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LA «VIDA ETERNA» Y LA «INMORTALIDAD»…… ¿LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , , , , , on 28/10/2013 by Armando López Golart

cara%20o%20cruzEs este, al menos desde el punto de vista de los autores de este blog, un tema ciertemente conflictivo a tenor de lo que uno va leyendo de personas que se tienen por “entendidas” en la materia y que no parecen estar muy de acuerdo entre ellas; sin embargo, parece que destaca la unanimidad existente entre una mayoría de las tales, en el sentido de que efectivamente estaríamos hablando en ambos casos de la misma cosa, eso es, que el término “vida eterna” sería sinónimo de “inmortalidad” y viceversa. Sin embargo y valga como ejemplo, ahí tenemos a los Testigos de Jehová que, de una manera un tanto confusa, cierto es, pues en algunos de sus escritos tal parece que se contradicen así mismos, llegan a la conclusión de que habrá unos pocos que reinarán con Cristo (144.000 según Rev. 14:1-5) y que gozarán de dicha “inmortalidad”, mientras que unos muchos, eso es, la “gran muchedumbre” sobreviviente en la “gran tribulación” de Rev. 7:9; 14 y súbditos de dicho reino, disfrutarán de la llamada “vida eterna” y con la idea de que esta condición, es inferior a la “inmortalidad” que ostentarán los 144.000 que, como sus hermanos menores, han de acompañar a Jesucristo en su reinar…… planteamiento que desde este blog apoyamos en todos su extremos y hacemos nuestro, aunque lo digan los TJ y que, como tantas veces hemos dicho desde esta página, suelen acertar casi siempre en su interpretación de las Escrituras, pero yerran lamentablemente en la aplicación del resultado de dichas interpretaciones; y como dicen que “para muestra, basta un botón”, veamos un claro ejemplo de ello y sin apartarnos del caso que pretendemos analizar.

Porque si bien dicha organización acierta en la interpretación de que los que con Cristo tienen que reinar, son 144.000 individuos, falla en su aplicación al decir que de estos existe aún un “resto” (Rev. 6:9-11) en la tierra en estos momentos, que está conformado por miembros que pertenecen a tal organización y siendo los que asumen la responsabilidad de dirigir la obra de predicación que lleva a cabo dicha organización religiosa…… cuando el caso es y algo que les niega la mayor, que a día de hoy y circunstancia que hemos demostrado en este blog hasta la saciedad, no existen “ungidos” sobre la tierra, eso es, miembros de dicho grupo de los 144.000. Por otra parte, si bien interpretan correctamente que la mencionada “gran muchedumbre” son las personas que accederán al reino en calidad de súbditos, yerran estrepitosamente al afirmar que esta ingente cantidad de personas se corresponde con sus llamadas “otras ovejas” y salidas de su obra de predicación, cuando la realidad es que la predicación de la que salen tales personas es de la que anunció Jesús en Mat. 24:14 y que tendrá una duración de tan solo 1260 días (Rev. 11:2)…… luego dado que los TJ llevan más de 100 años predicando y según reconocen ellos mismos, solo podemos concluir que no estamos hablando de la misma predicación. Por lo tanto y partiendo del hecho mencionado de la ausencia actual de “ungidos” sobre la tierra y que son los que tienen que encabezar dicha obra divulgadora, solo podemos pensar que la predicación anunciada por Jesús no ha empezado todavía, por lo que el resultado de la misma, es decir, los citados súbditos del reino como tales, tampoco han podido hacer su aparición sobre la tierra…… y con lo que su clase de las “otras ovejas”, lógicamente, no se corresponde con esa “gran muchedumbre” anunciada: o sea, que han acertado en el “fondo”, pues así será el desarrollo de los acontecimientos profetizados, pero han errado en la “forma”, al adelantarse a esos acontecimientos en más de cien años y además, al aplicarse a sí mismos dicha profecía.

Y ya sabemos que alguien habrá por ahí, que dirá que esta forma que tenemos de apoyar la tesis de una correcta interpretación de las Escrituras por parte de los TJ, en el sentido de quiénes serán inmortales y quiénes no lo serán, tiene mucho que ver con el poso acumulado por el tiempo que permanecimos como miembros activos de dicha organización los dos autores de este blog y por aquello que “de casta le viene al galgo”; sin embargo, la realidad es que mientras esas personas pueden meterse con los TJ y desmontar algunos de sus planteamientos, no pueden hacer lo mismo con los artículos que nosotros publicamos, pues están estrictamente basados en lo que dicen las Escrituras y no en lo que enseñan determinadas estructuras religiosas…… por lo que, obviamente, alguna diferencia tiene que haber entre lo que decimos nosotros y lo es enseñado por la mencionada organización. Dicho lo cual, metámonos ya “en harina” y empecemos con la tarea de demostrar la veracidad de nuestra posición inicial, con lo que consideramos como un buen punto de partida para llegar al fondo de la cuestión…… y que tiene que ver con un pasaje bíblico que nos habla de la promesa divina de que en un fututo, en este momento ya muy cercano, el ser humano podrá alcanzar la “vida eterna”:

Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16).

Estas palabras, dichas por el propio hijo de Dios, Jesús, no sospechoso por tanto de desconocimiento de la realidad de las cosas o afán de tergiversarlas, hacen referencia al mundo en general y no a una parte selecta del mismo, como los beneficiarios del acceso a la mencionada “vida eterna”…… luego la promesa de alcanzar dicha meta, estaba dirigida a la humanidad obediente como un todo y sin excepción de ninguna clase: la única condición exigida para ello, es la de ejercer fe en el sacrificio expiatorio o sangre derramada de Cristo y algo que se nos confirma, en lo dicho por Rev. 7:14-15 y en clara referencia a aquellos que sobrevivirán a la “gran tribulación” venidera:

Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo (al apóstol Juan): “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe” (luego Juan lo ignoraba). Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación (luego sobreviven a ella) y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero (eso es, que han “ejercido fe” en su sacrifico de rescate). 15 Por eso (por haber ejercido dicha fe) están delante del trono de Dios y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos”.” (Acotaciones nuestras).

Entonces sabemos de esas personas a las que se hace referencia, que serán los primeros súbditos del reino de Dios y por tanto los primeros seres humanos, en alcanzar la “vida eterna”, porque han hecho lo demandado en Juan 3:16; pero además lo sabemos también, porque de aquellos que reinan en el mismo junto a Cristo, se nos dice algo distinto y que les diferencia radicalmente de la “gran muchedumbre” de súbditos del reino:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6).

Aclaremos en primer lugar, que por “muerte segunda” y en ese contexto, se entiende aquella muerte que es producto de un juicio adverso de Dios y con resultado de destrucción eterna (Rev. 20:14-15); a partir de ahí, razonemos con un poco de lógica sobre lo leído en el pasaje en cuestión: si sobre “estos” que participan de dicha “primera” resurrección y que reinarán con Cristo se nos dice, que la “muerte segunda” no tiene autoridad sobre ellos y algo que no se nos dice de la “gran muchedumbre” de súbditos aún por aparecer, ello significa en primer lugar que gozan de la “inmortalidad” (no pueden ya morir) desde el mismo momento que se levantan en esa “primera” resurrección…… pero por otra parte y tomando la oración por pasiva, lo que se sobreentiende es que hay otros a los que sí les puede alcanzar dicha “muerte segunda”, pues de lo contrario y en el pasaje transcrito, no tendría sentido alguno el concretar que es sobre “estos”, luego no sobre otros, que dicha “muerte segunda” ya no tiene poder. Luego teniendo en cuenta que la Revelación nos sitúa en los últimos días de este inicuo sistema de cosas y cercano ya el momento de la instauración del reino de Dios, solo es razonable que nos formulemos la siguiente pregunta ¿de cuántos grupos de personas nos habla Rev. 7:1-10 que estarán presentes, en el momento de empezar a andar el reino de Dios? Y siendo esta la respuesta: de un grupo reducido de 144.000 sellados en sus frentes y de una “gran muchedumbre” que “ningún hombre podía contar” que habrá sobrevivido a la “gran tribulación” venidera y que no tenían sello identificativo alguno en sus frentes. Eso es, dos grupos perfectamente diferenciados el uno del otro, tanto por cantidad como por calidad y del cual primer grupo, según el texto de Rev. 20:6 leído, se nos dice que gozarán de la “inmortalidad” pues la “muerte segunda” ya no puede alcanzarlos…… entonces blanco y en botella: aquellos que sí pueden ser alcanzados por la “muerte segunda”, son los integrantes del grupo de la “gran muchedumbre” y a pesar de que según hemos leído en Rev. 7:14-15, por ser parte del mundo de la humanidad que sí ha ejercido fe en la sangre derramada de Cristo, se les concede y en armonía con la promesa divina de Juan 3:16, el poder vivir eternamente, eso es, la “vida eterna”. Luego un mínimo ejercicio de lógica y sentido común nos dice, que ello solo puede significar que “vida eterna” y la “inmortalidad” no pueden ser de ninguna manera una misma cosa, como afirman la mayoría de “entendidos” a los que nos hemos referido al inicio de este escrito.

Ahora bien ¿por qué enfatizamos el hecho de que esa “gran muchedumbre” sobrevive a la “gran tribulación”? Pues para acentuar el contraste entre ambos grupos, porque veamos: si estas personas pasan al reino de Dios con vida, eso es, sin haber muerto, ello significa que de ninguna manera pueden participar de la “primera” resurrección y que es la que da la citada “inmortalidad”, así como el derecho a reinar con Cristo, como ya hemos señalado; y con lo que se nos viene a decir, que estaríamos hablando de una cantidad inmensa de personas que a diferencia del reducido grupo de los 144.000, no tienen dicha “inmortalidad”, ni pueden reinar con Cristo, pues no proceden de la llamada “primera” resurrección, sino que proceden o salen de la “gran tribulación” y lo que es algo muy distinto. Luego ya tenemos un reducido grupo de personas que tienen la “inmortalidad”, por una parte y otro grupo inmenso por la otra que, aun teniendo el favor de Dios y como hemos comprobado, resulta que no la tienen, pero que en última instancia y por haber entrado al reino de Dios con vida y haber sido liberados de la carga del pecado (cuyo salario es la muerte, según Rom. 6:23) y en función del rescate de Cristo, ya no tienen por qué volver a morir y con lo que resulta que ya están en posesión de la “vida eterna” o vida indefinida (y concepto cuyo significado aclararemos más adelante)…… por lo que es obvio, que no podemos estar hablando de una misma cosa cuando nos referimos a la “inmortalidad” y a la “vida eterna”, pues, repetimos, son dos cosas totalmente diferentes.

Sin embargo, la opinión generalizada y como ya hemos señalado, es la de que sí estaríamos ante dos términos sinónimos y por ello, refiriéndonos a lo mismo cuando usamos cualquiera de las dos expresiones; pero para reforzar nuestro planteamiento en contra de dicha disparatada afirmación, pasemos a considerar un texto bíblico muy usado por parte de aquellos que defienden la equivalencia de los mencionados términos, como es el de 2 Tim. 1:10 y que como tenemos por costumbre, transcribimos de la TNM de los TJ, pues es la que usamos de cabecera, para seguidamente ver como lo vierten distintas traducciones:

TNM: “…… pero ahora se ha hecho claramente patente mediante la manifestación de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que ha abolido la muerte, pero ha arrojado luz sobre la vida y la incorrupción mediante las buenas nuevas.”

RV 1960: “……pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.” (2 Tim. 1:10).

NVI: “…… y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible mediante el evangelio.”

PDT: “Pero ahora nos ha sido mostrado ese amor por medio de la venida de nuestro Salvador Jesucristo, quien destruyó la muerte y ha dado a conocer la manera de tener vida eterna por medio de la buena noticia.”

DHH: “Esa bondad se ha mostrado gloriosamente ahora en Cristo Jesús nuestro Salvador, que destruyó el poder de la muerte y que, por el evangelio, sacó a la luz la vida inmortal.”

Para entender lo que nos dicen esos pasajes, discrepantes entre sí en cuanto a los términos usados para definir una misma condición (“vida eterna”, “vida inmortal”, “vida incorruptible”, “inmortalidad” o “incorrupción”) tenemos que situarnos en el contexto en el que fueron dichas esas palabras de 2 Tim: 1:10; porque resulta que en ese momento, aún no había constancia de que hubiera de existir en un futuro algo parecido a una “gran muchedumbre”, pues esta idea apareció 31 años después de que Pablo pronunciara tales palabras, en la Revelación a Juan y por lo que el citado Pablo no se podía estar refiriendo a dicha “gran muchedumbre” en ese momento, pues no hay ningún dato en los registros de este que nos permitan suponer que sabía algo de la misma…… recuerden que el propio Juan y cuando se le pregunta acerca de esas personas, afirma ignorar de quiénes se trataba (Rev. 7:13-14). Por lo que a quién se podía referir Pablo en ese momento y con esas palabras, solo era a la clase “ungida”, pues esta era la única que existía en ese tiempo y que es a la que Jesús vino exclusivamente a buscar, tarea que continuaron posteriormente sus apóstoles, Pablo incluido…… luego esas expresiones mencionadas tenían los mismos destinatarios y algo que parece ser, quieren ignorar la mayoría de los teólogos actuales. Pero veamos un nuevo elemento que se incorpora al asunto y que nos ayuda a comprender mejor de qué estamos hablando, que encontramos en Hebr. 7:15-17:

Y es aún más abundantemente claro que con semejanza a Melquisedec se levanta otro sacerdote, 16 que ha venido a serlo, no según la ley de un mandamiento que dependa de la carne, sino según el poder de una vida indestructible, 17 pues se dice en testimonio: “Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”.”

