Archivo de Armagedón

¿REINARÁ ABRAHÁN CON CRISTO, EN EL REINO DE DIOS?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 26/10/2011 by Armando López Golart

Y cuestión que tiene que ver, con una de las preguntas que tengo pendientes de responderle a Apologista Mario Olcese, que fue formulada de la siguiente manera y que, como es costumbre en este blog, se transcribe sin retoque alguno:

8.- Si Abraham será sólo un mero súbdito del reino de Cristo, ¿por qué dice Pablo en Rom. 4:13 que Abraham y su simiente serán los herederos del mundo?¿No es la simiente de Abraham, Cristo y su cuerpo o iglesia según Gál. 3:16,29)?¿Se puede ser heredero del mundo siendo un mero súbdito del reino en la tierra?¿Es sensato sostener que el padre de la fe será un mero súbdito de sus hijos en la fe (Cristo y la iglesia)?

Y empezando la respuesta por la parte final de su pregunta, yo entiendo que lo que no es sensato es afirmar lo contrario, pues me permito recordarle a D. Mario, que en infinidad de ocasiones desde este blog se le ha explicado (por lo visto sin ningún éxito), que Abrahán no será un mero súbdito del reino, sino que ocupará un lugar de privilegio en el mismo, así como David y otros notables del AT, según el Sal. 45:16:

En lugar de tus antepasados (o “padres”, según versiones) llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación mía).

Pero claro, lo que dicho salmo también nos dice y sin dejar lugar a duda alguna, es que Abrahán y como antepasado de Jesús que era, pasará en el reino milenario a tener la condición de hijo de Jesucristo (por derecho de recompra, mediante su sacrificio expiatorio), que no la de hermano del mismo y por lo que, obviamente, no puede heredar el reino en calidad de rey, porque consecuentemente no es un Hijo de Dios, pues de lo contrario sí sería hermano de Jesucristo. Por lo tanto y puesto que hemos visto que no es así, podemos asumir que dicho personaje, durante su estancia sobre esta tierra y contrario a la disparatada afirmación del Sr. Olcese, en el sentido que hubiera sido hecho por el Altísimo, Hijo adoptivo Suyo, estaba bajo la paternidad de Satanás como el resto de la humanidad. Porque no olvidemos, que cuando Adán pecó, no solo fue echado del paraíso, sino que también fue repudiado por su Creador, de la relación paterno/filial que les unía y pasando por lo tanto, a depender del diablo como padre adoptivo, según propia decisión (Gén. 2:16-17) y condición que recibieron sus descendientes como herencia…… porque de lo contrario ¿cómo se entendería que Abrahán pasara (y de ser cierta la afirmación de D. Mario) de ser un Hijo de Dios, a ser un hijo de Jesucristo? ¿O es que acaso, por alguna oscura y desconocida razón, fue rebajado de tal condición, al pasar de Hijo de Dios…… a hijo de Jesucristo? Porque lo que nos afirma el citado salmo está clarísimo y por lo tanto, solo la razón nos dice que hijo de los dos no podía serlo el citado personaje…… siempre y cuando las Escrituras mantengan un mínimo de coherencia, claro.

Y siendo cierto que ese texto ya en sí mismo, es demoledor y suficiente para desbaratar la disparatada afirmación del Sr. Olcese, en el sentido de que los notables del AT tengan que reinar con Cristo en el reino de Dios, dicho caballero y a pesar de las veces que le hemos mostrado (y razonado) dicho pasaje, continúa publicando, sorprendentemente y en una actitud rayana en lo demencial, el mismo argumento. Y si no, vean sus últimos videos titulados “Abrahán esperaba la ciudad celestial (el tabernáculo permanente)”  y un doble video más, bajo el título “Todos los fieles creyentes somos extranjeros y peregrinos sobre esta tierra”, amén de lo que ya ha publicado anteriormente en el mismo sentido y siempre con la misma extravagante intención: demostrar que Abrahán, David y resto de notables, serán reyes en el milenio y planteamiento esperpéntico donde los haya.

Pero si con ese salmo ya no fuera suficiente para eliminar de un plumazo tan disparada enseñanza y demostrar que ese caballero no tiene ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras, existe otro argumento que demuestra la razón que nos asiste, cuando desde este blog negamos una y otra vez tan estrambótica idea; porque veamos: casi 350 años después de la muerte de Abrahán, se produjo la liberación de los israelitas de la tiranía de Egipto y usando Jehová para ello a Moisés; ya lejos del alcance de los egipcios, se produjo el siguiente episodio y en el que intermedió dicho personje:

Al tercer mes después de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, el mismo día, entraron en el desierto de Sinaí. 2 Y procedieron a partir de Refidim y a entrar en el desierto de Sinaí y a acampar en el desierto; e Israel se puso a acampar allí enfrente de la montaña.

3 Y Moisés subió al Dios verdadero y Jehová empezó a llamarlo de la montaña, diciendo: “Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y anunciar a los hijos de Israel: 4 “Ustedes mismos han visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. 5 Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel”.

7 De modo que Moisés vino y llamó a los ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Después de eso todo el pueblo respondió unánimemente y dijo: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. Inmediatamente llevó Moisés a Jehová las palabras del pueblo. 9 Ante esto, Jehová dijo a Moisés: “¡Mira! Vengo a ti en una nube oscura, a fin de que el pueblo oiga cuando hable contigo y para que en ti también pongan fe hasta tiempo indefinido”. Entonces Moisés informó a Jehová las palabras del pueblo.” (Exo. 19:1-9).

Y ya a continuación, después de la aceptación por parte del pueblo de Israel de la oferta de Jehová, fue cuando Este les pasó a exponer Sus mandamientos que tenían que ser cumplidos sin defecto y sin falta; pero quedémonos con lo sustancial y analicémoslo detenidamente la siguiente cuestión ¿con quién fue establecido el pacto, quiénes lo aceptaron y lo más importante…… para cuándo se llevó a cabo el cumplimento de dicha promesa?

El citado pacto, fue establecido con personas que vivieron casi 350 años después de la muerte del patriarca Abrahán y desparecidos también, su hijo Isaac, así como su nieto Jacob (quién dio nombre al pueblo elegido por Dios: Israel) y la desaparición también, de aquellos que dieron nombre a las doce tribus de Israel. Luego esos personajes no estuvieron en ese momento presentes para manifestar su aceptación o rechazo a dicho pacto y sabido es, por otra parte, que un pacto no tiene efectos retroactivos, pues solo es aplicable entre las partes que lo validan…… en este caso, entre Jehová y las personas que estuvieron presentes en ese momento y que decidieron en uso de su libre albedrio, el aceptarlo y comprometiendo así también a sus descendientes, pues el pacto tenía que ver con algo que aplicaba en un futuro lejano, según los términos en que fue establecido el mismo:

“Y ahora, si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto (y algo que requería de tiempo, para ser constatado), entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán (se entiende por el tiempo verbal, que se hacía referencia a un tiempo futuro) a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Exo. 19:5-6). (Acotaciones mías).

Luego las personas que en ese momento estaban presentes y aceptaron el pacto, no fueron los directos beneficiarios del mismo, o sea, no llegaron a ser ese “reino de sacerdotes” prometido, ni  los descendientes de ellos después y eso durante generaciones, pues esa promesa tuvo su cumplimiento cuando apareció Jesús, más de 1.500 años después de ser establecido dicho pacto, e inició la búsqueda de aquellos que junto a él, tenían que conformar ese “reino de sacerdotes” prometido por Jehová. Y algo en lo que tiene que estar de acuerdo el Sr. Olcese, pues esto es lo que él mismo publicó, el 12/12/10, bajo el título “Estar con Cristo — ¿qué significa esta frase?” y en la segunda mitad del último párrafo:

Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas mías).

O sea, que lo que habría que entender de lo que nos dice el Sr. Olcese, es que después de la aparición del legítimo heredero al trono del rey David, el propio Jesús, lógicamente se tenía que proceder a la búsqueda de aquellos que lo tendrían que acompañar en ese gobierno del reino y que pasarían a conformar ese “reino de sacerdotes” anunciado. Y puesto que esos judíos del primer siglo, se habían apartado del obligado cumplimiento de las condiciones impuestas por Jehová, en el pacto del Sinaí, se tuvo que extender dicha búsqueda a personas de entre los gentiles o gente de las naciones; ahora bien…… ¿qué podemos entender de esa circunstancia?

En primer lugar, que habían pasado siglos desde que se hizo la promesa de “ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces (……) ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes”, hasta que llegó el momento del cumplimiento de la misma y se empezaron a buscar (por medio de Jesús) a esos que tenían que calificar para ser “reyes y sacerdotes” en el reino de Dios…… luego nadie que hubiera muerto para antes de ese tiempo, pudo alcanzar el cumplimiento de esa citada promesa de Jehová y por lo cual, razonablemente, los notables del AT quedaban fuera del cuadro. De hecho, son interesantísimas para dar validez a mi planteamiento, las palabras que se produjeron en cierta ocasión entre Jesús y sus discípulos; veámoslas:

Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mi nombre, recibirá muchas veces más y heredará la vida eterna.” (Mat. 19:27-29).

