, más quedan expuestas sus carencias en cuanto a conocimiento escritural y más el ridículo hace y algo que quedará fehacientemente confirmado, cuando les expongamos los “ejemplos” citados. Decíamos también, al final de nuestro escrito, que estuvieran atentos a su “demoledor ataque” como respuesta al mismo y que se produjo en el mismo día que publicamos nosotros el artículo de referencia, en dos videos que analizaremos seguidamente y a cual más disparatado, por lo que le rogamos al Sr. Olcese que sepa disculparnos el exceso ¡¡pero es que ya hay que ser acémila, para publicar lo que ha publicado!!

En el primero de ellos y bajo el título “Las dos clases de perfección: la del espíritu (carácter) y la del cuerpo en dos momentos distintos” (10/11/14), dicho personaje pasa a explicarnos y como se puede intuir del titular señalado, que existen dos clases de perfección y algo de lo que nunca, hasta donde nosotros recordamos, nos había dicho ni una sola palabra…… por lo que habría que suponer, que el espíritu santo le ha “soplado” al oído una nueva “revelación”; porque recordarán ustedes que según tan disparatado personaje nos cuenta y en el colmo de la estupidez, lo que expone en sus artículos son “descubrimientos bíblicos según se los revela el espíritu santo” (28/08/07, párrafo ocho) y afirmación que repite en su escrito del 29/03/08, en su antepenúltimo párrafo. Pero retomando el tema, resulta que un primer “perfeccionamiento” y según nos plantea dicho “entendido”, tiene que ver con el “carácter” o comportamiento que cada uno tiene con respecto de Dios y por lo que podríamos considerarlo como la perfección “espiritual” y que, según ese desconcertante “caballero”, ocurre durante la vida de uno.

De tal suerte, que cuando el Altísimo declaró, por ejemplo a Job, como un personaje “perfecto”, estaba señalando al hecho de que dicho personaje ya era “per-fec-to” en su condición espiritual…… mientras que la perfección del cuerpo físico, eso es, los pequeños “defectillos” que uno pudiera tener como, ser manco, cojo, ciego, paralítico, etc. etc. etc., se producirá en el momento del regreso de Cristo a la tierra y en la llamada “primera” resurrección. Lo que sorprende grandemente, es que nada de esto nos dijo el Sr. Olcese en el video que publicó el 26/10/14 y en el que en una delirante y esperpéntica dramatización, señal inequívoca de que ese “caballero” tal parece no estar en sus cabales, señalaba que Jehová ya había declarado a Job “per-fec-to” en vida de este y, repetimos, sin decirnos absolutamente nada acerca del tipo de perfección al que se estaba refiriendo en ese video (probablemente fue una “revelación” de última hora)…… luego la pregunta es ¿por qué no nos matizó dicha cuestión en ese momento y nos lo hace ahora?

Pues, sencillamente, porque no puede objetar nada a lo que le planteábamos en nuestro artículo mencionado al inicio del primer párrafo de este escrito y en donde le señalábamos las contradicciones en las que sobre este tema quedó entrampado; por lo que como el clásico “trilero” que es, se saca ahora ese disparate de la manga para salirse como sea del “embolao” en el que se ha metido…… pero no adelantemos acontecimientos y vean ustedes lo que ya nos plantea en la “entradilla” que sirve de orientación, sobre el tema del que se va a tratar en el video que estamos analizando:

Hay dos perfecciones que todo cristiano debe buscar, la del carácter, que es uno espiritual, y la del cuerpo, que se logrará cuando Cristo venga a transformarnos para darnos el regalo del cuerpo perfecto, que ya no esté sujeto a las taras, enfermedades, y a la muerte.

La Biblia dice que Job era un hombre perfecto, tal como lo fueron Noé, Abraham, Asa y todos los hombres y mujeres ejemplares que nos hablan las Escrituras. Esta perfección está referida sólo al carácter. Ellos demostraron su fe con obras de justicia y de rectitud que los convirtieron en perfectos a la vista de Dios. Sin embargo, resta aún la perfección del cuerpo (Romanos 8:23), la cual se producirá sólo en la parusía de Cristo. Mientras tanto, mientras vamos haciéndonos perfectos en lo espiritual, en el carácter, en nuestras acciones justas; todavía debemos esperar que Cristo venga para resucitarnos a la semejanza de su resurrección para nunca más morir. Este es el perfeccionamiento corporal que yo llamo escatológico.” (Negritas nuestras).

Claro…… y las vacas volando de flor en flor ¿no Sr. Olcese? Porque miren, queridos amigos que nos leen, que llevamos años estudiando las Escrituras y jamás nos hemos topado con tan estrambótica enseñanza…… pero como en dicho video el autor en cuestión, nos acusa a los autores de este blog de buscarle siempre “cinco pies al gato”, eso es lo que vamos hacer a continuación y en un intento de hacer honor a dicha fama, sacando razones que demuestran que la afirmación de ese “portento” de la interpretación bíblica que responde al nombre de Apologista Mario Olcese, es un disparate monumental; porque de entrada, ya tenemos que el pasaje de Hech. 3:20-21 nos dice lo siguiente:

“…… y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.”

Y dado que cuando Jehová dice “todas las cosas”, son sencillamente todas las cosas, por narices se tiene que incluir en la mencionada “restauración” la espiritualidad del “personal” de la que depende el “carácter” o modo de actuar de cada uno y que afecta a nuestra relación con Dios. De hecho, en el mismo inicio de la “entradilla” transcrita, hemos visto que dicho personaje relaciona el “carácter” con la espiritualidad y lo que nos lleva a razonar lo siguiente: si como nos señala el Sr. Olcese en su entradilla, Job ya era un hombre “per-fec-to”, así como los Abraham, Noé y compañía en cuanto a su faceta espiritual y algo que supuestamente reconoció el propio Jehová con sus palabras registradas en Job 1:8 y 2:3; por lo tanto, solo quedaba pendiente para ellos la “perfección” física a ocurrir en el momento del regreso de Cristo para alcanzar la total perfección y por lo que, razonablemente, tenemos que pensar que estaríamos ante personas que eran espiritualmente “perfectas” a la manera de Jesús y por tanto, ajenas totalmente a la influencia del pecado que nos somete a todos los seres humanos…… pues de lo contrario, Dios no los podía haber declarado “perfectos” en ese terreno. En el caso concreto de Job, repetimos, vemos que lo que se nos dice y sacado de la versión escritural que usa ese “genio” de la interpretación bíblica, eso es, la RV 1960, es lo siguiente:

Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8: 2:3).

Sin embargo, con lo que nos encontramos es que dicho “genio” de nuevo nos la ha querido “dar con queso”, ya que de forma artera nos ha intentado engañar de nuevo, pues esa expresión “perfecto” solo se usa en las versiones JBS y en las RV Antigua, 1960 y 1977, mientras en el resto de traducciones bíblicas dicha expresión es sustituida por los términos “intachable”, “cabal”, “integro” o sinónimos de estas…… en todo caso, nada que tenga que ver con una perfección espiritual de tal calibre, que Jesucristo en su regreso a la tierra solo se tenga que preocupar de la perfección física. Por lo tanto, con lo que nos hemos encontrado es con otra incomprensible y delirante interpretación fuera de toda lógica y sentido común (virtudes de las que carece absolutamente ese extraño personaje, como queda patente en la imagen que acompaña a este escrito), alejada totalmente del contexto escritural y tendente a retorcer este, en un desesperado intento de tener razón a toda costa ante la imposibilidad de refutar nuestros argumentos; porque la realidad es que en las Escrituras lo que se lee son cosas como las que expondremos a continuación, que refutan categóricamente la existencia de personas a las que su “perfección” espiritual las eximiera de cometer pecado y por lo que no pueden ser “perfectas” en ese sentido:

En caso de que pequen contra ti (porque no hay hombre que no peque)…… (1 Rey. 8:46; 2 Crón. 6:36)).

¿Quién puede decir: “He limpiado mi corazón; he quedado puro de mi pecado”?” (Prov. 20:9).

Pues no hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque.” (Ecle. 7:20).

Lo leído nos lleva a afirmar y dado que el que peca no es el cuerpo físico, sino las acciones derivadas del “carácter” o condición espiritual de cada uno, que no existe ni ha existido nunca persona alguna (en este mundo de imperfección) “perfecta” en su condición espiritual, excepto Jesús que era perfecto tanto física como espiritualmente desde que nació, hasta que murió asesinado; pero veamos ahora la afirmación de Pablo con respecto de esta circunstancia constatada en los pasajes leídos y que es del todo esclarecedora:

Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios 24 y es como dádiva gratuita que por su bondad inmerecida, se les está declarando justos (según el Sr. Olcese, en sentido espiritual) mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús.” (Rom. 3:23-24). (Acotación nuestra).

Palabras que nos dejan meridianamente claro, que en todo caso antes del sacrificio expiatorio del Hijo de Dios, nadie podía ser declarado “perfecto” ni física ni espiritualmente, a menos que Jehová transgrediera su propio propósito al mandar a Su Hijo a la tierra, eso es, que por medio del sacrificio de este se hiciera accesible a la humanidad “la dádiva gratuita de Su bondad inmerecida” y que tiene que ver con el obtener la perfección, tanto física como espiritual y que, según hemos leído en Hech. 3:20-21, nadie puede alcanzar hasta que Cristo regrese a la tierra; por lo que de nuevo el Sr. Olcese se ha “columpiado” en su intento desesperado por salirse del “follón” en el que se ha metido, pues desde este blog le estamos cerrando todas las salidas y lo que le lleva cada vez más a aumentar el tamaño de sus disparates. Porque la experiencia demuestra que cuando uno miente, en este caso en planteamientos teológicos y como es el caso de tan contradictorio personaje, para encubrir sus mentiras publicadas precisa de otras cada vez más “gordas” hasta que se llega al esperpento que hoy nos ha intentado colar…… y es que como decían nuestros abuelos “se coge antes a un mentiroso, que a un cojo”.

Ahora bien, por si con esto que les hemos contado no hubiera bastante, veamos lo que nos explica ese “portento” intelectual y por lo visto, para rematar el asunto, en el segundo de los videos mencionados y publicado en el mismo día (10/11/14) con unas pocas horas de diferencia, cuyo mismo titular ya demuestra que algo está fallando en la mente de tan indocto personaje (vulgo, que le faltan un par de “tornillos”); porque eso de que “Los fieles de la primera resurrección no son los únicos que reinarán con Cristo” no se lo cree ni harto de vino y tema del que les transcribimos también (sin retoque alguno), la “entradilla” a modo de presentación del argumento sobre el que se habla en el video en cuestión:

Algunos detractores me dicen que los fieles que salen de la gran tribulación no reinarán con Cristo porque ellos no han muerto, ya que son sobrevivientes de ese periodo terrible. Dicen que Apo.20:6 «prueba» que sólo los que resucitan reinarán con Cristo, no los vivos. Sin embargo, Apo. 20:6 no dice por ningún lado que los que partiicpan en la primera resurrección son los únicos que reinarán con Cristo. Simplemente dice que los fieles muertos resucitarán para reinar con él. ¿Pero qué ocuure con los fieles vivos para cuando venga Cristo? El Apóstol Pablo explica que los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego los que queden vivos en su parusía serán igualmente transformados, y ambos, muertos resucitados y los que quedaron vivos, serán arrebatados por Cristo para darle el encuentro en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tim. 4:14-17). Así que los fieles muertos resucitados, y los fieles de la gran tribulación que quedarán vivos cuando Cristo venga, juntos serán glorificados para estar con Cristo para siempre.” (Negritas nuestras).

De entrada, tenemos que tener en cuenta que esos fieles de los que nos menciona el Sr. Olcese y que “salen de la gran tribulación”, son personas que sobreviven a la misma y afirmación que dicho personaje ha publicado en no pocas ocasiones, lo que significa que no han muerto y por lo que entran con vida en el reino de Dios. Partiendo de esta premisa, veamos su declaración en el sentido que Rev. 20:6 “no dice por ningún lado” que solo aquellos que participan en dicha “primera” resurrección son los que reinaran con Cristo y afirmación que no solo es una aberración de su disparatada y errática mente, sino una prueba más que concluyente de que dicho personaje, el “no va más” del sentido común, no tiene ni puñetera idea de leer con un mínimo de corrección (luego nos encontramos ante un analfabeto integral), porque veamos qué se nos dice en dicho pasaje:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (eso es, de los que participan de la misma, luego no sobre aquellos que no lo hacen) la muerte segunda no tiene autoridad (eso significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones nuestras).

Luego está claro para una persona con un mediano coeficiente intelectual (el del Sr. Olcese está, obviamente, bajo mínimos), que los que serán sacerdotes y reinarán con Jesucristo en condición de inmortalidad, son “estos” que “tienen parte” en dicha “primera” resurrección y no aquellos que no participen de la misma. Porque y para enfatizar el asunto, la expresión “sobre estos”, hace referencia única y específicamente a aquellos que tienen parte en dicha resurrección y por lo tanto, no sobre aquellos que no tienen participación en ella; luego contrario a lo afirmado por ese “intelecto” andante, el pasaje de Rev. 20:6 si nos dice y con una claridad meridiana, que solo aquellos que participen en dicha “primera” resurrección, son los que adquieren la inmortalidad y pasan a ser reyes y sacerdotes junto a Cristo en el milenio.

Porque por otra parte, tenemos que esos personajes de la talla de Pablo (eso es “ungidos”) y a los que se refiere el Sr. Olcese como los que quedaron con vida en la venida de Cristo a la tierra y a los que se hace referencia en 1 Tes. 4:17, nada tienen que ver con los sobrevivientes de la “gran tribulación”; porque de quién nos habla Pablo, es de aquellos que se nos menciona en Rev. 11:3-12. Y que si nos fijamos, vemos que esas personas también murieron y sí fueron resucitadas por tanto, en esa “primera” resurrección que ocurre en el preciso momento en que ellas son levantadas, eso es, que sus cuerpos mortales aún incorruptos, son “cambiados” (1 Cor, 15:52) a inmortales aquí en la tierra al igual que fue en el caso de Jesucristo…… ya con vida y de pie sobre esta tierra, son elevados a los cielos al encuentro de Jesucristo; de ahí que se nos diga que fueron “arrebatados” de la tierra, circunstancia que no se podía dar con los “ungidos” del primer siglo y que resucitan al mismo tiempo que ellos (repetimos que estamos hablando de la “primera” resurrección), puesto que sus antiguos cuerpos físicos ya no existen por lo que se les tiene que dotar de nuevos cuerpos inmortales y que nada en las Escrituras (hasta donde nosotros sabemos) parece indicar que dicha operación será visible al “personal”.

Y todo eso, ocurre antes de que inicie la “gran tribulación” en la tierra y aparezcan los sobrevivientes de la misma al término de esta, en el bien entendido de que estamos hablando de un período de tiempo de tres años y medio…… por lo que es falsa la relación establecida por el Sr. Olcese, entre estas personas y aquellas de las que se nos habla en 1 Tes. 4:14-17 (noten que dicho “caballero” ha tenido un pequeño lapsus sin importancia, pues en dicha “entradilla” ha señalado a 1 Tim. 4:14-17). Por lo que queda clara la brutal ignorancia acerca del contenido escritural de ese personaje de opereta que es Apologista Mario Olcese y de ahí, que la afirmación de ese “súmmum” de la lógica y el sentido común en el titular de dicho video (y que desarrolla durante el mismo), en el sentido de que los que participan de dicha “primera” resurrección no son los únicos que reinarán con Cristo y apoyándose para ello en un pasaje que dice exactamente todo lo contrario, es de una paranoia digna de hacérsela mirar; porque lo que se nos dice precisamente en dicho pasaje, es que nadie que no haya tomado parte en dicha “primera” resurrección y para lo que previamente se tiene que haber muerto, circunstancia que no se da en aquellos que “salen de la gran tribulación” cuando esta concluye, puede acceder a reinar con Cristo en el reino de Dios…… o la Biblia y en ese pasaje de Rev. 20:6, nos está mintiendo ¡como ustedes prefieran!

Por cierto, ese disparatado personaje, ignorante donde los haya, nos acaba de mandar un nuevo correo en donde nos dice como sigue:

apologista commented on LA RESURRECCIÓN «MEJOR»…… Y EL PASAJE DE HEBRE. 11:40

20 nuevas preguntas «knock out» para armandito lópez que aún no sabe cómo responder con un mínimo de sentido común.”

O sea y resumiendo la cuestión: que este personaje se ha leído dicho tema y como no puede rebatir nuestro razonamiento, bien sea porque en su congénita ignorancia ni lo ha entendido, o bien porque su soberbia, orgullo y altanería le impiden reconocer que nosotros tenemos razón y que conociendo como conocemos el “percal”, es la opción por la que nos decantamos, nos sale con esa nueva “gansada” y sin mencionar nada del contenido de nuestro artículo. Pero es que además, tengamos en cuenta que con referencia a este video de las “preguntitas” de marras, ya le demostramos en su momento (ver nuestro escrito del 10/11/14) que la segunda de estas apuntaba directamente en sentido contrario a la que formulaba en sexto lugar y viceversa, por lo que entraba en flagrante contradicción consigo mismo…… y de eso, como es normal en tan histriónico personaje, “todo lógica y sentido común” él, no nos dice absolutamente nada. Para más inri y como medio hemos apuntado al inicio de este párrafo, resulta que nada nos dice tampoco de lo que acabamos de hacer con este artículo al que dirige su correo, publicado el 13/11/14 y pocas horas antes de que nos llegara el correo señalado, que no ha sido otra cosa que el desmontarle su disparatada interpretación acerca de lo que es la “resurrección mejor” de Hebr. 11:35 y el verdadero sentido del pasaje de Hebr. 11:39-40…… pero en fin ¡qué se puede esperar de tan “ilustrado” personaje!

MABEL

PERO, Sr. OLCESE…… ¿NO DIJO USTED, QUE NO HABLARÍA MÁS DE NOSOTROS?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , on 06/11/2014 by Armando López Golart

images 2Porque recordarán ustedes, queridos amigos que nos leen, que este errático personaje Apologista Mario Olcese, afirmó en un video publicado el 26/10/14 que debido a nuestra actitud de total confrontación con sus “enseñanzas” reveladas o “sopladas” al oído por el espíritu santo de Dios (según propia afirmación), presa de gran indignación y ante tan irredentos e incrédulos “sarracenos”, declinaba el hablar más de nosotros en sus publicaciones, dado que nos negábamos a plegarnos a las mismas; pues bien, bastó que el día 30/10/14 le mandáramos una pequeña andanada, para que al día siguiente (31/10/14) y ya desmelenado, publicara un video titulado “Detractor tozudo sostiene que la primera resurrección ocurrirá antes de la gran tribulación”, en donde cual besugo desbocado en pos del cebo colocado en el anzuelo y olvidándose de lo que había dicho tan solo un día antes, se lanzara de nuevo a la carga.

Actitud esta que le rebaja a la condición de pobre payaso (con perdón de los profesionales de tan noble actividad), pues demuestra que actúa solo impulsado por sus sentimientos de rabia e impotencia, ante la imposibilidad de poder desbaratar las objeciones que desde este blog se le plantean…… porque nos permitimos señalar, que continúa sin responder a ninguna de las que le tenemos planteadas y pensamos nosotros, que ¡por algo será! Y cuando lo intenta, como les mostraremos a continuación, no hace más que empeorar las cosas, pues más deja expuestas al aire sus vergüenzas en lo que tiene que ver con sus carencias en materia escritural; y con el agravante de que ya no se digna a exponer sus planteamientos de forma personal, sino que de un tiempo a esta parte lo hace a través de una “maquinita” a la que presenta como su “secretaria cibernética” o algo parecido…… lo dicho ¡un auténtico payaso!

Por cierto y antes de que se nos olvide, permítannos que les pongamos en antecedentes de un hecho, cuanto menos curioso: porque probablemente recordarán que en el escrito del día 30 mencionado, decíamos que los colaboradores de más prestigio del personaje en cuestión, como por ejemplo el Sr. Anthony Buzzard, le habían dejado solo en sus desvaríos teológicos; ahora bien ¿cómo ha respondido el Sr. Olcese a esta realidad y que pretende a toda costa ocultar? Pues ¡oh sorpresa!, publicando el 26/10/14 en su blog de cabecera, una supuesta colaboración del Sr. Buzzard y con una gran foto del personaje en cuestión, “adelantándose” con ello cuatro días a nuestra aseveración de su supuesta condición de soledad…… y por lo que uno bien podría pensar (ese, nos “olemos”, es el objetivo perseguido) que no era cierta nuestra afirmación de que sus más preclaros colaboradores le hubieran dejad0 en la estacada; sin embargo, los autores de este blog que somos viejos y por ello, malpensados (¡cosas de la edad, ya saben ustedes!), nos pusimos a buscar información en la Red y nos encontramos con que el artículo mencionado y que ya nos “sonaba” de algo, todo hay que decirlo, era exactamente idéntico (título incluido) en “casi” todos sus extremos, a una también supuesta colaboración del Sr. Buzzard y que se publicó en el blog de Apologista, el 19/02/12.