Por lo que volviendo a lo que hemos leído y haciendo un compendio de los distintos términos utilizados en esos versos citados e incorporando esa última expresión, fácilmente podríamos llegar a la conclusión de que se estaba haciendo referencia a una “vida eterna indestructible”…… pero claro, para poder sostener esta afirmación, tendríamos que tener a mano una “vida eterna destructible” y lo que es más…… poder explicar lo que ello significa.

Afortunadamente en las Escrituras se nos da un ejemplo de ello y que nos permite aprovechar el momento para introducir la cuña aclaratoria con respecto del significado de “vida eterna” o indefinida, que les habíamos prometido: el hombre muere a causa del pecado heredado, luego cuando dicho pecado es redimido por la muerte de Cristo, este queda eximido de la muerte y de ahí, que los que sobrevivan a la “gran tribulación” y pasen con vida al reino de Dios, ya no precisan morir como pago del pecado (Rom. 6:7)…… y eso es en esencia, la “vida eterna”; a menos, eso sí y como ya les hemos señalado, que la muerte se produzca como resultado de un juicio adverso directo de Jehová y que resulta en la “muerte segunda” o destrucción eterna del sujeto. Y esta es, precisamente, la muerte a la que los participantes de la “primera” resurrección no están sujetos y algo que les aclararemos más adelante; dicho lo cual, continuemos en donde estábamos y que era en el ejemplo que nos proporcionan las Escrituras de una “vida eterna destructible” (eso es, que puede ser destruida en un momento dado) y de la que todos conocemos, como es el caso de nuestro primer padre Adán. Porque veamos: mientras este se mantuvo alejado del pecado, tenía “vida eterna” o indefinida y situación que podía haber mantenido eternamente (y valga la redundancia), si se hubiera mantenido observante de la advertencia recibida, pues el que continuara con vida estaba condicionado a la obediencia de la misma (Gén: 2;17); pero en cualquier caso, la “vida eterna” de la que disfrutaba era una dádiva divina que solo él podía perder y que nadie le podía arrebatar, ni siquiera el propio Jehová, mientras Adán se mantuviera libre de pecado (de lo contrario, Dios habría violentado la condición que Él mismo había impuesto). Y siendo en este sentido que se podía considerar a Adán como un ser “eterno”, pues eso es lo que significa el concepto de “vida eterna”…… sin embargo, no era “inmortal” o no sujeto a muerte, como posteriormente se comprobó y lo que nos permite calificar la vida que poseía, como de “vida eterna destructible”.

Tengamos en cuenta, que según los diccionarios actuales la expresión “inmortal” significa que “no se puede morir” y siendo por tanto sinónima de “imperecedero”, “eterno”, “perenne”, “perpetuo” y “sempiterno”. Claro, ello nos podría llevar a confusión, pues esas definiciones retratan o son equivalentes a la “vida eterna” de la que se nos habla en Juan 3:16 y circunstancia que los teólogos actuales aprovechan para afirmar que “vida eterna” e “inmortalidad” son las dos caras de una misma moneda…… y lo que nos lleva a la repetición del argumento que les hemos dado: ello es así como dicen los diccionarios, pero en el bien entendido de que solo aplica en el sentido de que una vez quitado el pecado por el sacrificio vicario de Cristo, la muerte como consecuencia del mismo desaparece y por lo que no existe ya causa natural alguna por la que el ser humano y desde ese momento en adelante, experimente la muerte y con lo que ya a partir de ese instante, aplican todos esos calificativos que nos exponen los diccionarios; y por lo que no hay contradicción alguna con lo que nosotros estamos intentando explicar, cuando las cosas se colocan en su debido contexto. Pues no olvidemos, que en una primera instancia esa era la situación real de Adán y por lo que en él se concitaban todos esos términos…… sin embargo, Adán murió; ahora bien y que es a dónde queríamos llegar: la muerte no le llegó propiciada por una falla en su condición de ser humano perfecto y por tanto poseedor en sí mismo de “vida eterna”, sino por una acción exterior como causa de su desobediencia a la advertencia dada por su Creador. De ahí, que nosotros afirmemos, que la “inmortalidad” como tal y según el punto de vista bíblico, va un paso más allá de las definiciones que de la misma nos dan los diccionarios.

Luego y para ir colocando poco a poco las cosas en su sitio, podríamos hacer la siguiente evaluación, en el sentido de que mientras Adán gozaba una “vida eterna destructible”, ahora estaríamos hablando de un “vida eterna indestructible” y lo que nos lleva a la siguiente reflexión: es cierto que en términos prácticos sería lo mismo la “inmortalidad” que la “vida eterna”, pues en ambos casos y en esencia, solo proponen la duración indefinida de la vida siempre bajo el punto de vista humano; entonces…… ¿cuál es el matiz que interviene, para que desde el punto de vista bíblico esto no sea así? Pues que mientras la “vida eterna” de la que en su momento gozó Adán y de la que gozan los ángeles también (no nos olvidemos de ello), así como de la que en un futuro gozará la “gran muchedumbre” que sobreviva a la “gran tribulación”, es “destructible”, la condición en la que fue levantado Jesucristo en su resurrección fue a una “vida eterna indestructible” y que ya más adelante explicaremos “de qué manera, se come eso”; porque antes tenemos que hablar de aquellos seguidores de Jesús que se levantan en la “primera” resurrección y de los que el apóstol Pablo dijo lo sigue:

Porque si hemos sido unidos con él en la semejanza de su muerte (asesinados por mantener su lealtad a Dios), ciertamente también seremos unidos con él en la semejanza de su resurrección.” (Rom. 6:5). (Acotación nuestra).

Entonces queda claro que aquellos de los que nos habla Rev. 20:6 y que participan en la “primera” resurrección, tienen que tener un resurrección igual a la que Cristo tuvo, eso es, a una resurrección con “vida eterna indestructible”, pues de los tales se nos dice que la muerte “segunda” no tiene autoridad sobre ellos y en el bien entendido, como ya hemos señalado, que “la muerte segunda” no es consecuencia del pecado heredado, sino por un juicio directo de Dios y que equivale a destrucción eterna (Rev. 20:15)…… ahora bien ¿por qué son indestructibles? Para entender este interesante punto, tenemos que remontarnos a unas palabras que pronunció Pablo y que parecen ser desconocidas por la mayoría de los teólogos, pues no nos las mencionan ni por casualidad y que sin embargo, son cruciales para entender la diferencia existente entre lo que es la “vida eterna” y lo que es la “inmortalidad”…… siempre desde el punto de vista de las Escrituras y que se supone que es de eso de lo que nos tendrían que hablar esos señores; pero antes de pasar a transcribir dicho pasaje y puesto que también se mueven en nuestra tesis (o nosotros en la suya), veamos lo que opinan los TJ acerca de la razón del por qué a esas personas se les concede dicha condición de vida “indestructible” y lo que esto significa:

Por consiguiente, el que se otorgue “vida indestructible” (Heb 7:16) o “vida indisoluble” a los cristianos que obtienen el privilegio de reinar con el Hijo de Dios en el Reino celestial, demuestra de manera maravillosa la confianza que Dios tiene en ellos.” (Perspicacia para entender las Escrituras, pág. 1.230). (Negritas nuestras).

Argumento pueril donde los haya y en el que no estamos en absoluto de acuerdo, esgrimido como último recurso al no tener ni idea, imaginamos, de la verdadera razón del porque disfrutan esas personas de la condición de “indestructibles”; dicho lo cual, ahora ya sí, veamos el pasaje en cuestión:

Porque sabemos que si nuestra casa terrestre, esta tienda, fuera disuelta, hemos de tener un edificio procedente de Dios, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.” (2 Cor. 5:1).

Pero para entender claramente la idea que Pablo nos estaba transmitiendo con esas palabras, recurriremos a la versión que del mismo pasaje nos da la Nueva Traducción Viviente y que es un poco más explícita y por tanto, clarificadora:

Pues sabemos que, cuando se desarme esta carpa terrenal en la cual vivimos (es decir, cuando muramos y dejemos este cuerpo terrenal), tendremos una casa en el cielo, un cuerpo eterno hecho para nosotros por Dios mismo y no por manos humanas.”

Lo que entendemos entonces a partir de lo leído, es que a diferencia de los resucitados de los que nos habla la Biblia (exceptuando el caso de Jesucristo), así como será en el caso de los que participen de lo que podríamos considerar como la “segunda” resurrección durante el milenio, que volverán a la vida con un cuerpo terrestre, eso es, procedente de la tierra (Gén. 2:7), esas personas reconocidas como Hijos de Dios, dejaron esa condición de origen terrestre para siempre en el momento de su muerte, para adquirir un cuerpo nuevo que les ha “fabricado” el propio Jehová en los cielos, por lo tanto ya de condición divina y que les será dado en el momento de su resurrección; el hecho de que se nos mencione que no será hecho “por manos humanas” significa que a diferencia del resto de la humanidad, este cuerpo no será de sustancia terráquea, eso es, compuesto de los ingredientes del suelo (Gén. 3:19) y que resulta del producto del ayuntamiento de un hombre y una mujer, con la aparición de un nuevo ser en el mundo, en definitiva de esencia terrenal y que es lo que transmite el ser humano a su descendencia. No será este el caso en dichos personajes, pues desechados definitivamente sus cuerpos terrenales, serán dotados de cuerpos acordes con la condición que tienen de Hijos de Dios y hechos por Este, por lo que serán de esencia divina o dicho para entendernos, como una porción del propio Dios Altísimo hecha materia y a lo que Pablo denominó “una nueva creación”:

2 Cor. 5:17: “Por consiguiente, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron, ¡miren!, cosas nuevas han llegado a existir.”

Gál. 6:15: “Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación es algo.”

No olvidemos, que hasta el momento conocemos dos formas de vida: la espiritual y la material, una de ascendencia o esencia celestial y la otra de ascendencia o esencia terrenal; sin embargo ahora estamos hablando de una tercera concepción de vida, eso es, vida material o en la forma de hombres, pero de ascendencia celestial o proveniente de Dios. Y dado que son Hijos de Dios, los cuerpos que reciben también tienen que reflejar las características de su Padre Celestial y llevándose con ello al extremo, la afirmación que Jesús hizo en su momento en el sentido de que quién lo estaba viendo a él, estaba viendo al Padre (Juan 14:9), o sea, ya en un total y estricto sentido del término. Luego cuando en el reino de Dios ya instalado en esta tierra, estemos conviviendo con Jesucristo y con sus hermanos, estaremos conviviendo y por decirlo de una manera un tanto pedestre, pero lo máximo de realista, con sustancia de Dios en forma de hombres (no olvidemos que estamos hablando de una nueva creación); de hecho, algo de ello parece que se nos quiere dar a entender, cuando en Rev. 21:3-4 leemos lo siguiente:

Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad y él (eso es, Dios) residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”.” (Acotación nuestra).

Tan explícito es dicho pasaje, que muchos que se las dan de teólogos dicen que, efectivamente, de manera literal Jehová habitará con el hombre aquí en la tierra, pero planteamiento que se topa con algunas “pequeñas” dificultades; por ejemplo, con lo afirmado por el propio Jehová a Moisés:

Y añadió: “No puedes ver mi rostro, porque ningún hombre puede verme y sin embargo, vivir.” (Éxo. 33:20).

Recordemos que ni el propio Adán, en estado de perfección y siendo directa creación de Dios, pudo ver a literalmente a Este, sino que lo único que percibía era “la voz de Jehová que andaba en el jardín” (Gén. 3:8-10); pero tenemos otro pasaje de más peso, que nos muestra la imposibilidad de que Dios literalmente more con el hombre y que encontramos en 1 Rey. 8:27, que nos narra el solemne momento de la inauguración del templo de Jerusalén y las palabras que el rey Salomón dirigió a Aquél para quién se había edificado el mismo:

Pero ¿verdaderamente morará Dios sobre la tierra? ¡Mira! Los cielos, sí, el cielo de los cielos, ellos mismos no pueden contenerte ¡cuánto menos, pues, esta casa que yo he edificado!

Pero para entender ese pasaje en toda su dimensión, veamos como lo vierten otras dos traducciones:

PDT: “Pero ¿en realidad puede vivir Dios en la tierra? Si ni los cielos más profundos pueden contenerte, entonces ¿cómo será adecuado para ti este templo que he hecho construir?

DHH: “Pero ¿será verdad que Dios puede vivir sobre la tierra? Si el cielo, en toda su inmensidad, no puede contenerte, ¡cuánto menos este templo que he construido para ti!