Luego lo que entendemos de esas palabras de Jesús y aunque el Sr. Olcese se obstine en no aceptarlo, es que solo aquellos que le habían seguido y seguirían posteriormente, a través de la actividad de sus apóstoles (Juan 17:20), serían los que conseguirían el poder acceder a conformar el prometido “reino de sacerdotes” y sentarse en esos tronos ofrecidos por Jesús, que permitían reinar con él en el reino de Dios…… luego de nuevo vemos que inevitablemente, los Abrahán, David y muchísimos otros más, quedaban fuera de este cuadro, pues para ese tiempo ya llevaban siglos muertos y lógicamente, no pudieron seguir a Jesús…… y repito, a menos que podamos confiar en la coherencia y lógica de la Biblia.

En segundo lugar, todo parece indicar, que estaríamos hablando de una cantidad determinada de personas las que tendrían que configurar ese grupo de gobernantes, no solo por las palabras de Jesús en Luc. 12:32 y en el sentido de que serían un “rebaño pequeño”, sino por las palabras que en su momento dirigió Pablo a personas “ungidas” como Hijos de Dios y que no eran israelitas, sino gente de las naciones (o gentiles); veámoslas y prestemos atención:

Porque no quiero, hermanos, que ignoren este secreto sagrado, para que no sean discretos a sus propios ojos: que un embotamiento de las sensibilidades le ha sucedido en parte a Israel hasta que el número pleno de gente de las naciones haya entrado.” (Rom. 11:25).

Luego una vez ese número pleno de las naciones hubiera entrado a formar parte de ese grupo, obviamente algo se habría completado y solo se podía hacer referencia al total de los miembros de ese grupo de “reyes y sacerdotes” por aparecer y con lo que se habría cerrado la posibilidad de acceder al privilegio de reinar junto  Cristo; y que estaríamos hablando de un número (en conjunto, o sea, de judíos y gentiles) determinado de gobernantes con Jesucristo, nos lo indica también, algo que Pablo había dicho un momento antes de las palabras transcritas:

Sin embargo, si algunas de las ramas fueron desgajadas, pero tú, aunque eres acebuche, fuiste injertado entre ellas y llegaste a ser partícipe de la raíz de grosura del olivo, 18 no te alboroces en triunfo sobre las ramas. Pero, si te alborozas en triunfo sobre ellas, no eres tú quien soporta la raíz, sino la raíz a ti. 19 Dirás, pues: “Algunas ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”. 20 ¡Está bien! Por su falta de fe fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Cesa de tener ideas encumbradas; antes bien, teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco te perdonará a ti.” (Rom. 11:17-21).

Luego lo que estamos viendo es que se trataba de sustituir ramas desgajadas de un simbólico olivo (Israel), por otras procedentes de un olivo silvestre (los gentiles); luego no se añadían ramas al citado olivo, en este caso personas, sino que solo eran sustituidas aquellas que por no ser merecedoras de formar parte de ese grupo selecto, que tenía que reinar en el reino de Dios junto a Cristo, eran desgajadas o rechazadas. Entonces estamos hablando de mantener siempre una cantidad determinada, la que fuere y mediante sustitución de unas por otras, pero que en todo caso y según Luc. 12:32 (como hemos señalado), de reducido tamaño y lejos por lo tanto, de la burrada que nos ha contado reiteradamente el Sr. Olcese, en el sentido que los gobernantes con Cristo serán “millones, miles de millones”. Y si este proceso, como es lógico, inició con Jesús, pues fue él quien dio inicio a la búsqueda de aquellos merecedores, tampoco hay ninguna opción de que los Abrahán y compañía, figuren en el cuadro, pues en sus tiempos no existía tal arreglo, sino que es más, faltaban aún siglos para que apareciera la figura del Hijo de Dios, e iniciara la recolección; recordemos unas reveladoras palabras de Jesús:

Jesús le dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6).

Y puesto que Jesús era el camino para llegar al Padre, o sea, el ser uno reconocido como Hijo de Dios y Jesús no existía en los tiempos del AT ¿cómo se entenderían esas palabras de Jesús, si ya antes de su aparición, hubiera habido personas que hubieran “llegado” al Padre y reconocidas por tanto, como Hijos de Él? Y puesto que eso no sería razonable, lo que tenemos que conferir es  que ninguno de esos notables pudo llegar a ser adoptado como Hijo de Dios, a menos que Jesús nos hubiera mentido con su afirmación; pero es que hay algo más:

Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los nombré para que vayan adelante y sigan llevando fruto y que su fruto permanezca; a fin de que sin importar qué le pidan al Padre en mi nombre, él se lo dé a ustedes. (Juan 15:16).

Luego no solo estaba envuelto en el asunto, el ser escogido, sino el ser nombrado para una comisión en especial y que tenía que proyectarse adelante en el tiempo, en la que no podían participar, obviamente, los Abrahán, David y otros prominentes del AT; y lo cual nos demuestra una vez más, que no tenían ni arte ni parte, en ese grupo de “reyes y sacerdotes”…… luego no podían ser Hijos de Dios. Entonces y respondiendo al Sr. Olces, claro que se puede  heredar el reino en calidad de súbditos del mismo y prescindiendo del hecho de que esos personajes destacados del AT y en virtud de lo dicho en el citado Sal. 15:16, lo harán en puestos de privilegio, aunque siempre en sujeción a aquellos que están por encima de ellos y que son esos Hijos de Dios, en su condición de “reyes y sacerdotes” a diferencia de otros…… por lo tanto y aunque con privilegios, súbditos al fin y al cabo y dependientes de…… Y al igual que otros que serán los primeros súbditos de ese reino y de los que vamos a hablar a continuación para demostrar, en primer lugar, que efectivamente se puede heredar un lugar en el reino milenario, regido por Cristo y sus hermanos, sin necesariamente tener que ser parte de ellos, ni siquiera ocupar un lugar de privilegio en el mismo; y en segundo lugar, que D. Mario no sabe ni por dónde le sopla el aire en cuestiones bíblicas…… y nos estamos refiriendo a los sobrevivientes de la gran tribulación, de los que se nos habla en Rev. 7:9; 14:

Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……) De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son losque salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”

Es cierto que el caballero en cuestión y ya en el colmo de una más que extravagante forma de interpretar las Escrituras, nos aseguró en su día (y planteamiento del que no se ha retractado), que esa “gran muchedumbre” formaba parte también del conjunto de gobernantes que con Cristo han de reinar en el reino de Dios, lo cual vemos en los siguientes artículos y que solo los mismos títulos, ya son todo un poema y un canto al disparate:

La muchedumbre incalculable de 144.000, viene de la Gran Tribulación.

Porque claro, si sabemos que son 144.000, no pueden ser una muchedumbre “incalculable”…… porque ya están perfectamente calculados ¿o no?

Los 144.000 sellados de Apocalipsis, son una grande muchedumbre.

Y si a D. Mario, 144.000 (luego están perfectamente contados) le parecen una gran muchedumbre, de la que se nos dice “que ningún hombre podía contar”…… pues en fin, si él lo dice.

¿Pueden ser los 144.000 de Apocalipsis 7 y 14, la misma grande muchedumbre? ¡Las evidencias muestran que sí!

Y se me antoja a mí, que una cosa con la otra, tienen exactamente el mismo parecido que un huevo a una castaña…… no sé qué opinarán ustedes.

Pero por mucha evidencia que el Sr. Olcese afirme que exista (y que no ha podido presentar, obviamente), semejante animalada queda desbaratada cuando analizamos la cuestión, desde la lógica y el sentido común; porque esta “gran muchedumbre” aparece, como nos dicen las Escrituras, después de la gran tribulación (pues sobreviven a ella) y lógicamente, ya en el momento de entrar en el período milenario…… pero fijémonos en un pequeño detalle: esas personas sobreviven, luego pasan con vida al nuevo sistema de cosas que se establece, con la aparición de los “nuevos cielos y la nueva tierra” (2 Ped. 3:13; Rev. 21:1) y por lo tanto, puesto que no han experimentado la muerte, no participan de ninguna resurrección. Sin embargo, los que con Cristo han de reinar, obligatoriamente tiene que tomar parte de una “primera” resurrección:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (los que participan de esta resurrección y no, sobre los que no lo hagan) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación mía).

Luego queda claro, que si no se toma parte de esa primera resurrección, no se puede obtener la inmortalidad, ni se puede reinar con Cristo…… porque eso es lo que nos dice el texto ¿o no? Luego razonablemente, de ninguna manera pueden ser los miembros de esa gran muchedumbre de sobrevivientes, miembros de ese grupo gobernante; pero es que además, antes de que se produzca la gran tribulación (a la que sobrevive esa gran muchedumbre, gracias a la protección del Altísimo ) y que tiene que ver con el “gran día de Jehová” (Sof. 1:14-18, suceden algunas cosas: la segunda venida de Jesucristo y momento en que se produce esa citada “primera” resurrección y ya a continuación,  para finiquitar este sistema de cosas (Dan. 2:44), se produce la batalla de Armagedón y que es con lo que culmina la citada gran tribulación y el mundo tal como lo conocemos; y batalla peleada por Jesucristo…… y sus hermanos:

Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:12-14).