Pero ¿por qué decimos lo de “casi”? Pues porque aunque el texto de dicho escrito es idéntico en los dos casos, en el del 2014 aparece y como ya hemos mencionado, una gran imagen del Sr. Buzzard encabezando dicho artículo y un pie de foto con la leyenda “por Anthony Buzzard” (identificando con ella la autoría del escrito), mientras que en el publicado en 2012, la imagen que lo encabeza es la de Abraham en el momento del intento de sacrificio de su hijo Isaac y siendo que la leyenda a pie de foto es en este caso “La Esperanza Cristiana: Vida en la Tierra de la Promesa hecha a Abraham” (o sea, el titular repetido)…… con lo que nos enfrentamos a dos posibilidades: o bien en este último (2012) el Sr. Olcese manipuló la leyenda a pie de foto que señalaba al Sr. Buzzard como el autor del escrito, para adjudicárselo de manera fraudulenta a sí mismo, o bien ha manipulado el del 2014, al borrar la leyenda que aparece en el del 2012 y colocando en su lugar “por Anthony Buzzard”, para dar así la sensación al “respetable” de que continúa teniendo apoyos entre famosos teólogos y con ello desbaratar nuestra afirmación, en el sentido de que como consecuencia de su errática deriva, está “más solo que la una”.

Y si bien no sabemos realmente cómo ha sido la cuestión, una cosa sí es cierta: el día 25 del pasado mes de Octubre, en este blog se publicó el artículo titulado “Pero…… ¡es que no me ha respondido a nada de lo que le tengo planteado!”, después de lo cual y como tenemos por costumbre, hicimos un seguimiento diario tanto de su página de videos en YouTube, como de su blog de cabecera en wordpres.com, para estar al tanto de cuál era su presumible respuesta y así podernos hacer eco de ella. Pues bien, los siguientes días 26, 27 y 28, en su blog solo se publicó un artículo cada día y que si bien no nos acordamos de sus títulos ni de las imágenes que los acompañaban, lo que sí tenemos perfectamente claro es que esa foto del Sr. Buzzard no figuraba en ninguno de ellos, pues esa imagen a “tutiplén” no es fácil de olvidar…… lo que nos hace sospechar que ahí hay “gato encerrado”, pues no sería la primera vez que el Sr. Olcese ha usado determinadas “triquiñuelas” técnicas para confundir al adversario, en este caso aquí a “los mendas”.

Cierto es que los no muy “duchos” en estos procelosos mares de Internet, pueden pensar que no estamos más que ante una afortunada coincidencia y que favorece al Sr. Olcese; pero claro, los autores de este blog que aparte de mal pensados (y más tratándose de quién se trata), somos “perros viejos” en muchas cosas, nos maliciamos lo peor, pues tanta “coincidencia” sencillamente nos confunde ¡qué quieren ustedes que les digamos! Y es que, por si no lo saben, cualquiera autor puede entrar en su archivo y actuar sobre un escrito publicado en cualquier momento, por ejemplo un año atrás, rectificando o incluso sustituyendo su contenido por otro que le interese en un momento determinado y sin tener que variar la fecha del mismo; con lo que uno y ante cualquier situación embarazosa, ya tiene la coartada perfecta, pues siempre puede decir aquello de ¡es que esto ya lo dije hace un año!…… ¿entienden por dónde va la cosa?

Pero dado que no podemos probar nuestra fundada sospecha, entiendan ustedes lo dicho como una simple maldad, producto de la “chochez” propia de la edad y metámonos ya de lleno en el disparate que nos acaba de plantear el Sr. Olcese, en una muestra más de su incapacidad en el entendimiento de las Escrituras…… y es que solo el titular de ese video mencionado del 31/10/14 ya es un auténtico disparate en sí mismo; porque lo que se nos quiere dar a entender en el mismo, es que la llamada “primera” resurrección no ocurre antes del inicio de la “gran tribulación” de Rev. 7:14 y por lo que deberíamos de concluir, si según ese “prócer” de la teología ello es así, que esa “primera” resurrección solo puede ocurrir después de finalizada dicha tribulación; para solventar dicha cuestión. Para resolver esta “pequeña” discrepancia, tomaremos como base una afirmación que está en un video publicado por el mismo autor, el 27/10/14 y en dónde en el minuto 12 de grabación en adelante, nos dice que dicha “primera” resurrección se produce en el mismo momento en que Jesucristo regresa a la tierra y algo en lo que los autores de este blog estamos totalmente de acuerdo…… lo que ocurre y para desgracia del personaje en cuestión (que tal parece que lo más cercano a la Biblia que ha leído, son “Las aventuras del Capitán Trueno”), es que lo que las Escrituras nos dicen acerca de dicho regreso, es que este ocurre justo antes del inicio de la “gran tribulación” que asolará a la humanidad desobediente, como queda claro del contexto escritural y del que empezaremos haciendo referencia, citando de las palabras de Pablo en 1 Tes. 4:16-17 y que iremos contrastando con otras porciones bíblicas, para ver que sacamos en claro:

“…… porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero (esta es, la “primera” resurrección). 17 Después, nosotros los vivientes que sobrevivamos (hasta la venida de Cristo) seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (Acotaciones nuestras).

Lo que significa, efectivamente, que la “primera” resurrección se produce en el mismo momento en que Jesucristo regresa a la tierra y como afirma el Sr. Olcese; por lo que la solución a la discrepancia existente entre dicho “caballero” y los autores de este blog, pasa por averiguar cuándo regresa Cristo a la tierra y algo de lo que se nos da una pista en el verso 17 del pasaje mencionado. Porque si lo leen con atención, observarán que en el mismo se nos dice, que el tiempo del regreso de Cristo estará marcado por la existencia sobre la tierra de personas con la misma condición de Pablo, eso es, poderosos individuos “ungidos” y prefigurados por los “dos testigos” de los que se nos habla en Rev. 11:3-6:

Y haré que mis dos testigos (en todo caso, un pequeño resto de personas “ungidas”, a la semblanza de los seguidores de Jesucristo del I siglo) profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco”. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra.

5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.” (Acotación nuestra).

Luego poderosísimos personajes, que su actividad de profetizar (o predicar) queda limitada a tan solo 1.260 días o tres años y medio…… dos circunstancias estas, que por sí solas ya nos dicen que todo lo que vemos actualmente a nuestro alrededor de tanto supuesto “ungido” en la tierra y predicando el evangelio “verdadero” de Cristo, no es más que una pura “charlotada”; pues ni esos supuestos ungidos tienen poder alguno, ni el mensaje que difunden tienen nada que ver con la predicación que esos poderosos personajes llevarán a cabo y que es la anunciada por Jesús en Mat. 24:14, pues algunas de ellas y como es en el caso de los TJ, pasan ya de los cien años dando “la lata” al “personal”.

Dicho lo cual volvamos a donde estábamos, eso es, con los “dos testigos” o “resto ungido” por aparecer y su predicación de 1.260 días, lo que nos lleva de cabeza a la profecía de Dan. 9:27 y en dónde se nos habla acerca de la última de las 70 semanas (de años) que habían sido “determinadas” sobre el pueblo de Daniel (v. 24-26)…… y última semana que se divide en dos partes: primeros tres años y medio de relativa paz y tranquilidad (Rev. 7:1-3), circunstancia que facilitará el que se lleve a cabo la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 ya mencionada y restantes tres años y medio de “gran tribulación”. Evento que tendrá su apoteosis final, en la batalla de Armagedón que pelea Jesucristo junto a sus fieles seguidores (Rev. 17:14), contra las naciones rebeldes al servicio de Satanás y que acaba con la humanidad desobediente totalmente destruida y con dicho maléfico personaje, encadenado por mil años en el abismo (Rev. 19:19-21; 20:1-3).

Pero a todo esto, resulta que aún no sabemos cuándo realmente regresa Jesucristo a la tierra y momento en el que se produce la “primera resurrección”; por lo que para averiguarlo, tenemos que regresar de nuevo al capítulo once de Revelación para conocer lo qué ocurre con esos enviados de Dios, cuando terminan con la comisión recibida y lo que ya entra en directa relación con la palabras de Pablo que hemos leído en 1 Tes. 4:16-17…… con lo que ya podremos ir “atando cabos”. Veamos, por lo tanto, qué es lo que se lee en Rev. 11:7-12:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (eso es, cumplidos los 1.260 días o tres años y medio de iniciada dicha predicación), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba. 10 Y los que moran en la tierra se regocijan sobre ellos y gozan y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron (con su predicación) a los que moran en la tierra.

11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Acotaciones nuestras).

Podríamos resumir la situación de la siguiente manera: terminada su tarea a los 1.260 días o tres años y medio de iniciarla, son asesinados por el poder gobernante en ese momento, encabezado por el “anticristo” y sus cadáveres, expuestos públicamente como escarnio y símbolo de victoria por parte del poder imperante; sin embargo, tres días y medio después, sus cuerpos insepultos y aún no descompuestos, son levantados a la vida y ante la vista atónita del “populacho” y ya en condición de inmortalidad (de ahí las palabras de Pablo en 1 Cor. 15:53, en el sentido de que “esto que es mortal, tiene que vestirse de inmortalidad”), son “arrebatados” en una nube conjuntamente con los fieles del primer siglo (que sí habrán tenido que recibir un nuevo cuerpo, pues los componentes del suyo se descompusieron y sus átomos volvieron a la tierra de la que fueron tomados), al encuentro de Jesucristo en su regreso a la tierra…… momento ideal para volver a leer las palabras de Pablo en 1 Tes. 4:16.17:

“…… porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire (a modo de comité de recepción al regresar Cristo a la tierra); y así siempre estaremos con el Señor.” (Acotación nuestra).

Y dado que todo lo considerado nos indica que este evento ocurre a los tres años y medio de iniciada la 70 semana de Daniel y durante la que se ha producido la predicación de Mat. 24:14 en un ambiente de relativa tranquilidad, queda fuera de cualquier duda que la “primera” resurrección se produce al final de esos primeros tres años y medio o mitad de la semana 70 de Dan. 9:27, eso es, antes de que dé inicio el restante periodo de tres años y medio (o segunda mitad) de dicha profética semana y durante el cual, se produce la “gran tribulación”. Por esta misma razón y por seguir con el hilo argumental de ese ignorante en el video objeto de análisis, las personas que aparecen al final de dicha tribulación, eso es, tres años y medio después de ocurrida la “primera resurrección” y que sobreviven a la misma o lo que es lo mismo, que pasan con vida al reino de Dios, no pueden reinar con Cristo. Es cierto que ese patán ignorante y que se agarra a un “clavo ardiendo” en su esfuerzo de poder rebatirnos algo, por mínimo que esto sea (¡pero ni por esas!), nos sale con la estupidez de que la palabra “sobrevivientes” no se encuentra en ese capítulo siete de Revelación y con lo que nosotros estamos totalmente de acuerdo, es más, nosotros jamás, siquiera hemos insinuado lo contrario…… lo que nosotros sencillamente hacemos, es usar un vocablo que nos parece que describe perfectamente el significado de la expresión que se encuentra en el verso 14 de ese capítulo, cuando se hace referencia a aquellos que “salen” de la “gran tribulación”.

Por lo que desafiamos a esa catástrofe con patas que es semejante personaje, a que nos explique, entonces, cuál es a su entender el significado de ese término que se usa en Rev. 7:14; por nuestra parte y dado que los que pueden “salir” o “entrar” son los vivos (los muertos no pueden hacer nada de nada), entendemos que se nos hace referencia a personas que pasan con vida al reino de Dios, por tanto sobreviven a dicho terrorífico evento y lo que ya las excluye totalmente de poder reinar con Cristo en el reino de Dios; porque según las Escrituras, eso solo lo pueden hacer aquellos que participan de una “primera” resurrección, por lo que previamente tienen que haber muerto…… ¿o no, Sr. Olcese? Veamos cómo nos lo expone Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.”

Cosa que, repetimos, no pueden hacer aquellos que pasan con vida al reino de Dios, sencillamente porque no han muerto y cuestión esta, que le tenemos planteada desde hace “muchas lunas” a tan singular personaje y a la que aún no ha dado respuesta; y es que hacer el “chorra” reafirmándose en tan estúpida afirmación, sí lo hace…… el cómo puede ser, que una persona viva pueda participar de una resurrección, en este caso de aquella que lleva a uno a gobernar con Cristo en calidad de inmortal rey y sacerdote, es lo que aún no ha sido capaz de aclararnos. Y es que el quid de la cuestión, no está tanto en el momento en que aparece dicha “gran muchedumbre” con respecto de la “primera” resurrección (y que también), sino en el hecho que lo hacen sin haber muerto, eso es, que pasan con vida al reino de Dios, por lo que no pueden participar de resurrección alguna y que, como hemos visto, es requisito indispensable para poder reinar con Cristo en el reino de Dios; luego y resumiendo, la “primera” resurrección y contrario a lo que dice ese ignorante patológico que es el Sr. Olcese, sí se produce antes de la “gran tribulación”. De la misma manera que los “salidos” o sobrevivientes de dicho evento, en todo caso personas que no han muerto, sino que pasan con vida al reino de Dios, no pueden participar en el gobierno del reino milenario…… a menos, eso sí, que Rev. 20:6 nos mienta.

En definitiva y con su carencia absoluta de la más elemental lógica y sentido común, lo que nos viene a demostrar una vez más, no es solo el grado de ignorancia en cuanto al contenido escritural del que hace gala tan impresentable sujeto, sino también a su cobardía patológica a hacer frente a sus fracasos, de ahí que se esconda detrás de una “maquinita”. Lo que nos trae a le mente y por aquello de la asociación de ideas, que Satanás y para llevar a la muerte a nuestros primeros padres, descendencia incluida, también se valió de un “intermediario”…… Satanás de una serpiente (lo que tenía más a mano) y ese infecto personaje, por mor de la tecnología actual, de una “maquinita” a la que también puede manipular a su antojo.

MABEL

LA «TERRIBLE» DIFICULTAD DE EXPLICAR EL SIGNIFICADO DE DAN. 12:13.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , on 09/10/2014 by Armando López Golart

untitledDicen que la ignorancia es muy atrevida y mucho más cuando es acompañada por la impotencia, pues juntas forman lo que se podría considerar un coctel explosivo y que generalmente suelen reflejar el bajo nivel acerca del tema del que se trate, del personaje que las atesora…… y como se pueden imaginar ustedes, me estoy refiriendo a esa “figura” de la teología contemporánea, que responde al pomposo nombre Apologista Cristiano Ingº. Mario Olcese Sanguineti, porque veamos: acaba de publicar un video, concretamente el 04/10/14 y en el que me alude directamente (de ahí que un servidor se meta en este “fregao”), al desafiarme a que le responda cual es el significado del pasaje tan “terrible de explicar para los testigos de Jehová y sus fans” (obviamente entre esos “fans” incluye a un servidor) de Dan. 12:13 y en el que se lee como sigue, según la traducción RV 1960 y que es la que suele usar tan esperpéntico personaje:

Y tú irás hasta el fin y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.”

Texto que la versión bíblica TLA nos hace más entendible, al emplear una fraseología más clara y lo que nos permite asumir con más facilidad lo que realmente se le estaba diciendo al bueno de Daniel en ese momento:

Y tú, Daniel, vive tranquilo hasta el día de tu muerte. Cuando llegue la hora final, te levantarás de entre los muertos para recibir tu premio.”

Claro, cuando uno no sabe de lo que habla y ello merced a una total carencia de fundamentos bíblicos, como es el caso del personaje en cuestión, es solo razonable que crea que con esas “chorradas” me va a poner en un brete, cuando el caso es que cualquier “tonto de pueblo” en España sabe que lo que se le quiere decir con esas palabras a Daniel, es que viva tranquilo hasta el día de su muerte, pues en el momento de la resurrección durante el reino milenario de Cristo, será levantado sin falta y recibirá su recompensa. Ahora bien, para llegar a esta conclusión, uno tiene que conocer el contexto general de las Escrituras (algo que desconoce ese “genio” de la interpretación bíblica del que hablamos) y contexto en el que se nos dice, 1º, que Daniel no tiene nada que ver con aquellos que reinarán con Jesucristo en el reino de Dios y 2º, que la resurrección de los muertos se produce y como ya hemos señalado, durante el período milenial, eso es, dentro del período de tiempo que comprende el reinado de Jesucristo y cuestiones de las que hemos hablado exhaustivamente en este blog…… con un escaso aprovechamiento, al parecer, por parte del personaje aludido.

Es cierto que dicho indocto y en una prueba más de su patológica ignorancia, carga el acento en la expresión el “día postrero”, o el “día final” del que se nos habla en Juan 6:39-40; 44, 54; 11:24 y 12:48 (pasajes que nos cita) y en dónde Jesús hace referencia a una futura resurrección, igualando tal expresión con la que se halla en Dan. 12:13 que nos habla del “final de los días” y sin darse cuenta que estaríamos hablando de cosas distintas, pues nada tiene que ver una cosa con la otra, porque veamos: lo que se le dice a Daniel, es que cuando se llegue al “final de los días”, eso es, el momento en que se acaben o finalicen los días del mundo actual en el que estamos viviendo y sea instaurado el reino de Dios, en ese momento sería levantado de entre los muertos…… dicho de otra manera, cuando el actual sistema de cosas sea eliminado y sustituido por el reino de Dios, Daniel y en conformidad con las palabras de Jesús citadas en los textos de Juan que hemos apuntado, será resucitado en el “último día” o día “postrero” y momento en el que Jesús colocó la resurrección de los muertos; veamos lo que se lee en Juan 11:23-24:

Jesús le dijo: “Tu hermano se levantará”. 24 Marta le dijo: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día (o día “postrero” según versiones).” (Acotación mía).

Pasaje que también nos menciona el ínclito Sr. Olcese para defender su objeción, sin darse cuenta que el tal, lejos de darle a él la razón, está apoyando mi tesis en el sentido de que la resurrección se produce durante el milenio y que es en dónde se levantará, entre otros muchísimos, el bueno de Daniel, porque veamos: lo que Marta le dijo a Jesús, es que confiaba en que su hermano se levantaría en “el último día” o día “postrero” y lo que nos tiene que llevar a averiguar de qué estaba hablando la buena de Marta, eso es, en qué se fundamentaba para sostener su creencia y lo que nos lleva a un pasaje que nos habla de una norma divina, que conocía todo judío que se preciara:

Sin embargo, no vayan a dejar que este hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años y mil años, como un día. “ (2 Ped. 3:8).

Partiendo de esos dos pasajes, veamos ahora un punto indispensable para entender cabalmente la cuestión que estamos intentando resolver y al que muchos “entendidos” (por supuesto, Apologista Mario Olcese se cuenta entre ellos), no le dan la importancia que tiene para dar luz al asunto que nos ocupa. Porque lo que nos dicen las Escrituras, es que los “días” creativos de Jehová Dios tenían una duración de 7.000 años cada uno y afirmación que se sustenta en el siguiente razonamiento: se nos dice en estas que el “séptimo día” el Altísimo lo dedico “a descansar de toda la obra que había hecho” (Gén. 2:2-3) y obra que concluyó con la creación de Eva. Desde ese momento de la creación de Eva, hasta el tiempo actual, han transcurrido casi 6.000 años y lo que significaría que solo quedan mil años (un “día” para Dios) para que se acabe el “día” de descanso del Divino y que consta, repito, de 7.000 años…… mil últimos años, que ocupados por el reino de Dios y con los que concluirá el día de descanso de Jehová Dios, se convierten en el “último día” o día “postrero”, expresión muy diferente a la de “el final de los días” ya que con ella se hace referencia, como ya he señalado, a la conclusión o últimos días de este sistema de cosas y en los que no se produce la resurrección asignada a Daniel.