Luego es obvio que Jehová y que identifica al globo terráqueo como el “escabel” de sus pies (Isa. 66:1), no puede literalmente posarse sobre esta tierra y vivir junto a nosotros…… sin embargo, eso es lo que parece decirnos Rev. 21:3-4 y por lo que habría de averiguarse, cuál es la fórmula para que dicha circunstancia se produzca, sin violar los pasajes mencionados; y clave para esclarecer dicha cuestión, la tenemos en Rev.21:4 mencionado hace un momento y que, recordemos, nos dice lo siguiente:

Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”

Por lo que ahora razonemos sobre lo que hemos leído y preguntémonos ¿quiénes son los que llevan a cabo todos esos cambios sobre la tierra durante el milenio? Pues Jesucristo y sus hermanos, en todo semejantes a él y a quien todo poder y autoridad sobre el cielo y sobre la tierra le han sido concedidos (Mat. 28:18); y que según leemos en las Escrituras, una vez conseguido dicho objetivo y al término de los mil años de gobierno teocrático sobre la tierra, ocurre lo siguiente y según la versión Dios Habla Hoy:

Entonces vendrá el fin (o la culminación del Plan de Dios para la restauración de la humanidad), cuando Cristo derrote a todos los señoríos, autoridades y poderes y entregue el reino al Dios y Padre. 25 Porque Cristo tiene que reinar hasta que todos sus enemigos estén puestos debajo de sus pies (luego durante el milenio Jehová no estará en la tierra ni, obviamente, después del mismo, como tampoco lo estuvo en el principio); 26 y el último enemigo que será derrotado es la muerte. 27 Porque Dios lo ha sometido todo bajo los pies de Cristo. Pero cuando dice que todo le ha quedado sometido, es claro que esto no incluye a Dios mismo, ya que es él quien le sometió todas las cosas. 28 Y cuando todo haya quedado sometido a Cristo, entonces Cristo mismo, que es el Hijo, se someterá a Dios (y le devolverá el reino), que es quien sometió a él todas las cosas. Así, Dios será todo en todo.” (1 Cor. 15:24-28). (Acotaciones nuestras).

Entonces y volviendo al tema que nos ocupaba ¿en qué sentido estará Dios con la humanidad? A nuestro entender solo existe una manera y que es la que hemos apuntado: en las figuras, tanto de Jesucristo y de sus hermanos que son un calco de este, que no son otra cosa y por decirlo de alguna manera, más que ínfimas “porciones” del un todo que es Dios, materializadas en cuerpos humanos como Hijos Suyos o lo que viene a ser lo mismo, esencia del propio Dios en figura o forma humana; y circunstancia que les permite el convivir entre nosotros, sin que su presencia nos sea letal, como sí lo es la del Altísimo, según hemos leído…… en definitiva, que ellos “son” Dios y con todas la limitaciones que a ello le queramos poner. Y para transmitirles la idea de la forma más cercana a lo que intentamos decirles, vean el siguiente ejemplo y que una buena amiga de este blog nos ha hecho llegar: si ustedes van a la orilla del mar y sacan con un cuenco una porción de agua de este, lo que tienen en sus manos en ese momento, no es otra cosa más que “mar”, aunque solo sea en una ínfima cantidad, si la comparamos con la vasta porción de agua que tenemos ente nosotros…… pero en definitiva “mar” y no otra cosa; y siendo eso, exactamente, lo sucedido en el caso de esos personajes. Dicho lo cual y partiendo de todo lo considerado, volvamos al principio de esta historia y que iniciábamos con Juan 3:16…… ¿se acuerdan de lo que decía?; veámoslo de nuevo:

Porque tanto amó Dios al mundo (de la humanidad) que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Acotación nuestra).

Y ya hemos visto en qué consiste la “vida eterna destructible” y que suena más suave si se define diciendo que no es más que la “vida eterna”, sujeta o dependiente de la obediencia a Dios; sin embargo, en el “Plan Divino de Redención” también se contemplaba, aparte de la figura de Jesucristo, la de un determinado número de personajes que acompañarían a este en la gobernación de un reino por mil años y que colaborarían en el encargo dado al mismo, de llevar a cabo dicha obra de restauración…… por lo que la pregunta es ¿qué criterio se siguió, para elegir a dichas personas? Pues sencillamente a medida que se iban incorporando, eso es, a los primeros que aceptaron la propuesta de Jesús y decidieron seguirle, sin saber siquiera lo que les esperaba, como queda claro por las palabras que los apóstoles dirigieron a Jesús y que encontramos en Mat. 19:27-28:

Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel”.”

Por lo que estaríamos hablando simplemente de estar en el lugar oportuno, en el momento adecuado y situación que se extendió hasta el tiempo en que, con la muerte del último apóstol y por las razones ya dadas, llegó temporalmente a su final dicha obra y que repetimos como recordatorio: con la muerte de los apóstoles se acabó el bautismo en espíritu santo, pues eran los únicos autorizados para poderlo impartir y que era el que le daba a uno la unción como Hijo de Dios…… y con ello finalizó la posibilidad de todo ser humano y por esfuerzo personal, de poder alcanzar un puesto en dicha gobernación de hechura divina. Y decimos que concluyó temporalmente, pues según nos dicen las Escrituras queda por aparecer un pequeño “resto” de esos personajes (Rev. 6:9-11) y prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3 y que a diferencia de lo que ocurrió en el primer siglo, ya serán elegidas “a dedo” por el Altísimo; no obstante a esas personas y al igual que a todo hijo de vecino, en principio les aplicaban las palabras citadas de Juan…… solo que por haber sido los primeros que siguieron a Jesús, en el caso del primer siglo y por haber sido seleccionados directamente por Dios dicho resto, serán exaltados a una posición más elevada, como queda claro de lo dicho en Rev. 14:4:

Estos son los que no se contaminaron con mujeres (u organizaciones religiosas fraudulentas); de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad (o “mundo” del que nos habla Juan 3:16), como primicias para Dios y para el Cordero.” (Acotaciones nuestras).

Ahora bien, puesto que estaríamos hablando de unas personas sacadas de entre los miembros del mundo de la humanidad obediente y a la que le fue ofrecida la oportunidad de conseguir la “vida eterna”, como “primicias” o primeros frutos de una cosecha mayor, es obvio entonces que la afirmación de algunos “teólogos” en el sentido de que todos los cristianos bautizados de todos los tiempos reinarán junto a Cristo, no deja de ser más que una majadería propia de la ignorancia que atesoran esos señores y algo que, en sí mismo, ya les descalifica categóricamente de su pretendida condición de personas “ungidas”. No obstante y para ahondar un poco más en el tema, en el sentido que la “inmortalidad” y desde el punto de vista bíblico, es mucho más que la “vida eterna”, basta con analizar lo que se lee en Rev. 20:7-9:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión, 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos (los extraviados) es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró (“muerte segunda” o destrucción eterna).” (Acotaciones nuestras).

Una vez más y como en el caso de Adán, la capacidad de mantener la “vida eterna” que nos fue recuperada mediante el sacrifico redentor de Cristo y que empezaremos a disfrutar en el momento de pasar con vida al reino de Dios, o bien al resucitar dentro del mismo, dependerá de la respuesta que se dé ante el desafío satánico al que seremos sometidos todos mil años después, como se deduce de lo leído en el pasaje en cuestión y lo que nos demuestra que la “vida eterna” está intrínsecamente relacionada con la obediencia a Dios; ahora bien ¿todos?…… bueno, todos menos aquellos que nos gobernarán (Jesucristo y sus hermanos) pues al ser estos esencia divina, ellos están ya por encima de cualquier prueba:

Al estar bajo prueba, que nadie diga: “Dios me somete a prueba”. Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie.” (Santiago 1:13).

Dicho lo cual, vemos que aquellos que superen la prueba sencillamente continuarán disfrutando de la “vida eterna” que les fue dada en un principio y que mientras mantengan fidelidad a su Creador, vivirán por los siglos de los siglos. Por lo que a aquellos que niegan dicho extremo, o sea, que la “vida eterna” no es vida dependiente de la obediencia a Dios, les haríamos la siguiente pregunta ¿cuál continúa siendo entonces, la situación de las criaturas angélicas y que fueron creadas mucho antes que el ser humano? (Job 38:7). Obviamente, la misma que siempre han tenido y con lo que está claro, que la “vida eterna” es una condición de vida sujeta a la obediencia al Creador y por lo tanto “destructible” en un momento dado…… algo que se entiende cuando uno analiza con seriedad y atención el pasaje de Gén. 2:17 y no se lee de pasada como suelen hacer muchos, al considerarlo un texto sin contenido e interés alguno; pero con el fin de probar nuestra afirmación sobre lo que significa la “vida eterna”, leámoslo de nuevo:

Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás.”

De entrada, tenemos que decir que dicho árbol no simbolizaba más que la obediencia debida del ser humano a Aquél que lo creó y lo cual continuará por la eternidad (con árbol o sin árbol), como no puede entenderse de otra manera…… y es que si Jehová puso leyes, obviamente era para que fueran obedecidas ¿o no? Porque si bien es cierto que hoy no nos regimos por la Ley Mosaica, no es menos cierto que todos continuamos bajo ley, por tanto sujetos a obediencia:

Porque siempre que los de las naciones que no tienen ley, hacen por naturaleza las cosas de la ley, estos, aunque no tienen ley, son una ley para sí mismos. 15 Son los mismísimos que demuestran que la sustancia de la ley está escrita en sus corazones, mientras su conciencia da testimonio con ellos y, entre sus propios pensamientos, están siendo acusados o hasta excusados.” (Rom. 2:14-15).

Luego si tenemos una conciencia que nos dice “esto es correcto y esto otro, no” (y más, si la tenemos entrenada en las cosas de Dios), eso es, que somos conscientes de lo que está bien en detrimento de aquello que está mal, ello significa que como seres racionales, estamos sujetos a leyes que rigen nuestro comportamiento dentro de una sociedad inteligente con la que tenemos que convivir. Pero es que además, la condicional puesta por Jehová fue la de que “en el día que comas, morirás”…… es obvio que ello significa que dicha condición restrictiva era eterna, pues si Adán no hubiera comido, la tal condición se habría mantenido eternamente en vigencia. Entonces hay que entender que la muerte de Jesucristo no quitó dicha condicional, sino que lo que hizo fue dar la oportunidad a los descendientes de Adán de no tener que pagar por algo de lo que no eran culpables, pues ellos no fueron (y no somos) los que tomaron la decisión de desobedecer la advertencia de Dios; por lo tanto, cuando todo vuelva a la situación de normalidad que existía en el tiempo de Adán, la cuestión de la obediencia a su Creador continuará ante el ser humano eternamente, para poder mantener la “vida eterna” de la que de nuevo será dotado.

Todo considerado, la conclusión y siempre desde el punto de vista de las Escrituras, es que la “vida eterna” y la “inmortalidad”, no son las dos caras de una misma moneda, sino dos cosas totalmente distintas cuando como hemos dicho, las enfocamos, no desde nuestro personal punto de vista como seres humanos, sino desde el punto de vista de nuestro Creador: la “vida eterna” significa el vivir eternamente, maravillosa dádiva que recibimos de Jehová Dios y que nadie nos puede arrebatar, ni siquiera nuestro propio Creador, pero condicionada también eternamente a la obediencia a Este. Y siendo la “inmortalidad” no una mera extensión de la vida por tiempo indefinido, sino la nueva dimensión corpórea que les será dada a esos seres que han de reinar en el milenio en condición de Hijos de Dios y que, despojados totalmente de su condición de origen terrenal, pasan a la condición de esencia de Dios o, por decirlo de alguna manera, como si de “réplicas” de Dios en miniatura y en la figura de hombres se tratara y algo que nada tiene que ver con “la confianza” que pueda tener Dios con respecto de ellos, como absurdamente afirman los TJ. De ahí, que los Pedro, Juan, Pablo y tantísimos otros como Jehová tuvo a bien escoger, pasen de ser cuando estaban en forma humana Hijos “adoptivos” de Dios, a la situación de Hijos de Dios de pleno derecho con todas sus consecuencias en su nueva condición y por tanto, que reflejen las mismas cualidades divinas de inmortalidad, justicia, lealtad, amor, poder, sabiduría, imparcialidad, etc. etc. etc. que siempre han caracterizado al Dios Todopoderoso y Excelso Padre de ellos y, que como hemos dicho, tuvo a bien el llamarles a Su Servicio…… eso sí y como ya hemos apuntado, no siendo estos más que una ínfima expresión divina, si se les intentara comparar con el Excelso Creador del Universo y de todas las cosas que en el mismo existen.

Dicho lo cual ¡ya lo saben, queridos amigos que tienen la paciencia de leernos!…… a echar mano de sus ejemplares de la Biblia y comprobar si lo que les hemos dicho se ajusta a la realidad que en ella se nos cuenta, o si por el contrario y como diría nuestro amigo el castizo…… “nos hemos “pasao” siete pueblos”.

MABEL

ENTRE LO ANECDÓTICO Y LO SUSTANCIAL…… ¿CON QUÉ SE QUEDA USTED?