O sea, que para cuando se produce esa batalla final y antesala de la instauración del reino, todos los que componen ese gobierno de “reyes y sacerdotes”, los hermanos de Cristo ya están junto a él, peleando en defensa de la Soberanía del Altísimo y para derrotar a las fuerzas inicuas de Satanás…… luego dicho gobierno ya está al completo y no se le puede añadir a nadie más. Y siendo solo después de esta batalla, eliminados ya todos los opositores al gobierno del reino establecido por Dios y preso Satanás por un largo tiempo (Rev. 19:19-21 hasta 20:3), cuando aparece esa gran muchedumbre de sobrevivientes y la instauración del reino de Dios, con la toma de posesión de esos reyes gobernantes:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano.” (Rev. 20:4).

Luego, resumiendo y a menos que las Escrituras nos mientan, la secuencia de los acontecimientos es la siguiente: esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y tal como he mencionado, aparecen al iniciarse el período milenario, o sea después de que esos “reyes y sacerdotes” hayan aparecido y peleado junto a su Hermano Mayor, Jesucristo, la batalla de Armagedón, con la que culmina dicha “gran tribulación” y a la que esa “gran muchedumbre” sobrevive y por lo que se convierten en los primeros súbditos de ese reino milenario y a ser seguidos, por los participantes de lo que podríamos considerar como la segunda resurrección y que se produce durante ese período del reinado de Cristo…… y no al final del mismo, según proponen los Sres. Olcese, Rivas Martínez, Dávila, Buzzard y tantos otros, en una clara muestra de que no saben de qué están hablando. Y tiempo en que se llevará a cabo “la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”, según Hech. 3:21 y como consecuencia de ello, el restablecimiento a la perfección del ser humano, notables del AT incluidos. Entonces, claro que es posible heredar el reino como súbdito del mismo…… pues esto es lo que acabamos de ver ¿o no es así?

Y en cuanto a la primera parte de la pregunta formulada por el Sr. Olcese, en esos pasajes que nos cita de Rom. 4:13; Gál. 3:16 y 29, no se trata tanto de lo que realmente dicen, sino de lo que dicho caballero entiende que dicen y siempre condicionado por la empanada mental que lleva; cuando es el caso de que nada en ellos se nos habla en el sentido que Abrahán tenga que heredar el mundo como rey; pero como si me esforzara en intentar explicarle el significado de dichos pasajes, tanto daría que daría tanto, pues él continuará a la suya y sin atender a ningún razonamiento (como ha venido haciendo hasta el momento), considero oportuno mejor dejarlo como está y así no pierdo el tiempo.

Y continuando con el “dossier”, en cuanto a la pregunta número nueve, acerca de David, pues que se lea de nuevo, mi artículo “Apologista…… y Oseas 3:4-5” (10/10/11), pues allí tiene la respuesta. Por otra parte, la pregunta diez, está respondida en mí artículo “Efe. 2:20, no dice esto, Sr. Olcese” (07/10/11); la número once, en “Y “Armandito” respondió…” (15/09/11) y ya para finalizar, la número doce en “¿Y qué hay del apóstol Juan?” (08/10/11) y escritos a los que dicho caballero no ha hecho el menor caso. Y es que una cosa es que a dicho caballero le parezcan bien o no mis respuesta, o el que las entienda o no las entienda…… y que tanto me da que me da lo mismo; pero de que formule preguntas mencionando que a ver “si de una vez” se las respondo, ya es otra cosa y que solo demuestra lo falaz que es. Pero la verdadera cuestión, es que la pelota y por decirlo de una manera que nos entendamos todos, está en el tejado de cada uno de ustedes que siguen este enfrentamiento argumental y que tendrán que decidir, quién tiene la razón o quién no la tiene…… eso es, quién les cuenta la verdad de lo que realmente dicen las Escrituras y quién les está intentando meter un gol por toda la escuadra.

Y si resulta que los que decimos la verdad somos nosotros (y eso es lo que ustedes tienen que averiguar), todo lo que ha escrito o en su defecto ha explicado en sus videos, absolutamente todo lo publicado por el Sr. Olcese acerca de este tema, como por ejemplo, sus últimos artículos del pasado día 24, son pura bazofia, producto de una disparatada idea e indemostrable a todas luces, como es la de los Abrahán, David y compañía, reinando con Cristo en el reino de Dios: Luego lo dicho: a ustedes les corresponde decidir y actuar en consecuencia…… porque si está equivocado con respecto de esta enseñanza, puede estar y de hecho lo está, con respecto de todas las demás y por lo que sus afirmaciones, no merecen ningún tipo de credibilidad. Y extremo que nosotros, desde este blog, tenemos clarísimo.

Armando López Golart


EL»CORRECAMINOS»…… Y EL «COYOTE».

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 20/10/2011 by Armando López Golart

Y es que hace unos días (16/10/11), Apologista Mario Olcese publicó un artículo titulado “Don Armando: “el correcaminos” y haciendo referencia a esa serie de dibujos animados tan simpática y amena que todos conocemos; y hay que reconocer que en esta ocasión, D. Mario lo “clavó” al adjudicar los distintos papeles de protagonista, porque si un servidor es el “correcaminos”, obviamente el Sr. Olcese asume el papel de “coyote” y que siempre fracasa estrepitosamente es sus disparatados planes para entrampar al susodicho “correcaminos” y lo cual, no deja de ser un fiel reflejo de la realidad. Porque mientras que un servidor, al igual que el simpático “correcaminos”, siempre ando en la línea recta de la lógica y el sentido común al utilizar los textos bíblicos, ajustándolos a su contexto natural, o en su defecto, al general de las Escrituras para saber que es lo que realmente quieren decir, el “coyote” Apologista siempre está buscando atajos y extraño vericuetos, al torcer los textos, bien sacándolos de su contexto, bien sea retorciéndolos hasta que aparenten decir lo que a él en determinado momento le hace falta que digan y claro, como al personaje de ficción, nada le da resultado, o sea…… que se lleva siempre todas las tortas. Pero lamentablemente, también nos deja D. Mario en ese artículo, la impresión de que no solo es un inepto en cuanto a entendimiento de los textos escriturales, como hemos venido demostrando últimamente, a la par de la disparatada aplicación que hace de los mismos, sino que tampoco sabe leer…… y como no, que miente más que habla; porque veamos como inicia el citado caballero dicho artículo:

Por fin el Sr. Armando López Golart, se animó, por necesidad, más que por placer, escribir algo de su pasado como ex Testigo de Jehová.”

Y el Sr. Olcese, demuestra en esa afirmación no saber ni leer, porque nuestro artículo al que hace referencia “Una lanza en favor de los Testigos de Jehová”, se inicia con esta puntualización:

Esto que ustedes van a leer a continuación, es la reposición de uno de nuestros primeros escritos (concretamente el quinto), que fue publicado el 30/12/09 y que solo apareció en nuestro primer blog “Reflexiones acerca de las Escrituras”.

Entonces ya va para casi dos años que lo escribí y no por necesidad, me permito señalar, sino porque lo creí oportuno, ese artículo para dar una breve semblanza de las vicisitudes pasadas por los dos autores de este blog y fijar nuestra posición del porqué guardábamos silencio y de lo cual somos muy dueños; sin embargo, parece que el Sr. Olcese no se ha enterado…… o no ha querido enterarse, que es lo más probable y que después les contaré el porqué.

Y por otra parte, al señalar que hay unas preguntas sueltas por ahí (hasta doce), según nos enumera, a las que no se les ha dado respuesta, está mintiendo y él lo sabe. Porque por ejemplo, a la número uno, acerca de la “vara de hierro”, la hemos debatido extensamente con el Sr. Olcese, por ejemplo, en “Por disparates…… que no quede” (08/12/10); en otro, titulado “¡Y es que……!” (16/12/10); en “¿Y qué hacemos ahora……?” (22/12/10); también en “Miqueas 4:1-3” (25/12/10); o también en “Efectivamente, nos toma a todos por…” (13/01/11) y ya más recientemente, en el tema “El parto de los montes” (17/08/11). Por otra parte, lo del asunto de la pregunta número siete, más o menos relacionada con las anteriores (de la dos a la seis, ambas inclusives), la tiene contestada y entre otros, que si no hablan expresamente del tema, sí lo citan de pasada, en el artículo “Hijos de Dios…… ¿o del diablo?” (14/07/10). En cuanto a la ocho y la nueve, en dónde nos habla de Abrahán y David respectivamente, tiene la respuesta, en cuanto al primero de esos personajes, en “¿Reinará Abrahán con Cristo en el reino de Dios?” (10/03/10), así como en “La “mesa” del reino de Dios” (11/02/11) y ya haciendo referencia a los dos personajes, tenemos a los siguientes artículos: “¿De qué va usted, D. Mario?” (15/08/11); también “Más preguntas para Apologista…… que no responde” (28/08/11); así como también “La obstinación como lema” (28/09/11), o en “Las respuestas de Apologista” (04/10/11) y como último “Otro error de Apologista y ya van…….” (15/10/11).