Por lo tanto, si la Biblia es fiable y no nos conduce a engaño (algo totalmente imposible), las palabras de Marta en el sentido de que su hermano se levantaría en el “último día” o “día postrero”, nos llevan a concluir que la resurrección de los muertos se produce durante ese espacio de tiempo que comprende el reinado milenario de Cristo y que es en donde se le dijo a Daniel, que se levantaría para recoger su porción…… y esa es la “terrible” dificultad para explicar el sentido correcto de ese pasaje de Dan. 12:13; claro, “terrible” para semejante indocumentado, que no tiene ni la menor idea de lo que dice el contexto escritural y que como ya hemos señalado, es el que da el significado correcto de cada texto o pasaje del que se quiera inquirir. Porque en esta cuestión, existe un dato adicional que apoya mi tesis de lo que realmente se le quiso decir a Daniel y que como hemos visto de las palabras de Marta, era que se levantaría en el “último día” y el cual se corresponde con el milenio o reino de Dios, circunstancia que entiendo ha quedado meridianamente clara en todo lo dicho hasta el momento.

Sin embargo, el dato adicional mencionado que avala mi planteamiento, tiene que ver con el hecho de que la resurrección de aquellos que tienen que reinar con Cristo durante ese período de tiempo y acontecimiento que en las Escrituras se le llama la “primera” resurrección (Rev. 20:6), no ocurre y a diferencia de la de Daniel y otros muchísimos, dentro del “ultimo día” o día “postrero”, sino tres años y medio antes de que dé inicio la gobernación divina en manos de Jesucristo, eso es, antes de que se instale el reino de Dios aquí en la tierra y comience el citado “último día”. Por lo tanto, la resurrección de la que nos hablaba Jesús en los pasajes de Juan y algo que el propio Sr. Olcese reconoce en su video, no es la misma que la de aquellos que tienen que reinar con Cristo y que se produce dentro de este inicuo sistema de cosas; para ver que ello es tal como yo lo afirmo, basta con acudir a lo dicho en Rev. 17:12-14 y en donde se nos habla de la batalla de Armagedón, evento que ocurre antes de la instauración del reino de Dios (de hecho es el acontecimiento que limpia el camino para que se establezca en la tierra dicho reino) y en donde se nos dice esto:

Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están, lo harán.”

Luego blanco y en botella: aquellos que con Cristo han de reinar, participan junto a él en dicha decisiva batalla y que lógicamente, se pelea aún dentro de este sistema de cosas, eso es, antes de que inicie el “último día” o “día postrero” y en el que Marta, correctamente (Jesús no la rectificó), colocó la resurrección de su hermano Lázaro; lo que nos demuestra con claridad dos cosas y que ya hemos apuntado unos párrafos atrás: 1º, Daniel no puede reinar con Jesucristo en el reino de Dios, pues no participa de la resurrección que se produce dentro de este sistema de cosas y 2º, que la resurrección de los muertos asignada a Daniel, se produce durante el período de tiempo del reinado de Cristo o “último día” del período de descanso de Jehová…… planteamientos ambos de los que discrepa radicalmente Apologista Mario Olcese, en una prueba más de su total ignorancia acerca del contenido escritural. Prueba de dicha ignorancia, la tenemos en el disparate interpretativo con el que se ha despachado en el video mencionado y del que, obviamente, ni se ha dado cuenta (de donde no hay, no se puede sacar), porque veamos: a partir del minuto 2 de grabación nos cita de Juan 12:48 y la interpretación que del mismo hace, es la de que esas palabras significan que en el día “postrero” habrá un juicio (que el citado “teólogo” coloca al término de los mil años de reinado mesiánico y en una disparatada interpretación del contenido de Rev. 20:5) y que implicará la existencia de un Juez, de un jurado y quiero imaginar, que de un fiscal acusador y de un abogado defensor, si queremos seguir los cánones de lo que es un juicio al uso y que es lo que nos propone dicho caballero…… sin embargo, veamos qué es lo que realmente dijo Jesús en dicho pasaje y colocado en su contexto, eso es, incluido el verso 50:

El que me desatiende y no recibe mis dichos tiene quien lo juzgue. La palabra que he hablado es lo que lo juzgará en el último día (……). 50 También, sé que su mandamiento significa vida eterna. Por lo tanto, las cosas que hablo, así como el Padre me las ha dicho, así las hablo.”

Entonces de ninguna manera se nos habla aquí de un juicio a la usanza y para un momento determinado, sino que la esencia de esas palabras es la siguiente: cuando uno decide desobedecer los mandatos de Dios ya ha sido sometido a juicio y dictado sentencia sobre sí mismo; ello queda claro por el hecho de que el verso 50 nos dice que el obedecer el mandato divino “significa vida eterna”, por lo que hay que deducir que el no obedecerlo, significa destrucción eterna. Luego cuando uno toma determinada actitud, ya ha dictado sentencia contra o a favor de sí mismo, según sea el caso, pues la obediencia significa vida eterna y la desobediencia muerte eterna…… recordemos que para el final del milenio y que es donde dicho personaje coloca la acción (si es coherente con sus actuales enseñanzas, de una resurrección de los impíos al término de los mil años), no se nos habla de juicio alguno sino que solo se nos habla de la suelta de Satanás, que saldrá a “extraviar” a la tierra habitada (Rev. 20:7-8).

Y momento en el que adquirirán su máxima expresión las palabras de Jesús mencionadas, pues recordemos que Jesús colocó su cumplimiento y según leemos en el verso 48, en el “último día” o “día postrero” (y que tiene que ver con el milenio), pues cada uno tendrá que decidir por sí mismo que hacer en ese momento: seguir el extravío de Satanás o seguir bajo la soberanía de Dios; o lo que es lo mismo, que uno será su propio juez y dictará sentencia sobre sí mismo, bien sea esta en contra o a favor, según sea la decisión tomada de obedecer las palabras de Jesucristo, o no hacerlo. Y cuestión que podríamos ilustrar de la siguiente manera: todos los conductores saben que un semáforo en rojo no se puede saltar, pues eso es lo que dice la ley de tráfico; luego cuando uno se salta un semáforo en rojo, ya sabe que ha infringido dicha ley y que es culpable ante ella…… otra cosa es que en ese momento no haya cerca un agente de la autoridad para sancionarle. Pero ello no quita el hecho y es lo que queremos destacar, que la persona en cuestión es totalmente consciente de que ha cometido un delito contra la ley de tráfico, o sea, que es la propia persona la que se acusa y condena a sí misma con relación a la ley infringida…… eso y no otra cosa, es lo que nos quería decir Jesús con sus palabras y no las “historias para no dormir” que se monta el Sr. Olcese.

Pero ya en otro orden de cosas, resulta que dicho personaje solo me exige respuestas a mí, cuando él es totalmente incapaz de darme alguna sobre los temas que le tengo planteados, como el expuesto en el artículo del 27/09/14 y en el que le pongo a bajar de un burro, al denunciar que él no puede ser un “ungido” o Hijo de Dios como a sí mismo se identifica, por lo que solo es un farsante embaucador como aquellos que como tal se consideran…… sin embargo y hasta donde yo sé, de eso no dice nada en absoluto en los videos publicados a partir de dicho escrito y circunstancia que solo puede significar dos cosas: o bien que está de acuerdo con mí exposición, o bien que no tiene argumentos sólidos para rebatir mí razonamiento y que es lo más probable. Como tampoco me ha respondido nada sobre las cuestiones que le planteo en una carta abierta que publiqué el 05/08/14, pues ni siquiera se ha dado por enterado (aunque me consta que la ha leído, pues lee todo lo que publico) y por lo que le paso a recordar una de ellas: según el indocumentado personaje en cuestión, los sobrevivientes de la “gran tribulación” de Rev. 7:14 también pasan formar parte de ese gobierno del reino, eso es, que según tan indocto personaje estos reinarán al lado de Jesucristo, cuando las Escrituras nos dicen que ello solo lo pueden hacer aquellos que participan de la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros que no participan de ella) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación mía).

Pasaje que rebate la disparatada propuesta de ese “genio” de la interpretación bíblica, porque para que ello fuera como nos lo plantea, nos tendría que resolver las siguientes cuestiones y siendo la primera de ellas la siguiente: la mencionada “primera” resurrección se produce tres años y medio antes de que finalice la tal “gran tribulación” y por tanto, antes de que aparezcan dichos sobrevivientes, por lo que es totalmente imposible que los tales puedan participar de la misma. Pero es que además y aunque no existiera este factor de temporalidad, si estamos hablando de “sobrevivientes” ello significa que son personas que pasan al reino de Dios con vida y por lo tanto, al no haber muerto, no pueden participar de resurrección alguna y requisito exigido, como hemos visto, para reinar con Cristo…… y por otra parte, aún en el caso de aquellos que murieran durante dicha “gran tribulación”, tampoco podrían participar en esa “primera” resurrección, pues esta acontece mucho antes de que se inicie dicho período de tiempo y que es en el que ellos pierden la vida.

Yo ya sé que dicho farsante embaucador (de lo contrario no tendría la desvergüenza de identificarse como un “ungido” o Hijo de Dios), no responderá a esta ni a otras cuestiones que le tengo planteadas, porque de haber podido ya lo habría hecho; incapacidad que le pone de los nervios, pues de lo contrario no estaría dando esos “golpes bajos” exigiendo que le responda a determinados y concretos textos bíblicos, cuando estos no pueden ser entendidos sin la ayuda del contexto escritural y que dicho personaje desconoce totalmente, pues en caso contrario no plantearía cuestiones tan absurdas, como la referida a Dan. 12:13. Por lo que queda claro, que su actitud es provocada por una supina ignorancia acerca del mensaje contenido en las Escrituras y que le lleva a no poder responder a mis demandas, lo que le provoca a su vez, ese sentido de impotencia que le mueve a actuar de esa manera tan pueril y con ello, a hacer el ridículo cada vez que se mete conmigo…… porque ya es hacer el ridículo, que un supuesto “forofo defensor” de los TJ, “contaminado” por sus enseñanzas y de lo que me acusa constantemente el personaje en cuestión, le esté dando “sopas con honda” en todos los terrenos en cuanto a conocimiento bíblico. Y si ese “genio” de la teología considera que ello no es como yo lo expongo, que publique un video en el que nos resuelva ese “pequeño problemilla” que le he planteado acerca de los sobrevivientes de la “gran tribulación”, así como yo le he resuelto el de Dan. 12:13…… ¡a que no, Sr. Olcese!

Armando López Golart

EL PELIGRO DE PREGUNTAR, Sr. OLCESE, ESTÁ EN QUE UNO CORRE EL RIESGO DE QUE LE RESPONDAN.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , , , , , , on 23/06/2014 by Armando López Golart

480343_3419030292960_478741871_nYa otra cosa es que la respuesta sea del agrado de uno, pero quizás sepa usted aquello que decimos en España, en el sentido de que “el que no quiera polvo, que no vaya a la era”; y es que usted, D. Mario, que en conocimiento bíblico es más corto que una cuerda que no llega (¡y que ya es ser corto!), en dos de sus últimos video/artículos me ha emplazado a responderle a dos preguntas que por su misma formulación, ya le descalifican como entendido en las Escrituras…… ni hablemos ya de su supuesta condición de “teólogo” y que queda por los suelos. Pero por aquello que ir por partes, empezaré respondiendo a la primera que me planteó y que se halla en su grabación del 09/06/14 y que tal parece ser (siempre desde su más que manifiesta insolvencia en conocimiento escritural), que la considera como la cuestión focal del asunto que objeta y por ello, formulada con el ánimo de rebatir mí planteamiento; porque usted usa el argumento de que si fuera cierta mi afirmación de que 144.000 son las personas que reinarán con Cristo y solo los sobrevivientes de la “gran tribulación” fueran los súbditos de dicho reino…… ¿qué sería de mí, entonces, si yo muriera antes de llegar dicha gran tribulación?

Por lo que creo entender y generalizando la cosa, que usted se refiere a qué sucederá con aquellas personas que no alcancen a vivir lo suficiente para poder “pasar” por la mencionada tribulación y alcanzar con ello el poder ser súbditos en dicho reino ¿no es así?; y pregunta, repito D. Mario, que demuestra su total ignorancia acerca del contenido escritural y que le descalifica totalmente para objetar a cuestión alguna que tenga que ver con las Escrituras…… porque como sexador de pollos será usted una “figura”, pero con una Biblia en las manos ¡pues que quiere usted que le diga, como no sea que se lo haga mirar! No obstante, permítame que antes de responderle le haga la siguiente observación y que tiene que ver con su extraña forma (incluso tendenciosa si me lo permite) de objetar a mí artículo.

Porque en el video señalado, usted estaba discrepando sobre algunos puntos del artículo que yo publiqué el 07/06/14 y resaltando determinados párrafos en los que un servidor formulaba alguna propuesta, para seguidamente mostrar usted su completa disconformidad con ella…… y hasta aquí, ni tan mal; sin embargo y de forma sorprendente, resulta no mostró ninguno de los párrafos en los que yo explicaba las razones que me llevaban a plantear la propuesta que usted estaba señalando, eso es, el argumento sobre el que un servidor sostenía la afirmación por usted discutida. Veamos el siguiente ejemplo ilustrativo de lo que quiero decir, tomando como referencia la primera porción de mi escrito que resalta usted y punto en el que, precisamente, tiene su origen la pregunta mencionada:

“Partiendo de esta idea, vemos que ese gobierno de hechura divina (ya que proviene de Dios) y según nos plantean las Escrituras, estará compuesto por Jesucristo y 144.000 asociados (extremo este, polémico donde los haya y del que hablaremos más adelante), que gobernarán sobre una gran multitud de personas sobrevivientes de lo que se conoce como la “gran tribulación” e idea que defienden los TJ y con la que los autores de este blog estamos de acuerdo.” (Fin de la cita).

Sin embargo y, repito, de manera sorprendente y que retrata claramente la clase de sujeto que es usted, omite totalmente aquellos párrafos en donde expongo mi argumentación en el sentido de por qué la “gran muchedumbre” no puede de ninguna manera acceder a reinar con los 144.000 en el milenio y con lo que no pueden pasar a incrementar esa cantidad mencionada a un número cuasi-infinito de personas y que es lo que usted propone; con lo que dicha cantidad se quedaría tal cual, eso es, con literalmente 144.000 individuos, pues al reino de Dios y en el momento de su instalación, Sr. Olcese, no entra nadie más aparte de esos dos grupos…… los 144.000 por una lado y la “gran muchedumbre” por el otro; sin embargo, resulta que unos párrafos más adelante yo expongo el siguiente razonamiento acerca del punto que usted pone en entredicho y de los cuales usted no dice “ni mu”:

“Hecho este pequeño inciso, volvamos a dónde estábamos y que tenía que ver con el tremendo error que comete el Sr. Olcese en su planteamiento y en una total falta de capacidad para razonar con un mínimo de lógica y sentido común sobre aquello que lee, por no pensar en una manifiesta actitud de manipulación de mi escrito, porque veamos: sabemos que los sobrevivientes de la “gran tribulación” aparecen al término de la misma, pues se nos dice de estos que “salen” de ella (Rev. 7:14). Por otra parte, sabemos también que esta concluye con la llamada batalla de Armagedón que pelea Jesucristo con las naciones que suben contra Jerusalén y en la que es acompañado ya por sus fieles hermanos (Rev. 17:14), lo que significa que la “primera” resurrección ya se ha producido…… “primera” resurrección que como hemos visto, ocurre en el mismo momento de ser devueltos a la vida los “dos testigos” (recuérdese ahora, lo leído en 1 Tes. 4:15-17), eso es, antes de que inicie el período de la “gran tribulación”. Lo que hace imposible la disparatada teoría del autor en cuestión, dado que aquellos que sean muertos dentro de dicha “gran tribulación” ya no tendrán a su alcance el poder participar de esa “primera” resurrección, pues esta ya aconteció estando ellos aún con vida y con lo que pierden la posibilidad de participar en ella y alcanzar así, la inmortalidad y el derecho de reinar con Cristo; recordemos que solo dicha “primera” resurrección es la que concede a uno el convertirse en inmortal rey y sacerdote junto a Cristo…… por otra parte, excuso decir que tampoco lo podrían hacer aquellos que salieran con vida de dicha “gran tribulación”, pues al no haber muerto no pueden participar de resurrección alguna y requisito fundamental, para reinar con Cristo como inmortal rey y sacerdote:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación nuestra).

Es obvio entonces, que aquellos que no participan de esa “primera” resurrección y como son los casos señalados, no tienen acceso alguno al gobierno del reino de Dios y por lo que, en todo caso, solo pueden acceder a ser súbditos del mismo; y este argumento presentado y que entienden hasta los tontos de pueblo en España, parece que es inalcanzable para el Sr. Olcese y que se ha “columpiado” una vez más, por no tener ni la más remota idea de lo que le transmite aquello que lee en la Biblia.” (Fin de la cita).
Entonces, Sr. Olcese, nos tendría que explicar por qué razón omite usted esta porción del artículo que está objetando y que, “casualmente”, es en donde yo explico o doy razón del porqué de mi afirmación inicial; dicho de otra manera y para entendernos: ¿por qué no objeta directamente sobre el argumento expuesto, en lugar de simplemente decir que estoy equivocado y con ese tono burlón y sarcástico que suele usar, que tal parece indicar que se ha metido a montar el video con unas copas de más…… o sencillamente, que no es usted más que un “bobo solemne”? ¡Ah, que no puede usted rebatirlo…… pues entonces cállese y no se meta en “camisa de once varas”, hombre! Porque aquí tiene un argumento que le demuestra con meridiana claridad, que es del todo imposible la barbaridad que usted defiende en el sentido de que dicha “gran muchedumbre” que sale de la “gran tribulación” (tanto los que mueran en ella, como aquellos que la sobrevivan, según usted), puedan reinar durante el milenio al lado de Cristo y algo totalmente inalcanzable para ellos, al no poder participar de esa “primera” resurrección que, recuerde, es la que concede dicho privilegio…… y que según se lee del pasaje de 1 Tes. 4:16-17, en línea con Rev. 11:3-12, esta se produce antes de que inicie la tribulación mencionada y siendo como es el caso, que según su teoría dicha “gran muchedumbre” aparece tres años y medio después de que se haya producido la tal resurrección y que es cuando acaba la citada tribulación, de donde sale precisamente esa multitud ingente de personas que entran directamente al reino de Dios, en calidad de súbditos del mismo.

Por otra parte, aún estoy esperando y puesto que usted afirma que en ningún lugar de las Escrituras, se nos dice que solo 144.000 son los que reinarán con Cristo (pero tampoco se nos dice nada en sentido contrario), que me explique entonces que hemos de entender de lo que leemos en Rev. 14:1 y en directa relación con el Sal. 2:5-6…… ¡ah!, que tampoco puede explicarlo ¿no? Porque habría que pensar que de lo contrario y con las veces que le he planteado esta cuestión, con un mínimo de vergüenza torera (ya ni menciono “las ganas” que usted me tiene”) ya lo habría hecho…… luego blanco y en botella: si no lo ha hecho es porque no puede, a menos que renuncie a su disparatada enseñanza sobre el particular. Pero dicho lo cual, no crea que me he olvidado de la pregunta “fundamental” que me platea en este video, en el sentido de qué pasaría si yo muriera antes de llegar la “gran tribulación” y cuya respuesta es tan simple como esto: sencillamente, Sr. Olcese, que resucitaría durante el período milenario, en función del rescate de la sangre de Cristo y ¡aquí paz y después gloria! ¿O para qué, según usted, se ha preparado el reino de mil años de Dios? ¿Para que usted y un montón de “iluminados” como usted, puedan llevar a cabo su esperpéntica pretensión de reinar al lado de Jesucristo? Pero claro, resulta que usted defiende el disparatado planteamiento de una resurrección al inicio del milenio de los “justos” para vida eterna e inmortal, en la que entra “to quisqui” y otra, para los “injustos” al final del mismo y para juicio o destrucción eterna de estos…… solo que como es usted un solemne ignorante, no ha reparado en que dicho planteamiento mandaría a hacer puñetas la afirmación del apóstol Pablo en Rom. 6:7 y que algo más que usted sabría de qué iba “la película”, en el sentido de que el que ha muerto ya ha sido absuelto, liberado o redimido de su pecado, eso es, que no puede ser juzgado de nuevo por las cosas que cometió estando con vida, pues con su muerte ya pagó por ellas y con lo que canceló su deuda con el Creador, siempre en armonía con lo demandado por Este en Gén. 2:17.