Posted in Uncategorized with tags , , , , , , , on 07/08/2012 by Armando López Golart

Y titular que tiene que ver con algunos correos que estamos recibiendo en este blog, en el sentido que dedicamos demasiado tiempo a meternos con Apologista Mario Olcese, en lugar de publicar artículos de corte más doctrinal y menos contestatarios, dirigidos quizás a un público más “pacífico”. Por lo que, aunque ya hemos respondido en otras ocasiones a esta cuestión, volveremos a incidir en ella diciendo que, en primer lugar, la razón de ser de este blog y según explicamos en la “entradilla” del mismo, es precisamente el denunciar todas aquellas enseñanzas que consideramos erróneas y someterlas al juicio de nuestros lectores, eso sí (y esto es algo que tiene su peso específico en esta cuestión), mediante el ofrecer una enseñanza alternativa con la que poder contrastar…… a la vez que intentar desenmascarar a toda esa patulea de “falsos maestros” (2 Ped. 2:1), que lo único que hacen es engañar al personal, como es el caso del personaje en cuestión. Por otra parte, hay que tener en cuenta que uno de los blogs de más audiencia en Internet (o al menos lo era), dentro del campo de la literatura bíblica y que aglutina en su contenido, todas aquellas enseñanzas falsas acerca de las Escrituras con las que ustedes se puedan topar, es sin duda alguna el de Apologista Mario Olcese…… y claro, como en tantas ocasiones hemos dicho, no nos vamos a meter con aquél autor al que solo le lee su mamá y por aquello tan comprensible del amor de madre. Pero puesto que es muy cierto que nuestra actitud crítica ha resultado en una gran proyección para nuestro blog, con un más que considerable aumento en número de visitas (al principio también nos aplicaba eso del amor de madre) y lo que demuestra que la página del Sr. Olcese es un buen “escaparate”, continuamos pensando que lo razonable es continuar por el mismo camino…… y avala nuestra decisión, el hecho constatado (hasta el momento, al menos) que nuestros planteamientos no han podido ser rebatidos por nadie y lo cual nos lleva a pensar, que “navegamos” en la dirección correcta y por lo que, mientras Jehová lo permita, seguiremos dando “la vara”.

Porque al denunciar las enseñanzas de dicho caballero, realmente estamos denunciando por igual a todos aquellos que, quizás sin una presencia tan sólida en la Red como la de Apologista, mantienen sus mismas creencias en cuanto a doctrina se refiere y que engañan exactamente igual a los que les leen, como pueda hacerlo D. Mario Olcese. De tal manera, que cuando nosotros rebatimos determinado planteamiento o enseñanza de dicho caballero, contribuimos a que cuando usted la vea publicada en el blog de otro autor, ya esté sobre aviso y no se deje engañar…… luego ¿qué más da la razón por la cual dicha información ha llegado hasta sus manos? Y es que hay que tener en cuenta una constante existente en todos aquellos que hoy día se auto reconocen como “ungidos” (y que son legión), eso es, supuestos Hijos adoptivos de Dios y por tanto, se supone que “guiados” por el espíritu santo para “enseñar” y con el derecho añadido de reinar con Cristo en el reino milenario venidero…… y es que cometen los mismos errores de base en el entendimiento de las Escrituras que comete D. Mario Olcese y de ahí su disparatada pretensión. Por lo tanto, nada que venga de esas personas puede ser tomado en serio…… por lo cual entendemos procedente nuestra actitud, pues personalicemos en quién personalicemos, estaríamos hablando de lo mismo.

De aquí nuestro titular y en el que pretendemos simplemente señalar, que si uno se queda con la simple anécdota, como podría ser el marco de circunstancias en el que nos desenvolvemos (una fuerte discusión entre dos partes), le ocurre lo mismo que aquella persona a la que “un árbol no le deja ver el bosque”; sin embargo, si uno se queda con lo sustancial y que no es otra cosa que la enseñanza que mediante dicha “pelea” estamos transmitiendo, podrá visualizar “el bosque” entero con toda su nitidez…… y que además cuenta con la garantía ya mencionada, en el sentido de que hasta el momento ni dicho caballero, ni otros muchos de su “cuerda” que también nos leen, han sido capaces de poder rebatirnos planteamiento alguno. Luego eso y no otra cosa es lo realmente importante o sustancial…… al menos a nuestro entender: el que ustedes tengan información veraz acerca del contenido escritural y no toda esa serie de “historias para no dormir” que se publican por ahí. Y claro, comprenderán que es mucho más fácil para nosotros centrar la atención en un solo blog, que no abrir mil y un frentes a nuestro alrededor (no disponemos del tiempo necesario), cuando la realidad es que en esencia estaríamos hablando de las mismas falsas enseñanzas, vengan de quién venga.

Por otra parte, habría que tener en cuenta que no hacemos más que lo que hace dicho caballero, cuando en sus blogs arremete de continuo contra las doctrinas o enseñanzas de los Testigos de Jehová: primero denuncia el error cometido por estos y ya después, pasa a dar su propia interpretación del significado del tema del que se trate y obviamente (según propia afirmación) para que aquellos seguidores de los TJ que le puedan estar leyendo, comprendan el error en el que les han entrampado sus dirigentes y se cambien a una enseñanza correcta…… que se supone que es la que el Sr. Olcese les está explicando. Lamentablemente si a un TJ se le ocurriera cambiar de “bando”, se encontraría con la desagradable sorpresa de que se sale de las llamas para meterse de lleno en las brasas, pues las interpretaciones que D. Mario nos hace con respecto de las citadas enseñanzas “watchtowerianas”, son un verdadero disparate, como les vamos a mostrar a continuación.

Porque resulta que el Sr. Olcese tiene publicados dos video/artículos en su blog de cabecera (27/07/12), siendo el primero de ellos, el titulado “La barbaridad de la doble prueba para las “otras ovejas” de la Watchtower” y basado en La Atalaya de estudio del 15/10/12 (en dicha organización, las revistas de estudio se publican con cierta antelación) y que abre con el siguiente comentario:

En la revista de estudio de La Atalaya del 15 de Octubre del 2012, pág.31, la Watchtower repite el error de que las «otras ovejas» serán probadas dos veces, una en esta vida, y otra al final del reino de Cristo. Sin embargo, para los 144,000 ungidos les espera reinar con Cristo en el cielo con inmortalidad. Eso significa que la llamada «manada pequeña» no necesitará ser probada dos veces, ya que de frente comienzan reinando con inmortalidad desde el mismo comienzo del milenio. ¿Podría alguien creer que nuestro Dios es un Dios parcial e injusto? No lo creo!!!” (Negritas nuestras).

Luego según leemos en dicha transcripción, dicho caballero señala lo que a su entender es una barbaridad, eso es, que mientras aquellos que con Cristo han de reinar (cifrados en 144.000), reciben la inmortalidad en el mismo momento de ser resucitados, la “gran muchedumbre” tenga que esperar al final de los mil años para acceder a la vida eterna, que no la inmortalidad y que es muy distinto (por si no lo sabe el Sr. Olcese)…… pero que en todo caso, más o menos, ese es su planteamiento y equivocado como siempre, pues eso que afirman los TJ es exactamente lo que nos dicen las Escrituras, porque veamos: de entrada, que los que reinarán con Cristo reciben la inmortalidad en el mismo momento de su resurrección, lo leemos en Rev. 20:6 y que dice como sigue:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (ello significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación nuestra).

Entonces algo que nos queda claro, es que los que participan de esa “primera” resurrección, son los que reinarán con Cristo y con la inmortalidad concedida, pues es sobre estos que la muerte segunda “no tiene autoridad”…… luego es obvio que sí la tiene sobre otras personas (de lo contrario, dicha afirmación no se entendería) y que solo puede ser sobre la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” de Rev. 7:9; 14; pues habría que señalar y como detalle importantísimo a tener en cuenta, que en la Revelación solo se nos muestra a esos dos grupos de personas que entren de inicio al reino de Dios…… no se nos habla de nadie más. Ahora bien ¿por qué sobre esa ingente cantidad de personas la “muerte segunda” (Rev. 20:14) si tiene autoridad? Pues porque de esa inmensa multitud de personas se nos dice que son “los que salen de la gran tribulación” (Rev. 7:14), lo que significa que sobreviven a ella, luego pasan con vida a ese nuevo mundo y por lo tanto, al no haber muerto no pueden participar de esa “primera” resurrección y que es en donde (como hemos visto) se concede la citada inmortalidad…… luego lógicamente continúan manteniendo su condición de mortales, eso es, que pueden morir y siempre que Rev. 20:6 no nos engañe. Y que al no poder participar de esa citada “primera” resurrección, tampoco pueden reinar con Cristo…… pero puesto que de ellas se nos dice que entran en el reino, la pregunta sería ¿en calidad de qué entran en dicho reino? Pues obviamente y si no pueden reinar, solo pueden hacerlo en calidad de súbditos del mismo y lo que nos lleva a hacer una precisión; veamos:

Los TJ en esta enseñanza, en principio tienen toda la razón del mundo…… si bien solo en el fondo de la cuestión, pues en la forma se equivocan notablemente: porque si bien es cierto que un grupo pequeño reinará con Cristo, no es menos cierto que no lo harán desde los cielos sino desde la tierra; y por otra parte, nada tienen que ver esas personas que reinarán con Jesucristo en el milenio, con los particulares “ungidos” de los TJ, según probaremos a continuación…… y en cuanto a la “gran muchedumbre”, si bien es cierto que serán los súbditos de dicho gobierno y no gozarán de la inmortalidad, ya es menos cierto que dicho grupo esté formado por sus “otras ovejas” y algo que razonaremos de inmediato. Pero también por su parte, el Sr. Olcese comete el error de no contrastar lo que dicen los TJ con lo que dice la Biblia, sino con lo que él cree que se dice en ella del tema que se esté cuestionando…… porque por ejemplo, a día de hoy y según las Escrituras, no hay en la tierra nada parecido a personas “ungidas” que representen a Dios, ni mucho menos una “gran muchedumbre” que se pueda identificar con la de Rev. 7:9 y por lo que, de momento y bíblicamente hablando, no hay tema sobre el cual discutir; por lo que queda claro que el citado caballero, discute con los TJ a partir de lo que él cree que dicen las Escrituras del tema en cuestión y no de lo que realmente dicen estas del mismo.

Lo que sí es cierto y según el registro sagrado, es que está por aparecer un “resto” de esas personas “ungidas” o elegidas (significa lo mismo) por Dios como sus representantes, según leemos en Rev. 6:9-11:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.”

Y que estos personajes aún no han aparecido, lo prueba el hecho que no hay ninguno de esos supuestos “ungidos” actuales (pertenezcan a la confesión religiosa que pertenezcan, o vayan por libre como muchos de ellos), que estén dotados de los grandes poderes de los que estarán revestidos los miembros de ese “resto” por aparecer, según se nos dice en Rev. 11:3-6:

Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra.

5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.”

Y por lo menos hasta donde sabemos, ninguno de los componentes de esa actual marabunta de “fantasmas” que se reconocen a sí mismos como “ungidos” y por tanto, Hijos adoptivos de Dios, puede demostrar poseer semejantes poderes…… luego lo dicho: no son más que unos farsantes y embaucadores (incluido el Sr. Olcese), que lo único que demuestran es no tener ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras. Y volviendo a lo de la “gran muchedumbre”, repetir que en nuestros días no existe tampoco nadie que represente a dicho grupo, pues dicha ingente cantidad de personas aparece como consecuencia directa de la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y que aún no ha comenzado, pues los que la inician y por espacio de “mil doscientos sesenta días”, eso es, durante tres años y medio (y no los ciento y pico que llevan ya los TJ dando la matraca), son los “dos testigos” o “resto” enviado por el Altísimo para llevar a cabo dicha comisión y según acabamos de leer. Y que estamos en lo cierto al afirmar que no existe a día de hoy, nada parecido a la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9, queda claro por el hecho que esa ingente cantidad de personas y que “ningún hombre podía contar” sobreviven a la “gran tribulación” de Rev. 7:14…… pero “gran tribulación” que aún está en el futuro, luego aún nadie ha podido sobrevivir a ella y por lo que como hemos dicho, no puede existir nada parecido a semejante muchedumbre en nuestros días. Por lo que tampoco pueden existir “ungidos” verdaderos en nuestro tiempo, ya que la citada “gran muchedumbre” de Rev. 7:9 y que aún no ha aparecido, es la consecuencia directa de la labor de predicación desarrollada por dichos “ungidos”…… y ya se sabe: sin acción, no puede haber reacción (y viceversa).

Pero veamos ahora, otra objeción que D. Mario plantea a los TJ en el tema titulado “Herejía pura: el esclavo dice que las otras ovejas no necesitan nacer de nuevo” y apoyado en una Atalaya más antigua y en su versión en inglés (01/04/88) y cuyo comentario de introducción dice así:

En la revista Watchtower (inglés) del 1 de Abril de 1988, pág. 18, el llamado «Esclavo» dice que la grande muchedumbre no necesita «nacer de nuevo». Sin embargo, Jesús le dijo a Nicodemos que si quería VER y ENTRAR en el reino, tenía que NACER DE NUEVO. ¿A quién le creerá usted, a Jesucristo, o al esclavo de la WT apóstata? ¡¡¡Tenga en cuenta que su salvación está en juego!!!” (Negritas nuestras).

Y confirmando que la versión en español de dicha revista, se pronuncia en el mismo sentido que su original en inglés, pasemos a analizar en primer lugar, cuáles fueron las palabras de Jesús en la conversación que mantuvo con Nicodemo y lo que es más importante, el contexto en el que fueron dichas:

En respuesta, Jesús le dijo: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. 4 Nicodemo le dijo: “¿Cómo puede nacer el hombre cuando es viejo? No puede entrar en la matriz de su madre por segunda vez y nacer, ¿verdad?”. 5 Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:3-5).