Y además, tenemos la pregunta número diez, que la tiene respondida en uno de nuestros últimos artículos “Efe. 2:20, no dice eso, Sr. Olcese” (07/10/11)…… en cuanto a la pregunta once, la tiene respondida en el escrito “Y “Armandito” respondió…” (15/09/11) y ya para finalizar la serie, la respuesta de la pregunta doce, la tiene atendida en el artículo “¿Y qué hay del apóstol Juan?” Y no puede alegar ignorancia, porque él ha estado debatiendo todos esos temas conmigo; pero en colmo de su desvarío, me acaba de enviar un correo en dónde me dice lo siguiente:

3 preguntas más‏.

De: Mario Olcese S. (molceses@hotmail.com) 

Enviado: martes, 18 de octubre de 2011 8:24:32

Para:  Armando López (habacuc-2@hotmail.com)

10.- Las Escrituras dicen que el fundamento sobre la cual está edificada la iglesia son los profetas y apóstoles, siendo la roca principal, Jesucristo (EFe. 2:20). Si los apóstoles reinarán con Cristo, entonces también los profetas, porque ambos, los profetas y los apóstoles, son fundamento de la iglesia. Entonces le pregunto a usted, Armandito, lo siguiente: ¿por qué destina a los profetas a vivir en la tierra como vasallos del reino, y no así a los apóstoles, siendo que ambos son fundamento de la iglesia? Por otro lado, es curioso que en la corte celestial se encuentren 24 ancianos, los cuales, según algunos exégetas bíblicos, representan a las 12 tribus de Israel y a los doce apóstoles. Si esto es así, los líderes de las tribus de Israel estarán juntos con los 12 apóstoles, y no en posiciones distintas.

11. En el Salmo 17:15, un texto que usted no lo toma literalmente, porque no le conviene, David dice que en la resurrección verá el rostro y la imagen de Dios. Ahora le pregunto: ¿Cómo puede alguno ver a Dios cara a cara a menos que sea un santo y sea transformado en inmortal en la resurrección? ¿No dice Heb. 12:14 que sólo los santos verán a Dios? ¿Y acaso no dice Daniel 7:13,14,27, que los santos reinarán con Cristo? ¡Entonces David reinará con su descendiente legítimo, el David mayor» , Jesucristo!

12.- Siendo que usted, Armando, sostiene que sólo podrán reinar con Cristo los mártires de la fe, le pregunto nuevamente lo siguiente: ¿qué es lo que recibirá el apóstol Juan como galardón en el reino? ¿Será acaso meramente un vasallo del reino, puesto que él no murió en el martirio sino de viejo? ¿Y qué hacemos con los profetas del A.T que terminaron mártires por reprender el pecado del pueblo Hebreo? No me dirá ahora usted que ellos no reinarán con Cristo, puesto que ellos fueron mártires que vivieron antes de Cristo….¿o sí?” (Negritas mías).

Y que como verán ustedes, resulta que son las mismas tres últimas preguntas del artículo que estamos analizando, con lo cual queda de manifiesto la empanada mental que lleva dicho caballero y que no se entera, no ya solo de lo que lee, sino tampoco de lo que escribe. Pero volviendo al tema que nos ocupa, a D. Mario mis respuestas le podrán parecer convincentes  o no; entenderlas o no…… pero lo que no puede es, mintiendo como un bellaco, decir que no he respondido a esos temas (puesto que las ha debatido conmigo y ahí está sus artículos para probarlo), cuando afirma lo siguiente:

Nuevamente le formulo las preguntas, y espero que esta vez me las responda.” (Negritas mías).

Y quizás se preguntarán ustedes porque comete dicho caballero semejante estupidez y yo se lo voy a contestar: desde que estamos discutiendo, jamás ha sido capaz de poderme rebatir ni uno solo de los planteamientos que le he formulado, al menos hacerlo como hay que hacerlo, eso es, desmontando los textos bíblicos usados como apoyo de los mismos y que son en definitiva, la clave del asunto y no los argumentos con que los rodeamos, que no son más que el relleno. Y como no lo ha podido hacer (de lo contrario, ya lo habría hecho y no estaríamos hablando de esto ahora), se ha limitado como una vulgar cotorra, a continuar reafirmándose en sus disparatadas teorías, como a “machaca martillo” y sin atender a ninguno de mis razonamientos, como si la cosa no fuera con él; pero claro, resulta que últimamente le voy apretando un poco más las tuercas, al exponer claros errores de interpretación o aplicación de textos bíblicos (vean, por favor, el penúltimo párrafo de nuestro artículo “Una lanza en favor de los Testigos de Jehová”) y claro, algo tiene que hacer al respecto; y puesto que no puede responderme, lo que hace es intentar la absurda maniobra de dirigir la atención del lector sobre mí, poniendo la pelota en mi tejado, al lanzarme toda esa batería de preguntas, como si yo me hubiera negado en algún momento a responderlas y algo que ha quedado probado debidamente que no es así. Y no obstante, preguntas que de nuevo voy a responder, para dejarle más en ridículo (si es que ello es posible)…… y que no lo voy a hacer porque me interese lo más mínimo la opinión de dicho caballero, sino por atención a ustedes, que probablemente sigan este debate con atención; porque si quieren que les hable con sinceridad, tanta estulticia me está desbordando y ya no tengo ganas de continuar discutiendo con semejante adoquín. Por lo tanto y como les dije con anterioridad, continuaré publicando en contra de sus disparates, pero para que sean ustedes los que saquen las debidas conclusiones y actúen en consecuencia…… ya lo que diga el Sr. Olcese me tiene sin cuidado.

Por ello y en atención a ustedes, veamos la primera de esas preguntas y que de nuevo, es consecuencia de otro brutal error de interpretación y consecuentemente, de una pésima aplicación de ciertos pasajes bíblicos…… y es que no se entera; y que como tengo por costumbre, transcribo tal cual, por lo que las faltas de ortografía no son mías:

Si los súbditos del reino lo integran los héroes de la fe del AT y una gran multitud de conversos desde Cristo en adelante, ¿por qué tendrían que ser éstos regidos con vara de hierro?¿No se supone que éstos entraron en el reino porque fueron mansos y humildes de carácter?¿Qué necesidad tendrían estos individuos de ser regidos con mano de hierro?” (Negritas mías).

¿Y usted, D. Mario, de dónde puñetas saca que aquellos que entran como sobrevivientes de la gran tribulación (Rev. 7:14), serán tratados con “vara de hierro”? Porque vamos a ver ignorante, porque no es más que un ignorante en temas bíblicos, si es capaz de entender esto: la primera vez que aparece esa expresión en las Escrituras, es en el Sal. 2:9:

Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos.”

Luego de lo que estamos hablando aquí, no es nada que tenga que ver con una gobernación, sino de romper o destruir algo, quebrándolo y reduciéndolo a añicos, o sea, desmenuzarlo; por lo tanto, tenemos que apoyarnos en el contexto de dicho pasaje, para saber de qué realmente estamos hablando; y para ello leeremos el Salmo 2 entero, pues es muy cortito:

“¿Por qué han estado en tumulto las naciones y los grupos nacionales mismos han seguido hablando entre dientes una cosa vacía?

2 Los reyes de la tierra toman su posición y los altos funcionarios mismos se han reunido en masa como uno solo, contra Jehová y contra su ungido

3 y dicen: “¡Rompamos sus ataduras y echemos de nosotros sus cuerdas!”.

4 El Mismísimo que se sienta en los cielos se reirá; Jehová mismo hará escarnio de ellos.

5 En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará,

6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.

7 Déjeseme hacer referencia al decreto de Jehová; Él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre.

8 Pídeme, para que dé naciones por herencia tuya y los cabos de la tierra por posesión tuya propia.

9 Las quebrarás con cetro (o vara) de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos

10 Y ahora, oh reyes, ejerzan perspicacia; déjense corregir, oh jueces de la tierra.

11 Sirvan a Jehová con temor y estén gozosos con temblor.

12 Besen al hijo, para que Él no se enoje y ustedes no perezcan del camino, porque su cólera se enciende fácilmente. Felices son todos los que se refugian en él.” (Acotación mía).

Luego lo que está claro y siempre según el contexto, es que no estamos hablando de ejercer una gobernación, sino de un enfrentamiento bélico, en este caso entre las naciones de la tierra, con sus reyes a la cabeza y que se enfrentan a Jesucristo en el momento de su segunda venida, para tomar posesión de la heredad que ha recibido de su Padre Celestial (verso ocho) y acontecimiento, que nos traslada a la batalla final de Armagedón:

Y vi el cielo abierto y, ¡miren!, un caballo blanco. Y el que iba sentado sobre él se llama Fiel y Verdadero y juzga y se ocupa en guerrear con justicia. 12 Sus ojos son una llama de fuego y sobre su cabeza hay muchas diademas. Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo; 13 y está vestido de una prenda de vestir exterior rociada de sangre y el nombre con que se le llama es La Palabra de Dios. 14 También, los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos (símbolo de guerra, en este caso justa, pues eran de color blanco) blancos y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio. 15 Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso. 16 Y sobre su prenda de vestir exterior, aun sobre su muslo, tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores.