Pero es que además, de ser la cosa como usted la plantea ¿de qué beneficio sería la sangre derramada por Cristo, sobre los cientos de miles de millones de personas muertas a lo largo de la historia de la humanidad y que por razones ajenas a su voluntad, no tuvieron ocasión de conocer a Dios y obedecerle, pero que, como dice Pablo, con su muerte “saldaron” la deuda contraída (Rom. 6:23)? Por lo tanto, es evidente que usted está tan garrafalmente equivocado en este planteamiento de “sus dos” resurrecciones, como lo estuvo en su día con el de los “millones, miles de millones” que tenían que gobernar con Cristo y que enseñó por años, sin saber si ello era cierto o no (¡y que ya es el colmo de la desvergüenza!); ello hasta que apareció aquí “el menda” y le obligó a retractarse de semejante salvajada, obligándole a reconocer que ni usted lo sabía, ni en las Escrituras se hace la más mínima mención de ello…… ¿lo recuerda, D. Mario, o le “refresco” la memoria? Pero volviendo a donde estábamos ¿para qué serviría entonces el milenio, si se le despojara de la gloria e inconmensurable grandeza del acto de la resurrección y razón fundamental del sacrificio redentor de Cristo, para directo beneficio de la humanidad descendiente de Adán? ¿Se está usted dando cuenta del monumental disparate que está perpetrando, con esa más que estrambótica proposición de una segunda resurrección al final de los mil años, para destrucción eterna de los que participen de ella? Y es que además, su propuesta va contra la lógica y el más elemental sentido común y cualidades de las que usted anda más bien “escasito”, pues según Jesús y pasaje en el que usted se apoya, esto es lo que tenía que ocurrir:

No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz 29 y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.” (Juan 5:28-29).

Y es que de existir esa segunda resurrección que usted coloca al final del milenio para destrucción eterna de los que participen de ella, ello se toparía con cierto “problemilla” y que por su incapacidad para leer con un mínimo de corrección el texto transcrito, se le ha pasado por alto, porque ¿sobre qué base se juzgará y condenará a los miles de millones de niños muertos a lo largo de la historia humana hasta nuestros días entre, por ejemplo, sus primeros días y los cinco o seis años de edad y que no pudieron “practicar” cosa buena ni vil, pues no eran conscientes de ello y de lo que tenemos un claro ejemplo, en los infantes asesinados por Herodes en el I siglo (Mat. 2:16-17)?…… repito ¿en base a qué “prácticas viles”, se les condenará a destrucción eterna? Pero es que, por otra parte, usted también defiende y por ahí lo tiene publicado, que las mujeres no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios (con lo que estoy totalmente de acuerdo) y afirmación que le enfrenta a una nueva e insoluble cuestión: porque si ello es así y así es, lo que es obvio es que no pueden participar de la mencionada “primera” resurrección, reservada solo para aquellos que si acceden a dicho reino en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… entonces, Sr. Olcese ¿qué hacemos con ellas? ¿En dónde nos mete y por poner un ejemplo, a mujeres como Sara, Rebeca, Raquel, Esther, Lea, Noemí, Débora, etc. etc. etc. o en su defecto, a aquellas que posteriormente creyeron en Jesús, como su propia madre María, Ana, Elisabet, o las hermanas de Lázaro, María y Marta, o María Magdalena y otras muchas que le estuvieron acompañando y sirviendo durante su ministerio en la tierra (Luc. 8:1-3)…… o a Evodia, Síntique, Lidia, Priscila, Eunice, Dorcas y otras tantas que como ellas se bautizaron posteriormente en el nombre de Jesucristo (Hech. 8:12)?

Entonces, Sr. Olcese ¿vamos a meter a todas esas personas (niños y mujeres), en “su” segunda resurrección para destrucción eterna al término del milenio, puesto que obviamente no pueden hacerlo en la “primera”…… o tiene usted una solución alternativa? Por otra parte, Sr. Olcese y ya que usted es tan amante de la “literalidad” de los cosas ¿en dónde se nos habla en las Escrituras y de manera literal, de una resurrección al término de los mil años para destrucción eterna de los que participen de ella? Porque del único evento a ocurrir y del que se nos hace mención para el final de esos mil años, lo tenemos en el siguiente pasaje:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar.” (Rev. 20:7-8).

Luego de lo que se nos está hablando aquí, Sr. Olcese, no es de una resurrección, sino de una “prueba” a la que es sometida la humanidad, con la suelta de Satanás…… dicho de otra manera, de la oportunidad que nos da nuestro Creador de poder responder personalmente al desafío presentado por Satanás en su momento a la primera pareja humana y de cuya respuesta, aún está hoy la humanidad pagando los “platos rotos” del estropicio causado; y es que de tratarse como usted apunta, de una gran resurrección de impíos para ser de muevo juzgados y destruidos por los pecados cometidos en su anterior vida ¡hombre, algo se nos tendría que decir de ella, pues no es “peccata minuta” la cuestión ¿no cree?! Sin embargo, ni la más leve mención de esta misteriosa resurrección que se saca usted de la manga se nos hace ahí, ni mucho menos en el resto del registro escritural, sino que de lo que se nos habla es de la destrucción inmediata de aquellas personas “vivas” que se dejen entrampar en ese momento por Satanás y no de personas que sean juzgadas por sus hechos anteriores a su muerte…… mientras que aquellos que no se dejen engañar y sigan fieles a Jehová, continuarán viviendo eternamente, eso es, en las mismas condiciones de vida que tenía Adán antes del pecado.

Habría que concluir entonces, que todo son peregrinas ideas que se le ocurren a usted cuando cae en el éxtasis de sus delirios de grandeza (¡nada menos que reinar con Cristo!), que distorsionan totalmente su visión acerca de la realidad del contenido escritural y que sin un mínimo de razonable investigación personal, se aventura a publicar; y de ahí, que cuando se le presentan argumentos sólidos desbaratando sus propuestas, no les pueda hacer frente y pase de puntillas sobre ellos para “no hacer mucho ruido”, no sea que alguien se dé cuenta de que usted está totalmente incapacitado para responderlos…… y a las pruebas me remito. Excuso decir, que en el resto del video analizado se mantiene la misma tónica: se señala un párrafo en el que afirmo algo y se omite aquel en que se explica la razón o argumento del porque yo he afirmado ese algo…… ¡genio, que es usted un genio, Sr. Olcese!

Estamos, por lo tanto, ante una más que reprobable actitud barriobajera, pues usted manipula de manera interesada mi escrito para presentar del mismo (y algo que cualquiera puede comprobar, contrastando ambos artículos), aquello que no le comprometa y en un total desprecio a sus lectores, a los que hurta la posibilidad de que saquen ellos sus propias conclusiones del contenido de mi escrito. Dicho lo cual, vamos a la segunda pregunta que me formula, en esta ocasión en un video más reciente y publicado el 17/05/14, como respuesta al artículo escrito por un servidor bajo el título “¿Es lo mismo la “vida eterna”, que la “inmortalidad”?” del 16/06/14 y en donde una vez más da muestra usted, no solo de su total ignorancia en cuanto al sentido correcto del registro escritural, sino su nula capacidad para entender aquello que lee y como veremos en el ejemplo que a continuación mencionaré.

Artículo en el que de nuevo, Sr. Olcese, usted no solo elude en su video el enfrentar los argumentos que uso en apoyo de mis planteamientos, sino que incurre en algo más sorprendente si cabe…… por cierto, Sr. Olcese y disculpe el inciso: me permito señalarle, que yo no tengo ninguna duda acerca de lo que es la vida eterna y la inmortalidad, sino que por el contrario tengo las cosas tan claras al respecto, que mis argumentos en defensa de dicha posición no han podido ser rebatidos por usted (de hecho, ni se atreve a mencionarlos). Hecha esta aclaración y ya continuando con lo que le estaba diciendo, pasemos a la consideración de su video/artículo y en el que ya empieza usted con el pie izquierdo, pues no solo se ha limitado cobardemente y como tiene por costumbre, a pasar por alto mis argumentos en defensa de mi exposición y siendo como es el caso que estos son el “meollo” de la cuestión y aquello que hay que desmontar para probar la razón que pretende tener uno al objetarlos, sino que a falta de recursos para poder probar que estoy equivocado, pone gran énfasis en afearme y poniéndose como un basilisco, una supuesta “alteración” premeditada y alevosa por mi parte del sentido correcto de un pasaje (obviamente para adulterarlo y confundir así al “personal”), al usar el término “intentar” en lugar del que aparece en el texto, eso es, el término “buscar” y que se lee en Rom. 2:7. Nueva metedura de pata por su parte, que me lleva inevitablemente a preguntarle aquello tan clásico de “¿Usted es tonto o es que se peina así?”; porque veamos, Sr. Olcese, en dónde uso yo dicho término en mi artículo y el porqué de ello, transcribiendo la porción a la que usted hace referencia:

“Sin embargo, noten que en ninguno de los dos pasajes se nos habla de la inmortalidad por haber ejercido fe en el Hijo de Dios, sino de vida eterna y en línea con lo leído en Juan 3:16, por lo que a nuestro entender no estaríamos hablando de dos términos equivalentes; no obstante, esta reflexión no es compartida por aquellos que defienden la idea de una inmortalidad igual a vida eterna o viceversa y usando el siguiente pasaje, para probar su planteamiento:

Y él pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que por aguante en la obra que es buena buscan gloria y honra e incorruptibilidad.” (Rom. 2:6-7).

Pero si analizamos el texto con atención, lo que leemos es que aquellos que por el aguante en la obra que es buena intentan alcanzar la gloria, la honra y la incorrupción, se les premia con la vida eterna y lo que significa que esta es una cosa distinta a la inmortalidad y en principio, de más valor que esta, pues dicha vida eterna se concede como “recompensa” a un determinado esfuerzo; es cierto que la mayoría de traducciones bíblicas vierten el término “incorruptibilidad” que aparece en ese pasaje en la versión TNM por el de “inmortalidad”, en un intento de transmitir la idea de que la inmortalidad es la misma cosa que la vida eterna…… y algo que a los autores de este blog no nos acaba de “cuadrar”. Pero ello solo se puede entender, si se parte del hecho de que mientras la expresión “vida eterna” es un concepto y que nos habla de una vida mantenida por tiempo indefinido, la “inmortalidad” es una condición o cualidad que se añade a la vida eterna que uno ya tiene y que es algo muy distinto…… o dicho de otra manera y para entendernos: que se puede tener vida eterna sin tener inmortalidad, pero no se puede tener inmortalidad, sin tener previamente vida eterna.” (Fin de la cita).

Entonces y como usted puede ver, Sr. Olcese, yo transcribo correctamente el pasaje de Rom. 2:7 y en donde aparece el término “buscar” y por lo que no se me puede acusar de mala intención; yo solo uso la expresión “intentar alcanzar”, so-ignorante, cuando entro a desarrollar el texto en cuestión y en el bien entendido de que cuando uno “busca”, en este caso, gloria, honra e incorruptibilidad por medio de un buen hacer, está “intentando” alcanzar algo…… ¿o no es así, Sr. Olcese? De hecho y para su información, le recuerdo que en el diccionario de la RAE, bajo la definición “buscar” y en su segunda acepción, se lee lo siguiente: “Hacer lo necesario para conseguir algo.”

O dicho de manera equivalente, el “intentar alcanzar” un determinado objetivo mediante esfuerzo personal; luego no me dé usted lecciones de cómo hay que usar los diferentes términos para expresar una misma cosa en lengua española, por demás muy rica en matices, pues tengo a gala el conocerla y escribirla con cierta corrección. Por lo que el problema no está en mí, sino en su incapacidad de leer con un mínimo de solvencia y que implica el entender aquello que se lee…… si a ello se le añade el hecho de que no puede rebatir de manera alguna la razón que me asiste en mi argumento, se entiende el que usted intente apartar la atención del mismo, creando el “problemón” que usted ha intentado montar alrededor de dicha palabra. Porque el que siempre “busca” o intenta condicionar la opinión de sus lectores y llevándoles al engaño es usted, pues por ejemplo y en un momento de su exposición (minuto 7’50), afirma que Jesús es claro al decir que la meta a alcanzar es la inmortalidad; sin embargo, Sr. Olcese y hasta donde yo llego (corríjame si me equivoco), Jesús nunca hablo de “inmortalidad” a sus seguidores, sino de “vida eterna”, eso es, este jamás usó dicha expresión…… y si no es así, muéstreme un pasaje en el que este hubiera citado expresamente dicha palabra. Pero una vez más y en una prueba incuestionable de que no puede rebatir mis argumentos o razones en el sentido de que la inmortalidad y la vida eterna no son lo mismo, es que se ha deshecho de los mismos en su crítica y que yo exponía de la siguiente manera:

“Para explicar esa cuestión, lejos de enzarzarnos en una guerra de textos bíblicos con los autores que defienden un planteamiento contrario al nuestro, dejaremos que sea el contexto bíblico el que dé y quite razones; en consecuencia, nos retrotraeremos a los tiempos de nuestro primer padre Adán y punto inicial de la perfecta creación de Dios, para sacar una perspectiva de cuál era la situación. Y lo que vemos ya de entrada, es que este fue creado para no morir y lo que significa que ya estaba en posesión de la tan traída y llevada vida eterna, lo que se deduce de la siguiente advertencia que se le dio:

Y también impuso Jehová Dios este mandato al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. 17 Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás.” (Gén. 2:16-17).

Ahora pregúntese lo siguiente: ¿qué habría ocurrido, si Adán no hubiera desobedecido ese mandato divino? Pues sencillamente que habría seguido viviendo indefinidamente, pues en su cuerpo estaba implantado el “chip” de la vida eterna y solo la desobediencia podía arrancarlo de ahí; por lo que mientras este se hubiera mantenido sujeto en obediencia a su Creador, a ese grado se hubiera mantenido con vida…… y esta es la vida eterna de la que se nos habla en Juan 3:16 y que tanto disfrutarán el grupo de los que reinarán con Cristo, como aquellos que sean sobrevivientes de la mencionada “gran tribulación” y que serán súbditos del reino de Dios, así como también aquellos que vayan resucitando posteriormente durante ese período de tiempo y en lo que se podría considerar como una “segunda” resurrección, porque veamos que se lee en las Escrituras:

“…… y para que él (Jehová Dios) envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:20-21). (Acotación nuestra).

Luego si todas las cosas tienen que ser “restauradas” y término que solo significa el devolver algo a una condición anterior, hay que pensar que de nuevo volverá el ser humano a disfrutar de esa misma vida eterna de la que dispuso nuestro primer padre…… y que sin embargo no era inmortal, como quedó demostrado posteriormente; pero dicho lo cual ¿qué es, entonces, la inmortalidad?” (Fin de la cita).

¿Me podría dar usted una explicación alternativa a este planteamiento, Sr. Olcese? Yo ya sé que no, es más, estoy convencido de que no me hablará de ello nunca, pues sabe perfectamente que usted está equivocado en su planteamiento y por lo que se limitará, como siempre ha hecho, a repetirse en las mismas sandeces vez tras vez y como si nada se le hubiera dicho al respecto…… pues tal es su orgullo, prepotencia y altanería, que le impiden reconocer que un “sacamantecas” que no sabe griego (de eso me acusa usted en este video) ni ha estudiado teología, como es el caso de un servidor, le saque los colores continuamente y ahí está la hemeroteca que confirma mi aseveración. Y es que no hace falta, Sr. Olcese, tener esos conocimientos para entender las Escrituras (las personas a las que fueron dirigidas estas, no los tenían), pues con que los tengan aquellos que traducen del griego a lo idiomas actuales es más que suficiente; porque si el traductor es de fiar y eso es lo que se espera de él, se supone que dará a los textos que traduce el correcto sentido que tienen en el manuscrito traducido y por lo que los demás, solo tenemos que leer correctamente lo traducido, razonar con lógica y sentido común sobre lo leído y partiendo, por supuesto, de un lógico conocimiento del contexto bíblico (que por fortuna, no depende de traductor alguno), para poder entender lo que se nos quiere decir en las distintas versiones que hoy tenemos de las Escrituras.

Por lo tanto, lo que usted está haciendo al acusarme de insolvencia por no conocer el significado de distintos términos en griego, es intentar desviar la atención del “personal” de mis argumentos, porque no los puede desbaratar e intentando defenderse resaltando mis carencias en conocimientos de lenguas escriturales, como si ello fuera un impedimento para el correcto planteamiento de mis escritos; pero dicho esto y como prueba de que no tiene usted no la más remota idea de lo que habla, veamos la pregunta que me hace en este video que estamos analizando, que apoya en Mat. 19:29 y pasaje que dice como sigue:

Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mi nombre, recibirá muchas veces más y heredará la vida eterna.”

A partir de ahí usted me pregunta, escandalizado y con un gran despliegue de teatralidad, para probar que la vida eterna no puede ser otra cosa que la inmortalidad, lo siguiente: ¿Qué más tendrían que hacer los ungidos, para poder ganar el plus de la inmortalidad, aparte de la “vida eterna” prometida en este pasaje? Pues muy sencillo, Sr. Olcese y siendo como es, que el propio Jesucristo es el que responde a su pregunta:

No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente, y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.” (Rev. 2:10).

O lo que es lo mismo, Sr. Olcese, que además de hacer lo escrito en Mat. 19:29 y que todo el que lo haga conseguirá alcanzar la vida eterna de la que se nos habla en dicho pasaje, para dar un paso más allá hay que entregar la vida con todo lo que ello implica de renuncia a una anterior condición humana, en un intento de alcanzar o “buscar” esa “corona de la vida” y en conformidad, con lo que se lee en Rev. 20:4:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, asesinados) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación mía).

Notará usted, Sr. Olcese y en primer lugar, que se nos dice que todas esas personas murieron de la misma manera, o sea, asesinadas por defender su fe; también notará que no se nos dice de esos personajes que serían resucitados (ello se presupone), sino que “llegaron a vivir”, eso es, que llegaron a tener la que, según Pablo, es la “vida que realmente lo es” (1 Tim. 6:19) o “la vida verdadera” según versiones y que no es otra que aquella vida que no está condicionada por el pecado, que finalmente lleva a uno a la muerte…… siendo esta la vida de la que gozaba Adán, pues si no hubiera pecado aún estaría vivo. Pero notemos esa expresión de “la corona de la vida” de Rev. 2:10 mencionado, que bien podríamos entender como ese plus que significa la inmortalidad y que tiene que ver, no con la duración de la vida de uno y que es de lo que nos habla la “vida eterna” o indefinida al modo de Adán, sino con la “indestructibilidad” de dicha vida eterna o sin fin y de la que no gozaba nuestro primer padre, como se vio posteriormente. Porque Pablo en 1 Cor. 15:53-54 y en claro contraste con el disparate que usted sostiene en su video acerca del sentido de dicho pasaje, no establece una relación entre vida eterna e inmortalidad, sino entre incorrupción e inmortalidad y que es algo muy distinto; pero leamos el pasaje:

Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción y esto que es mortal, tiene que vestirse de inmortalidad. 54 Pero cuando esto que es corruptible se vista de incorrupción y esto que es mortal se vista de inmortalidad, entonces se efectuará el dicho que está escrito: “La muerte es tragada para siempre”.”

Por otra parte es usted mismo, Sr. Olcese, el que nos explica que los que se levanten en esa primera resurrección y en la que según nos da a entender habrá “overbooking” (eso es, muchísimos más de los que deberían de estar) lo hacen ya con la vida eterna y la inmortalidad añadida a ella; pero que para ello sea así, Jehová Dios los ha tenido que transformar en lo que Pablo denominó “una nueva creación” (2 Cor. 5:17; Gál. 6:15), eso es, seres humanos “indestructibles” y por tanto diferentes a los seres humanos normales a la manera de Adán y producto de la venidera “restauración” mencionada en Hech. 3:20-21…… en cualquier caso, seres perfectos en todos sus extremos y teniendo vida en sí mismos, por lo que no dependen ya de una fuente exterior para sostener dicha vida y que es en definitiva lo que significa la inmortalidad; sin embargo y en apoyo de mi tesis, vea que lo que se nos dice de la “gran muchedumbre” sobreviviente de la “gran tribulación” es algo totalmente opuesto:

Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.” (Rev. 7:16-17).

Entonces si esas personas sobrevivientes tienen que ser guiadas a “fuentes de aguas de vida”, es porque no tienen, a diferencia de las anteriores, vida en sí mismas y por lo que precisan de pastoreo y ayuda para conseguir alcanzar la vida de duración eterna o indefinida de la que disfrutó Adán en su momento y que hubiera mantenido por los siglos de los siglos, si no hubiera pecado…… y por lo que en el reino de Dios y contrario a lo que usted sostiene, existirán aquellas personas que disfrutarán de la vida eterna sin ser inmortales (pues eso es lo que se infiere de la “restauración” mencionada en Hech. 3:20-21 y que devolverá al ser humano, a la misma condición de la que gozó Adán en su momento) y que será el caso de los súbditos de dicho reino, junto a aquellos que reinen en el mismo y que sí disfrutarán de la vida eterna indestructible o inmortal: ello y como yo afirmo, Sr. Olcese, significa que la vida eterna y la inmortalidad no pueden ser una misma cosa, como usted de forma disparatada asegura.