Y quizás visto desde esa perspectiva y sin profundizar más en el asunto, tal parecería que D. Mario tiene razón y que la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9, sí tendría que nacer otra vez para entrar en el reino de Dios…… pero no: resulta que los TJ tienen razón de nuevo y dicho caballero, lamentablemente y como nos tiene acostumbrados, vuelve a meter la pata hasta el corvejón. Y es que el Sr. Olcese, tal parece que nos toma por tontos o se cree que los demás y al igual como hace él, no tenemos en cuenta los diferentes contextos en los que se hacen determinadas afirmaciones…… porque veamos a quiénes se dirigían esas palabras, eso es y como hemos dicho, en qué contexto fueron expresadas. Porque se da la circunstancia que cuando Jesús vino por primera vez, solo vino para buscar a aquellos que junto a él, tenían que conformar ese “reino de sacerdotes” prometido por Jehová (Éxo. 19:6)…… y algo en lo que tiene que estar de acuerdo el Sr. Olcese, pues esto que van a leer a continuación, es lo que él mismo publicó el 12/12/10, bajo el título “Estar con Cristo ¿qué significa esta frase?” y que en la segunda mitad del último párrafo, afirma lo siguiente:

Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas nuestras).

Entonces lo que parece obvio, es que esas palabras de Jesús, lejos de ir dirigidas a una “gran muchedumbre” de personas a las que les faltaban aún muchos siglos por aparecer, razonablemente irían dirigidas a sus contemporáneos y de los que pretendía entresacar a los merecedores de alcanzar tan gran privilegio de reinar junto a él en el reino de Dios. Luego lo que estaba haciendo Jesús, era dar las pautas o requisitos que deberían de reunir aquellos que en ese momento, desearan acompañarle en su regir…… y ya hemos visto al principio de este escrito, las razones por las que los miembros de esa “gran muchedumbre” sobreviviente de la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14) y por aparecer aún, no pueden reinar con él y lo que significa que no tienen necesidad alguna de “nacer de nuevo”, puesto que no pueden acceder al privilegio de reinar durante el milenio. Porque algo que no podemos olvidar, es que el “nacer de nuevo” mencionado por Jesús en Juan 3:3, no significaba otra cosa que el “nacer” uno, mediante recibir el bautismo “en espíritu”, a la condición de Hijo adoptivo de Dios y requisito sin el cual, no se puede heredar el reino en calidad de inmortal rey y sacerdote…… luego es obvio que Jesús, sabedor de dicha circunstancia, no podía referirse en ese momento a esa “gran muchedumbre” de personas con lo de “nacer de nuevo”, puesto que como ya hemos mencionado, las tales no pueden acceder al reino en calidad de gobernantes, al no poder participar de la “primera” resurrección mencionada. Por lo que el Sr. Olcese de nuevo se ha “pasado siete pueblos”, al darles a las palabras dichas por Jesús a Nicodemo, una interpretación totalmente diferente de la intencionalidad que realmente tenían…… y es que como siempre suele hacer, ha sacado dichas palabras de su contexto natural, para conseguir que digan aquello que él necesita que digan, con el fin de sostener su disparatada afirmación.

Por lo tanto, no solo de nuevo el amigo Apologista se ha “columpiado”, sino que se ha contradicho a sí mismo y en una muestra más, de no saber de qué está hablando. Porque una cuestión que dicho caballero por lo visto ignora, es que sorprendentemente los TJ han “clavado” la secuencia de los acontecimientos a producirse: en primer lugar, habría la aparición de un resto “ungido” y con ellos, el inicio de una gran predicación mundial; la cual da como resultado, la aparición de una “gran muchedumbre” para acto seguido y después de ser esta puesta bajo protección divina, desatarse una “gran tribulación” y que culmina con la batalla de Armagedón, sobre aquellos que han rechazado la oportunidad ofrecida y que trayendo el final de este sistema de cosas tal como lo conocemos, precede al establecimiento del reino de Dios…… y extremos que cuadran perfectamente con lo que dicen las Escrituras. Lo que ocurre, es que en dicha organización iniciaron el cálculo con más de 100 años de antelación y por ello nunca les han cuadrado las cuentas (entiéndase la fechas) y han estado dando bandazos de un lado para otro, sin acertar ni una sola vez y algo de lo que los dos autores de este blog, podemos dar testimonio personal. Aunque habría que reconocer, que a sus dirigentes y en el aspecto económico, sí parece que les han salido dichas cuentas, pues se han forrado…… pero con lo que al fin y a la postre han demostrado, no ser para nada la pieza maestra (o religión verdadera) utilizada por el Creador para dar adelanto a Su propósito, sino un instrumento más en manos de Satanás para extraviar a muchas personas de entre sus adeptos, que honestamente creen servir a Jehová.

Pero claro, volviendo al Sr. Olcese, vemos que de nuevo nos ha dado una muestra de su “capacidad” de interpretación bíblica, al decirnos que la “gran muchedumbre” no puede ser probada dos veces y por lo tanto, al serlo en esta vida, no precisan serlo al final del milenio…… pero vean como nos lo expresaba dicho caballero (y excúsennos por repetir la cita, pero es que no tiene desperdicio).

En la revista de estudio de La Atalaya del 15 de Octubre del 2012, pág.31, la Watchtower repite el error de que las «otras ovejas» (entiéndase la “gran muchedumbre”) serán probadas dos veces, una en esta vida, y otra al final del reino de Cristo. Sin embargo, para los 144,000 ungidos les espera reinar con Cristo en el cielo con inmortalidad. Eso significa que la llamada «manada pequeña» no necesitará ser probada dos veces, ya que de frente comienzan reinando con inmortalidad desde el mismo comienzo del milenio. ¿Podría alguien creer que nuestro Dios es un Dios parcial e injusto? No lo creo!!!

Por lo que según entendemos nosotros de lo transcrito, el Sr. Olcese nos viene a decir que la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14), ya recibe la inmortalidad en el mismo momento de entrar en el nuevo orden próximo a establecerse…… pero no se crean ustedes que esa es una idea que malévolamente nos sacamos de la manga los autores de este blog, sino que es lo que nos afirma el propio D. Mario en un video del día 28 del pasado mes de Julio y que titula “Las otras ovejas recibirán la inmortalidad antes de que empiece el milenio”…… pero quédense ustedes con “la copla”: las “otras ovejas” de los TJ y que se corresponden con la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9, según el Sr. Olcese ya reciben la inmortalidad antes de que empiece el período milenario; luego más claro, imposible.

Y por ello entendemos que el párrafo transcrito no tiene desperdicio, porque de nuevo el amigo Apologista nos muestra en el mismo, que no tiene ni puñetera idea de lo que dicen las Escrituras ¡y es que ya hay que ser ceporro, para escribir semejante dislate! Porque si aceptáramos como bueno el planteamiento en cuestión, nos tendría que explicar dicho caballero en primer lugar, cuál es la razón por la que Jehová “guarda” a Satanás para el final de los mil años y circunstancia que queda perfectamente establecida, en el siguiente pasaje de Rev. 20:7-9:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos (los que fueron extraviados) es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró.” (Acotación nuestra).

Porque claro, tal como ya hemos señalado con anterioridad, el relato del libro de Revelación es clarísimo cuando nos muestra que en el nuevo mundo por venir y después de la “gran tribulación”, solo hay dos grupos de personas que entran en dicho nuevo mundo y que dan inicio al período milenario: el de los 144.000 y el de la “gran muchedumbre”…… absolutamente nadie más; y si según ese “genio” de la interpretación bíblica, llamado Apologista Mario Olcese, los dos grupos ya reciben la inmortalidad en ese preciso momento ¿a quiénes sale a extraviar Satanás al término de los mil años? Y lo que es más ¿habría que pensar que personas a las que el Altísimo y por su fidelidad actual, les ha concedido la inmortalidad, pudieran ser posteriormente extraviadas por Satanás y encima “numerosos como la arena del mar”? Entonces ¿en dónde o en qué se equivocó Jehová, al dar la inmortalidad a personas que luego le traicionarían, al igual que lo hicieron Adán y Eva? Y ya yendo un “pasito” más allá y por aquello de “rizar el rizo” ¿cómo pueden ser destruidas por la “muerte segunda” personas a las que el mismísimo Jehová y según el Sr. Olcese, ha declarado “inmortales”? Pero es que por si esto fuera poco y a riesgo de ser repetitivos (pero creemos que vale la pena), retrocedamos un poco y volvamos de nuevo a Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación nuestra).

Luego lo que se nos deja claro, es que solo los que participan de esa “primera” resurrección, acceden a la inmortalidad y que es lo que significa el hecho de que la muerte segunda no tenga autoridad sobre ellos…… por lo que el Sr. Olcese nos tendría que explicar también, cómo puede ser posible que personas que sobreviven a la “gran tribulación” y por lo que obviamente no han muerto, luego pasan con vida al reino de Dios, consigan una inmortalidad que solo se concede a aquellos que participan de la primera resurrección y para lo cual, previamente tienen que haber muerto ¡vamos, se nos ocurre pensar a nosotros!…… a menos eso sí y como ya hemos dicho, que Rev. 20:6 nos esté mintiendo.

Bien, llegados a este punto, volvamos al principio de nuestro artículo y permítanos repetir la pregunta inicial ¿con qué se quedará usted…… con la anécdota o con lo sustancial? Y siendo lo anecdótico, el perenne enfrentamiento con el Sr. Olcese, mientras que lo sustancial y a tener en cuenta, serían las enseñanzas alternativas que nosotros dejamos planteadas y que usted haría bien en comprobar sobre su pretendida veracidad, mediante consultar su propio ejemplar de las Escrituras; y es que ya saben…… nosotros también nos podemos equivocar.

MABEL

SODOMA Y GOMORRA.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 29/03/2012 by Armando López Golart

¿Le suenan estos nombres, querido lector? Probablemente sí y es que junto con el diluvio del día de Noé, es uno de los dos juicios más “sonados” con los que el Creador de todo el Universo, Jehová Dios, ha castigado a la humanidad o parte de ella y de los que nos habla la Biblia. Y tiene que ver con un relato anterior al de las plagas de Egipto, en aproximadamente unos 500 años y sin duda alguna, el más destacado ocurrido entre el ya citado diluvio universal y la liberación del pueblo de Israel de la tiranía de Egipto. Hecho este último, sobre el que hace unos pocos días publicamos un artículo acerca de la enseñanza que se podía derivar, de un relato tan popular y que parece ser ha gustado, pues según nuestro contador de visitas ha sido leído con mucha frecuencia. En el artículo en cuestión “Usted…… y las diez plagas de Egipto” (17/03/12), intentábamos reflejar la línea de actuación seguida siempre por nuestro Creador, en cuanto a resguardar a aquellos que le son fieles, de los castigos a los que somete a los que le son rebeldes y obstinados y algo de vital importancia para nuestra tranquilidad, en vista a los tiempos que vamos a enfrentar.

Pues bien, el tema que vamos a iniciar a continuación, tiene mucho más calado ya que no solo nos muestra cuál es la reacción de Jehová ante determinadas conductas, sino porque además es un tema muy escabroso y polémico, pero que como tenemos por costumbre en este blog (quizás no todos se atreverían), lo vamos a abordar llamando las cosas por su nombre, eso es, al pan, pan y al vino, vino…… y para acabar de aderezar la cosa, relato que nos lleva a tener que analizar hasta nuestros más recónditos pensamientos o puntos de vista, acerca de determinadas situaciones y en las que sin llegar a participar de ellas, sí podríamos vernos afectados por las mismas. Dicho lo cual, nos vamos a meter hoy en uno de esos “jardines” de los que si bien sabes cómo entras, no así como vas a salir de él…… por lo que todo considerado, empecemos pues con la historia de hoy:

Por consiguiente, Jehová dijo: “El clamor de queja acerca de Sodoma y Gomorra es ciertamente fuerte y su pecado es ciertamente muy grave. 21 Estoy completamente resuelto a bajar para ver si obran del todo conforme al clamor que acerca de ello ha llegado a mí y, si no, podré llegar a saberlo”.” (Gén. 18:20-21).

En los versículos siguientes, vemos como se produce una negociación (por llamar a la cosa de alguna manera) de Abrahán con Jehová y en donde el Altísimo llega hasta el punto de concederle al patriarca, la petición de que si tan solo encontraba diez personas justas en dichas ciudades, no las arruinaría (Gén. 18:22-33). Que la cosa no fue así, queda probado por el registro bíblico que nos habla de la destrucción de ambas ciudades, junto a las de Admá, Zeboim y Bela (también conocida por Zóar), las cuales cinco conformaban las ciudades del distrito afectado y que según se nos cuenta, sus restos descansarían en el fondo del mar Muerto (Gén. 14:1-3). Y nos permitimos recordar, para dar un poco más de sentido a la razón del porqué hacemos referencia a estos relatos antiguos, que los tales se proyectan hacia el futuro en una especie de aviso a navegantes y que nos tienen que servir de modelo ejemplarizante para saber por dónde van a ir los tiros. No olvidemos y volviendo al relato de las diez plagas, que de lo que ocurrió en el desierto de Sinaí, por ejemplo y poco después de salir de Egipto la nación de Israel, se nos dice lo siguiente:

Ahora bien, estas cosas (las ocurridas, obviamente) llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos personas que deseen cosas perjudiciales, tal como ellos las desearon.” (1 Cor. 10:6). (Acotación nuestra).