17 Vi también a un ángel que estaba de pie en el sol y clamó con voz fuerte y dijo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: “Vengan acá, sean reunidas a la gran cena de Dios, 18 para que coman las carnes de reyes y las carnes de comandantes militares y las carnes de hombres fuertes y las carnes de caballos y de los que van sentados sobre ellos y las carnes de todos, de libres así como de esclavos y de pequeños y grandes”.

19 Y vi a la bestia salvaje y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el que iba sentado en el caballo y contra su ejército. 20 Y la bestia salvaje fue prendida y junto con ella el falso profeta que ejecutó delante de ella las señales con las cuales extravió a los que recibieron la marca de la bestia salvaje y a los que rinden adoración a su imagen. Estando todavía vivos, ambos fueron arrojados al lago de fuego que arde con azufre. 21 Pero los demás fueron muertos con la espada larga del que iba sentado en el caballo, la espada que salía de su boca. Y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.” (Rev. 19:11-21). (Acotación mía).

Luego la relación está clara ¿no? Pero ahora veamos el Sal. 110:1-2 y que D. Mario también usa para apoyar su idea de que estamos hablando de una gobernación y en consecuencia, del reino milenario y salmo en donde leemos lo siguiente:

La expresión de Jehová a mi Señor es: “Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”. 2 La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, diciendo: “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.”

Pero resulta que de nuevo el contexto de este pasaje, de ninguna manera nos habla de gobernar, sino de enfrentamiento bélico, porque veamos que se nos dice en los siguientes versículos, del 3 al 6 (ambos inclusive) y contexto de los dos primeros citados:

Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío.

 4 Jehová ha jurado (y no sentirá pesar): “¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!”.

 5 Jehová mismo a tu diestra; ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.

 6 Ejecutará juicio entre las naciones; causará una plenitud de cuerpos muertos. Ciertamente hará pedazos al que es cabeza sobre una tierra populosa (probablemente haciendo referencia al personaje del Anticristo).” (Acotación mía).

Luego y como hemos dicho, nos encontramos y según claramente nos indica el contexto, en un ambiente bélico de enfrentamiento y que de nuevo nos traslada a nuestros días, en donde se nos habla de ese personaje, el Anticristo y que liderará un poderoso gobierno mundial, llegando incluso a colocarse en el “lugar de Dios”:

Que nadie los seduzca de manera alguna, porque no vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre del desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción. 4 Él está puesto en oposición y se alza a sí mismo sobre todo aquel a quien se llama “dios” o todo objeto de reverencia, de modo que se sienta en el templo del Dios y públicamente ostenta ser un dios.” (2 Tes. 2:3-4).

Entonces no queda ninguna duda, que ese enfrentamiento citado en el Salmo 110, tiene lugar en el momento de producirse la batalla de Armagedón, que enfrenta a Jesucristo y a su ejército (los hermanos de él, según Rev. 2:26-27; 17:14b), con los ejércitos del nuevo gobierno mundial, alentados por el falso sistema religioso reinante y personificados en el “anticristo” y el “falso profeta”, probablemente el personaje que llevará la delantera en el citado falso sistema religioso, según Rev. 19:20. Luego una vez más, la conclusión es que Apologista no se entera de la película y para sostener su disparatada teoría de que Jesucristo gobernará con “vara de hierro” en medio de sus “enemigos”, durante el milenio, acude a textos sacados de su contexto y por ende, una vez más haciendo el ridículo…… y si no, que intente desmontar nuestro argumento, pero no dándonos la misma tabarra de siempre, sino rebatiendo los textos que yo he dado y que es de lo que se trata. Y es que de aquellos que sobreviven a la gran tribulación, se nos explica claramente el por qué consiguen dicha bendición y lo que les espera; pero para ello vamos a contrastar dos pasajes de Revelación y siendo el primero de ellos, uno de los que se apoya el Sr. Olcese para sostener su disparatado planteamiento:

Rev. 2:26-27: “Y al que venza y observe mis hechos hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones, 27 y pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasos de barro, como lo que he recibido de mi Padre.”

Y ahora, siempre recordando que la Biblia no se contradice, leamos que se nos explica unos capítulos más adelante y veamos si tiene algo que ver una cosa con la otra:

Rev. 7:14-17: “De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”.”

Luego ¿que vemos en esta pasaje? Pues que la razón por las que estas personas sobreviven a la gran tribulación venidera (Mat. 24:21; 29), tiene que ver con el hecho de que han lavado y han emblanquecido sus ropas, con la sangre del Cordero, eso es, han aceptado en sus vidas el sacrificio propiciatorio de Cristo y se han plegado de buena gana su gobernación, circunstancia que se sustanciará durante la gran predicación pendiente de Mat. 24:15. Por esta razón, es que se les acepta ante la presencia del trono de Jehová…… el que está aquí en la tierra y que es ocupado por Jesucristo, en representación del Altísimo (luego no ante el Trono de Jehová en el cielo) y rindiéndole servicio sagrado día y noche en su templo. No olvidemos, que la gran muchedumbre (Rev. 7:9), sobrevive a la gran tribulación (Rev. 7:14) que ocurre aquí en la tierra y sabemos que todo lo que se nos relata Revelación, son acontecimientos por ocurrir aquí en la tierra y no en el cielo, según Rev. 1:1-3:

Una revelación por Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus esclavos (los que están en la tierra) las cosas que tienen que suceder dentro de poco (obviamente aquí en la tierra). Y él envió a su ángel y mediante este la presentó en señales a su esclavo Juan, 2 que dio testimonio de la palabra que Dios dio y del testimonio que Jesucristo dio, aun de todas las cosas que vio. 3 Feliz es el que lee en voz alta y los que oyen, las palabras de esta profecía y que observan las cosas que se han escrito en ella; porque el tiempo señalado está cerca.” (Acotaciones mías).

Y por eso, el que está sentado en el trono, extiende protectoramente su tienda sobre ellos en señal de aprobación, al tiempo que son pastoreados y guiados a fuentes de aguas de vida, lo cual significa que progresivamente serán restituidas sus facultades, tanto físicas, como psíquicas y espirituales durante ese período milenario y junto con ellos, los que durante este período de mil años vayan resucitando, hasta llegar todos a la total restauración prometida por Jehová (Hech. 3:21)…… luego nada que ver, con lo citado en Rev. 2:26-27 y con lo cual ese pasaje, nos tiene que hablar de otra cosa tal y como hemos demostrado. Luego conseguido este logro y colocados ya en la misma posición de perfección de Adán y Eva, al fin de ese milenio de gobernación divina, es cuando será soltado Satanás para someter a la humanidad a la última prueba:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar.” (Rev. 20:7-8).

Y de como uno responda al ser probado, en ese momento final, dependerá el seguir viviendo eternamente o el ser destruido eternamente en el lago de fuego…… siendo ello lo que significan las palabras de Juan 5:28-29, en el sentido de levantarse para una resurrección “de vida” o por el contrario, para una resurrección “de juicio” o destrucción eterna. Entonces y volviendo al tema de la “vara de hierro”, vemos que es una situación que nada tiene que ver con el reinado de Jesucristo en la tierra y algo que también se deduce, entre otros, del Sal. 37:10-11:

Y solo un poco más de tiempo y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar y él no será. 11 Pero los mansos mismos poseerán la tierra y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.”

Luego sobre la tierra ya no habrá resistidores a la soberanía de Jehová en manos de Jesucristo, sino que serán los mansos, los que poseyendo la tierra, disfrutarán de la abundancia de paz y algo incompatible con una gobernación de mano dura o como de “vara de hierro”, pues si todos son mansos…… ¿qué necesidad hay de ello? Sin embargo y según una extraña teoría, vean que nos dice el Sr. Olcese en un artículo publicado el 16/08/11, titulado “¿Son amigos o enemigos de Jesús los súbditos de su reino?” y párrafo que transcribo tal cual (ya saben, por eso de las faltas de ortografía):

La Biblia es clara cuando dice que Jesús reinará sobre sus enemigos, pues la escritura dice que ” es necesario que el reine hasta que haya puesto a sus enemigos bajo sus pies” (1 Cor. 15:25)… ¡y esa declaración no la podemos borrar de la Biblia! Pero algunos dirán, ¿no dice Jesús: ”Y también a aquellos mis ENEMIGOS que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí? (Lc. 19:27) ¿cómo debemos entener esto?¿Reina Jesússobre sus enemigos o no? La cuestión es: ¿Pero acaso dice Jesús que todos sus enemigos serán decapitados? NOOO! Sólo aquellos que no querían que él reinase sobre ellos, pues seguramente habrá enemigos que sí querrán que él sea rey sobre ellos, aunque los tendrá que regir de todos modos con vara de hierro.” (Negritas mías).