Dicho esto y para ir terminando, no estaría de más que nos explicara algo sobre estos dos puntos: el primero y siempre según su particular punto de vista, cómo puede ser que los miembros de la “gran muchedumbre” que aparece al final de la “gran tribulación”, eso es, tres años y medio después de que se haya producido la “primera” resurrección, puedan alcanzar a reinar con Cristo, cuando resulta que la puerta que lleva a ese reinar solo la transitan aquellos que participan de la misma (Rev. 20:6) y que en el momento de aparecer ellos ya está cerrada…… de lo contrario sería absurdo el que se la llamara la “primera, resurrección ¿no cree, Sr. Olcese?. Y en segundo lugar, cómo nos explica que si según usted la vida eterna es lo mismo que la inmortalidad, coexistan en el reino de Dios venidero y como ha quedado claro, personas que sí tienen vida eterna inmortal o indestructible (según nos enseña Pablo), con aquellas que producto de la “restauración” de Hech. 3:20-21 y al modo de Adán, tendrán vida eterna mortal o destructible, como está claro que es la que tuvo nuestro primer padre, eso es, vida eterna “condicionada” perpetuamente a la obediencia al Creador…… luego los primeros gozan de la vida eterna “incondicional” o no sujeta a restricción alguna o, dicho de otra manera, vida eterna inmortal o indestructible y lo que los hace totalmente diferentes de aquellos salidos de la “restauración” venidera.

Y yo, Sr. Olcese, que le conozco más que su señora madre y que merece todos mis respetos (¡qué culpa tendrá ella que le haya salido un hijo así!) ya sé que no me responderá, pues cuestiones parecidas se las llevo señalando reiteradamente y hasta el momento no ha sido capaz de responder a una sola de ellas…… otra cosa es, que usted diga que estoy equivocado en tal o cual afirmación y me salga por “los cerros de Úbeda”, mencionado textos que según usted le dan la razón (la mayoría de ellos sacados de su contexto) y ocultando a sus lectores el argumento por mí presentado para sostener la propuesta que hago y que es en donde hay que incidir pare demostrar lo errado del mismo. O en todo caso y que viene a ser lo mismo, denunciando si el pasaje usado está sacado de su contexto y en consecuencia mal aplicado, o si este no se relaciona correctamente con el contexto escritural y tarea, mucho me temo, para lo que usted no está capacitado.

Pero antes de concluir, permítame señalarle que si me tomo la molestia de responderle, no es porque me inquiete lo más mínimo la opinión que usted tenga de mis escritos y que para empezar, ni siquiera entiende aquello que está leyendo en ellos; si lo hago, Sr. Olcese, es en atención a aquellas personas que nos puedan leer a ambos, para que tengan una opción distinta a los disparates que usted enseña y saquen sus propias conclusiones. Y siendo cierto lo que usted dice en el primer video analizado, en el sentido de que mi blog es poco visitado (lo que me sorprendería y dado los tiempos que corremos, es que hablando solo de Dios lo fuera mucho), lo cierto es que los lectores que me honran con sus visitas son constantes en ello y lo cual les agradezco infinito; notándose un crecimiento mínimo pero continuado en su querida Perú, en dónde de tener sobre unas diez visitas diarias, he pasado últimamente a tener entre veinte y treinta…… y es a todas esas personas que me visitan, a las que dirijo mis escritos, porque son agradecidas y constantes en querer aprender de Dios (de las que también aprendo yo con sus certeros comentarios) y por las que hago lo que puedo, siempre dentro de mis limitaciones. En cambio, me consta que con usted no merece la pena siquiera dedicar unos minutos de mi atención, porque es un perfecto ignorante al que un ego demasiado elevado le impide siquiera reconocer una mínima posibilidad de error en alguna de sus propuestas; y no entienda con esto, aquello que no le digo, eso es, que yo piense que no pueda equivocarme, que sí puedo hacerlo…… lo que yo señalo, es su tremenda y manifiesta incapacidad para demostrarlo.

Armando López Golart

¿CUÁNDO «APARECEN» EN ESCENA, LOS 144.000 COGOBERNANTES CON CRISTO?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 13/06/2014 by Armando López Golart

eJONQ4_9skw_s1600_the_144_000_first_fruitsEstá claro que sobre este número se ha discutido muchísimo (¡y lo que te rondaré, morena!), básicamente en aquello que tiene que ver con el presunto simbolismo de dicha cifra o en su defecto, de la literalidad de la misma; y siendo que la posición de los autores de este blog va en línea con aquellos que defienden su literalidad, hoy nos vamos a ocupar de otro aspecto de la cuestión y que a nuestro entender, no está del todo claro ni siquiera entre aquellos que defienden dicha literalidad, porque veamos: una cosa que está fuera de toda duda y que nadie entra a discutir, es que los 144.000 “sellados en la frente con el sello de Dios” de Rev. 7:4, son exactamente los mismos que aparecen al lado de Jesucristo en Rev. 14:1 y sea dicha cantidad simbólica o literal, que para el caso tanto da, que da lo mismo.

Pasaje el de Rev. 14:1 mencionado y como explicábamos en nuestro artículo del 07/06/14, que no es más que una visión por adelantado de lo dicho en el Sal. 2:5-6, por tanto, la representación de Cristo ya en el ejercicio de sus funciones como rey y con lo que tenemos, según la lógica y razón más elementales, que los que le flanquean en dicha visión no pueden ser otros que aquellos que le acompañan en su reinar sobre la tierra…… hasta aquí todo correcto, pues repetimos que esta idea es compartida tanto por aquellos que afirman acerca de la simbología del “numerito” en cuestión, como por aquellos que defienden su literalidad; pero hete aquí, que surge un problema en el que pocos han reparado y que tiene que ver con lo que se lee en Rev. 7:1-4:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar, 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.

4 Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.”

Ya a continuación, se nos pasa a relatar la procedencia de estos personajes como provenientes de las distintas tribus de Israel; ahora bien, la primera cuestión por la que habría de preguntarse y por su importancia en el asunto, tiene que ver con ese “Después de esto” con que inicia el verso uno, sería…… después ¿de qué? Pues después de la apertura de los seis primeros sellos de los que se nos habla en el capítulo anterior y que llevan a la humanidad de manera progresiva a la época de dificultad sin precedentes que se corresponde con los tiempos actuales por los que estamos atravesando y que nos lleva a enfrentar al problema mencionado. Porque estas palabras nos sitúan en el preciso momento del inicio de la semana 70 de Dan. 9:27 y evento que de momento aún es futuro (aunque no está muy lejos en el tiempo), que comprenderá los últimos siete años del mundo tal como lo contemplamos…… y según hemos leído, es precisamente durante ese período de tiempo (concretamente en su primera mitad o tres años y medio) en que son reunidos esos 144.000 personajes que tienen que reinar con Cristo y que, según una primera teoría, son literales y según una segunda teoría que toma la cantidad como simbólica, estaríamos hablando de la suma de esos 144.000, más los miembros de la “gran muchedumbre” y en un “tótum revolútum”, algo que sencillamente es un puro disparate por la sencilla razón de que la aparición de ambos grupos, sucede en momentos diametralmente opuestos, pues aquellos que tienen que reinar con Cristo, salen de la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6, mientras que los miembros de la “gran muchedumbre” lo hacen al final de la “gran tribulación”, eso es, tres años y medio después de acontecida esta…… pero veamos el pasaje señalado:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros que no participen de la misma) la muerte segunda no tiene autoridad (lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones nuestras).

Es fácil de entender y a tenor de lo leído, que solo los que “tienen parte” en esa primera resurrección, son los que alcanzan la inmortalidad y el reinar con Jesucristo en el reino de Dios…… pero resulta y repetimos para que la idea quede clara, que mientras esa “primera” resurrección se produce momentos antes de que comience la “gran tribulación” (1 Tes. 4:15-17) que dura por tres años y medio, lo que ocurre con la “gran muchedumbre” mencionada es que aparece al final de dicho período de tiempo, o sea, pasados esos tres años y medio desde el momento de producirse la mencionada “primera” resurrección. Y por lo que, razonablemente, aquellos que mueran dentro de ese período de la “gran tribulación” no pueden participar en ella (algo que explicamos con todo detalle, en el artículo al que les remitimos en el primer párrafo de este escrito) y por tanto, formar parte de dicho gobierno teocrático…… cuanto menos, aquellos que sobreviven a la misma (eso es, que salgan con vida de ella), pues no pueden participar de resurrección alguna al no haber muerto.

Pero tampoco es este el problema al que nos referimos, pues el tal existiría aunque la cantidad de 144.000 fuera tomada de manera literal, pues según lo leído estos se “recolectan” dentro de los primeros tres años y medio de la semana mencionada y período de tiempo que abarca Rev. 7:1-4; porque si hemos dicho que esos personajes aún por recoger, son lo que reinarán al lado de Cristo en el reino de Dios y algo en lo que todo el mundo está de acuerdo…… ¿en dónde metemos, entonces, a aquellos que siguieron a Jesús en el primer siglo y con los que éste, precisamente, estableció el pacto para un reino?:

Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30).

Es obvio que ello nos situaría ante una flagrante contradicción del texto sagrado y dado que las Escrituras no se contradicen, el error tiene que encontrarse en la interpretación que del pasaje de Rev. 7:1-4 y que dice otra cosa de lo que el general de los teólogos interpreta y que nos da la solución al problema planteado; teólogos, que lejos de ajustar su punto de vista a lo dicho en la Biblia, intentan que esta se ajuste a lo que ellos entienden que se dice en ella. Y es que como tantas veces hemos dicho desde este blog, para comprender el contenido del contenido escritural no solo hay que saber leer, sino también saber analizar desde la lógica y el sentido común aquello que se ha leído…… y saber leer la Biblia, significa el leerla en clave de contexto, bien sea este el más inmediato a la porción que estamos analizando, bien sea el general de las Escrituras. Porque lo que a Juan se le dice en Rev. 7:1-4 y leído en clave de contexto escritural, no es que en ese momento se recoge a todos los que tienen que reinar con Cristo, sino que lo que se le dice en los versos del 1 al 3 es que se va a propiciar un tiempo favorable para el sellamiento de determinados personajes, para a continuación revelarle cual es la cantidad total y desconocida hasta ese momento, del conjunto de aquellos que formarán parte de ese grupo que acompañará al Hijo de Dios en su reinar y ello en el verso 4; dicho lo cual, analicemos ahora de nuevo y con perspectiva de contexto general, qué es lo que se le dice a Juan y básicamente en ese verso 3:

“…… y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.”

¿Se le estaba hablando a Juan, del sellar en ese momento del total de los 144.000 “esclavos” de Dios? Obviamente no lo entendió así el bueno de Juan, pues él era depositario de una información que previamente se le había entregado y que era la siguiente:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.” (Rev. 6:9-11).

Luego lo que aquí se nos está diciendo, es que a una cantidad desconocida de personas que habían “sido degolladas (o “asesinadas” según versiones) a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener” y en determinado momento de la historia, se les tenía que añadir “un resto” compuesto por otra determinada cantidad y que tenían que morir “como ellos también lo habían sido”…… eso es, que a esos personajes que pedían justicia a Jehová por el trato que se les había dado, se les tenía que añadir una residual cantidad y para completar una cantidad mayor, que solo puede ser el total de los que con Cristo tienen que reinar, eso es, los 144.000 de Rev. 14:1 y que por primera vez es revelada en Rev. 7:4. De hecho, lo que se lee en Rev. 11:3-6 es la aparición aquí en la tierra y al inicio de la señalada semana 70 de Dan. 9:27, de los llamados “dos testigos” y poderosísimos personajes a la manera de los Pedro, Juan, Pablo y otros, que al igual que a estos en su momento, también se les asigna la obra de profetizar o predicar y en cumplimiento de Mat. 24:14; no tenemos claro los autores de este blog, si serán dos únicos personajes o unos pocos más, pues esto es lo que se lee en la profecía de Miq. 5:5 y apuntando a los tiempos del fin y algo que señalamos como una mera posibilidad:

Y este tiene que llegar a ser paz. En cuanto al asirio, cuando entre en nuestro país y cuando pise sobre nuestras torres de habitación, nosotros también tendremos que levantar contra él siete pastores, sí, ocho adalides de la humanidad.”

En todo caso lo que está claro, es que estaríamos hablando de un reducidísimo grupo de personas a recoger en ese espacio de tiempo que abarca Rev. 7: 1-3 y que faltarían para “completar” el número total de los 144.000 de Rev. 7:4; añadámosle a lo dicho, la circunstancia de que el sello de aprobación sobre estas personas y según lo dicho por Jesucristo, solo se les concede después de que hayan entregado la vida en defensa de su fe y de ahí, que los vientos sean sujetados “hasta” que se haya efectuado el sellar de esos individuos y que tiene que coincidir con el momento de su muerte…… pero veamos como expresó el Hijo de Dios dicha idea:

No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida (eso es, “sellado” para inmortalidad).” (Rev. 2:10). (Acotación nuestra).

De hecho, ese es el enfoque que tenía el apóstol Pablo de la situación, cuando dijo estas palabras registras en Rom. 6:5:

Porque si hemos sido unidos con él en la semejanza de su muerte (asesinados por defender su integridad a Dios), ciertamente también seremos unidos con él en la semejanza de su resurrección (eso es, en gloria e inmortalidad).” (Acotaciones nuestras).

Entonces parece quedar claro, que el sellar está intrínsecamente relacionado con la muerte del individuo y cuando ya ha demostrado, lejos de toda duda, que se ha hecho merecedor de dicho galardón al ofrecer su propia vida para alcanzarlo; de hecho, un personaje de la categoría de Pablo, que levantaba muertos, fue el que dijo estas palabras:

“…… a fin de conocerlo a él y el poder de su resurrección y una participación en sus sufrimientos, sometiéndome a una muerte como la de él, 11 para ver si de algún modo puedo alcanzar la resurrección más temprana de entre los muertos.

12 No que lo haya recibido ya (el sello del Dios vivo), ni que ya haya sido perfeccionado, sino que prosigo para ver si también puedo asir aquello para lo cual yo también he sido asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, todavía no me considero como si lo hubiera asido; pero hay una cosa en cuanto a ello: Olvidando las cosas que quedan atrás y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá, 14 prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús.” (Col. 3:10-14). (Acotación nuestra).

Luego Pablo entendía que no había alcanzado aún “la meta”, a menos que muriera una muerte como la de Cristo, eso es, asesinado en defensa de su fe y con ello alcanzar “el premio” de la inmortalidad y el reinar con él durante el milenio; y eso es lo que ocurre con esos “dos testigos” mencionados, pues esto es lo que se nos dice de ellos en Rev. 11:7:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (al final de los 1.260 días o tres años y medio), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará.” (Acotación nuestra).

Y siendo en este momento, cuando reciben el sello de aprobación para vida inmortal y con lo que finaliza el sellar de aquellos que tienen que reinar con Cristo, momento en que se cumplen las palabras ya comentadas de Rev. 7:3:

“…… y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios.”

Porque es después de dicho sellar, cuando son soltados los “cuatro vientos” de destrucción de los versos 1 y 2 que eran retenidos e inicia la “gran tribulación”; sin embargo, notemos que en este pasaje no se nos dice cuántos componen ese grupo de sellados y que de ninguna manera pueden ser el total de los 144.000 que en Rev. 14:1 aparecen reinando al lado de Jesucristo, pues de lo contrario se quedarían fuera de ello los apóstoles y demás sellados del primer siglo, aparte que no tendría sentido el contenido de lo relatado en la apertura del quinto sello. Luego de lo dicho hasta ahora, parece ir tomando cuerpo el hecho de que estos por causa de quienes los vientos de destrucción de la tierra tienen que ser retenidos y para llevar a cabo determinada comisión (Mat. 24:14), no son otros que los “dos testigos” o resto ungido por aparecer y que sean cuantos sean (perfectamente podrían ser solo dos), son los necesarios para “completar” el indeterminado grupo de aquellos que murieron siglos antes que ellos y que se les representa en Rev. 6:9-11, pidiendo justicia al Altísimo…… por lo que cuando sepamos la cantidad exacta se esos que son prefigurados por los “dos testigos”, sabremos con exactitud en número de aquellos que se nos muestran en Rev. 6:9-11 y que claman por justicia.

Por otra parte y haciendo un pequeño inciso, el hecho de que en ese pasaje se nos hable de un número por “completar”, ya desbarata la enseñanza del simbolismo del número 144.000, pues se nos está hablando de un número predeterminado por Jehová Dios y cuya recolección se interrumpió en cierto momento de la historia, para continuar siglos después con la aparición del “resto ungido” mencionado y prefigurados en los “dos testigos”…… recordemos que desde la desaparición de los apóstoles y sus directos seguidores al final del siglo primero e inicios del segundo, no hay registro de que hubieran existido sobre la tierra personajes de esas características hasta la aparición de esos poderosísimos “dos testigos”. Que ello es como se lo decimos, queda claro cuando leemos detenidamente lo dicho por el apóstol Pablo en su primera carta a la congregación de Tesalónica, eso sí, siempre que lo leamos en clave de contexto escritural:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor, no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos (eso es, que estuvieran vivos en el momento de la venida de Cristo) seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (1 Tes. 4:15-17). (Acotación nuestra).

Lo que Pablo estaba diciendo, es que en ese momento y a veinte años de la muerte de Jesús, ya había “muertos en unión con Cristo”, eso es, asesinados por su lealtad y a los que se fueron añadiendo posteriormente otros hasta el final del primer siglo, entre los que se contó el propio Pablo; sin embargo, el punto importante de lo que él señaló, está en el hecho de que en un futuro aún lejano se levantarían en la tierra personas tan poderosas como ellos fueron (Rev. 10:11), que tendrían también que ser muertos como ellos y estableciendo esa separación en el tiempo de la que les hemos hablado; ya todos reunidos, después de su muerte en sacrificio, es cuando se produciría el reencuentro de todos ellos con Jesucristo…… y momento que en la Revelación o Apocalipsis, se nos detalla en el siguiente pasaje:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. (……) 11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie, y gran temor cayó sobre los que los contemplaban.” (Rev. 11:7; 11).

Instante que coincide con el final de la primera mitad de la 70 semana de Dan. 9:27, en dónde se produce la mencionada “primera” resurrección y el reencuentro con Jesucristo que desciende a la tierra como poderoso rey, el “ocultar” por parte de Jehová del inmenso gentío que habrán hecho caso de lo profetizado o predicado por sus enviados y ya se entra en el inicio de la “gran tribulación”, dirigida contra aquellos que han rechazado la oportunidad que se les ha brindado de pasar al reino de Dios con vida y con la expectativa de vivir eternamente (Juan 3:16); y castigo del que se nos dan algunos detalles en Rev. 16:1-21.

Por lo que resumiendo, la cosa estaría así: en Rev. 7:1-3, se le muestra a Juan un período de tiempo en el que se concitarían determinados sucesos y que finalizarían con el sellamiento de determinados personajes con “el sello del Dios vivo” y que se corresponden con los “dos testigos” y sean estos cuantos sean (en todo caso una ínfima cantidad, para completar una cantidad mayor, según Rev. 6:11), pues estos son los que aparecen al inicio de la mencionada semana 70 de Dan. 9:27, que por 1.260 días están “profetizando” por toda la tierra habitada y tiempo en el que se circunscriben los hechos de Rev. 7:1-3. Posteriormente a esto, a Juan le es revelado el total de componentes que conformarán ese grupo por completar, cuando le sean añadidos a este la cuantía de los componentes del “grupeto” de los “dos testigos” y que, repetimos, podrían ser perfectamente solo dos personas. Luego a Juan y en ese verso 4, no se le dijo que en ese tiempo concreto señalado en Rev. 7:1-3 se sellarían a 144.000 individuos, sino que lo que se le dijo y leyendo en clave de contexto, es que los que fueran sellados en ese momento redondearían un número no completado, siempre en línea con Rev. 6:11, e idea que el apóstol Pablo expone también en 1 Cor. 15:51-52:

¡Miren! Les digo un secreto sagrado: No todos nos dormiremos en la muerte (eso es, el permanecer largo tiempo en la muerte o inexistencia), pero todos seremos cambiados 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta y los muertos serán levantados incorruptibles y nosotros seremos cambiados.” (Acotación nuestra).