Pero claro, también nos encontramos con la misma situación en el caso del juicio a Sodoma, Gomorra y ciudades adyacentes, pues en línea con lo que estamos hablando, nos dan una pista acerca del punto de vista de Jehová y de Su posterior reacción, sobre determinadas actitudes y que el general de las personas, olímpicamente pasan por alto, pues sencillamente no les interesa el tema…… pero ahí queda la advertencia:

Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, después que ellas de la misma manera como los anteriores, hubieron cometido fornicación con exceso e ido en pos de carne para uso contranatural, son puestas delante de nosotros como ejemplo amonestador al sufrir el castigo judicial de fuego eterno.” (Judas 7).

Y si bien es cierto que en dicho pasaje se nos habla de la fornicación y que generalizando un poco, podríamos decir que básicamente comprende el adulterio y la relación sexual fuera del matrimonio, en este texto se carga el acento en otro tipo de relación sexual y que tiene que ver con la homosexualidad, pues se nos hace referencia al “uso contranatural” de la carne, o lo que es lo mismo y según se sobreentiende, del sexo.

Y decíamos al inicio de este artículo, que este es un tema polémico, porque dicha forma de relación sexual, ha pasado por varios estadios a través de la historia: de ser aceptada, a ser prohibida y pasando por toda la gama de colores…… y práctica que caracterizó los últimos días de imperios tan poderosos como el griego o el romano y que marcó el inicio de su desmoronamiento. Por otra parte, no todos los autores bíblicos están de acuerdo en que la causa de la destrucción de las citadas ciudades tenga que ver con dicho práctica, pues aunque la referencia a las prácticas homosexuales parece quedar clara en el pasaje que acabamos de leer, en directa relación a la destrucción de las mismas, algunos autores objetan que la expresión “homosexual” es de reciente creación respecto de los textos bíblicos. Por ello afirman, que no se puede concluir con certeza que el Altísimo hubiera destruido estas ciudades por esa razón, ya que las palabras hebreas de aquel momento no tienen una correspondencia exacta con los significados y el prisma cultural con el cual hoy las entendemos. Partiendo de tal supuesto, estos autores aseguran que el castigo hacia estas ciudades fue, principalmente, debido a la falta de hospitalidad de sus habitantes hacia los extranjeros y afirmando que, si bien las Escrituras hacen referencia a la “perversión sexual” de Sodoma y Gomorra y ciudades circunvecinas, no necesariamente significaría ello actos específicos de homosexualidad; dicha teoría, suele apoyarse en el siguiente pasaje del libro de Ezequiel:

¡Mira! Esto es lo que resultó ser el error de Sodoma tu hermana: Orgullo, suficiencia de pan y el desahogo de mantenerse libre de disturbio eran lo que pertenecía a ella y a sus poblaciones dependientes; y la mano del afligido y del pobre ella no fortalecía. 50 Y ellas continuaron siendo altivas y llevando a cabo una cosa detestable delante de mí y finalmente las removí, según me pareció apropiado.” (Ezeq. 16:49-50).

Pero sin embargo, vemos que el versículo 50 nos habla de “una cosa detestable” (o “una abominación”, según versiones) y puesto que en el pasaje de Judas 7 se contrapone la fornicación, con el “uso contranatural de la carne”, ello solo permite suponer que estaríamos hablando de homosexualidad pura y dura. Porque aun siendo cierto que la palabra usada en ese tiempo (alguna tendrían para ese tipo de relación) para definir tal actividad, no tuviera traducción literal en los idiomas actuales, no es menos cierto que las labores de traducción no tienen como finalidad la traducción literal de palabras; lo que se pretende es, mediante un conjunto de palabras, reflejar de la manera más ajustada posible al original, la idea, suceso o narración que se quiere transmitir al lector actual. Pero aparte de eso y siempre a tenor del registro bíblico, es que no hay la menor duda de lo que entendió el autor original del siguiente pasaje:

Y siguieron llamando a Lot y diciéndole: “¿Dónde están los hombres que entraron contigo esta noche? Sácanoslos para que tengamos ayuntamiento con ellos”.” (Gén. 19:5).

Otras versiones traducen “tener relaciones sexuales con ellos”, o “tener sexo con ellos” y aún otras “acostarnos con ellos”. Y que la cosa iba por este camino, queda probado por la contraoferta que hizo Lot en su momento, a aquella depravada muchedumbre:

Por favor, miren que tengo dos hijas que nunca han tenido coito con hombre. Por favor, déjenme sacarlas a ustedes. Entonces háganles lo que parezca bien a sus ojos. Solo no hagan nada a estos hombres, porque por eso han venido bajo la sombra de mi techo.” (Gén. 19:8).

Y a tenor de esas palabras ¿qué idea cree usted, querido lector, que tenía Lot de lo que aquella muchedumbre pretendía hacerles a esos visitantes forasteros y a los que él daba hospitalidad? Establecida esta cuestión y no quedando ninguna duda de que estaríamos hablando de la homosexualidad, como causa primaria de la destrucción de esas ciudades, veamos ahora como pintan los bastos en nuestros tiempos respecto de esa práctica…… y el paisaje no puede ser más desolador, pues de estar prohibida y penada por ley en el mundo occidental, hasta no hace mucho (ya otro gallo canta en el oriental), no solo ha pasado a tomar carta de naturaleza dentro de la sociedad ¡y estamos hablando de la cristiandad!, sino que considerándola como un derecho progresista, numerosas naciones hasta han legalizado las bodas homosexuales; eso es, hombres con hombres y mujeres con mujeres, a la par que incluso en algunas de esas naciones, se les concede también el derecho de adoptar niños.

Y a esa situación ha contribuido en grado sumo, el hecho de que la “sabiduría” humana a considerado que un homosexual “nace” y no se hace”, por lo que la persona queda eximida de toda responsabilidad personal con respecto de su orientación sexual y puede en consecuencia, exigir el mismo reconocimiento social, así como los mismo derechos que posee un heterosexual…… pero ¿qué punto de vista acerca del tema cree usted, amigo que nos lee, puede tener nuestro Creador sobre dicha cuestión y que es realmente en dónde radica el quid de la cuestión? Veamos pues, unos pocos ejemplos que nos hablan de ello y que nos llevarán de una punta a otra de las Escrituras:

Lev. 18:22: “Y no debes acostarte con un varón igual a como te acuestas con una mujer. Es cosa detestable.”

Lev. 20:13: “Y cuando un hombre se acuesta con un varón igual a como uno se acuesta con una mujer, ambos han hecho una cosa detestable. Deben ser muertos sin falta. Su propia sangre está sobre ellos.”

Rom. 1:27: “…… y así mismo hasta los varones dejaron el uso natural de la hembra y se encendieron violentamente en su lascivia unos para con otros, varones con varones, obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa completa, que se les debía por su error.”

1 Cor. 6:9-10: “¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, 10 ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios.”

1 Tim. 1:9-10: “…… que la ley no se promulga para el justo, sino para desaforados e ingobernables, impíos y pecadores, faltos de bondad amorosa; y profanos, parricidas y matricidas, homicidas, 10 fornicadores, hombres que se acuestan con varones, secuestradores, mentirosos, perjuros y cualquier otra cosa que esté en oposición a la enseñanza saludable.”

Rev. 21:8: “Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad (obviamente se hace referencia al uso contranatural del sexo); y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda (y de la que no hay resurrección).” (Acotaciones nuestras).

Bien, creemos que la opinión de Dios al respecto queda clara y diáfana, al tiempo que de la misma se sobreentiende que, lejos de ser la homosexualidad un defecto congénito (como el síndrome de Down, por ejemplo), como señalan muchos científicos favorables a las tendencias actuales, no es más que una aberración delictiva equiparable a la idolatría, al homicidio y en total oposición a la enseñanza saludable que proviene de Jehová y que Este considera además, como delito merecedor de muerte…… y lo cual no es una broma. Y es que nuestro Creador, no impondría una condena de muerte a los homosexuales, si la tal desviación sexual fuera producto de nuestros genes y por lo tanto, algo ajeno a nuestra voluntad; porque una cosa es que uno sea un tanto afeminado (se dice que por un exceso de hormonas femeninas, nosotros no entendemos del tema), lo cual no le impide llevar perfectamente una vida de relación matrimonial con una mujer, tener hijos, ser un marido y padre excelente y otra muy distinta, tener el repugnante vicio de la homosexualidad…… porque eso es lo que en realidad es la homosexualidad: un vicio repugnante; a menos eso sí, que Jehová esté equivocado y lo cual no parece estar entre lo más probable.

Y claro, ante este panorama de cómo ve Jehová dicha práctica y cómo actuó en su momento para dejar clara su postura hacia a ella, solo es razonable el preguntarse qué estará pasando en estos momentos por la mente de nuestro Creador, ante un mundo depravado que considera como un logro “progresista” (entre otras “minucias” como el aborto), el “matrimonio” entre personas del mismo sexo (incluso legislando sobre ello), que considera como una “conquista social” el reconocimiento público de la citada homosexualidad y lo que nos lleva al aberrante espectáculo de las celebraciones del “día del orgullo gay”…… ¿cómo cree usted, querido lector, que estarán los ánimos de nuestro Dios? ¿O que le parece que estará pasando por Su Cabeza hacer, con respecto de todo ese “tinglao”? Sin embargo, es que además hay otro factor a tener en cuenta que agrava la situación y que nos lleva a considerar de nuevo el pasaje de Ezeq. 16:49-50 y del que nos dicen los “entendidos” (como ya hemos señalado), que en el mismo “no se nos habla de la homosexualidad” como la causa directa de la destrucción de Sodoma y Gomorra y ciudades circunvecinas…… pues anda que si en todo tienen el mismo ojo clínico, van “apañaos”:

¡Mira! Esto es lo que resultó ser el error de Sodoma tu hermana: Orgullo, suficiencia de pan y el desahogo de mantenerse libre de disturbio eran lo que pertenecía a ella y a sus poblaciones dependientes; y la mano del afligido y del pobre ella no fortalecía. 50 Y ellas continuaron siendo altivas y llevando a cabo una cosa detestable delante de mí; y finalmente las removí, según me pareció apropiado.”

Luego considerado con atención dicho pasaje, vemos que el mensaje subliminal que subyace en el mismo, es la idea de que esas personas y al igual que en la actualidad (recuerden este dato), presumían de su condición homosexual, manteniéndose “libres de disturbio” en el sentido (entre otras cosas), de que no tenían ningún pesar que les perturbara por su aberrante conducta y que en aquella sociedad degenerada, era moneda corriente y totalmente aceptada…… y con altivez desafiante, continuaban haciendo semejantes cosas en directa contraposición de las leyes naturales dadas por su Creador. Tengamos en cuenta que el que Jehová mencionara que continuaron “siendo altivas y llevando a cabo una cosa detestable” delante de Él, obviamente significaba que esas personas eran conscientes de su mala actitud con respecto de Dios. Y ahí tenemos en nuestros días y para probar nuestra afirmación, las citadas celebraciones del “día del orgullo gay”, con sus nauseabundos espectáculos de hombres y mujeres semidesnudos por la calle, ataviados con plumajes y todo tipo de extraños ornamentos, así como de exagerados maquillajes (en un claro desafío al Altísimo, pues son sabedores de lo aberrante de su conducta) y en unas esperpénticas cabalgatas por las principales calles de las ciudades más importantes, para general regocijo del resto de la sociedad…… y que esta es otra.

Y decimos que esta es otra, porque por una parte y como ya hemos señalado, estamos hablando del mundo de la cristiandad y por lo que no es “peccata minuta” la cuestión que estamos tratando; mientras que por la otra, si bien es cierto que los homosexuales (al menos una significativa parte muy escandalosa de los mismos) son los que realizan tan “edificante” y obsceno espectáculo, no es menos cierto que cuentan con la connivencia del respetable, que jalea las distintas marchas orillado a ambos lados de las calles por las que discurren las distintas cabalgatas…… y con lo que se hacen partícipes de semejante escarnio ante el Creador. Por ello hemos mencionado al principio, que tan aberrante desviación sexual puede afectar incluso a aquellas personas que no son homosexuales, pero que consideran dicha práctica como un “derecho” y una conquista social de una sociedad avanzada y “madura”, por lo que no les parece mal la situación creada y la observan desde la indiferencia, cuando no desde la complacencia. Pero claro, por otra parte sabemos, que nos dirigimos a pasos agigantados hacia un juico de Jehová sobre la tierra habitada y por lo que deberíamos saber, qué baremos usará Dios para determinar entre aquellos que han de sobrevivir y aquellos que han de ser destruidos en dicho juicio; y para averiguarlo, tomaremos como referencia un relato relacionado con la destrucción de Jerusalén en el año 587 a.E.C. por los caldeos y algo que se nos cuenta en el libro de Ezequiel; profeta al que por medio de una visión, se le muestra lo siguiente:

Y, ¡mire!, había seis hombres que venían de la dirección de la puerta superior que mira al norte (prefigurando a los caldeos), cada uno con su arma desmenuzadora en la mano; y había entre ellos un hombre vestido de lino, con un tintero de secretario a las caderas y ellos procedieron a entrar y a plantarse al lado del altar de cobre.