Burrada que le fue respondida adecuadamente en nuestro artículo del 17/08/11 “El parto de los montes” y en la que demuestra una vez más lo disparatado de sus planteamientos y la falta de entendimiento que tiene de las Escrituras y lógicamente, su nula capacidad de aplicar el contexto general del registro escritural; porque en cuanto a ese pasaje de Luc. 19:27, solo con preguntarse quién son esos que no querían que él reinase sobre ellos y por lo que son ejecutados, ya se nos lleva al Salmo 2 directamente y en dónde ya Jehová nos explica cuando se produce esa situación: cuando Su Hijo regresa para tomar posesión de su herencia como Rey y evento que Rev. 19:11-21, nos sitúa en la batalla final de Armagedón…… como ya hemos señalado. Y dándose además la circunstancia y que desmiente semejante burrada, que en la gran tribulación, solo sobreviven aquellos que de buen grado han aceptado el sacrificio de Jesús y por tanto, su regencia, como queda claro en Rev. 7:14, que acabamos de considerar también hace un momento.

Luego la conclusión a la que hay que llegar, es que el Sr. Olcese es un inepto total en la interpretación bíblica, siendo el proceso el siguiente: se le ocurre un disparate, busca un texto que diga las palabras que necesita que diga en ese momento para apoyar dicho disparate y te lo planta ahí, sin tener en cuenta su contexto más inmediato ni el general de las Escrituras, como es el caso que acabamos de ver, así como de otros que hemos analizado con anterioridad…… y si no pega, pues le ponen un poco de cola y listos. Lo grave de todo esto, es que encima se lo cree y luego no hay quién le haga bajar del burro, como vemos en este tema de la “vara de hierro” y en el que se va repitiendo como el ajo, sin atender a ningún razonamiento; y que solo con un mínimo de lógica y sentido común, cualquier persona y a la luz de los argumentos planteados y de los textos que los acompañan (que son lo importante), entiende que esa afirmación es un disparate. Y lo cual me lleva a plantearme una pregunta…… ¿nadie de su entorno más inmediato y aunque sea por caridad cristiana, es capaz de señalarle que lo que está diciendo, no está nada claro y que se está convirtiendo en el hazmerreír de Internet? ¿O es que todo el mundo a su alrededor, piensa como él? ¿Apoya esta enseñanza de la “vara de hierro”, por ejemplo, uno de sus más eminentes y cualificados amigos, el Sr. Anthony Buzzard? Créanme que me gustaría saberlo.

Y aquí lo dejamos, con la promesa de que iré respondiendo una a una, el resto de preguntas planteadas por el Sr. Olcese…… aunque solo sea por atención a ustedes que nos leen.

Armando López Golart

CUANDO LA TIERRA ESTE LLENA DEL CONOCIMIENTO DE JEHOVÁ.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 11/06/2010 by Armando López Golart

Imaginémonos por un momento a un artista, un escultor por ejemplo, que acaba de culminar una preciosa obra. El hombre considera, quizás con razón, que es una escultura muy buena, una verdadera obra maestra; pero lamentablemente y durante la noche, un rival suyo, celoso, la estropea. Es comprensible que el artista en cuestión se duela mucho al ver lo sucedido y que piense, cuán justo sería que el autor de semejante acto vandálico fuera castigado; y puede imaginarse, por otra parte, cuánto se esfuerza en restaurar su obra para que recobre su anterior belleza.

Pues bien, Jehová y al igual que el artista de la ilustración, realizó en su momento una obra maestra al preparar la Tierra y colocar en ella a la raza humana. Después de crear al hombre y la mujer, como cumbre de su obra maestra, Dios manifestó su complacencia diciendo que todo lo que había hecho en la Tierra era “muy bueno” (Gén. 1:31). Adán y Eva eran hijos de Dios y consecuentemente, Él los amaba: eran Su creación y había preparado un futuro feliz y glorioso para ellos:

Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. 28 Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra” (Gén. 1:27-28).

Jehová había colocado al hombre en un hermoso jardín o paraíso, diseñado y plantado por Él mismo y comisionando a la primera pareja humana a extender dicho paraíso de placer por todo el planeta y siendo el caso, que de haber mantenido lealtad a su Creador, habrían podido vivir eternamente en ese entorno y gozando además, de la perfección física, mental y espiritual de la que los había dotado Jehová (Gén. 2:17). Pero aun siendo cierto que un “enemigo” actuó, ya que fue Satanás el que los indujo a rebelarse y por ello, la perfecta y maravillosa creación de Dios resultó dañada, ciertamente no lo fue de forma irreparable.

Y aunque Dios decidió de forma inmediata hacer los pertinentes ajustes para reconducir la situación, lo cierto es que temporalmente esa vida perfecta de la que gozaba el hombre cambió radicalmente:

“Y a Adán dijo: “Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato: “No debes comer de él”, maldito está el suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida. 18 Y espinos y cardos hará crecer para ti y tienes que comer la vegetación del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.”

Tristemente y debido a su falta de aprecio, Adán perdió aquél hogar paradisíaco, quedó sujeto al sufrimiento, la enfermedad, a los estragos de la vejez y finalmente, a la muerte…… resumiendo, que la vida de la que en un día disfruto, nada tenía que ve con la que acabó viviendo: la primera, era la vida que “realmente lo es”, según nos menciona Pablo en 1 Tim. 6:19, pero la segunda no. Y es que a nuestra breve y atribulada existencia, no puede llamársele de ninguna manera “la vida que realmente lo es”, pues dista mucho del propósito original de Jehová: la vida que realmente lo es y que Dios desea para todos nosotros, es “vida eterna” en las mismas condiciones perfectas que disfrutaron Adán y Eva (Juan 3:16; Hech. 3:21).

Teniendo esto presente, pasemos ahora a considerar la importancia que para nosotros tiene el conocer esta información acerca de la persona y de los planes de Dios para con nosotros y con este propósito, ya Jesús nos habló acerca de la estrecha relación existente, entre la vida eterna y el conocimiento de Dios:

Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.” (Juan 17:3).

Pero también es cierto, que dicho conocimiento conlleva una responsabilidad ante Jehová:

Por lo tanto, si uno sabe hacer lo que es correcto y sin embargo, no lo hace, es para él un pecado.” (Sant. 4:17).

Pero piense en las bendiciones que usted tendrá si adquiere y utiliza ese conocimiento para conseguir la vida eterna. En su Palabra (la Biblia), Jehová Dios nos da una hermosa descripción de cómo será la vida en esa Tierra paradisíaca que tan próxima está; por supuesto, no debe ser el deseo de una recompensa lo que nos lleve a servir a Dios y ajustarnos a sus preceptos, sino más bien, el amor que hacía a Él sentimos, por ser quién es. Amor que no se puede desarrollar, a menos que tengamos ese conocimiento de Él, dado que es una máxima ampliamente aceptada, que solo se ama aquello que se conoce y por ello, el primer y más grande mandamiento, según el propio Hijo de Dios, es el siguiente:

Jesús contestó: “El primero es: Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová, 30 y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” (Mar. 12:29-30).

Además, algo que es muy importante saber, es que la vida no se gana sirviendo a Jehová: la vida eterna es un regalo de Dios:

Porque el salario que el pecado paga es muerte, pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.” (Rom. 6:23).

Conviene que meditemos en esa vida, porque la esperanza del paraíso puesta ante nosotros, nos recuerda la clase de Dios que es Jehová, el amoroso “remunerador de los que le buscan solícitamente” (Heb. 11:6). Por ello, si mantenemos viva la esperanza en nuestra mente y corazón, nos costará muchísimo menos aguantar las dificultades que este mundo gobernado por Satanás nos impone:

La cólera de Jehová no se volverá atrás hasta que él haya llevado a cabo y hasta que haya realizado las ideas de su corazón. En la parte final de los días ustedes darán su consideración a ello con entendimiento.” (Jer. 23:20).

Y puesto que según todos los indicios, ya estamos en esa parte final de esos días, centremos nuestra atención seguidamente en la esperanza bíblica de vida eterna en el futuro Paraíso terrestre; ahora bien ¿cómo será la vida cuando la Tierra esté llena del conocimiento de Dios? (Isa. 11:9b).

Cuando se cumpla el tiempo determinado, Jehová Dios destruirá el actual sistema de cosas inicuo y que de acuerdo al calendario profético, vemos que el mundo se aproxima rápidamente a lo que la Biblia llama Har-Magedón, o Armagedón. Y aunque a algunas personas este término quizás les haga pensar en un holocausto nuclear provocado por naciones en guerra, nada tiene que ver con ello, pues como indica Rev. 16:14-16, Armagedón es “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” y una guerra en la que participan “los reyes de toda la tierra habitada”, es decir, todas las naciones por una parte y el Hijo de Jehová Dios, su Rey designado Jesucristo, por la otra y que pronto entrarán en batalla y siendo el desenlace absolutamente seguro: todos los que se opongan al reino de Dios y que formen parte del sistema inicuo de Satanás, serán eliminados. (Rev. 19:11-20:3). Únicamente sobrevivirán los que se mantengan leales a Jehová (Sof. 2:3).