Hablando en abstracto, lo que se nos quiere decir es que del grupo de los que reinarán con Jesucristo y de los que una inmensa mayoría estuvieron dormidos en la muerte por siglos y que sus cuerpos descompuestos, ya pasaron a formar parte del suelo del que procedían, estarían unos pocos que aparecerían al final de los tiempos y que se corresponden con esos “dos testigos” o resto de “ungidos” aún por aparecer, cuyos cuerpos no verían corrupción, pues serían devueltos a la vida en los mismos cuerpos que tenían antes de que dicho proceso se iniciase…… de ahí que Pablo señale que mientras los primeros serían “levantados” o recibirán nuevos cuerpos incorruptibles (o inmortales), los segundos serían sencillamente “cambiados” de condición, eso es, de mortal a inmortal y en los mismos cuerpos que tenían antes de morir; de hecho, eso es lo que Pablo nos afirma en los versos que siguen a los mencionados, el 53 y 54:

Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción y esto que es mortal tiene que vestirse de inmortalidad. 54 Pero cuando esto que es corruptible se vista de incorrupción y esto que es mortal se vista de inmortalidad, entonces se efectuará el dicho que está escrito: “La muerte es tragada para siempre”.”

Y es que prescindiendo de que este tema da para mucho más y que probablemente lo tocaremos en un próximo artículo, lo cierto es que de no ser ello tal como lo planteamos nosotros, ni las palabras de Pablo que acabamos de mencionar, o en su defecto las de 1 Tes. 4:15-17 tendrían el menor sentido, ni el pacto por un reino celebrado entre Jesús y sus apóstoles se entendería, pues estos quedarían excluidos de participar en dicho reino si aceptáramos la interpretación general que de Rev. 7:1-4 se nos hace; porque algo que tienen claro todos los teólogos y autores bíblicos que hemos leído y que hemos mencionado en varias ocasiones en este escrito, es que signifique lo que signifique esa cantidad de 144.000 de Rev. 7:4, son los mismos que aparecen en Rev. 14:1 al lado de Jesucristo ya en su posición como rey sobre el monte Sión…… luego si estos y repetimos para énfasis, sean quiénes sean, son lo que reinarán con él durante el milenio y que aún no han aparecido ¿dónde metemos, entonces, a los apóstoles y resto de santos del primer siglo y con los que Jesús estableció el pacto para un reino?

Pero esto, querido amigo que nos lee, no es más que una opinión de aquello que los autores de este blog entendemos que realmente se nos está diciendo en Rev. 7:1-4 y siempre teniendo en mente el contexto escritural, eso es, leyendo en clave de contexto…… lo que usted haga con esta información, ya depende de su soberana decisión; aunque como alguna veces recomendamos, no estaría de más asegurarse de si lo que se ha expuesto en este escrito se ajusta a lo que usted lee en su ejemplar de las Escrituras y que son, en definitiva, las que ponen blanco sobre negro. Pues bien podría ser, que aquí “los mendas” (los autores de este blog), lo que hayamos hecho no haya sido otra cosa que contarle una “milonga” y como algunos que se las dan de “teólogos”, hacen continuamente; o sea…… que usted mismo.

MABEL

LOS SÚBDITOS DEL REINO DE DIOS.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , on 07/06/2014 by Armando López Golart

th 3Sabido es que el tema central de las Escrituras y sobre el que estas giran, tiene que ver con la instauración en la tierra de lo que se conoce como el “el reino de Dios” o “reino de los cielos”, solución a todos los problemas que atenazan al ser humano y tema que abordábamos en este blog en nuestro anterior escrito del 02/06/14 titulado “…… y sobre la tierra, angustia de naciones.”; tan importante es para la humanidad la instauración de dicho reino que, según propias palabras, el anunciar sobre el mismo fue la razón principal del ministerio de Jesús aquí en la tierra:

Pero él les dijo: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”.” (Luc. 4:43).

Siendo ello así, es obvio que deberíamos dar una más que notable atención a lo que está envuelto en ese acontecimiento venidero y averiguar, no solo quiénes participarán en el gobierno de dicho reino, sino algo no menos importante, como es el saber quiénes serán los beneficiarios del mismo y lo que hay que hacer para ser uno de estos…… no olvidemos que un reino tipo y según hemos visto a lo largo de la historia, es el conformado por unos pocos que gobiernan sobre unos muchísimos que son gobernados y con lo que resulta que el más elemental cálculo de posibilidades, le sitúa a uno como miembro del conjunto de dicho “súbditaje”; y de ahí el interés, en averiguar lo relacionado sobre este particular. Partiendo de esta idea, vemos que ese gobierno de hechura divina (ya que proviene de Dios) y según nos plantean las Escrituras, estará compuesto por Jesucristo y 144.000 asociados (extremo este, polémico donde los haya y del que hablaremos más adelante), que gobernarán sobre una gran multitud de personas sobrevivientes de lo que se conoce como la “gran tribulación” e idea que defienden los TJ y con la que los autores de este blog estamos de acuerdo…… lo que nos ha valido para que algunos nos asocien en cuanto a ideas, entre ellos el ínclito Apologista Mario Olcese, con esos señores y que se nos acuse de mantener aún “reminiscencias” de nuestro pasado como miembros de esa secta.

Porque de nada parece haberle servido al caballero en cuestión, que repetidas veces le hayamos explicado que nosotros no decimos lo que dicen los TJ, sino solo aquello que está registrado en las Escrituras…… otra cosa es, que ambas partes coincidamos en propuestas parecidas acerca de algún tema, porque eso sea lo que se lee en ellas y lo que, obviamente, no identifica a nadie con nadie. Sencillamente y como dijo el poeta “la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero” y si mucho nos apuran, queridos lectores, hasta si el que la dice es el mismísimo puerco; por lo tanto, si los TJ dicen que solo 144.000 son los que reinan con Cristo y eso coincide con lo que dice el registro escritural (como así es y cuestión que analizaremos a lo largo de este escrito), no entendemos que haya que decirse lo contrario, solo porque esta enseñanza la defiendan también esos señores. Por lo que tal parece que el problema en el caso del Sr. Olcese sea otro, eso es, que a falta de recursos para poder negar la clara evidencia de veracidad en nuestros planteamientos y que desbaratan sus disparatadas enseñanzas, dicho personaje intenta la táctica del descrédito personal al señalar constantemente nuestra antigua militancia en dicha organización religiosa y en la que él, por cierto, también militó…… sin embargo a nosotros y que tenemos por mucho, más fundamentos bíblicos que dicho caballero (por lo que no tenemos que recurrir a esa barriobajera actitud del desprestigio personal, en función de determinado pasado), no se nos ocurre tachar al citado autor de tener ideas “jehovistas”, porque al igual que ellos defienda la idea, por ejemplo, de un venidero reino de Dios, o de una venidera “gran tribulación, o la del milenio, etc. etc., ya que ello sería absurdo; y siendo que en el caso que hoy nos ocupa, que de nuevo esos señores se apegan correctamente a lo que sobre este tema está escrito en la Biblia y el Sr. Olcese, como siempre, no sabe ni de lo que nos habla.

Y todo ello viene a cuento de que hace unos días y como ya les hemos adelantado, Apologista Mario Olcese objetó a un planteamiento que nosotros habíamos presentado acerca de los entresijos de ese reino por venir, pues en un video titulado “¿Son los súbditos del reino, los fieles de la gran tribulación?” y publicado el 03/06/14, negaba que las cosas fueran tal como nosotros las exponíamos y que en algunos puntos eran coincidentes con lo que defienden los TJ; la idea alternativa que nos presenta el caballero en cuestión y para meternos ya en harina, es la de que los 144.000 más los sobrevivientes de la “gran tribulación” mencionados, son los que como un “tótum revolútum” reinarán con Cristo en el milenio, mientras que los que ocuparán esa plaza de súbditos de ese reino por venir serán las personas de las que se nos habla en Zac. 14:16 y pasaje en el que se lee sigue:

Y tiene que ocurrir que, en lo que respecta a todos los que queden de todas las naciones que vienen contra Jerusalén, ellos también tendrán que subir de año en año a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos y a celebrar la fiesta de las cabañas.”

Excusamos decir, que en este blog ya nos hemos pronunciado al respecto en algunos de nuestros escritos anteriores acerca de tan disparatada propuesta y sin que el Sr. Olcese se haya dado por enterado y con ello, rebatido nuestros argumentos acerca de esta cuestión. Pero notemos y continuando con nuestro análisis, en qué fija su atención dicho autor sobre nuestro escrito, para sostener su objeción y que tiene que ver con la siguiente porción que transcribimos del mismo:

“De ahí que la gran promesa en torno a la que giran las Escrituras, sea la de un cambio radical de gobierno para la humanidad y en un futuro ya inmediato, en la forma de “nuevos cielos” y gobierno venidero que estará conformado por Jesucristo y sus 144.000 fieles seguidores (Rev. 14:1), poniendo con ello remedio a la catastrófica situación que en todos los aspectos amenaza al ser humano; gobernando, obviamente, sobre una “nueva tierra” compuesta por los sobrevivientes de la “gran tribulación” (Rev. 7:14), eso es, de personas que se han ganado el favor del Altísimo por su lealtad, pues esto es lo que se lee en Rev. 11:18:

Pero las naciones se airaron y vino tu propia ira y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados; y para dar su galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre (en el sentido positivo del término), a los pequeños y a los grandes y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra.” (Acotación nuestra).”

Lo que el Sr. Olcese pone en duda de nuestra aseveración, es el que esas personas se hayan “ganado” el favor de Dios con su actitud y que por eso estén como súbditos en dicho reino, pues él sostiene y apoyándose en Zac. 14:16, que los súbditos de dicho gobierno teocrático salen de los sobrevivientes de entre aquellos pueblos rebeldes que han subido a pelear contra Jerusalén (por lo que no pueden haberse ganado el favor de Dios) y que se han escapado de morir en el subsiguiente juicio divino, como si a Jehová se le pudiera “escapar” alguien de recibir su galardón, sea este bueno o malo…… eso es, una justa retribución según la conducta de uno; pero en primer lugar y para desbaratar esa extraña idea del personaje referido y que una vez más, hace gala de un nulo conocimiento del contenido escritural, veamos la razón por la que esas personas sobrevivientes de esa “gran tribulación” mencionada en Rev, 7:14 y fueren quienes fueren, pasan a convertirse en los primeros súbditos del mencionado reino:

Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos”.” (Rev. 7:13-15).

Luego está claro que esas personas han accedido a la condición de súbditos del reino de Dios, no porque se hayan “escapado” de las consecuencias de una rebelde actitud de enfrentamiento con Jehová, atacando Su santa ciudad, sino porque han ejercido fe en el rescate de la sangre de Jesucristo y como queda meridianamente claro en el pasaje mencionado. Por otra parte, está el hecho incontestable de que en la Revelación o Apocalipsis y en ese mismo capítulo 7, queda perfectamente establecido que al reino de Dios solo entran dos grupos de personas perfectamente delimitados: uno identificado como los 144.000 y que serán los que gobernarán en dicho reino y otro, compuesto por los sobrevivientes de ese evento devastador que será la llamada “gran tribulación” y por la razón ya expuesta, que serán los gobernados…… luego nada se nos dice de un tercer grupo de unos supuestos personajes “escapados” de una rebelión en contra de Dios y como figurantes en ese reparto, o al menos no se nos da a entender dicha posibilidad en la lectura de este pasaje; pero profundicemos un poco más en el asunto.

Porque en cuanto al pasaje de Zac. 14:16 aludido por el Sr. Olcese y que ya hemos mostrado, explicábamos en nuestro artículo del 11/07/12 el significado de su contenido y sin que obtuviéramos la menor respuesta de dicho autor; no obstante e inasequibles al desaliento, persistiremos en nuestro “samaritano” empeño para ver si con ello conseguimos que dicho caballero entre en razón (algo “dificililla” se nos antoja la cosa), en el sentido de que lo que se nos dice en ese texto, nada tiene que ver con aquellos que serán súbditos del reino de Dios…… por lo que volveremos a explicar de qué realmente se nos habla en dicho pasaje y teniendo en cuenta que es precisamente alrededor del mismo que D. Mario cimenta su presente objeción. Pero a diferencia del autor aludido y como tenemos por costumbre en este blog, nosotros colocaremos dicho pasaje en su debido contexto y lo que nos permitirá comprobar, si en el mismo se nos dice algo que nos pudiera sugerir que de los que se enfrentan a Jehová, al atacar Jerusalén, vaya a haber sobreviviente alguno:

Y esto es lo que resultará ser el azote con el cual Jehová azotará a todos los pueblos que realmente hagan servicio militar contra Jerusalén: Habrá el pudrirse de la carne de uno, mientras uno está parado sobre sus pies; y los ojos mismos de uno se pudrirán en sus cuencas y la lengua misma de uno se pudrirá en la boca de uno.

13 Y en aquel día tiene que ocurrir que entre ellos se hará extensa la confusión procedente de Jehová; y cada uno realmente agarrará la mano de su compañero y su mano realmente subirá contra la mano de su compañero. 14 Y Judá mismo también estará guerreando en Jerusalén; y la riqueza de todas las naciones en derredor ciertamente será recogida, oro y plata y prendas de vestir en abundancia excesiva.

15 Y así resultará ser el azote del caballo, el mulo, el camello, el asno y toda suerte de animal doméstico que se halle en aquellos campamentos, como este azote.

16 Y tiene que ocurrir que, en lo que respecta a todos los que queden de todas las naciones que vienen contra Jerusalén, ellos también tendrán que subir de año en año a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos y a celebrar la fiesta de las cabañas.” (Zac. 14:12-16).

Según lo leído parece quedar claro, que no pueden existir sobrevivientes de aquellos que vayan contra Jerusalén, puesto que los que no sean muertos por “el azote” o “plaga” enviado por Jehová (v. 12), se matarán entre sí a raíz de la confusión que Este provoca entre ellos, según el verso 13; que esto es tal cual se lo decimos, queda probado cierto cuando profundizamos en el contexto escritural sobre lo relatado acerca de ese mismo dicho trágico evento por otros profetas, lo que nos lleva directamente a la profecía de Sofonías y en donde se lee como sigue…… y repetimos que estaríamos hablando del mismo suceso:

El gran día de Jehová está cerca. Está cerca y hay un apresurarse muchísimo de él. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. 15 Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y de densas tinieblas, 16 día de cuerno y de señal de alarma, contra las ciudades fortificadas y contra las elevadas torres de las esquinas. 17 Y ciertamente causaré angustia a la humanidad y ciertamente andarán como ciegos; porque han pecado contra Jehová. Y su sangre realmente será derramada como polvo y sus entrañas como el estiércol. 18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra.” (Sof. 1:14-18).

Queda diáfano por el relato que se da en ambos pasajes de ese un mismo suceso, que no se salva ni el apuntador de entre aquellos que se levantan contra Jerusalén; luego ¿a quiénes apuntan esas palabras de Zac. 14:16, cuando se nos habla de “los que queden” de todas las naciones que vienen contra Jerusalén y que tendrán que subir de año en año a rendir pleitesía al Gran Rey? Pues, sencillamente, a miembros individuales de esas naciones que se levantan contra Jehová y que no subirán a pelear contra Jerusalén, por lo que no sufrirán destrucción eterna ante la ira de Este y personas de las que hablaremos a continuación; pero antes y para entender correctamente este planteamiento que hemos formulado, tenemos que averiguar primero los hechos concurrentes en el momento histórico en que se produce dicho enfrentamiento. Y es que recordarán ustedes, que les hemos hablado muchas veces de la profética semana 70 de Dan. 9:27 y de lo que dentro de ese marco de circunstancias va a ocurrir, período de tiempo que abarca los siete últimos años del mundo tal como lo contemplamos a día de hoy…… y siendo este el orden en que se producen los distintos acontecimientos dentro de dicho período de tiempo: esta semana 70 inicia con la aparición del personaje “anticristo” y que queda identificado por el pacto de paz por siete años que consigue establecer “entre los muchos”, eso es, fundamentalmente entre judíos y musulmanes; al unísono, aparecen también los “dos testigos” o resto ungido de Rev. 11:3 y que tienen la comisión de liderar la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14, que se extiende por 1.260 días o tres años y medio y con lo que estaríamos hablando de la primera mitad de la semana mencionada.

A estos proclamadores les seguirá una inmensa multitud que creerá en su mensaje y se “montará en el carro” del reino de Dios, siendo esta multitud conformada por los miembros individuales de las naciones que posteriormente atacarán Jerusalén y a los que acabamos de hacer mención, que puesto que no se oponen a Jehová no suben a pelear contra Jerusalén…… e inmensa multitud que será recogida, durante un período de tiempo caracterizado por una relativa era de tranquilidad y progreso (Rev. 7:1-3), circunstancia que favorecerá la labor de predicación por todo el globo y siendo esta, la idea que nos quiere transmitir el pasaje que acabamos de señalar. Acabada su tarea o comisión y según Rev. 11:7, la “bestia” liderada por el mencionado “anticristo” dará muerte a esos “dos testigos” que les han dado la “matraca” por 1.260 días y tendrá sus cadáveres expuestos por espacio de tres días, al término de los cuales son levantados de nuevo a la vida y preciso momento en que se cumple lo dicho por Pablo en 1 Tes. 4:15-17…… y no pierdan de vista el contenido de este pasaje, pues nos será útil más adelante para desmontar el incomprensible planteamiento del Sr. Olcese:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor, no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero (eso es, inicia la llamada “primera” resurrección). 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos, seremos arrebatados (con lo que se “completa” según Rev. 6:9-11, el grupo de los 144.000) juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (Acotaciones nuestras).

Simultáneamente a esto, aquellos que han aceptado el mensaje de ese “resto ungido” enviado por Jehová, son “ocultados” o protegidos por Este y cumpliéndose en ellos lo profetizado en Isa. 26:20-21; en Sof. 2:2-3 y en el Sal. 91…… es a continuación de ese “ocultar” milagroso, cuando empieza la “gran tribulación” o el “día de la ira de Dios” y dirigido contra aquellos que rechazaron la oferta de Sus enviados en cuanto a asirse de la esperanza del reino; “gran tribulación” que tiene su desarrollo por los restantes tres años y medio, finalizados los cuales se entra ya en el reino de Dios. Este es el momento en que aparecen de nuevo en escena esos que habían sido apartados u ocultados, en todo caso protegidos de esa destrucción de la humanidad desobediente (por tanto sobrevivientes) y de la que se nos habla tanto en Zacarías como en Sofonías; para ilustrarlo gráficamente, personas que a la manera de Noé o de los israelitas en Egipto, habrán sido librados de afrontar los rigores de dicho evento destructivo, convirtiéndose por ello en los primeros súbditos del reino de Dios.

Por lo tanto, es un total disparate la afirmación que nos hace el Sr. Olcese en el video objeto de análisis y en una pésima interpretación, no solo de Rev. 7:14, sino de todo el contexto escritural y del que no tiene ni idea, en el sentido de que por la “gran tribulación” vayan a pasar personas (creyentes cristianos, según nos cuenta) que serán “probadas” con respecto de su fe y que puedan salir con vida y airosas de la misma o en su defecto, que mueran en ella en defensa de dicha fe y por lo que, unas y las otras, pasarían a engrosar las filas de aquellos que han de reinar con Cristo…… cuando la realidad es que dicho evento y como hemos señalado, va dirigido exclusivamente contra y para su total destrucción, no de cristianos fieles, sino de aquellos que durante los 1.260 días o primeros tres años y medio de predicación, no hayan aceptado la oferta del reino y que es lo que será publicado u ofertado por los “dos testigos” o “resto ungido” por aparecer. Luego y a modo de inciso, permítannos señalar que debe quedar claro y así lo entendemos nosotros de las Escrituras, que la oportunidad de acceder al reino en calidad de súbdito del mismo, se circunscribe únicamente a esos 1.260 días por iniciar aún, pues terminados estos se termina dicha oportunidad y se pasa, por parte de Jehová, al inmediato castigo o aniquilación eterna de aquellos que le han afrentado no aceptando Su oferta y encima, revolviéndose contra Él, atacando la ciudad de Jerusalén.

No siendo por tanto más que una falsedad, la afirmación sostenida por los teólogos de las actuales organizaciones religiosas en el sentido de que hoy se está predicando el “evangelio de salvación” y chorradas por el estilo, como la misma predicación de los TJ o la de elementos individuales como el propio Sr. Olcese, que no sirven absolutamente para nada como no sea para que los dirigentes de esas organizaciones que promueven esas campañas de predicación, vivan como reyes a costa de los incautos que les creen. ¡Hombre!, no deja de ser cierto que aquellos que ya hoy se interesan en el tema, probablemente lo tendrán más fácil para aceptar el mensaje venidero y actuar en una secuencia positiva, que aquellos que ahora pasan olímpicamente de las cosas de Dios; pero en términos prácticos y que es lo que nos interesa, lo que va a contar para escaparse uno de sufrir el castigo divino será lo que ocurra durante esos 1.260 días por venir y en función de la decisión que cada uno tome ante el mensaje recibido: aceptar de buena gana la propuesta ofertada, conllevará el ser protegido de la destrucción venidera y poder con ello acceder al reino de Dios en calidad de súbdito…… y el no aceptarla, significará la destrucción eterna durante la “gran tribulación”.