3 Y respecto a la gloria del Dios de Israel, fue elevada de sobre los querubines sobre los cuales estaba y llevada al umbral de la casa; y él empezó a clamar al hombre que estaba vestido del lino, a cuyas caderas estaba el tintero de secretario. 4 Y Jehová pasó a decirle: “Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén y tienes que poner una marca en las frentes de los hombres que están suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo en medio de ella”.

5 Y a estos otros dijo, a mis oídos: “Pasen por la ciudad detrás de él y hieran. No se sienta apenado su ojo y no sientan ninguna compasión. 6 A viejo, joven y virgen y niñito y mujeres deben matar… hasta arruinamiento. Pero no se acerquen a ningún hombre sobre el cual esté la marca; y desde mi santuario deben comenzar”. Así que comenzaron con los viejos que estaban delante de la casa. 7 Y además les dijo: “Contaminen la casa y llenen los patios con los muertos. ¡Salgan!”. Y ellos salieron e hirieron en la ciudad.” (Ezeq. 9:2-7). (Acotación nuestra).

Luego lo que se percibe de este relato, es que el salvar uno la vida no tuvo tanto que ver con el hacer o no hacer aquellas cosas detestables por las que fue juzgada Jerusalén, sino por la opinión que se tenía sobre ellas, pues solo fueron librados aquellos que estaban “suspirando y gimiendo”, eso es, que se lamentaban sinceramente de la situación, porque no la aprobaban…… y lo cual nos lleva a formularnos algunas preguntas: ¿Cómo vemos nosotros esos actos detestables ya citados, que hoy en día se llevan a cabo en contra de la voluntad de Dios? ¿Estamos entre aquellos que contemplan el matrimonio entre personas del mismo sexo, como la “conquista” de una sociedad avanzada, culta y libre? ¿O nos encontramos entre esos que de forma festiva jalean esos aberrantes desfiles conmemorativos, pues piensan que esas personas tienen el derecho de reivindicar públicamente su tendencia sexual? Pero puede que quizás, sea usted una de esas personas a las que no les van esos folclores y se está en casa tranquilamente leyendo el periódico; ahora bien…… pero ¿qué piensa realmente de ello en su fuero interno? O lo que es lo mismo, pero dicho de otra manera ¿qué punto de vista tiene usted sobre dicho tema…… el de Jehová o el que se refleja en la sociedad actual? Piense que de ello, puede depender en un futuro próximo el resultado del juico que sobre usted se va a llevar a cabo en un momento determinado (al igual que sobre todo “quisqui”, no se crea que alguien se va a librar), cuando nuestro Creador diga: ¡Basta ya!…… y de que lo va a decir, no le quepa la más mínima duda.

Y es que algo que debemos de tener en cuenta, es que Jehová no cambia sus criterios en función de lo que avance “culturalmente” una sociedad que se imagina ser el ombligo del universo y que cree estar por encima del bien y del mal; por lo que Sus perfectas normas morales continúan siendo las mismas, así como lo es Su actitud para con aquellos que las violan y con aquellos…… que consienten o “comprenden” a los que las violan. Y para ello, vamos a citarle de un pasaje que no solo nos demuestra lo correcto de esta afirmación que acabamos de hacerle, sino que nos habla también de la razón primaria del porqué se produce tan aberrante situación:

Y así como no aprobaron el tener a Dios en conocimiento exacto, Dios los entregó a un estado mental desaprobado, para que hicieran las cosas que no son apropiadas, 29 llenos como estaban de toda injusticia, iniquidad, codicia, maldad, estando llenos de envidia, asesinato, contienda, engaño, genio malicioso, siendo susurradores, 30 difamadores solapados, odiadores de Dios, insolentes, altivos, presumidos, inventores de cosas perjudiciales, desobedientes a los padres, 31 sin entendimiento, falsos en los acuerdos, sin tener cariño natural, despiadados. 32 Aunque estos conocen muy bien el justo decreto de Dios, que los que practican tales cosas son merecedores de muerte, no solo siguen haciéndolas (unos), sino que también consienten (otros) a los que las practican.” (Rom. 1:289-32). (Acotaciones nuestras).

Y es que este y no otro, es el meollo de la cuestión: el hombre y en su soberbia, se ha apartado del consejo de Dios, al grado que incluso aquellos que hablamos de Él estamos mal vistos hasta por nuestros propios familiares (se avergüenzan de nosotros) y se nos toma por nada, o en su defecto, por personas retrógradas, fanáticas y apartadas de la realidad. Pero resulta y perdonen la redundancia, que la realidad (triste y penosa realidad) la tienen esas personas ante sus propias narices, aunque se nieguen a verla…… porque eso es lo que hacen, pues no quieren verla; por eso la disfrazan con esos rimbombantes nombres, como el llamar a lo que toda la vida ha sido fornicación pura y dura, relaciones “prematrimoniales” o al denigrante y doloroso adulterio, como relaciones “consuetudinarias”…… o como acabamos de ver, el considerar a la aberración que es la homosexualidad, como una enfermedad y por tanto su reconocimiento social, como un logro “progresista” propio de una sociedad “avanzada” y “culta”.

Pero puesto que en Jehová “no hay la variación del giro de la sombra” (Sant. 1:17b), eso es, que no cambia de comportamientos o actitudes con respecto de Sus normas morales, el castigo para todas esas personas (las que hacen y las que consienten), está asegurado y que según Judas 7, estaríamos hablando de un “castigo judicial de fuego eterno” o lo que es lo mismo, destrucción eterna. Por lo que ante la gravedad del asunto, entendemos que procede un sincero y profundo análisis personal, para ver en qué situación realmente nos encontramos…… no sea que nos pille el toro ¡y es que tiene una mala pinta ese “morlaco”…!

MABEL

APOLOGISTA…… Y LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ.

Posted in Uncategorized with tags , , , , , on 14/03/2012 by Armando López Golart

Les damos nuestra palabra de honor, queridos lectores, que si a los autores de este blog nos hubieran dicho que a los casi 10 años de nuestra expulsión de los TJ, los estaríamos defendiendo, habríamos calificado de loco al responsable de semejante afirmación…… sin embargo, eso es lo que estamos haciendo; cierto es que en determinadas enseñanzas, pero en definitiva, defendiéndolos. Y es que hasta este extremo nos ha llevado la esperpéntica y errática actitud del mencionado Apologista Mario Olcese, incomprensible para cualquier persona en su sano juicio y ya nos perdonará dicho caballero el exceso…… pero es que parece estar más “pallá que pacá”. Y por supuesto, dicho sea en tono “guasón”, por lo que nadie tome esta afirmación como un insulto al Sr. Olcese, ya que nada está más lejos de nuestra intención: sencillamente estaríamos intentando reflejar en términos meramente coloquiales, la constatación de una aparente realidad…… porque ¿cómo se puede calificar a la persona que vez tras vez, se le está repitiendo que está equivocada en determinado planteamiento (algo de lo que se entera toda su audiencia) y que sin ser capaz de poder refutar dicha acusación, se mantiene firme en sus trece, publicando vez tras vez, el mismo disparate? ¿Es que no piensa que aunque él mire para otro lado, sus lectores están al tanto de la situación y de entre ellos, lo más avispados (que alguno habrá) tienen que empezar a pensar mal? Y lo que es más y que no acabamos de entender ¿nadie del entorno de D. Mario, es capaz de advertirle que está haciendo el ridículo y perdiendo todo crédito entre sus seguidores, al no ser capaz de responder adecuadamente a dos “descamisados” como nosotros?

Porque vean una nueva “lección magistral” que nos dio dicho caballero, al publicar el artículo “¿Tienen razón los testigos de jehová cuando dicen que la grande muchedumbre entrará en el reino como súbditos?” (26/02/12). Pero permítannos un pequeño paréntesis para comunicarles que llevamos 15 días fuera de la red (por un cambio de residencia y que nos ha llevado a tener que renovar la conexión ) y estamos un poco desconectados de los distintos escritos o videos que han ido apareciendo por ahí; y si nos hemos fijado en este artículo que mencionamos, es porque es un tema que ya teníamos preparado antes del “apagón” que hemos tenido y tema en que Apologista incide con frecuencia y que no nos dio tiempo a publicar…… una vez publicado, ya iremos repasando todo lo que se ha ido subiendo en los distintos blogs y comentaremos al respecto. Y ya metiéndonos de nuevo en harina (y es que nos va la marcha ¡que quieren!), veamos qué hay de interesante en el referido artículo; y lo primero que advertimos, es que para responder a la pregunta que da título a ese escrito, el Sr. Olcese inicia el mismo (y que consta de solo tres párrafos) dirigiendo a su lector al contenido de Rev. 7:13-17; veamos pues, que es lo que se nos dice en ese pasaje, según lo cita dicho caballero y que como tenemos por costumbre, lo transcribimos tal cual figura en su escrito (por aquello de las faltas de ortografía y todo eso…… ya saben):

Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? 7:14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: ESTOS SON LOS QUE HAN SALIDO DE LA GRAN TRIBULACIÓN, Y HAN LAVADO SUS ROPAS, Y LAS HAN EMBLANQUECIDO CON LA SANGRE DEL CORDERO 7:15 POR ESTO ESTÁN DELANTE DEL TRONO DE DIOS, Y LE SIRVEN DÍA Y NOCHE EN SU TEMPLO; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. 7:16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; 7:17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”.

Notarán ustedes, que de forma interesada el Sr. Olcese y mediante el énfasis, dirige la atención del lector hacia donde a él le interesa, esos es, a los verso 14 y 15 y aunque no los omite, pretende que pasen desapercibidos el 16 y 17 y que es en donde precisamente se demuestra (básicamente en el 17), que esa “gran muchedumbreno puede ser otra cosa, que los primeros súbditos del reino. Y actitud, la de intentar “esconder” esos dos textos, que ya le recriminábamos en nuestro artículo “La “gran muchedumbre” de Rev. 7:9…… y la vida eterna” (18/02/12), en los párrafos 10 al 12 y sin que hasta el momento, haya sido capaz de argumentar nada a dicha recriminación…… al menos que nosotros sepamos. Pero veamos ahora, la “docta” lección argumental que nos da D. Mario en el segundo párrafo, al intentar razonar su planteamiento:

Ahora notemos que esta gran multitud YA VESTIDA DE BLANCO ha salido de una situación difícil–¿cuál situación es esa? La respuesta está en el verso 14—¡De la gran tribulación! Sí, de la gran tribulación…¡No del milenio! Y ya están vestidos de blanco (pureza, justicia, perfección, santidad) y están frente al trono y del Cordero. Es decir, estos individuos NO serán vestidos de blanco cuando termine el milenio, sino cuando termine la gran tribulación que vendrá en el mundo ANTES DE LA VENIDA DE CRISTO. La idea, para ser aún más precisos, es que estos individuos están vestidos de blanco no sólo porque pasaron con éxito la gran tribulación, sino porque LAVARON SUS ROPAS EN LA SANGRE DEL CORDERO. Este último detalle es FUNDAMENTAL. Las vestiduras blancas las obtuvieron porque lavaron sus pecados con la sangre del Cordero y porque salen airosos de la prueba de la GRAN TRIBULACIÓN. Por eso merecen estar frente al trono y frente al Cordero con los 144,000 Hebreos.” (Negritas nuestras).

Pero argumentos disparados e incomprensibles para quién tenga un mínimo conocimiento de las Escrituras y sí mucho nos apuran, hasta para quien tenga un mínimo sentido común, porque veamos; dicho caballero apoya toda su tesis en el hecho de dichos personajes van ataviados con vestiduras blancas y seguramente apoyando su planteamiento en Rev. 3:5, en donde Jesucristo afirma que al que venciere, lo vestiría “…… de prendas de vestir exteriores blancas; y de ninguna manera borraré su nombre del libro de la vida” y lo cual, parece ser, le permite a dicho caballero el relacionar la vestimenta blanca con la inmortalidad; pero tengamos en cuenta que esas palabras iban dirigidas concretamente, a aquellos que con él reinarían en el reino de Dios. Dicho esto, veamos un pequeño problema que se nos presenta si damos como buena, la línea de razonamiento del Sr. Olcese en cuanto al vestir ropas blancas…… y es que también el ejército de ángeles que acompaña a Cristo y sus leales en la guerra de Armagedón, van vestidos de blanco:

También, los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio.” (Rev. 19:14).