Pero imagínese que usted ha sobrevivido a ese cataclismo, lo cual sinceramente deseamos ¿no le mueve un poquitín la curiosidad por saber cómo será la vida en la Tierra, en el nuevo mundo (o “nueva tierra”) que Dios ha prometido? (2 Ped. 3:13). Y la verdad es que no hay razón para especular, pues la Biblia nos da una perspectiva por adelantado y lo que nos dice acerca de ello, es muy emocionante. De entrada y como ya hemos considerado, se inhabilitará a Satanás y sus demonios, es decir, serán encerrados en un abismo de inactividad durante el Reinado Milenario de Jesucristo; luego esas perversas criaturas ya no seguirán acechándonos, causando problemas y tratando de empujarnos a cometer actos de infidelidad contra Dios (Rev. 20:1-3).

Otra bendición de la que seremos receptores, es que también desaparecerá toda clase de enfermedad:

“Y ningún residente dirá: “Estoy enfermo”. La gente que more en la tierra constará de los que habrán sido perdonados por su error.” (Isa. 33:24).

Entonces los cojos podrán ponerse de pie, caminar, correr y saltar, pues tendrán piernas fuertes y sanas. Después de haber vivido durante años en un mundo de silencio, los sordos oirán los alegres sonidos de su entorno…… los ciegos se sobrecogerán al ver aparecer ante sus ojos un mundo de formas y colores de un hermoso entorno, totalmente distinto al que conocemos ahora, porque hasta el medio ambiente se beneficiará de la obra regeneradora de Dios mediante su Hijo Jesucristo:

En aquel tiempo los ojos de los ciegos serán abiertos y los oídos mismos de los sordos serán destapados. 6 En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo y la lengua del mudo clamará con alegría. Pues en el desierto habrán brotado aguas y torrentes en la llanura desértica. 7 Y el suelo abrasado por el calor se habrá puesto como un estanque lleno de cañas; y el suelo sediento, como manantiales de agua. En el lugar de habitación de los chacales, un lugar de descanso para ellos, habrá hierba verde con cañas y papiros.” (Isa. 35:5-7).

Y más aún: ¡Por fin podrán contemplar el rostro de sus seres amados! Y puede que entonces se les nuble la vista momentáneamente, a causa de las lágrimas de alegría, pero esa…… ya es otra cuestión.

¡Imagínese! Ya no harán falta lentes, ni muletas, ni bastones, ni medicinas, ni clínicas dentales, ni hospitales; nunca más habrá depresión ni enfermedades emocionales que priven de felicidad a la gente, ni ningún niño estará enfermo. Incluso los estragos causados por la edad avanzada o vejez, desaparecerán:

Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil.” (Job 33:25).

Estaremos más sanos y fuertes y en la plenitud de nuestra juventud. Todas las mañanas y tras una noche de sueño apacible y reparador, despertaremos con energías renovadas, llenos de vigor y con ganas de empezar un nuevo día de vida apasionante y de trabajo satisfactorio y remunerador.

Los supervivientes del Armagedón, junto con aquellas personas que vayan resucitando, tendrán mucho trabajo agradable que hacer, puesto que tendrán que reemprender la tarea que apenas inició Adán: convertir la Tierra en un paraíso. Se eliminará todo vestigio del viejo sistema contaminado y donde antes había barrios insalubres y tierra arruinada, habrá parques, huertos y frondosos bosques; además, todo el mundo dispondrá de una vivienda agradable, cómoda y a su gusto:

Y ciertamente edificarán casas y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. 22 No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal.” (Isa. 65:21-22).

Con el paso del tiempo, las zonas paradisíacas de la Tierra se extenderán y unirán gradualmente, hasta que todo el globo terráqueo alcance la elevada norma de belleza que el Creador fijó en el jardín de Edén. ¡Qué satisfacción dará participar en esa labor de restaurar la Tierra!

A diferencia de lo que ocurre actualmente y para no perjudicar el medio ambiente, todas las tareas se efectuarán siguiendo la dirección divina, por lo que el hombre estará en paz con los animales y ya no los matará sin piedad, al grado de casi acabar con especies enteras, sino que cuidará bien de ellos, pues habrá vuelto a asumir la administración responsable de la Tierra que en su momento fue delegada en Adán. Imagínese por un momento, ver comer juntos a lobos y corderos, leones y becerros; luego los animales salvajes, serán totalmente inofensivos para con los de su raza y lo que es más, no siendo ya un peligro para el ser humano:

Y el lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. 7 Y la vaca y la osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. 8 Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado.” (Isa. 11:6-8).

Ya no existirán hombres crueles y violentos que perturben la tranquilidad del nuevo mundo:

En cuanto a los inicuos, serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, serán arrancados de ella.” (Prov. 2:22).

El hambre, esa plaga silenciosa y silenciada, que a día de hoy tiene a más de 1.000 millones de personas al borde de la muerte por inanición, 1.000 millones de seres humanos y que se dice pronto, será cosa del pasado:

Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia.” (Sal. 72:16).

En Isa. 11:9, se nos explica el por qué no se hará daño alguno en todo el planeta:

La tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar”.

Estas palabras se refieren evidentemente a los seres humanos, pues los animales no pueden, obviamente, adquirir el “conocimiento de Jehová” y efectuar cambios, ya que no han sido creados con esa capacidad y se rigen por el instinto. Ahora bien, el conocimiento de nuestro Creador sí cambia a las personas y quizás usted, conozca a personas ya que han efectuado cambios en sus vidas al aplicar dicho conocimiento de Dios en sus vidas. De hecho, por todo el mundo hay miles de personas a las que las difíciles circunstancias por las que actualmente estamos enfrentando y que cumplen profecía, les ha hecho reflexionar acerca de este asunto e intentar adquirir ese conocimiento dador de vida del que nos habla Juan 17:3, mediante un estudio personal y concienzudo de las Escrituras y llevándolas a efectuar, como hemos señalado, cambios significativos en sus vidas. Algunas de ellas se asocian con algún tipo de organización religiosa, otras sin embargo no, pero en todas se manifiestan las palabras de Heb. 4:12:

Porque la palabra de Dios es viva y ejerce poder (“es eficaz”, según versiones) y es más aguda que toda espada de dos filos y penetra hasta dividir entre alma y espíritu y entre coyunturas y su tuétano y puede discernir pensamientos e intenciones del corazón.” (Acotación nuestra).

Lo cual también señala al tiempo en que todas las personas del mundo, no solo unos miles, se habrán despojado por completo de sus características agresivas o violentas y vivirán pacíficamente para siempre. Pero…… ¿qué hay de la muerte, ese implacable enemigo que siempre nos gana la partida?; veámoslo:

Él realmente se tragará a la muerte para siempre y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro. Y el oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo lo ha hablado.” (Isa. 25:8).

¿Se imagina qué maravilloso será, cuando la Tierra esté llena del conocimiento de Dios? Y es que bajo la dirección del Rey Jesucristo y sus corregentes asociados, se llevará a cabo un extenso programa educativo, en el que se usarán nuevos “rollos” y que seguramente serán nuevas instrucciones escritas procedentes de Dios para educar a los habitantes de la Tierra. (Rev. 20:12). La humanidad no aprenderá más la guerra, sino que la paz será la norma y todas las armas destructivas desaparecerán para siempre (Sal. 46:9), a la vez que a todos los componentes de esa nueva sociedad humana, se les enseñará a tratar a su prójimo con amor, respeto y dignidad. La humanidad llegará a ser una familia unida y jamás volverán a existir barreras divisivas que obstaculicen la unidad y la hermandad (Sal. 133:1-3). Ya nunca más nadie tendrá que cerrar con llave su casa por temor a los ladrones, porque la paz reinará en todo corazón, en todo hogar y en todo rincón de la Tierra (Miq. 4:4).

Por otra parte, durante ese milenio tendrá lugar el más maravilloso acontecimiento jamás experimentado por la humanidad: la resurrección de los muertos. Todos aquellos que estén en la memoria de Jehová, tanto justos como injustos, volverán a la vida y se les ofrecerá la oportunidad y la ayuda necesaria para poder alcanzar en un futuro y al final de los mil años, el derecho a la vida eterna. En lugar de oír informes de guerras, desastres y muerte, los bendecidos de Jehová recibirán maravillosas noticias sobre la resurrección y será sencillamente emocionante enterarse al debido tiempo de ellos, del regreso de hombres y mujeres fieles como Abel, Noé, Abrahán, Sara, Job, Moisés, Rahab, Rut, David, Daniel, Elías, Ester….. y tantos otros de los que hoy leemos en las Escrituras, que son ejemplos a seguir por nosotros. Cuántos detalles aclaratorios de hechos históricos interesantes conoceremos, cuando esos resucitados aporten sus vivencias sobre muchos de los relatos bíblicos y acerca de los cuales tenemos puntos oscuros; y a la vez, que tanto ellos como los justos que hayan muerto en tiempos anteriores a nuestra era, también querrán conocer detalles acerca de cómo fue el fin del sistema de Satanás y de cómo Jehová santificó su santo nombre y vindicó su soberanía…… y eso, usted podrá explicárselo personalmente si está allí.