Hecho este pequeño inciso, volvamos a dónde estábamos y que tenía que ver con el tremendo error que comete el Sr. Olcese en su planteamiento y en una total falta de capacidad para razonar con un mínimo de lógica y sentido común sobre aquello que lee, porque veamos: sabemos que los sobrevivientes de la “gran tribulación” aparecen al término de la misma, pues se nos dice de estos que “salen” de ella (Rev. 7:14); por otra parte, sabemos también que esta concluye con la llamada batalla de Armagedón y que pelea Jesucristo con las naciones que suben contra Jerusalén y en la que es acompañado ya por sus fieles hermanos (Rev. 17:14), lo que significa que la “primera” resurrección ya se ha producido…… “primera” resurrección que como hemos visto, ocurre en el mismo momento de ser devueltos a la vida los “dos testigos” (recuérdese ahora, lo leído en 1 Tes. 4:15-17), eso es, antes de que inicie el período de la “gran tribulación”. Lo que hace imposible la disparatada teoría del autor en cuestión, dado que aquellos que sean muertos dentro de dicha “gran tribulación” ya no tendrán a su alcance el poder participar de esa “primera” resurrección, pues esta ya aconteció estando ellos aún con vida y con lo que pierden la posibilidad de participar en ella y alcanzar así, la inmortalidad y el derecho de reinar con Cristo; recordemos que solo dicha “primera” resurrección es la que concede a uno el convertirse en inmortal rey y sacerdote junto a Cristo…… por otra parte, tampoco lo podrían hacer aquellos que salieran con vida de dicha “gran tribulación”, pues al no haber muerto no pueden participar de resurrección alguna y requisito fundamental para reinar con Cristo como inmortal rey y sacerdote:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación nuestra).

Es obvio entonces, que aquellos que no participan de esa “primera” resurrección y como son los casos señalados, no tienen acceso alguno al gobierno del reino de Dios y por lo que, en todo caso, solo pueden acceder a ser súbditos del mismo; y este argumento presentado y que entienden hasta los tontos de pueblo en España, parece que es inalcanzable para el Sr. Olcese y que se ha “columpiado” una vez más, por no tener ni la más remota idea de lo que le transmite aquello que lee en la Biblia. Y es que el Sr. Olcese es semejante a aquellos marineros torpes, que esperan que sea el viento el que sople en la dirección que ellos han colocado las velas, en lugar de colocar las velas en la dirección que sopla el viento y que es algo muy distinto…… eso es, que espera que la Biblia se ajuste a aquello que él cree, en lugar de ajustar lo que él cree a lo que dice la Biblia; de ahí esas increíbles propuestas que nos hace y que se dan de bofetadas con todo el contexto escritural, por lo que es incapaz de defender las mismas (como no sea repitiéndose en ellas como el ajo) ante alguien que tenga un mínimo de conocimiento bíblico y como es el caso de los autores de este blog.

Ello queda demostrado, analizando otra de las objeciones presentadas a nuestro artículo por el personaje mencionado y que tiene que ver con la afirmación que hacíamos en el mismo, en el sentido de que solo 144.000 son los que reinan con Jesucristo, sobre la inmensa multitud de personas que sobrevive a la “gran tribulación” y extremo al que se opone también dicho personaje, afirmando que los que participan de ese reinar son infinitamente muchos más de esa cantidad y entre los que (¡faltaría “plus”!), se encuentra él y que como animalada (ya nos disculpará el Sr. Olcese) no está nada mal…… porque claro: pensar que nos tengan que gobernar esa patulea de indocumentados que no tienen ni la más remota idea de lo que nos dicen las Escrituras (de ahí el disparate de considerarse “ungidos”), entre ellos el personaje en cuestión, es como para echarse a temblar. Y decimos indocumentados, puesto que eso es lo que demuestra ser el amigo Apologista y todos lo que como él piensan, porque veamos: en el texto escritural no hay nada que nos hable ni nos sugiera siquiera la idea de que serán “muchísimos” los que gobernarán en el reino de Cristo al lado de este y por lo que todo se reduce a meras especulaciones provocadas por la necesidad de dar respuesta a temas que están ahí y de los que no entienden lo más mínimo, pero de los que obviamente y por su reputación o prestigio, tienen que decir algo. Y es que la realidad más bien nos indica lo contrario, eso es, que todo el contexto apunta a una cantidad perfectamente delimitada, por lo que la afirmación del Sr. Olcese no es más que una simple e interesada especulación sin base alguna, para mantenerse en lo “políticamente correcto” dentro del extenso campo de autores que escriben de la Biblia…… dicho en otras palabras, una pura majadería.

Porque el Sr. Olcese que tantas veces y para defender extraños planteamientos, ha recurrido con insistencia a la literalidad de ciertas expresiones, nos tendría que señalar en dónde se nos dice “literalmente” que los que han de reinar con Cristo serán multitud…… y siendo obvio que de existir dicha afirmación, ya nos la habría mostrado, solo podemos llegar a la conclusión de que no solo no existe la tal en el contexto escritural, sino siquiera algo que mínimamente pudiera sugerir dicha posibilidad; de hecho, lo que se nos señala en éste y fundamentalmente en el capítulo 7 de Revelación o Apocalipsis, es y como hemos dicho, totalmente lo contrario. Y es que lo que observamos en el mismo ya de entrada, es el llamativo contraste existente entre los dos únicos grupos que aparecen al iniciar su andadura el reino de Dios, pues mientras el uno está perfectamente cuantificado, el otro no lo está y diciéndonos del mismo que está compuesto por una “gran muchedumbre” que ningún hombre “podía contar” (se entiende por el contraste, que por su gran cantidad); entonces ello significaría y tomando la oración por pasiva, que el primer grupo sí se podía contar y de ahí que se nos dé la cantidad del mismo: 144.000 miembros.

Se nos dice, además, que mientras estos están marcados con el sello de Dios “en sus frentes” (Rev. 7:2-3) y lo que denota pertenencia, están los segundos que no tienen sello alguno que los identifique como esclavos o siervos de Dios, en lo que es una significativa y clamorosa diferencia; y dado que la cifra sale de una operación matemática, como se ve en los versos 4 al 8 (12 x 12.000), la posibilidad de que estemos hablando de un número no literal, carece de todo sentido lógico. Porque siendo cierto que en la Revelación existe mucho simbolismo, no es menos cierto que siempre es el contexto y no la personal conveniencia del que lee de dicha profecía, el que nos dice si lo que estamos leyendo es literal o simbólico…… y en este caso, el contexto general de las Escrituras nos dice que estamos hablando de algo literal, a menos que Él que dio la Revelación no supiera multiplicar. Pero dicho lo cual, veamos un argumento adicional que apoya nuestra afirmación, al que el Sr. Olcese y a pesar de nuestra persistente insistencia, aún no ha sido capaz de aclararnos…… de nuevo habría que pensar que porque no puede (pues de poder ya lo habría hecho) y que tiene que ver con el siguiente pasaje:

Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.” (Rev. 14:1).

Luego partamos de la base, de que está fuera de toda duda que esos personajes son los mismos de los que se nos habla en el capítulo 7 y verso 4 de este mismo libro; tenemos, por otra parte, que esta visión que se le muestra a Juan, está directamente relacionada con el cumplimiento aún futuro del Sal. 2:5-6 y en donde se lee como sigue:

En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.”

De ello se deduce que lo que le fue mostrado a Juan en visión, es a un Jesucristo ya “de pie”, eso es, ya entronizado como rey y en el desempeño de sus funciones, por lo que solo se puede entender que aquellos que figuran a su lado son los que le acompañan en dicho reinar…… y es que si no hubiera correspondencia (que sí la hay) entre lo visto por Juan en su visión y lo dicho por el salmo mencionado, la pregunta sería la siguiente ¿por qué a Juan y en una revelación para, presuntamente, desvelar cosas escondidas, solo le fueron mostrados alrededor de Jesucristo a los 144.000 y no también a la “gran muchedumbre” o en su defecto, un compendio entre ambos grupos, eso es, una incontable multitud de personas al lado de este y en calidad de inmortales reyes y sacerdotes y que es lo que nos propone el Sr. Olcese? Pues porque el planteamiento de dicho caballero no es más que una perfecta estupidez, imposible de sostener y fruto de un total desconocimiento del contenido escritural, pues de lo que se nos habla en Rev. 14:1 es de 144.000 individuos literales…… y si no, que nos explique el personaje en cuestión, por qué razón a Juan no le fue mostrada a la “gran muchedumbre” también al lado de Jesucristo e imagen que ciertamente sí nos transmitiría esa idea de que todos, los 144.000 y la “gran muchedumbre”, son lo mismo; pero dado que eso no es así, mantener ese planteamiento es ir más allá de lo que nos dicen las Escrituras (1 Cor. 4:6) y con lo que ello significa de afrenta al Autor de esas palabras. O también, que nos aclare el porqué de que mientras unos pocos son sellados y “comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y el Cordero” (Rev. 14:3-4), los miembros de la “gran muchedumbre” no lo sean y con las lógicas consecuencias que se derivan de tan clamorosa diferencia…… como, por ejemplo, que no son lo mismo y por lo que no pueden ser considerados como un todo con los 144.000, pues de lo contrario ¿qué sentido tendría, el que Jehová hubiera establecido esa clara distinción entre los unos y los otros.

Mientras el Sr. Olcese no pueda respondernos a estas cuestiones (y no lo hará) que creemos haber demostrado sobradamente, más le valdría a D. Mario callarse y no alborotar “el gallinero”, pues siempre suele ocurrir que sale algún gallo “respondón” y como es en este caso, que le pone a uno la cara color tomate; y es que lo que no contempla ese personaje, en primer lugar, es que desde este blog jamás se publica nada que no esté debida y exhaustivamente contrastado…… y en segundo lugar, que en cuanto a entendimiento bíblico, los autores del mismo le damos “sopas con honda” en todos los terrenos. De ahí, que a lo único que alcance es a repetirse vez tras vez en sus disparatadas y erráticas “enseñanzas”, sustentadas sobre peregrinas y “sicodélicas” interpretaciones del contenido escritural y no sobre textos sólidamente establecidos por sus contextos y debidamente razonados…… y es que ya se sabe: el que vale, vale y el que no, pues a enredar haciendo de apologista.

MABEL

¿Y QUÉ OPINA USTED, ACERCA DEL «RAPTO» O «ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA»?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , on 15/01/2014 by Armando López Golart

El arrebatamientoY es que uno de los conceptos más disparatados que existen en el campo de las creencias religiosas, es aquel que se conoce como el “rapto” o “arrebatamiento de la Iglesia” y en el bien entendido que se entiende como “iglesia”, a todas aquellas personas que por el mero hecho de haber sido bautizadas (estaríamos hablando del mundo de la llamada “cristiandad”), afirman haber adquirido ya la condición de “salvos” y en consecuencia, el derecho de poder reinar al lado de Jesucristo durante el milenio; extraña “enseñanza” por otra parte, seguida por millones de personas en todo el mundo cristiano y que además se predica en tres versiones distintas, cuando la sorprendente realidad es que nada siquiera parecido a dicha proposición se nos plantea en la Escrituras. Porque siendo cierto que contamos con estas y que deberían ser puerto de partida y de llegada para cualquier predicción que nos aventuráramos proponer, no es menos cierto el “cacao” montado a su alrededor y que ha llevado a la total división de la “cristiandad” en innumerables denominaciones religiosas y cada una con sus propias doctrinas, ritos, distintos cuerpos dirigentes y contraviniendo flagrantemente con ello, la admonición paulina al respecto:

Ahora los exhorto, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos hablen de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar.” (1 Cor. 1:10).

Bien, no queremos ni pensar y partiendo de esas palabras, lo que probablemente haría Pablo si hoy levantara la cabeza y tuviera cerca un “Kaláshnikov” al que echar mano, ante el panorama existente dentro de la cristiandad…… pero puesto que nos tememos que eso no viene a cuento en este momento, lo dejaremos para otro día. Por ello y ya entrando en el tema que nos ocupa, mencionaremos las distintas variantes de ese evento aún futuro conocido como el “rapto” o “arrebatamiento de la iglesia” y que según estudios realizados por “expertos” en teología, se divide en tres tendencias: la primera de ellas y por mucho la más aceptada, es la conocida como “rapto pre-tribulacional” o a ocurrir antes de que inicie la profética semana 70 de Dan. 9:27 y que en cualquier caso estaríamos hablando de los siete últimos años del mundo tal como lo conocemos y en donde se nos asegura que en ese período de tiempo tendrá lugar la llamada “gran tribulación” (Mat. 24:21). Y como se suele decir “la primera ya en la frente”, pues la venida de Cristo y momento en el que ocurre la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6), según todos los indicios ocurre justo “a la mitad” de esa semana profética mencionada y que para más inri, eso nos lo dicen precisamente los textos en los que se apoyan esos “genios” de la interpretación bíblica para señalar que “el rapto” ocurre antes de que inicien esos siete últimos años…… y en una clara manifestación de la supina ignorancia de esos señores acerca del contexto escritural.

Como segunda opción, tendríamos el llamado “rapto midi-tribulacional” o a ocurrir en el intermedio de la mencionada semana de Dan. 9:27 y colocando la “gran tribulación” en la segunda parte de dicho período de tiempo…… y siendo este el que más se acerca a “la vérité” (que diría un francés) si no fuera por lo del “rapto” como tal; quedando ya como tercera opción y denominada “rapto post-tribulación”, eso es, como evento final de dicha “gran tribulación” y que es la que menos adeptos tiene (de hecho no hay por dónde cogerla), al menos hasta donde nosotros hemos podido alcanzar. Excusamos explicar en detalle los intríngulis del término “rapto” o “arrebatamiento”, pues damos por sentado que todos aquellos que nos leen, están ya al tanto de ello y con lo que evitamos el extendernos en demasía en este escrito y dada la abundante información que de ello hay en Internet. Lo que sí podemos afirmar, es que dicha enseñanza tiene su inicio en 1.830 (luego menos de 200 años nos contemplan) por un “iluminado” de los muchos que aparecieron por esos años, llamado Edward Irving y de lo que hay mucha información en la Red; en resumidas cuentas y yendo a lo que nos interesa, que los apóstoles (entre ellos Pablo) no tenían ni puñetera idea de dicha ocurrencia, por lo que difícilmente Pablo puedo hablar de ello en los pasajes usados por esos “genios” de la interpretación bíblica, para sostener su afirmación de un “rapto” y en los términos que lo hacen…… por lo que están colocando en boca del apóstol mencionado, algo que este ni por asomo quería decir y como veremos a lo largo de esta consideración.

Pero continuando con lo que estábamos y para que no decaiga “la fiesta”, a esas tres opciones mencionadas, aquí estamos y como “la criada respondona”, los autores de este blog que negamos la mayor (probablemente seremos los únicos), eso es, que el “rapto” o “arrebatamiento” como tal no existe en las Escrituras y por lo que su mera mención ya es un puro desatino, además de que desde nuestro punto de vista (¡que quieren ustedes, somos así de “echaos palante”!) no existe actualmente sobre la tierra nada parecido a una “iglesia de Cristo” a la que raptar…… aunque ello no signifique que no vaya a ocurrir “algo gordo” en un futuro muy cercano. Y es que cuando hay tanto “movimiento” y al que nosotros también nos hemos sumado en un reciente artículo acerca de la profecía de la 70 semana de Daniel (Dan. 9:27), es fácil recordar aquél viejo refrán de que “cuando el rio suena, agua o piedra lleva”…… porque el hecho que destaca sobremanera y a pesar de ser muchas y variadas las hipótesis sobre lo que está por venir, es que hay una total unanimidad en el sentido de que sea lo que sea que ocurra o cómo ocurra, ello va a suceder de forma inmediata.

Porque algo que es innegable, es el “alboroto” existente en estos últimos tiempos dentro de la mayoría de denominaciones religiosas de la llamada “cristiandad”, pues en un general toque de arrebato para sus respectivas feligresías en el sentido de que ya es prácticamente inmediato el momento del “arrebatamiento de la iglesia”, o de los llamados “nacidos de nuevo” de entre dichas organizaciones y con ello alertar al “personal”, se han publicado numerosos videos en YouTube de clérigos, pastores, ancianos, predicadores o como quiera que tengan a bien llamarse esos señores, exhortando a la grey a una línea de conducta apropiada para con Dios y no ser, en ese crítico momento y como ellos dicen, “dejados atrás” (quizás sepan que hay una película con ese título) en dicho “arrebatamiento” y lo que significaría que esas personas no han sido consideradas dignas de ser llevadas al cielo a la presencia de Dios y de Su Hijo Jesucristo. Y con ello, viéndose abocadas a tener que enfrentar los últimos y terroríficos siete años de la “gran tribulación” y en la que la tierra se verá azotada por todos los males del averno y alguno más (ya por poner, que no quede), o lo que es lo mismo, los eventos más desastrosos que jamás haya enfrentado la humanidad…… y ahí estaríamos metidos en el que se considera como arrebatamiento “pre-tribulacional” y como hemos señalado, el más aceptado por las numerosas iglesias de las cristiandad; pero veamos que nos explican que supuestamente ocurrirá cuando dicho “arrebatamiento” como tal, acontezca.

Según nos cuentan los “esforzados” defensores del citado acontecimiento, dentro de poco y por sorpresa, “millones” de personas serán literalmente volatizadas y desaparecerán de nuestro entorno, evento que ya en sí mismo causará un caos espantoso sobre la tierra, pues conductores de automóviles en nuestras autopistas, pilotos de aviones en nuestros cielos, médicos en plena intervención quirúrgica en nuestros hospitales, conductores de ferrocarriles o metro en el ejercicio de sus funciones y todos los etc. que quieran ustedes añadirle, desaparecerán instantáneamente y creándose con ello el lógico caos que colapsará momentáneamente el planeta: carreteras cortadas por innumerables accidentes de tráfico, aviones cayendo literalmente del cielo por falta de pilotos, hospitales colapsados por falta de personal…… y vayan sumándolo a ello, entre otras cosas, la natural estupefacción de familias en donde uno o varios de sus miembros desaparezcan de improviso; en todo caso, devastadora situación que nos introducirá y por aquello de acabar de “arreglar las cosas”, en los siete años de “gran tribulación” en que será destruida la humanidad desobediente (siempre, según esos forofos del “pre-tribulacionismo”).

Al final de esos siete años y satisfecha ya la justicia de Dios, esos cientos de millones de personas que fueron arrebatadas ya en cuerpos inmortales (eso es lo que nos cuentan esos “genios” de la interpretación bíblica), descenderán de nuevo a la tierra con Jesucristo al frente, para reinar junto a él en la misma por los siglos de los siglos…… y así es, como más o menos se nos escenifica dicha situación. Y eso está tan cercano en el tiempo, según esos señores, que incluso para algunos de ellos ya tendría que haber sucedido; porque uno de los videos a los que accedimos, estaba grabado por un señor que afirmaba de forma repetitiva y vehemente que Dios le estaba “soplando” información al respecto para que oficialmente anunciara dicho “rapto” para el pasado mes de Diciembre…… sí, sí, tal como lo leen. Por lo que no queremos pensar en que a estas horas dicho caballero ya se haya cortado las venas, ahorcado en el “ficus” de su jardín o arrojado a la vía del tren; porque no nos negarán que el “numerito” raya en el esperpento y que si su familia aún no le ha echado de casa, no se preocupen ustedes que la cosa tiene que estar al caer.

Pero no se crean que aquí acaba todo, pues por ahí tenemos suelto a otro “genio” de la exégisis bíblica, que nos asegura que el “rapto” se producirá antes del 2.018 y siendo el personaje en cuestión, el ínclito Sr. David Diamond y más conocido como el “predicador del gorrito” (la Kipá judía), que con extremado fervor y entusiasmo digno de mejor causa, se prodiga en anunciar el “rapto de la iglesia” y en los mismos términos que el resto de esforzados “entendidos”: millones de personas y de manera instantánea, desaparecerán a nuestro alrededor, sembrando el caos y la confusión en el planeta y adquirirán cuerpos inmortales para al término de los siete años de “bofetadas” aquí en la tierra, descender junto a Cristo y empezar a reinar con él, como ya hemos mencionado.