O sea, que iban vestidos exactamente igual, que “la esposa del Cordero” de Rev. 19:7-8: de “lino fino, brillante y limpio” y que prefigura a los que acompañarán a Cristo en su reinado…… y en cuyo versículo ocho se nos explica el significado de las vestiduras blancas y que más adelante mencionaremos. Sin embargo, estamos hablando de ángeles y que hasta donde nosotros sabemos, a menos que D. Mario nos demuestre lo contrario, ni son inmortales (y algo que también le cuestionamos a dicho caballero en nuestro artículo mencionado y en su párrafo 17 y sin que tampoco haya replicado nada) ni pueden reinar con Cristo…… no obstante y repetimos para énfasis, también van vestidos de ropas blancas; entonces ¿cómo nos puede explicar esto el Sr. Olcese? Y no es por darle ideas a D. Mario, pero los caballos también van de blanco…… aunque esperemos que no se le ocurra por ello, darles también la inmortalidad y ponerles a reinar en el reino de Dios, que ya puestos…… cualquier cosa; pero también sabemos de otros personajes vestidos de blanco:

Cuando entraron en la tumba conmemorativa, vieron a un joven (obviamente un ángel) sentado a la derecha, vestido de una ropa larga blanca y se aturdieron.” (Mar. 16:5). (Acotación nuestra).

María, sin embargo, se quedó de pie fuera, junto a la tumba conmemorativa, llorando. Entonces, mientras lloraba, se agachó para mirar dentro de la tumba conmemorativa 12 y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabeza y uno a los pies donde había yacido el cuerpo de Jesús.” (Juan 20:11-12).

Y repetimos, que hasta dónde sabemos nosotros, los ángeles ni son inmortales (1 Tim. 6:15-16) ni van a reinar con Cristo en el reino de Dios; por lo que es obvio que el estar vestido de “ropas blancas” en sí mismo, tiene que tener otro significado o finalidad distinta que el denotar condición de rey o inmortalidad…… y algo que como ya hemos apuntado, se nos explica en el último libro de las Escrituras:

Regocijémonos y llenémonos de gran gozo y démosle la gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado. 8 Sí, a ella se le ha concedido estar vestida de lino fino, brillante y limpio, porque el lino fino representa los actos justos de los santos”. (Rev. 19:7-8)

Y pasaje en donde la Biblia de Jerusalén (entre otras), nos especifica acerca de la blancura de dicho lino:

Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su Esposa se ha engalanado 8 y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura, el lino son las buenas acciones de los santos.”

Luego vemos que esa vestimenta blanca que adorna a la “esposa del cordero”, representa los “actos justos de los santos”, eso es, de aquellos que reinan con Cristo y lo cual nos indica, sencillamente, que el vestir una simbólica vestidura blanca no tiene otra connotación que la de mostrar una condición aprobada delante de Dios…… punto; y es que a Satanás y sus demonios, por ejemplo, jamás se les describe vestidos de blanco ¿o sí, Sr. Olcese? Pero claro, como nos imaginamos ya a D. Mario a punto de saltarnos a la yugular, alegando que sí esos que salen de la “gran tribulación” vestidos de blanco es porque también tienen “actos justos” o “buenas acciones” como el resto de santos y por lo tanto, pueden reinar también con Cristo (para más no da el hombre ¡que quieren ustedes!), nos permitimos recordarle (y ¡cuidadito que se lo hemos explicado veces!) lo siguiente:

D. Mario, en este segundo párrafo de su artículo que estamos analizando, hace especial hincapié en el hecho de que esa “gran muchedumbre” vestida de blanco, sale de la “gran tribulación” y con lo que él mismo se mete en la trampa pajarera, pues ello significa obviamente que sobreviven a esta y que por lo tanto, pasan con vida al reino de Dios……. con todas las connotaciones que ello tiene y que veremos a continuación. Porque aunque este punto también se lo exponemos al Sr. Olcese en el artículo de 18/02/12 señalado, se lo volveremos a repetir para ver si de una vez se le cae la cara de vergüenza y, o rectifica semejante disparate…… o nos rebate públicamente el planteamiento. Porque no olvidemos, que para alcanzar la inmortalidad y poder reinar con Cristo, es condición sine qua non, el participar de la “primera” resurrección, según Rev. 20:6 y algo que nos imaginamos sabrá el Sr. Olcese:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre aquellos que no participan de ella) la muerte segunda no tiene autoridad (lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones nuestras).

Pero claro, es que el propio Sr. Olcese nos está hablando de los miembros de la “gran muchedumbre”, de los que enfáticamente reconoce que sobreviven a la “gran tribulación” y que por lo tanto hay que pensar, razonablemente, que entran con vida al reino de Dios…… luego no han muerto y en consecuencia, no pueden participar de esa “primera” resurrección (ni de ninguna otra, lógicamente) que da acceso a formar parte del gobierno del reino; y por lo que no solo no pueden reinar con Cristo, sino que tampoco pueden adquirir la inmortalidad, algo que solo está al alcance tal como hemos señalado, de los que participan de dicha “primera” resurrección. Por lo tanto, los miembros de esa “gran muchedumbre”, vayan vestidos de blanco, de verde o de gris perla, no pueden adquirir la inmortalidad ni reinar con Cristo en el reino de Dios. Por otra parte y puesto que el mismo D. Mario reconoce que indudablemente entran al reino de Dios…… por mucho que le repatee al caballero en cuestión, los TJ en este punto tiene toda la razón del mundo y esos miembros de la “gran muchedumbre” pasan a convertirse en los primeros súbditos del reino de Dios, al tener una condición aprobada delante del Creador y que simbólicamente queda puesta de manifiesto, por el ropaje blanco del que van ataviados. Por lo tanto, querido lector, blanco y en botella: si esas personas entran al reino de Dios y sin embargo no reinan con Cristo, solo pueden ser súbditos de dicho reino…… ya otra cosa es, que eso tan de cajón, le sea entendible al Sr. Olcese; pero sea como fuere, ya les adelantamos que no va a decir ni pio acerca del planteamiento expuesto en este párrafo.

Por otra parte, otro error de bulto que comete D. Mario, queda reflejado al final de ese segundo párrafo transcrito, en donde nos dice lo siguiente:

Las vestiduras blancas las obtuvieron porque lavaron sus pecados con la sangre del Cordero y porque salen airosos de la prueba de la GRAN TRIBULACIÓN. Por eso merecen estar frente al trono y frente al Cordero con los 144,000 Hebreos.” (Negritas nuestras).

Y claro que sobrevivieron porque lavaron y emblanquecieron sus ropas con la sangre del Cordero…… nadie discute este punto; lo que tenemos que saber, es qué significa el “lavar” y “emblanquecer” uno sus ropas figurativas con dicha sangre y que no es otra cosa, que el resultado de ejercer fe en el sacrificio redentor de Cristo como todo hijo de vecino que se precie, según Juan 3:16:

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.”

Y notemos que no se nos dice en este pasaje para cuándo se adquiere esa vida eterna; pero pasaje que queda complementado y para añadir más claridad al asunto, con 1 Juan 1:7:

Sin embargo, si andamos en la luz, como él mismo está en la luz, sí tenemos participación unos con otros y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.”

¿Y qué resulta de dicha limpieza en virtud del sacrificio de Cristo? Pues que nos da una apariencia de justicia ante Dios y algo que parece corroborar el siguiente texto:

Vengan, pues y enderecemos los asuntos entre nosotros (dice Jehová). Aunque los pecados de ustedes resulten ser como escarlata, se les hará blancos justamente como la nieve; aunque sean rojos como tela de carmesí, llegarán a ser aun como la lana.” (Isa. 1:18)

Luego parece quedar claro que una posición de favor ante al Altísimo, queda perfectamente simbolizada por el vestir ropas blancas, eso es, por presentar una apariencia limpia de pecado ante Jehová y como resultado de ejercer fe en el sacrificio redentor de Su Hijo Cristo Jesús; y es que no recordamos ningún texto que establezca una relación causa/efecto entre eso y el reinar con Cristo ya vestido de inmortalidad…… a menos que Rev. 20:6 nos mienta.

Pero por otra parte, en ese pasaje de Juan 3:16 mencionado, vemos que por pasiva se nos insinúa la posibilidad de, si uno no se ejerce fe en la sangre de Jesucristo, pueda ser destruido…… pero ¿cuándo? Pues durante la “gran tribulación” y en donde entramos ya en otro planteamiento disparatado del Sr. Olcese, pues esa “gran muchedumbre” vestida de blanco de la que nos habla, lejos de salir airosa de la citada “gran tribulación” como incomprensiblemente nos dice D. Mario y algo que le planteamos también en otro de nuestros últimos artículo, concretamente en “¿Quiénes serán “atormentados”?” (13/02/12), esa ingente cantidad de personas no enfrenta dicha gran tribulación, sino que son ocultados de ella. Para demostrárselo, citábamos en ese artículo acerca de Isa. 26:20-21, de Sof. 2:2-3, así como también del Salmo 91 y del que transcribíamos algunos textos, concretamente del 5 al 10…… y como ya es normal, sin que dicho caballero haya sido capaz de desmentir nuestro planteamiento. Pero como apoteosis final y monumento al despropósito, fíjense en el razonamiento del tercer y último párrafo de su artículo:

Ahora bien, supongamos que estos individuos estarán como súbditos en el reino con vida eterna, ¿para qué serían probados nuevamente para ser merecedores de la vida eterna si ya ingresaron en el reino precisamente con vida inmortal? Estas son las contradicciones de la WT. Y si estos entraran al reino sin inmortalidad, para luego ser probados para ver sin son dignos de ella, ¿no haría esto que estos hombres muriesen dos veces (una muerte antes del milenio y otra que ocurrirá durante el milenio) para luego ser juzgados al final de los mil años?¿No dice Hebreos 9:25 que sólo nos espera morir una vez y después el juicio? Realmente las contradicciones de la WT no tiene cuándo acabar.” (Negritas nuestras).

Porque lo único que se puede pensar cuando se lee semejante argumento y en el que indisputablemente deja probado dicho caballero, que no tiene ni idea de lo que dice, es que toma por tontos a aquellos que le leen…… y que algo tiene que haber de ello, de lo contrario alguno se quejaría y ante tanto absurdo, le pondría las peras al cuarto demandándole que por lo menos, responda a la objeciones y aclare las cosas.

Por nuestra parte, que de tontos no tenemos un pelo (ni de listos…… ya saben, la alopecia, la edad y todas esas cosas ¡pero que le vamos a hacer!) a la primera parte del párrafo en cuestión, le respondemos de la siguiente manera: ¿Sobre qué base razonable se apoya tan “entendido” caballero, que le permita “suponer” que esa ingente cantidad de personas, entra al reino ya con la vida eterna concedida (porque la de ir vestidos de blanco ya se la hemos desbaratado)? Y es que de ser así como afirma D. Mario ¿cómo se podría explicar que el Altísimo guarde en custodia a Satanás bajo siete llaves, para soltarlo al final del milenio (Rev. 20:7-9) y poner a prueba precisamente a esos presuntamente “inmortales” personajes que han sobrevivido a la gran tribulación? ¿Es que acaso se equivocó Jehová al darles la inmortalidad y el gobierno del reino…… o qué pasa ahí? Porque recordemos que al reino de Dios, solo pasan los 144.000, mediante la “primera” resurrección y la “grande muchedumbre” a través de la “gran tribulación”…… nadie más.

En cuanto a la segunda parte de dicho párrafo ¿no le suena a D. Mario, haber leído por ahí, en algún lugar, acerca de una “muerte segunda” o algo parecido? ¿O tampoco sabe nada de eso?…… ¡sí, hombre, sí D. Mario!, lo tiene usted justo en Rev. 20:6 y que por cierto, de esa segunda muerte ya no hay resurrección, porque se produce por decreto de Jehová. Y otra cosa que nos tendría que aclarar dicho caballero, es de qué tipo de juicio nos habla para el final del milenio…… porque hasta dónde sabemos nosotros, en las Escrituras no se nos habla de ningún juico para el término de los mil años (al menos lo que entendemos por un juicio), sino de una prueba final; la misma prueba a la que fueron sometidos nuestros primeros padres…… y hasta dónde sabemos, Satanás no sometió a ningún juicio a Adán y Eva, sino que astutamente intentó entramparlos; que luego ellos resultaran entrampados, nada tiene que ver con lo que hablamos, pues fueron los que decidieron su destino.

Y ya para concluir y a modo de anécdota, nos acordamos ahora que en un artículo anterior, nos hablaba dicho caballero acerca de las “maravillas que publica” en su blog y que nosotros (ya nos disculpará) solo podemos calificar de disparates y burdas mentiras, porque toda su enseñanza no es más que una mentira detrás de otra…… y a los hecho nos remitimos: no puede rebatir ninguna de nuestras objeciones. Pero en fin, el mismo se juzga y se coloca en el lugar adecuado cuando, en otro de sus artículos, afirma que sí se toma nota de las barbaridades que va diciendo el llamado “esclavo” de los Testigos de Jehová, uno realmente llega a convencerse que esa gente está guiada por Satanás, pues sólo este espíritu engañador puede enseñar mentiras a los hombres…… pues bien, quizás sería menester que D. Mario se fuera aplicando el cuento ¿no creen? Y nos ha llamado la atención, la curiosa imagen con la que acompaña este artículo que estamos analizando y por lo que nos hemos decidido editarla también en el nuestro, pues tal parece una caricatura del propio Sr. Olcese impartiendo sus “enseñanzas”: un lio monumental y en el que él mismo queda entrampado. A este respecto es llamativo el comentario a pie de imagen, en donde dicho caballero inserta la siguiente leyenda: “¡Estoy más enredado que el “esclavo” de los Testigos de Jehová!”…… y ¡miren por dónde! quizás sea la única verdad que ustedes pueden encontrar en sus artículos.

MABEL