Estos hombres y mujeres fieles, así como aquellos que sobrevivan a la “gran tribulación” (Mat. 24:21), serán de mucha ayuda durante esta segunda fase de la resurrección, cuando se vayan soltando de las cadenas de la muerte a miles de millones de “injustos”. La mayor parte de la humanidad jamás tuvo la oportunidad de conocer a Jehová, pues Satanás “cegó su mente” (2 Cor. 4:4), pero la obra del Diablo será desbaratada. Los injustos regresarán a una Tierra hermosa en la que reinará la paz y en la que personas bien organizadas (las que hemos citado), los recibirán para enseñarles acerca de Jehová y su Hijo reinante, Jesucristo. Cuando los miles de millones de resucitados lleguen a conocer y amar a su Creador, el conocimiento de Jehová llenará la Tierra de una manera sin precedentes.

¡Y cuánta alegría producirá la resurrección! Porque, ¿quién no ha sufrido a causa de la muerte, nuestro gran enemigo? Es más, ¿quién no se ha sentido destrozado cuando la enfermedad, la vejez, un accidente o algún acto violento se ha cobrado la vida de un ser querido y ha roto así el lazo de amor o amistad que le unía a esa persona? Imagínese, entonces, el júbilo que habrá en el paraíso cuando de forma progresiva vayan apareciendo personas y reuniéndose con los suyos. Madres y padres, hijos e hijas, amigos y parientes correrán a abrazarse, riendo y llorando de alegría…… ¿se ve usted allí, formando parte de ese comité de recepción).

¡¡Perfección!! ¿Se ha preguntado alguna vez, qué supondrá ser perfectos? Supondrá ni más ni menos que volver a vivir como vivían Adán y Eva antes de pecar contra Jehová Dios; supondrá volver a vivir “la vida que realmente lo es”, mencionada por Pablo, ya que los seres humanos perfectos se conformarán plenamente a las elevadas normas de Dios, tanto a nivel físico, como mental, emocional, moral y espiritual, es decir, en todo aspecto imaginable. ¿Quiere decir esto que todas las personas serán idénticas? En absoluto, ya que la misma creación de Jehová (los árboles, las flores y los animales), nos enseñan que a él le gusta la variedad. Los seres humanos perfectos tendrán personalidades, habilidades y talentos distintos y gozando todos ellos de la vida tal y como Dios se propuso en un principio. Rev. 20:5 dice:

Los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que se terminaron los mil años”.

Y evidentemente eso no significa que su resurrección acontezca al fin de los mil años, como erróneamente afirman algunos “maestros” de la Escrituras, sino que al igual que la gran muchedumbre de supervivientes del Armagedón, los resucitados no llegarán a vivir en el sentido pleno de la palabra, hasta que habiendo alcanzado la perfección, al final de los mil años consigan superar la última prueba…… pero veamos cómo será la cosa.

Al final de esos mil años, el objetivo se habrá cumplido y la humanidad habrá sido devuelta al mismo estado de perfección del que disfrutaron en su momento Adán y Eva. Entonces será cuando la humanidad perfecta se enfrentará a una última prueba, ya que al final del Milenio se soltará del abismo a Satanás y sus demonios por un tiempo breve y se les permitirá un último intento de apartar a la gente de Jehová (Rev. 20:7-10). Tendrán la oportunidad, al igual que nuestros primeros padres, de hacer uso de su libre albedrío y decidir a quién se deciden sujetar: si a Jehová o a su opositor Satanás. De forma lamentable y según nos cuenta el registro bíblico, muchas personas de nuevo antepondrán los deseos impropios al amor a Dios, pero esa rebelión será sofocada rápidamente: Jehová ejecutará de inmediato a todos aquellos rebeldes junto con Satanás y todos sus demonios, con lo cual habrán desaparecido para siempre todos los malhechores (Rev. 20:7-10).

Los que amen a Jehová Dios y vivan en la Tierra paradisíaca tendrán toda la eternidad por delante y de ninguna manera podemos siquiera, imaginar la felicidad que sentirán ¿será usted uno de ellos? Los logros del hombre perfecto en las artes, las ciencias o en cualquier otra disciplina, superarán por mucho a las mejores obras de los mayores maestros de este mundo decadente, lo cual no es de extrañar, pues la humanidad será perfecta y dispondrá de tiempo ilimitado y capacidades ilimitadas: imagínense lo que se podrá hacer siendo perfectos. Piense también en lo que usted y el resto de la humanidad aprenderán acerca de la creación de Jehová, desde los miles de millones de galaxias que hay en el universo hasta las minúsculas partículas subatómicas. Todo lo que logre el ser humano redundará en gloria y alabanza de nuestro amoroso Padre celestial, Jehová (Sal. 150:1-6). Por lo tanto, no pensemos que entonces la vida será aburrida, sino todo lo contrario: con el paso del tiempo será cada vez más interesante; recuerde que el conocimiento de Dios no tiene fin:

¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos!” (Rom. 11:33).

Por lo tanto y por toda la eternidad, siempre habrá cosas que aprender y nuevos horizontes que explorar:

Todo lo ha hecho bello a su tiempo. Aun el tiempo indefinido ha puesto en el corazón de ellos, para que la humanidad nunca descubra la obra que el Dios verdadero ha hecho desde el comienzo hasta el fin.” (Ecl. 3:11).

Recuerdo en cierta ocasión y con motivo de un discurso público que tuve que dar, para poder transmitir el significado de este texto me inventé una ilustración (no sé si muy lograda, pero funcionó), a la que siempre cito como “La Teoría de las líneas convergentes y divergentes”. Como usted sabe, las líneas convergentes son aquellas que partiendo de puntos separados en el espacio, a medida que van avanzando se van acercando hasta converger (o encontrarse) en un mismo punto…… por el contrario, las líneas divergentes son aquellas que partiendo de un mismo punto, al avanzar en dicho espacio, se van separando cada vez más y teniendo ante sí por ello, un horizonte cada vez más amplio.

Pues bien, si aplicamos esta teoría al ser humano, nos encontramos con lo siguiente: cuando un hombre nace, tiene ante sí un inmenso espacio de tiempo y cosas por hacer, luego las líneas que delimitan su vida, por decirlo de alguna manera, se encuentran muy separadas. Pero a medida que va aumentando en años y su vida va pasando, dichas líneas se van acercando hasta que convergen en un solo punto, evidentemente en el momento de la muerte de esa persona y ahí se acaba todo. Sin embargo, cuando una persona conoce y entabla una relación con su Creador, parte de un punto cero ¿no es cierto? Y a medida que va progresando en esta relación, esas líneas imaginarias se van separando de tal manera, que cada pasito que vamos avanzando en el conocimiento de nuestro Creador, más separadas están las trayectorias de esas líneas y consecuentemente, más amplio es el horizonte que nos queda por explorar y más son las cosas que nos quedan por aprender de nuestro Dios. Luego usted, está caminando hacia el infinito o la vida eterna, como prefiera y cuanto más avance en su conocimiento de Jehová, muchísimo más le quedará por aprender: o sea, cuanto más avance usted, mucho más separadas le quedarán siempre las líneas y resultando que lo que tiene ante sí, ese infinito, es sencillamente el conocimiento de Jehová, inalcanzablemente alto para el ser humano. ¿Entiende la idea, verdad? Pero al continuar aprendiendo de Jehová Dios, usted seguirá viviendo, no solo por unos cuantos años, sino ¡para siempre! (Sal. 22:26). ¿Acaso un futuro dichoso en una Tierra paradisíaca, no merece todo el esfuerzo o los sacrificios que pueda hacer ?; por supuesto que sí. Pues bien, Jehová le ofrece la llave de ese magnífico futuro: el conocimiento de Dios…… ¿la utilizará usted?

Si ama a Jehová, hacer Su voluntad le será un placer:

En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado y tu ley está dentro de mis entrañas.” (Sal. 40:8). ¡Cuántas bendiciones experimentará al seguir ese camino! Si utiliza el conocimiento de Dios, no solo llegará a vivir en un futuro cercano “la vida que lo es realmente”, sino que podrá disfrutar de una vida más feliz incluso en este mundo turbulento, porque usted tendrá una esperanza real y verdadera, cimentada en la promesa de Dios “que no puede mentir” (Tito 1:2). Y las recompensas futuras son incalculables, pues el conocer a su Creador, es lo que le llevará a vida eterna; y ahora, más que nunca, es el tiempo favorable para actuar, por lo que es solo apropiado que se resuelva a vivir con arreglo a ese conocimiento de Dios. Demuestre su amor y lealtad a Jehová y honre Su Santo Nombre a pesar de cualquier dificultad y pruebe que Satanás es un mentiroso. A su vez, Jehová Dios, la Fuente de toda sabiduría y conocimiento verdaderos, se complacerá en usted desde lo más profundo de su corazón y le amará para siempre (Jer. 31:3; Sof. 3:17) y le otorgará Su bendición.

Ahora bien, todo considerado, la pregunta es la siguiente: ¿de verdad dedica usted el necesario tiempo y esfuerzo, para adquirir el verdadero conocimiento de Dios? En fin, si nos perdona la inmodestia, le diremos que en nuestra opinión y si usted, es una de esas personas que nos va leyendo asiduamente y sobre todo, haciendo caso a nuestro consejo de ir comprobando en su propia Biblia si lo que decimos es verdad, está en la dirección correcta.

MABEL