Otro que tal baila, el llamado Pastor Dawlin A. Ureña, destacado personaje dominicano y gestor de la página antesdelfin.com también se posiciona en la misma tesitura que los anteriores y señalando además, el hecho de que nada tiene que ver el arrebatamiento como tal y que sucede antes de la “gran tribulación” (para el caballero en cuestión, también los siete últimos años de la profecía de Dan. 9:27), con la segunda venida de Jesucristo y que coloca para el mismo final de dicha cantidad de años, eso es, siete años de diferencia entre un hecho y el otro. Por lo que al igual que los dos anteriores y con ellos, la inmensa mayoría de los que se postulan como “pastores”, “predicadores”, “clérigos” o “ancianos” y que defienden la disparatada idea del “arrebatamiento”, dicho caballero no es más que un “mandangas” que no tiene ni la más remota idea de lo que está hablando…… y por si creen “exageradilla” nuestra afirmación, cojan una Biblia y contrasten con ella lo que dice el “artista” en cuestión en una de sus prédicas, en este link en el que aparece y en el que no caben más disparates por palmo cuadrado.

Y así, suma y sigue, en la mayoría de predicadores que sostienen esta incomprensible teoría de un “rapto pre-tribulacional” (casi todos), del que nada se nos habla en la Biblia y en el que nos centraremos, pues si bien difieren en el tiempo de ocurrencia, los otros dos van por el mismo camino…… luego si desbaratamos el uno, se desbaratan los otros dos; dicho lo cual, veamos sobre qué argumentos bíblicos se sostiene dicho planteamiento y que se reduce a tres únicos pasajes escriturales, mal interpretados y peor aplicados, siendo el primero de ellos el de Mat. 24:40-41:

Entonces dos hombres estarán en el campo: uno será llevado y el otro será abandonado; 41 dos mujeres estarán moliendo en el molino de mano: una será llevada y la otra será abandonada.”

Ahora bien ¿se estaba refiriendo Jesús en este pasaje, a algo parecido a un “rapto” en los términos que se nos están planteando? Obviamente no, pues si hacemos un poco de memoria, recordaremos que esas palabras se encuentran en el contexto de la “parábola de la higuera” y de lo que ya hemos hablado no hace mucho, en donde el punto focal era que no pasaría determinada “generación” sin que ocurrieran todas las cosas que Jesús profetizó (v. 32-35); a continuación y en los versos 36-39, éste compara los sucesos por venir a los tiempos de Noé, al decir “porque así como era en los días de Noé, así será en la presencia del Hijo del hombre”…… y a menos que nosotros estemos mal informados, en aquel tiempo no hubo nada parecido a un “rapto” y que llevara gente al cielo a estar con Dios, hasta que pasara “el guirigay” montado aquí en la tierra. Luego de lo que se nos estaría hablando los versículos 40-41 citados, siempre desde la lógica y el sentido común que nos impone el contexto escritural, sería sencillamente de una futura destrucción “selectiva” y no de una “indiscriminada” que arramblara con todo. Y que como fue en el tiempo de Noé, dicha selección dependió de la personal actitud de cada uno frente a la advertencia recibida por Dios en su intención de arruinar la tierra con un diluvio global (Gén. 6:17) y que es lo que realmente ocurrió: los que tuvieron en cuenta la advertencia dada por Jehová, fueron protegidos por Este del mayor cataclismo ocurrido en esta misma tierra y sin necesidad de sacarlos de ella para preservar su vida, mientras que aquellos que, incrédulos, “no hicieron caso” (v. 39) de dicha advertencia divina, fueron barridos por las aguas del diluvio y sus vidas destruidas para siempre…… y eso es lo que se nos quiere decir que ocurrirá en el futuro juicio de Dios (Sof. 1:14-18). Entonces queda claro que ese pasaje transcrito de Mat. 24:40-41, para nada nos transmite la idea de un “arrebatamiento” como tal y que pudiera asemejar estos tiempos presentes con aquellos perdidos en el baúl de los recuerdos y en los que no ocurrió nada de eso; pero veamos a continuación, los otros dos pasajes señalados y ya de más enjundia, en el que se apoya tan disparatada idea del “rapto”:

1 Cor. 15:50-54: “Sin embargo, esto digo, hermanos: que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción. 51 ¡Miren! Les digo un secreto sagrado: No todos nos dormiremos en la muerte, pero todos seremos cambiados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta y los muertos serán levantados incorruptibles y nosotros seremos cambiados. 53 Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción y esto que es mortal tiene que vestirse de inmortalidad.”

El hecho de este cambio de condición de mortal a inmortal, tiene que ver con lo que leemos en el verso 50 en el sentido que la incorrupción no puede heredar el reino de Dios y razón por la que los partidarios del “rapto” afirman, que en el momento del acto físico del “arrebatamiento”, ya los cuerpos son transformados en inmortales y lo que les permite el reinar con Cristo en su vuelta al final del milenio; pero aspecto que no cuadra con las Escrituras, pues recordemos que lo que nos dicen esos defensores de la teoría del arrebatamiento, es que serán “millones” las personas arrebatadas al cielo ya en cuerpos inmortales y lo que lógicamente significaría, que también serían “millones” y según su lógica, las que reinarán con Cristo sobre la tierra durante el período milenario…… cuando resulta que lo que leemos en el texto sagrado y concretamente en Rev.14:1-4, es esto:

Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes (a modo de sello que denota pertenencia) el nombre de él y el nombre de su Padre. 2 (……) 3 Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo dominar (o aprender, según versiones) aquella canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.” (Acotaciones nuestras).

Recordemos que en Rev. 7:4 se nos habla de que el “sello” de pertenencia a Dios, se impone solo a 144.000 personas y en claro contraste con la “gran muchedumbre” incontable del verso 9 y que no tenían dicha “marca” identificadora. Luego de lo que se nos está hablando aquí y como colaboradores con Cristo en la gobernanza del reino de Dios, es de únicamente 144.000 individuos y no de “millones” de personas que supuestamente habrán de ser “arrebatadas”; y que ello es como lo afirmamos, queda demostrado en el Sal. 2:5-6, en donde se lee lo siguiente, en palabras del propio Creador, Jehová Dios:

En aquel tiempo (en referencia a nuestros días) les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”. (Acotación nuestra).

Por tanto, lo que al envejecido Juan le fue mostrado en una visión y para que nos lo contara a nosotros, fue el cumplimiento de dichas proféticas palabras, eso es, a Jesucristo ya entronizado sobre el Monte Sión y ejerciendo como rey delegado de Dios (1 Cró. 29:23) …… y si a Juan solo se le mostraron como acompañantes al lado del Hijo de Dios en ese regir a 144.000 individuos (Rev. 14:1), es porque solo esa cantidad es la que reinará con él en el gobierno del reino de Dios, pues la visión muestra a un gobierno ya ejerciendo. Pero dicho esto, dejemos temporalmente lo que tiene que ver con ese pasaje de 1 Cor. 15:50-54 del que hemos empezado investigando y vayamos a lo registrado en el de 1 Tes. 4:15-17, tercera pata en la que supuestamente se soporta la disparatada teoría del “rapto”, pero que sorprendentemente y aunque parezca imposible de creer, lo que hace es avalar el planteamiento que nosotros les acabamos de exponer, en el sentido de que solo unos pocos reinarán al lado de Cristo y lo que por sí solo, ya contradice dicha teoría del “rapto” en el aspecto de que “millones” serán arrebatados y hechos inmortales, para posteriormente reinar con Cristo durante el milenio…… y no olvidemos, que este es el aspecto fundamental del “rapto” o “arrebatamiento” en cuestión:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y, los que están muertos en unión con Cristo, se levantarán primero. 17 Después (eso es, después de que se haya producido la “primera” resurrección) nosotros los vivientes que sobrevivamos (o aquellos que estén vivos en la segunda venida de Cristo) seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (Acotaciones nuestras).

Por lo que tenemos que, 1º, recordar que se nos ha contado que el acto del “arrebatamiento” tiene que ver con personas vivas y, 2º, que el mismo y según se muestra claramente en el pasaje citado, se produce a continuación de que “los que murieron en Cristo” hayan sido levantados en lo que se conoce como la “primera” resurrección…… por lo que de nuevo esos teóricos del “rapto” violentan el registro escritural, pues esto es lo que leemos acerca de dicha “primera” resurrección:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre aquellos que no participan de la misma) la muerte segunda no tiene autoridad (eso es lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotaciones nuestras).

Entonces lo que queda claro de este pasaje, es que solo aquellos que tomen parte de esa “primera” resurrección, son los que reciben la inmortalidad, pues claramente se nos dice que es “sobre estos” que la muerte segunda no tiene “autoridad”; pero también se nos dice, por otra parte, que solo esos que participan de esa “resurrección”, son los que reinarán con Jesucristo en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… luego ¿qué hacemos y según esos “genios”, con aquellos “millones” de personas “arrebatadas” mientras aún estaban vivas y por lo que ya no pueden cumplir con el requisito exigido en ese pasaje, eso es, de participar de esa “resurrección” temprana para adquirir la inmortalidad y el derecho de reinar con Cristo? Porque lo que es obvio, es que eso de que reciben cuerpos inmortales en el momento de ser raptados, no es más que un disparate como un piano, pues está claro del texto transcrito que solo reciben la inmortalidad “estos” que se levantan en dicha “primera” resurrección; bien, visto lo visto y teniendo en cuenta que la Biblia no se contradice, tenemos que concordar en que esos dos pasajes analizados (1 Cor. 15:50-54 y 1 Tes. 4:15-17) tampoco nos hablan de nada que siquiera tenga una mínima relación con al famoso “arrebatamiento” que se nos quiere “vender” y en el que, sorprendentemente, creen millones de personas. Ahora bien, recordarán que les hemos dicho hace un momento que “temporalmente” dejábamos el pasaje de 1 Cor. 15:50-54, pero que retomamos a continuación, pues en el mismo se dice algo que tal parecería dar la razón a los defensores de la “enseñanza” del arrebatamiento y siempre que se analice sin una correcta perspectiva contextual, que encontramos en los versículos 51-52, en donde en la inmensa mayoría de las traducciones bíblicas a nuestro alcance, se puede leer lo siguiente:

Presten atención, que les voy a contar un misterio: No todos moriremos, pero todos seremos transformados 52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final. Pues la trompeta sonará y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” (RVC).

Es cierto que la RV 1960 y la LBLA, sustituyen dicho término por el de “no todos dormiremos”, pero con una acotación a pie de página en la que se nos aclara que en el texto original refleja la expresión “moriremos” y lo que bien podría dar cierta verosimilitud a la teoría del rapto…… pero eso es totalmente imposible a tenor del contexto escritural, por mucho que se encuentre un pasaje vertido en esos términos en todas las traducciones bíblicas, pues como dice el apóstol Pablo “¡Sea Dios hallado veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso!”. Partamos de la base que el punto dominante de la teoría del “rapto” o “arrebatamiento” tiene que ver con el que los “millones” que son “arrebatados” lo son estando con vida, que verán sus cuerpos vestidos de inmortalidad y que, al cabo de los siete años, volverán a esta tierra y reinarán con Cristo en el milenio…… sin embargo, acabamos de leer en Rev. 20:6 que solo acceden a la inmortalidad y a esa gobernación con Cristo en calidad de inmortales reyes y sacerdotes, aquellos que participan de una resurrección (la primera) y algo que es imposible para una persona que no ha muerto, como es en el caso que nos ocupa ya que, repetimos, el “arrebatamiento” se lleva a cabo con personas que aún no han experimentado la muerte en el momento de ser arrebatadas; pero veamos otro aspecto de la cuestión y que reafirma nuestro punto de vista, que encontramos en una palabras del propio Jesucristo:

Rev. 2:10: “……. pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.”

Luego queda claro que la “corona de la vida” y como otra manera de definir bíblicamente la “inmortalidad”, solo se consigue dando la vida (en este caso mortal) que uno posee mientras está en tránsito por este mundo.

Rev. 3:21: “Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono (en calidad de co-gobernante), así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”

A tenor de estas palabras, queda claro que para poder acceder a gobernar con Cristo en el reino, uno no solo tiene que experimentar la muerte, sino además una muerte de sacrificio como la del propio Hijo de Dios, porque ¿cómo venció Jesús, sino guardando integridad hasta la misma muerte? Así parece haberlo entendido el apóstol Pablo, pues en su momento dijo estas palabras y según la versión TLA:

Por eso, lo único que deseo es conocer a Cristo; es decir: sentir el poder de su resurrección, sufrir como él sufrió y aun morir como él murió, 11 ¡y espero que Dios me conceda resucitar de los muertos!”. (Fil. 3:10-11).

Que esto es así, que para acceder a la gobernación del reino en calidad de inmortal rey y sacerdote hay que experimentar la muerte en sacrificio, queda probado si razonamos lo que se nos dice en el libro de Apocalipsis; veamos en primer lugar y según la visión que le fue mostrada al envejecido apóstol Juan, cual es el requisito fundamental exigido para sentarse en un trono al lado del Hijo de Dios y que está en línea con lo que acabamos de afirmar:

Rev. 20:4: “Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, asesinados) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios; y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación nuestra).

Veamos ahora, confirmación adicional a estas palabras, con lo que se le muestra a Juan que ocurre en el momento de ser abierto el quinto de los siete sellos del “rollo” que le es entregado al Hijo de Dios (Rev. 5:1):

Rev. 6:9-11: “Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar a las almas de los que habían sido asesinados por anunciar el mensaje de Dios. 10 Decían con fuerte voz: “Dios todopoderoso, tú eres santo y siempre dices la verdad. ¿Cuándo te vengarás de los que nos mataron? ¿Cuándo los castigarás? (luego estaríamos hablando de personas que no murieron de muerte natural)”.11 Entonces Dios les dio ropas blancas, y les dijo que debían esperar un poco más, porque aún no habían muerto (o según versiones “se tenía que completar el número de…”) todos los cristianos que debían morir como ellos (eso es, asesinados).” (TLA). (Acotaciones nuestras).

Entonces lo que se deduce de estas palabras, es que en un momento determinado de la historia, tiene que aparecer un pequeño “resto” de personajes enviados por Dios con grandes poderes y a la manera de los Juan, Pedro, Pablo, Felipe y tantos otros que vivieron en el primer siglo y prefigurados por los “dos testigos” de Rev. 11:3-6…… ahora bien ¿y para cuándo tiene que producirse dicha aparición? Recuerden que el “rollo” fijado con siete sellos contiene información que incluye los acontecimientos a ocurrir durante los últimos siete años del mundo como lo conocemos; por lo que teniendo en cuenta que todo indica que nos hallamos ya muy adelantado en los acontecimientos iniciales de la apertura del sexto sello, habría que entender que no está lejano en el tiempo el momento de dicha aparición…… pero en todo caso y volviendo a lo que nos interesa ahora, dejemos que sean las Escrituras las que nos expliquen, cuál es el fin que les aguarda a dichos personajes y enviados directamente por el Altísimo:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (luego se les envía para una comisión concreta y que se nos explica en el verso 3), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba (eso es, que sean enterrados).” (Rev. 11:7-9). (Acotaciones nuestras).

Por lo que dichos personajes pasan a formar parte de aquellos que las Escrituras identifican como “los muertos en Cristo”, eso es, que al igual que este y sus seguidores del primer siglo, han dado su vida en sacrificio defendiendo su integridad a Dios. Entonces y visto lo visto, queda claro que el contexto escritural contradice totalmente el pasaje citado de 1 Cor. 51-52, cuando en el mismo se nos dice “que no todos moriremos” en el caso de aquellos que tengan que reinar con Cristo y que es de lo que estamos tratando…… luego ¿cómo podemos entender esta aparente contradicción? Vamos a ver si somos capaces de explicarlo; habrán notado ustedes, que en la primera ocasión en que hemos citado de ese pasaje de 1 Cor. 15:50-54 y citado de la TNM de los TJ y la que mejor expresa dicha idea, en los versos 51-52 leíamos lo siguiente:

¡Miren! Les digo un secreto sagrado: No todos nos dormiremos en la muerte, pero todos seremos cambiados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta y los muertos serán levantados incorruptibles y nosotros seremos cambiados.”

Y para encontrarle el punto a la cosa, hay que tener en cuenta lo que Pablo dice en 1 Tes. 4:15, pues allí está haciendo referencia al “resto ungido” por aparecer y del que acabamos de hablar, que también tienen que ser muertos, pues de lo contrario no pueden participar de la “primera” resurrección mencionada y que es la que da la inmortalidad y el poder reinar con Cristo…… y esto es lo que Pablo nos dice:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor (claramente se nos habla del “resto ungido” mencionado y en el que Pablo se incluye como “clase” y no como individuo que tenga que sobrevivir hasta ese momento) no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte.” (Acotación nuestra).

Ahora y partiendo de ahí, sí estamos en condiciones de entender el pasaje de 1 Cor. 15:51-52 que estábamos analizando, porque veamos: el que se nos diga que no todos “dormiremos en la muerte”, solo quiere dar a entender que a diferencia de los “ungidos” del primer siglo y que han tenido que pasar casi dos milenios en estado de espera o “durmiendo” en la “muerte” (Juan 11:11-13), a que llegara el momento de su resurrección y cuyos cuerpos físicos, obviamente, dejaron de existir al descomponerse y sus átomos constituyentes pasar a formar parte de los elementos de la tierra, no ocurre así con el “resto ungido” por aparecer y que son resucitados a los “tres días y medio” de su muerte y sin tiempo prácticamente para su descomposición…… luego no se puede decir de ellos que se hayan “dormido en la muerte” como sus antecesores; de ahí que Pablo diga en el verso 52 que “los muertos (los que llevan siglos muertos) serán levantados incorruptibles y nosotros (los que mueren en la segunda venida de Cristo) seremos cambiados”. Eso es, que esos cadáveres que no se han descompuesto y aún de estructura imperfecta o mortal y que acaban de ser asesinados por la “bestia salvaje que asciende del abismo”, es sobre los mismos cuerpos que Jehová actúa “transformando” o “cambiando” su estructura molecular (por decirlo de alguna manera) en el momento de devolverles la vida o resucitarlos y “en un abrir y cerrar de ojos”, eso es, tornándolos en cuerpos incorruptibles o inmortales. Luego mientras que a los primeros se les tiene que dotar de un nuevo cuerpo ya incorruptible, pues el original hace siglos que desapareció y ya no existe, a los segundos el mismo cuerpo les vale y de ahí que Pablo establezca la diferencia en el sentido de que, mientras los primeros son “levantados incorruptibles”, eso es, en cuerpos “nuevos”, los segundos son “cambiados” de condición en el mismo cuerpo…… échenle un poco de ingenio al asunto y sin perder de vista el contexto escritural, mediten la cosa y verán que más o menos el tema iría por ahí.

Pero lo sustancial y a modo de conclusión (en el bien entendido de que algo se nos habrá quedado en el “tintero”, pero la idea ahí está para que ustedes la maduren), es que todos esos puntos que hemos señalado en este escrito y sacados del contexto general de las Escrituras, no se dan en aquellos individuos que supuestamente y según se nos dice serán “arrebatados”…… por lo que solo se puede entender, que dicho contexto escritural no apoya en absoluto la idea de un “rapto” o “arrebatamiento” tal como este se nos ha planteado. En consecuencia, no podemos por menos que afirmar que estamos ante una disparatada teoría, soportada en tres pasajes en los que para nada se nos habla de algo parecido a un “rapto”, por tanto mal interpretados y peor aplicados, como ha quedado plenamente contrastado por todo el contexto escritural…… contexto escritural y dicho sea de paso, que esos “genios” en teología se ha pasado olímpicamente por el “forro de lo pantalones” Ahora bien, es “norma de la casa” que cuando se desbarata un planteamiento por esperpéntico y disparatado, como es el caso, dar uno alternativo que sea creíble (en este caso sobre lo que está por suceder en nuestros días) y por supuesto debidamente avalado por el registro bíblico, para que nuestros lectores puedan comparar y optar por el que más les “cuadre”…… y es que rebatir, solo por rebatir y no aportar propuesta alguna a cambio, como hacen algunos, no es más que pura ignorancia.

Por lo tanto, nosotros haremos nuestra particular aportación sustitutoria del planteamiento analizado…… pero eso ya será en el próximo escrito, dada la extensión de este ¡pero qué quieren ustedes, si el Altísimo no nos ha llamado por el camino de la sinopsis (en “cristiano”, resumen)! Por lo que y como se decía en un antiguo programa de televisión en España ¡permanezcan atentos a la pantalla, pues esto solo acaba de empezar!

MABEL